+ THE DEAR HUNTER + LEPROUS
Viernes 9 de Marzo de 2018 – Wonder Ballroom – Portland – OR – EEUU
Debo mencionar que la noche se vio muy enturbiada por la desastrosa distribución de la sala para el evento. Ya se veía venir el lío americano de turno: consumo de alcohol para el mayor de 21 + asistencia abierta al mayor de 16. Solución: división física de los shows. Una para los menores de 21 años que NO DEBEN tener acceso al bar y otra para los mayores de 21 años que quieren saciar los gaznates. Sin embargo, esta vez, la sala rectangular la dividieron de esquina a esquina en lugar de por la mitad (como indica el sentido común). El resultado fue una bajísima calidad en las fotografías de esta crónica ya que fue completamente imposible hacer fotos más cerca de 5 metros porque no había ni foso. Corrijo. Lo único que habilitaron para fotógrafos fue ese pasillo que dividía la sala de esquina a esquina. Ya sabes lo que pasa con las diagonales… se alejan del escenario y frente a tu objetivo empiezas a tener más y más cabezas y manos al aire. Es por eso que la calidad de las fotografías no son todo lo que estamos acostumbrados a ver en este medio. Nuestras disculpas.
Había sido una semana muy movida para Portland. El lunes MACHINE HEAD había arrollado con su “evening with” durante casi tres horas. El miércoles la oscuridad de ENSALVED con WOLVES IN THE THRONE ROOM habían sembrado la semilla de lo extremo. El viernes era la parte progresiva de la semana: SPRING TOUR. Muchos tuvieron que elegir y otros más valientes hicieron maratón. La noche progresiva venía de la mano de LEPROUS y BETWEEN THE BURIED AND ME, uno más sinfónico y otro más extremo. Entremedias estuvo THE DEAR HUNTER, una banda muy popular por estos lares (la sala ya se llenó con ellos) pero, sinceramente, con un estilo musical que no encaja con este medio Así que omitiré lo relacionado con ellos. No sin antes confesar, que su música era muy apetecible y atractiva, de calidad reconocible instantáneamente. Pero, repito no es un género que podamos categorizar en esta web.
Empecemos. La noche la abría LEPROUS con lo que serían probablemente los 40 minutos más sentidos de la noche. Sí, sólo 40. Los noruegos llevan muchos años en la escena pero parece que tras “The Congregation” Empiezan a tener el reconocimiento que se debe a su música. Aun así, se ven relegados a 40 minutos en sus giras por EEUU. Supongo que todos deben empezar así ¿no?.
El primero en pisar el escenario ya fue todo un sorpresón: Raphael Weinroth-Browne y su chelo. Tremenda alegría descubrir que Raphael formaba parte de la gira y nos apoyaría con su base rítmica durante toda la noche. Con su elegancia particular salieron el resto de componentes y tras el sólo de chelo descargaron “Bonneville” sonido impecable. Público recogido. Noche perfecta.
Con un set list con un 80% de presencia “Malina” y un 20% “The Congregation” los noruegos sentaron cátedra. El primer tercio de la sala estuvo completamente entregado a la causa y LEPROUS se lo devolvió con una dedicación musical absoluta. Pocas palabras y mucha música.
Baard Kolstad legendario en la batería. ¡Que calidad, ahí hay batería de renombre para años! No puede haber una batería mejor que encaje con el progresivo que desmigaja LEPROUS. Einar estuvo muy limitado por el teclado y el escaso espacio restante en el escenario, pero su entrega fue total y absoluta. Su voz tan característica estuvo muy bien ecualizada y trabajada durante toda la noche. La pareja de guitarras de Oddmund y Ognedal estuvo portentosa, a pesar, del pequeño contratiempo en “Mirage” donde una cuerda de Ognedal se rompió y le perdimos durante unos segundos hasta que cambio de herramienta. La base rítmica con el chelo de Raphael y el bajo de Simen Borven aportó muchísimo cuerpo al sonido, una cadencia embelesadora y un trabajo de equipo inmejorable. Sinceramente, hacía mucho que no disfrutaba de una música igual en un concierto. Fan incondicional de LEPROUS desde el minuto 1.
