Domingo 18 de Marzo de 2018 – Ozzy Bar – Bogotá – Colombia
Reunión 2018. Vuelta a los escenarios tras 20 años
En el mundillo del metal hay bandas que se convierten en leyendas por diferentes motivos. Algunas se hacen referentes de un estilo y por lo tanto, gran influencia. Algo trasciende, algo queda en el aire que supera el olvido. Este es el caso de una banda colombiana de Thrash metal nacida en los 90, ACUTOR, que con un solo álbum “Dios ha muerto” editado por primera vez en 1998 se convirtió en hito, a pesar de su corta historia, ya que un año después desaparece de los escenarios.
Sin embargo, el pasado 18 de marzo pudimos apreciar a ACUTOR nuevamente con la siguiente alineación: Carlos Montoya (voz y guitarra), Luis Ramírez (batería), y Juan Ortiz (bajo), siendo Carlos uno de los miembros originales. Un concierto de leyenda. Para unos fue volver a vivir aquellos años y para las nuevas generaciones fue encontrarse frente a frente con una banda que parecía estar solo en el anhelo. La energía fue explosiva, los coros inagotables, y el recuerdo pasó a ser una experiencia vivida y emocionante.
Este regreso a los escenarios no podría dejar de estar acompañado de invitados de lujo. Fue así que pudimos ver a WITCHTRAP y SOBIBOR antecediendo a ACUTOR. WITCHTRAP es una importante y legendaria banda de la ciudad de Medellín, que nos deleitaron con un increíble thrash metal y varios de sus clásicos: “Metalmania”, “Witchtrap”, “Metal war”, entre otros. Por su parte SOBIBOR, una banda bogotana de Metalpunk nos sorprende con su calidad, y al ser solo dos músicos la admiración es mayor, suenan temas como “Furia y metal”, “Pacto de sangre”, “Cae la noche”, entre otras rápidas y excelentes canciones.
Llega el turno de ACUTOR, tras años de la espera, la expectativa es enorme. Muchos de los asistentes nunca vieron en vivo la banda, otros la siguieron en su época, pero en ambos casos era imperdonable perderse esta fecha con lo mejor del metal colombiano. “Ríos de hielo” tema instrumental, abre el espectáculo. Le siguen “Brutal existencia”, “Una oportunidad de ser”, “Menos que nada”, “Infernal”, “Preludio para la muerte, No.1”, “Muerte en vida”, “Dios ha muerto” que para sorpresa del publico tuvo acompañamiento coral de una chica; continua el concierto con “El gran anhelo”, y para cerrar un cover de Sodom “Remember the fallen” cuyo coro cambió a “Recuerda Colombia”. Fue increíble como las canciones en su totalidad eran cantadas por el público con la furia y la fuerza con que también tocaba la banda. El metal que se hace en Colombia es crudo, doliente y brutal, por eso la identidad y la adhesión tan fuerte con sus seguidores. ACUTOR con sus letras de corte nihilista y existencialista son un ejemplo de ello. En fin, los asistentes pudimos vivir una verdadera fiesta del thrash metal, revivir una leyenda como mejor se podría hacer, de nuevo en los escenarios.
Por último, quiero agradecer a Euforia Records y a Carlos Montoya por la invitación. Gracias también a Néstor Vidales por las fotografías, y larga vida al metal que hace leyenda.
Texto: Carolina Cifuentes para RAFABASA en Latinoamérica y España.
Fotos: Nestor Vidales
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