+ BEAST IN BLACK + SCARLET AURA
Martes 20 de Marzo de 2018 – Sala La Riviera – Madrid
El público, tú y yo, cualquiera que se considere amante de la música, sueña en disimiles ocasiones el hecho de ver reunida a una banda que hace un tiempo dijo “hasta aquí hemos llegado”. Es ley de vida; no conocemos toda la música del mundo y, o bien por edad o bien por falta de conocimiento con anterioridad, uno empieza a escuchar una banda y llega a la fatídica sorpresa de que esa banda, como tal, ya no existe.
En el power metal se ha soñado con dos acontecimientos—entre tantos otros grupos— que, finalmente, han tenido un final feliz para muchos de sus fans: una es la reunión de HELLOWEEN y la otra ha sido la de RHAPSODY. Ha sido una gira maravillosa que les ha llevado a recorrer varias ciudades, que, en primera instancia en fecha española, llegaba al Leyendas del Rock del pasado 2017 y que, ahora, para rematar el fin de esta reunión, llegaba a varias fechas en nuestro país, entre ellas, Madrid. Se vestía La Riviera para despedir una reunión que ha despertado gustos de lo más variopintos, pero estaba claro que era una noche reservada para la historia del power metal.
Se presentaba sin expectativas de agotar entradas y, siendo un martes el día elegido para la cita, habría quien optara por otros planes alejados de disfrutar de una noche épica en La Riviera. Muy puntuales con los horarios, las puertas se abrían y media hora después salía el primer grupo a escena, los rumanos SCARLET AURA, con su cantante Aura Danciulescu ejerciendo de maestra de ceremonias apareciendo vestida de ángel y, unos segundos después. despojándose de tal parafernalia.
La banda, que apenas tiene cuatro años de existencia, empezó su show con ‘Immortal in your Eyes’, pero desde un primer momento no terminaban de conectar con gran parte del público. Los continuos esfuerzos de la banda en sacar aquello adelante parecía que no terminaban de funcionar en este primer tema y en la posterior ‘The Beast Within Me’, pero con esfuerzo consiguieron arrancar algunos aplausos sinceros entre el respetable.
Finalmente resultó un show con momentos en los que a uno le quedaba una sensación un tanto agridulce y, por otros, se acomodaba a un buen entrante para los grupos que venían después. Me gustó especialmente eso, el no rendirse en el escenario pese a que el público no estuviera muy animado en los primeros compases del concierto. Buena actitud y un show que no terminó de cuajar del todo.
Seguramente no esté tirando una apuesta a la basura al decir que muchos de los allí presentes estaban, en mayor o menor medida, por una banda que ha suscitado muchísimas opiniones positivas en los últimos meses. La incursión de BEAST IN BLACK como banda en el mundo del metal, ha sido, como poco, un auténtico cañonazo para aquellos que sienten predilección por el power sinfónico, pero es que si su último—y primer— redondo Berseker suena de maravilla en estudio, ni hablemos en directo.
Empezando a caldear el ambiente con ‘Nightcrawler’ de JUDAS PRIEST y dejando iluminada la gran bandera que la banda había colgado al fondo de la sala, además de los dos estandartes que rezaban “THE BEAST IS BACK”, su batería Atte era el primero en salir a escena. Así pues, los demás miembros salían al escenario y, en última estancia, con ‘Beast in Black’ ya reconocida como la primera canción, Yannis salía a demostrar de qué pasta está hecha esta banda nacida en Helsinki.
La primera canción sirvió como un vaticinio esclarecedor para lo que se nos venía encima a los que habíamos oído a la banda, pero no habíamos tenido la oportunidad de verlos en directo. El segundo golpe llegó con una ‘Eternal Fire’ que supo a gloria, con unos colores en las luces muy bien escogidos y un sonido verdaderamente notable que se mantuvo en todo el concierto a un nivel bastante bueno. Fue el momento perfecto para que Yannis sacara a relucir todo el arsenal vocal que guarda en sí mismo.
Impresionante en todos los aspectos; interactuó con el público, cantó de maravilla y ejerció en todo momento el papel de frontman. Justo al terminar ‘Blood of a Lion’, Yannis paró para saludarnos una vez más y presentarnos uno de los momentos cumbres de la noche como fue la magnánima ‘The Fifth Angel’, a la que siguió un ‘Born Again’ al nivel de las anteriores canciones.
En estos momentos ya había aplausos enloquecidos, coreos alabando a BEAST IN BLACK y la banda lo agradecía en todo momento. Llamando a la locura, ‘Crazy, Mad, Insane’ fue un tema donde todos los miembros de la banda a excepción de Yannis y Atte se pusieron unas gafas donde, en cada una de ellas, se mostraba por momentos cada una de las palabras que da nombre al título de la canción. Fue una canción cargada con momentos teatrales, con Yannis haciendo de titiritero con los miembros que llevaban dichas gafas y, los mismos, actuando como si estuvieran manejados por el carismático cantante.