Solo lamentar que los seis caballeros apenas tenía espacio ya que gran parte del escenario se lo comían los instrumentos de las siguientes bandas. Dejando la sensación de que eran una simple banda de turno para abrir boca. Pero así son los tours. Eso sí, LEPROUS no se dejó amilanar y se atrevieron con dos pantallas a los lados mostrando imágenes constantemente durante sus temas, algo que me recordó a Steven Wilson. Estos chicos aprenden rápido.
De las canciones, sinceramente no hay mucho más que decir que todas y cada una fueron ejecutadas con excelencia suprema. Todas y cada una fueron un auténtico deleite musical sin pero alguno. “Bonneville” fue una excelente decisión para abrir boca con ese ritmo jazzero tan calmado de inicio, con el estribillo ya descubrimos que la pegada también tendría parte de presencia. “Stuck” puso su nota ochentera con esos riffs acompañados por los teclados de Einar. La sala ya estaba a sus pies y coreando sus letras. “The Flood” nos dejó un pequeño respiro con esos primeros segundos tan simples hasta que estallan todo con una calidad sonora apoyada en la voz de Einar que da gusto. ¿Cuántas voces así están reflotando la escena progresiva al mismo nivel? ¿HAKEN? ¿WOLVERINE? Parece que el género va cobrando relevancia, y eso, siempre serán buenas noticias.
“From The Flame” fue uno de los momentos más intensos y movidos de la noche, tema con mucho groove y calidad minimalista. La base rítmica nos rompió el cuerpo con “Illuminate” ¡qué fácil parece!… y menudo final de tema. No podía faltar “The Price” con ese riff tan escalonado y trastabillado que es odiado y amado por partes iguales. En mi caso, pura devoción. Despedirían la noche con “Mirage” de su último redondo, un tema que en directo suena muy poderoso y que sacó a más de uno su lado headbanging.
Una auténtica experiencia ver a LEPROUS. 100% recomendable
LEPROUS Setlist:
- Bonneville
- Stuck
- The Flood
- From the Flame
- Illuminate
- The Price
- Mirage
Había ganas de ver a los americanos BTBAM .La sala estaba hasta los topes, eran cabezas de cartel y garantizaban casi dos horas de show, poca gente se los quiso perder. En lo personal, a un servidor les cautivaron hace un año teloneando a Mr. Townsend y eso me llevó de cabeza a este SPRING TOUR. Pero todo no sería idílico. Esa misma noche lanzaban su último álbum “AUTOMATA I” y siempre genera sensaciones diferentes cuando estás esperando reconocer o no reconocer los tema. Hasta 3 canciones tocaron de su último plástico dejando a un servidor, y a muchos otros imagino, un poco perdido. No me malinterpreten, los tres temas de “ATUTOMATA I” sonaron como un puño, pusieron la sala patas arriba, la gente las coreo igual que si fuesen sus clásicos; pero no neguemos lo evidente… allí muy pocos las reconocía.
Aun así decidieron abrir con “Condemned To The Gallows” de ese “AUTOMATA I” con un sonido pésimo en cuanto empezaron las voces extremas. También empezaron los problemas en el “foso”. Ese caminito en diagonal que nos dejaron para medios. Supongo que la lógica no imperó aquel día. Si trazas una línea diagonal de una esquina de la sala a la otra lo que hace es que las primeras líneas de aforo vayan viendo reducido su espacio conforme vas hacia atrás. Es decir, con el primer pogo tras los gritos, la vaya se vino abajo, los de seguridad empujando a los que empujan en el pogo para reubicarlos fuera del pasillo, cinta americana uniendo vallas con cada momento de respiro y cuatro señores armarios empotrados sujetando vallas toda la noche. En fin, lamentable a todos los ojos. A un servidor no le quedó otra que mal tirar las últimas fotos de turno antes de que hubiese una desgracia y refugiarse al fondo de la sala.
