SUICIDAL ANGELS + DEBAUCHERY + ZARPA + VHÄLDEMAR + BELLAKO + PANDEMIA + MARABUNTA
Sábado 10 de Marzo – Pabellón Jesús Navas – Los Palacios – Sevilla
El pasado sábado 10 de marzo tuvo lugar la cuarta edición del PALACIO METAL FEST, cuya trayectoria viene marcada desde un principio por el trabajo, esfuerzo y ganas de ofrecer al público lo mejor de una serie de personas que, partiendo de cero, han ido dando siempre pasos hacia delante y mejorando en cada aspecto. Hace cuatro años nacía como un humilde festival con bandas underground, y con el paso de cada edición se ha podido comprobar que en términos de organización, sonido y cartel, el PALACIO METAL FEST se ha consolidado como un festival de referencia no solo en el sur de España, sino que más allá de nuestras fronteras se reconoce la labor realizada. Prueba de ello es que ha sido nominado en Portugal por los premios Iberian Festival Awards al mejor festival pequeño y mejor line up, llegando a la final en la primera categoría junto a otros festivales de la talla del Otero Brutal Fest o el Live for Madness.
El cartel de este año ha sido francamente bueno, reuniendo bandas de la talla de SUICIDAL ANGELS, DEBAUCHERY, ZARPA, VHÄLDEMAR, BELLAKO, PANDEMIA y MARABUNTA. Estos últimos son de reciente incorporación, ya que en un principio iban a asistir ABDUCTUM pero el mismo día se cayeron del cartel. Nos consta que a las 10 de la mañana del mismo día de la celebración del festival, al recibir la noticia, la organización de puso a trabajar y consiguieron (con creces) salvar la situación.
Otro factor que afectó casi también a última hora fue el tiempo, y es que el PALACIO METAL FEST se celebró en las últimas dos ediciones en el parque de las Marismas de Los Palacios, pero ante la amenaza de temporal de viento y lluvia, y gracias a que la organización y el Ayuntamiento de la localidad sevillana supieron reaccionar a tiempo, se trasladó a un recinto cubierto. Este cambio afectó evidentemente al sonido, algo que hizo sudar y bien a los técnicos de sonido, que hicieron todo lo posible porque aquello sonara de una forma decente para ser un recinto cerrado como es el Pabellón Jesús Navas. Las luces tampoco acompañaron.
Dio comienzo con relativa puntualidad, y con un aforo más que decente dadas las circunstancias. Abrían PANDEMIA, thrashers muy técnicos de toques old school que están lanzando su último trabajo “Behind the enemy lines”. Tienen ya cerradas varias fechas que incluso les llevará fuera de nuestras fronteras. Con un sonido empezando a calentarse, dieron buena cuenta de temazos como “Suicide Squad”, “Message of Death” o “Signs of Life”, entre otros. No dieron tregua y aprovecharon su actuación desde el primer segundo, interactuando a un frío público que no tardó en calentarse y comenzar a dar botes en las primeras filas.
Los siguientes en subir fueron MARABUNTA, quienes hemos de decir que tuvieron el coraje y la profesionalidad de aceptar el reto de recibir una llamada de la organización la misma mañana y no dudar en plantarse en el festival a partirlo todo. Pura actitud, así podríamos resumir lo que hicieron. Su música logró encender a todo el personal allí congregado que, si bien todavía no llegaba a su 100%, con los primeros temas hicieron que se animara mucha más gente a entrar. “Rutina”, “Hecatombe”, “Odio”, “Mercenarios de Almas”, fueron solo unos cuantos trallazos que sonaron de una banda que os recomendamos sin dudarlo ni un segundo. Por cierto, MARABUNTA se encuentra preparando su siguiente trabajo, estad atentos.
Los terceros ponían la nota veterana al festival, y es que casi 40 años en la escena no los lleva cualquiera. ZARPA presentaban “Condenados al Exilio”, su último trabajo.
De la mano de Vicente Feijoó y de su gran guitarrista Serafín Mendoza, dieron un buen repaso a sus temas pertenecientes a los últimos años, aunque no se dejaron en el tintero toques anteriores.
Francamente sorprendieron por su precisión y tablas sobre el escenario, así como por la ejecución de los temas y las ganas que ponían a cada minuto que pasaron arriba del escenario.
VHÄLDEMAR eran los siguientes en repartir leña y bien que lo hicieron. Grandes exponentes del metal clásico, supieron incendiar el lugar con el aforo ya a tope. Un concierto extenso y de mejor sonido que las anteriores actuaciones llevaron a la banda a dejar claro que “Against all kings”, su último trabajo, sigue dando guerra y están aquí para quedarse por mucho tiempo.
De hecho, explotaron su set list con buena parte de este LP, para luego dar rienda suelta a trabajos anteriores, reproduciendo con gran energía temas como “Bastards”, “River of Blood”, “Lost world”… Carlos, vocalista de la banda, dejó perplejos a los asistentes bajándose del escenario y recorriendo todo el pabellón micro en mano. Terminó subiéndose a las barras donde todo el que podía apartaba su cerveza pues iba arrasando, como su banda, por donde pisaba.
Comenzaba la parte más extrema con DEBAUCHERY, quienes con su peculiar puesta en escena dieron el punto más cafre y oscuro al festival. Los alemanes salieron a escena totalmente metidos en su papel y vestimentas, con máscaras, para pronto quitárselas y mostrar sus rostros pintados.
Aspecto demoníaco, vestimentas muy elaboradas y puesta en escena inmejorable. Pero la música… mejor si cabe. Su estilo mezcla multitud de palos del metal, desde heavy hasta death pasando por todo lo que les va dando la gana, hasta conseguir una personalidad propia e inigualable. “Killerbeast” fue el primer trallazo en sonar, seguidos de “Vampire holocaust” y sus guiños al rock habituales. Sonido denso y pesado, bases rítmicas contundentes y distorsiones apabullantes.
Los griegos SUICIDAL ANGELS salieron a escena después de un cambio francamente largo. Venían a conquistar el festival, pero el resto de bandas se lo pusieron francamente difícil. Su thrash al más puro estilo de la escuela de SLAYER se hizo notar, y los pogos no tardaron en dominar las zonas centrales.
Tocaron algo de prácticamente todos sus trabajos, desde su último “Division of blood” hasta sus más conocidos “Bloodbath” y “Dead again”. Quizás su excesivamente ensayada puesta en escena, en términos de movimientos, gestos y cambios de posición, les resta frescura, pero no cabe duda que son una máquina de matar en escena.
Cerraban el cartel BELLAKO, quienes dieron un concierto muy fiestero y cañero. No pararon ni un segundo de moverse, jalear a un público que sufrió una espantada considerable, pero que aún seguían teniendo los allí presentes ganas de más juerga.
Texto y fotos: Alejandro Gómez
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