Se estaba disfrutando el concierto, se notaba en el ambiente, y cuando Yannis avisó que aquello se estaba acabando, la gente imploraba que siguieran un poco más, y cuando el público responde de esa manera, es que algo estás haciendo bien. BEAST IN BLACK se lo estaba pasando de miedo en el escenario, lo reflejaban sus caras cuando tocaban los temas y el público se contagiaba de esa felicidad, creando un concierto donde más de uno salió con ganas de seguir a la banda. No es para menos.
Cerraron el show con ‘Blind and Frozen’ y ‘End of the World’, retirándose entre reiterados aplausos, vítores y demás agradecimientos por parte de un público que disfrutó de un show muy completo, lleno de carisma y sobrante de calidad.
Mucho ojo a BEAST IN BLACK, porque estos chicos tienen ganas de seguir creciendo y, al ritmo que van, no sería algo exótico verlos en boca de todos en un corto plazo de tiempo.
SetList:
- Beast in Black
- Eternal Fire
- Blood of a Lion
- The Fifth Angel
- Born Again
- Crazy, Mad, Insane
- Blind and Frozen
- End of the World
Pero llegaba el momento que mucha gente estábamos esperando. Cerrar una gira de estas proporciones en Madrid era algo que le daba un encanto especial para disfrutar de esta reunión de RHAPSODY. Con los dos estandartes del dragón que representa este 20th Anniversary Farewell Tour y una bandera del mismo al fondo de la sala, el lugar quedaba a oscuras y una introducción nos avisaba de que era el comienzo del fin de una banda.
Otra introducción más, en esta ocasión ‘In Tenebris’ servía de excusa para que Alex se sentara en el taburete de su batería y Luca, Dominique y Patrice salieran de los lados para empezar el batallón. Con Fabio Lione saliendo a escena, ‘Dawn of Victory’ puso aquello patas arriba; el público yacía entregado a un himno de tal magnitud y la voz del cantante italiano se alzaba con potencia en la noche madrileña. Todo parecía augurar una noche para el recuerdo.
En dicha canción, los primeros problemas empezaron a hacerse visibles en la guitarra de Dominique y, no fue hasta avanzada ‘Wisdom of the Kings’ cuando se logró solucionar tal bache. Cosas de los directos que se dice, pero por suerte un desliz solventado para recibir al tercer corte del mítico Symphony of Enchanted Lands que vino a confirmar que la voz de Fabio sigue siendo capaz de dejar enmudecido a cualquiera, y eso que, aunque creyéramos que habíamos visto toda su técnica, no éramos capaces de imaginar lo que se vendría más avanzada la noche.
Volvíamos inmediatamente al disco Dawn of Victory para toparnos con una deliciosa ‘The Village of Dwarves’, canción que funciona muy bien en los conciertos en particular para entonar las estrofas que se repiten a lo largo de la canción. La noche había empezado por todo lo alto y, el éxtasis volvió a inundar la sala con la potente y directa ‘Power of the Dragonflame’, donde las guitarras cobraban un protagonismo especial tal y como lo hacen en la versión de estudio. Convirtiéndose en uno de los momentos álgidos de la noche, las gargantas ya canturreaban vítores en honor a los héroes que aquella noche se estaban dejando el alma para hacer que su despedida fuera todo lo buena que se pudiera imaginar; fue muy emocionante entonar el estribillo de una canción tan épica, o al menos así se percibía en las primeras filas del emplazamiento.
‘Beyond the Gates of Infinity’ puso el freno de mano durante un instante, pero tras los siete minutos que dura tal pieza, ‘Knightrider of Doom’—previamente presentada por Fabio—puso todo patas arriba otra vez. Lo bonito que hubiera sido poder ver a Alex Staropoli interpretar esta canción con la magnífica composición que tiene al teclado, pero nos tuvimos que conformar con escuchar los teclados pregrabados, de los cuales, como es lógico, no faltaron voces críticas.
Volvía a tomar el control de la situación un Fabio Lione que estuvo muy hablador durante toda la noche, derrochando simpatía, pero, a su vez, cansando a más de uno con tanto discurso, e incluso propinando algún que otro mensaje fuera de tono que no venía al caso y que siempre se debe condenar. Volviendo al concierto, Lione nos advirtió de que la siguiente canción era la primera balada que RHAPSODY grabó y, con total certeza, nos encontrábamos ante una vuelta a Symphony of Enchanted Lands y ‘Wings of Destiny’ donde, una vez más, nos volvía a poner los pelos de punta las notas alargadas de Fabio que, a más de uno emocionó de lo lindo.