Tras ese primer arreón tan catastrófico se asentaron un poco más las ideas y llegó “The Coma Machine” de su aclamado “COMA ECLEPTIC”. Toda una declaración intenciones y un gran tema para caldear aún más la sala. Más si deciden alargarla con “Dim Ignition” una de mis favoritas de la banda por especial y atípica que sea. Ahí llegaría el momento diferenciador de la noche, llegaba “AUTOMATA I” de la mano de los siguientes tres temas: “Millions”, “Gold Distance” y “Blot”. Buena decisión de la banda al tocarla de seguido garantizando mucha homogeneidad. Pero enfrió un poco la sala y la entrega de los presentes. Especial atención al pelotazo de “Blot” sonó potentísima y con muchísima complejidad. De nuevo tuvieron la gran idea de retomar el asunto con otro de los buenos “Astral Body” con ese estribillo tan melódico que tuvo a la sala gritando al unísono; seguida de “Lay Your Ghosts To Rest”. Una más, “Ofuscation”, y se despidieron. Se dejaron querer para regresar con los bises de “Silent Flight Parliament” y “Goodbye To Everything Reprise”.
Lo cual me dio pie a la siguiente reflexión. Cuando acabó el show puse en mi balanza personal lo que vi de BTBAM un año atrás y lo que presencié aquel viernes. La noche de hace un año tuvo una sensación mucho más gratificante. No dejaba de preguntarme por qué. Creo que la música de BTBAM es tremendamente compleja, elaborada e, incluso, extravagante por momentos. Algunos dirían “sesuda”. Pero todos y cada uno de los últimos álbumes que más he ido conociendo jugaban con un gran factor: el equilibrio. El oyente que se atreva a escuchar sus discos en aleatorio o por partes caería en la mayor de las decepciones del año, garantizado. BETWEEN THE BURIED AND ME necesita tener un viaje para poder apreciar cada instante, desde las melodías presentes en los estribillos, pasando por los interludios tan atrevidos, los sonidos de teclado, los blastbeats y los berridos de Tommy Rogers. El viernes por la noche, el set list, aunque bien elegido; no tuvo la constancia de un álbum al completo.
Si analizas el set list, salvo la inicial, “Condem To The Galows” todas están seguidas por temas, que realmente van después en los álbumes. Hasta que decides cerrar etapa y cambiar de disco. Tres seguidas de “AUTOMATA I”, dos de “COMA ECLEPTIC”, dos seguidas de “PARALAX II” más otras dos de “PARALLAX II” para el encore. Esa fue la diferencia entre hace un año y el SPRING TOUR: hace un año se marcaron “COMA ECLEPTIC” al completo y esta vez, juntaron pequeños piezas unidas, que, aun creando una buena sensación de homogeneidad; no alcanza el empaque de sus discos al completo.
Quizás tuviese unas expectativas muy altas con BETWEEN THE BURIED AND ME, quizás “AUTOMATA I” me dejo muy frió, quizás tenía el espíritu más de LEPROUS, quizás el desastre de organización influyó más de lo esperado, o; quizás simplemente no tome la suficiente cantidad del dorado líquido del lúpulo… pero en la foto finish LEPROUS ganó aquella carrera. En cualquier caso, potentísimo tour el que tuvimos en Portland y que seguirá recorriendo suelo americano unas cuantas semanas más.
BETWEEN THE BURIED AND ME Set List:
- Condemned to the Gallows
- The Coma Machine
- Dim Ignition
- Millions
- Gold Distance
- Blot
- Astral Body
- Lay Your Ghosts to Rest
- Obfuscation (second half only)
Encore:
- Silent Flight Parliament
- Goodbye to Everything Reprise
Texto y fotos: Jorge Carcamo
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.