Antes de que la banda entonara ‘Riding the Winds of Eternity’, Fabio aprovechó para decir que aquella canción se la querían dedicar a un gran amigo que seguramente nos estuviera mirando desde algún lugar lejano. Hablando de él como un tipo que podía mantener una charla en nueve idiomas distintos, como un auténtico amigo y una gran persona, hablando de anécdotas que había vivido con el mismo y sin desvelar su nombre, Fabio nos hizo un repaso a los primeros momentos que vivió de charla con el misterioso personaje. Con un sentido “esta canción se la dedicamos a Cristopher Lee”, la banda ejecutó dicho tema y, tras el mismo, ‘Symphony of Enchanted Lands’.
Y llegó uno de los momentos que, particularmente, menos me gustaron del show. Se torna comprensible que los músicos necesiten de un descanso, y más para una banda como RHAPSODY que es activa y lo da todo en el escenario, pero tanto el solo de batería como el posterior solo de bajo que se ejecutaron en el show, me parecieron algo largos. Ni mucho menos por la incapacidad de Alex y Patrice, sino por la duración del mismo, y es que, además, se podía comprobar en las caras del público que aquello se estaba excediendo más de lo que hubiera sido lo óptimo, lo plausible.
Tras dicho solo de batería, ‘Land of Immortals’ y una nueva y amena charla por parte de Fabio. ‘The Wizard’s Last Rhymes’ suponía la duodécima canción del concierto y mucho nos temíamos que las últimas llamas de RHAPSODY se estaban extinguiendo en La Riviera. Para entonces ya habíamos visto cosas que teníamos claras: la hiperactividad de Luca en el escenario, la simpatía desprendida por Patrice y Dominique—un excelente tipo—, la técnica de Alex a la batería y el registro de voz impresionante de Fabio, pero era algo que íbamos a apreciar aún más.
Tras el solo de bajo comentado unas líneas más arriba, Fabio salió solo al escenario y empezó a relatarnos el encuentro casual en Italia con un artista y con su esposa. Este artista no era otro que el gran Andrea Bocelli y tras comentar un poco la particularidad de aquella charla, nos dijo que iba a intentar cantar el popular ‘Con te Partirò’ del artista italiano. Todos—o al menos los que conocemos algo de la obra de Andrea—sabemos que es complicado interpretar una canción con el sentimiento que lo hace el artista nacido en Pisa, pero cuando Fabio empezó a entonar el conocido estribillo, a más de uno nos dejó a cuadros y fue al término de esta interpretación de dos minutos cuando todos los allí presentes arrancamos a aplaudir y a corear el nombre de Lione. Grandísimo, colosal, cualquier definición se queda corta.
En ‘Holy Thunderforce’ todo cobró el auténtico sentido de fiesta, con miembros de SCARLET AURA en el escenario y la simpatía irradiada por los miembros de BEAST IN BLACK al salir en calzoncillos y con las gafas que previamente habían utilizado en su concierto, además de blandir botellas de Jack Daniel’s o minis de cerveza en su mano. Un “hasta luego” que duraría más bien poco, lo justo para que la acelerada ‘Rain of a Thousand Flames’ marcara el comienzo del fin.
De vuelta a las emociones fuertes a cargo de una canción tan bien compuesta y tan bien ejecutada en directo como es ‘Lamento Eroico’ y, lamentablemente, nos encontrábamos en el preludio al final del concierto, al final de la historia de RHAPSODY. Era el momento de hablar de los miembros, de los componentes de la organización y Fabio uno por uno se encargó de presentar a los miembros de la banda y, al tiempo que éstos se abrazaban, la sala coreaba el nombre de todos y cada uno de ellos. Le llegó el turno a Luca, a ese hombre sin el que, según Fabio, no podría existir RHAPSODY. Una ensordecedora ovación, vítores para el talentoso guitarrista y una charla del mismo sobre la importancia de aquel show, no sin antes presentar a Fabio Lione y que el público respondiera con tal ruido que el cantante quiso comenzar cuanto antes a presentar, por última vez, ‘Emerald Sword’.
Había algo de magia entre el público al cantar un himno del power metal como es dicha canción, se respiraba el ambiente de las grandes ocasiones que quedan en la memoria. Tras cantar el tan recordado estribillo para algunos de nosotros que crecimos con la música de la banda, la música se terminaba. La banda salía a escena, junto con toda la gente de la organización y el público aplaudiendo efusivamente, creando las lágrimas en las caras de Alex o de algún que otro miembro de la organización.
RHAPSODY acababan de convertirse en leyenda, todo se había acabado. Habrá quien quede con la esperanza de que no sea así, quien deseé más conciertos de la banda porque el feeling entre ellos es palpable, se siente en todo momento sobre el escenario, pero los hay quiénes queremos una despedida verdadera. Fue una fiesta, un recuerdo que quedaría como algo especial en los amantes de la banda, pero ahora la pelota está en el tejado de los italianos sobre si quieren continuar con el proyecto o, definitivamente, hacer uso de sus reiteradas ocasiones en las que se afirmaba aquello de que, de verdad, el concierto en Madrid el 20 de marzo de 2018, era la fecha donde RHAPSODY se convertían en un muerto que dejó de ser una leyenda viva para convertirse en una leyenda del género, en una banda de esas que marcan época. RHAPSODY ha muerto, larga vida a RHAPSODY.
SetList:
- In Tenebris
- Dawn of Victory
- Wisdom of the Kings
- The Village of Dwarves
- Beyond the Gates of Infinity
- Knightrider of Doom
- Wings of Destiny
- Riding the Winds of Eternity
- Symphony of Enchanted Lands
- Land of Immortals
- The Wizard’s Last Rhymes
- Con te Partirò (versión de Andrea Bocelli)
- Holy Thunderforce
- Rain of a Thousand Flames
- Lamento Eroico
- Emerald Sword
Texto: Juanma García (Twitter) (Instagram)
Fotos: Óscar Gil Escobar
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Muy buena crónica y fotazas! Gracias.
PD: lo de Lione, estratosférico.
Bastante de acuerdo con la crónica. Beast in black creo que se marcaron un bolazo magnífico. Fabio Lione soberbio y la interpretación del tema de Bocelli fue colosal. Sin embargo, creo que no terminó de ser un concierto «redondo» el de Rhapsody, y más siendo «el último»
Me encantó el concierto, y personalmente fue muy emocional para mi (en los primeros 2000 Rhapsody era uno de mis grupos favoritos, y escuché sus primeros discos a dolor). Tengo que decir que Fabio se ha convertido en un frontman de primera.
Una crítica constructiva: cada vez veo más y más grupos que llevan los teclados grabados. En otros grupos son más secundarios, pero en Rhapsody… comprendo la disputa con Starapoli, pero me gustaría que hubiera alguien tocando aunque sea alguna parte de los teclados en vivo.
Grandiosos Rhapsody y grandiosos Beast in Black. El mejor concierto que he visto en 2018.
Coincido bastante con la crónica , gran concierto de Rhapsody sobre todo por la selección de temas elegida para esta gira de despedida .
La sala no se lleno pero el ambiente general fue espectacular , hacia tiempo que no veía a la gente botar tanto en la Riviera como este martes pasado , y mira que últimamente voy mucho por allí .
Lo de Fabio Lione simplemente espectacular , merece la pena pagar una entrada solamente por verlo cantar , una cantidad y variedad de registros vocales impresionantes y sobre todo el otro día un gran frotman metiéndose al publico en el bolsillo desde el minuto 1 , además en la mayor parte de la noche hablando en castellano , a veces se enrollaba demasiado y cortaba un poco el ritmo pero bueno supongo que cuando en teoría estas cerrando un ciclo tienes ganas de decir muchas cosas , la verdad es que el final fue muy emotivo con la presentación de todos los miembros de la banda y con la Riviera patas arriba cantando el Emeral Sword .
Lo dicho , un gran concierto , una gran noche de dragones y fantasía , el sonido bastante bueno , es evidente que trasladar al directo la musica de Rhapsody es imposible sin llevar las introducciones , orquestaciones y coros grabados , ahora bien los teclados grabados también si que me parece mas reprochable en un grupo como ellos , pero como han dicho por ahí cada vez es mas habitual en directo en bandas que llevan una buena base de teclados en su musica , los propios Beast in Black , Sabaton , Freedom Call etc , no puedo entender que no lleven un teclista en directo …….. pero bueno a pesar de eso una noche épica , mágica …….. espero y deseo que no sea la ultima , pero si finalmente lo fuera me alegro de haber estado allí y haber disfrutado de un gran final para un grupo que mezclo el heavy metal con la musica clásica de una manera increíble , ademas en un momento que triunfaban otro tipo de cosas .
Grandes Rhapsody , muy grandes , colosal la Emeral Sworld Saga …… Gracias
Pues yo fui de los que me corto el rollo bastante el tema de los discursitos lo hace el di maio y la tenemos liada, entre solos presentaciones y discursos se fue media hora larga que podian haberla usado para meter algun tema del olvidado legendary tales.