+ IMPERIAL AGE + NULL POSITIV + MIDNIGHT ETERNAL
Sábado 24 de Febrero de 2018 – Sala MON – Madrid
Larga y prometedora velada la que teníamos por delante el pasado sábado en la capital, con casi cinco horas de música en la Sala MON en la que sería la presentación en directo del último, esperado y polémico trabajo de THERION. La ópera “Beloved Antichrist” ha suscitado comentarios y opiniones de todo tipo, no dejando indiferente a nadie, para mal o para bien y, aunque el objetivo es presentarla íntegramente en teatro con la banda tocando en directo y actores representándola, tuvimos la oportunidad de escuchar algunos de sus temas más representativos intercalados con una buena selección de clásicos de los suecos.
Los estadounidenses MIDNIGHT ETERNAL eran los primeros en abrir la jornada, saliendo a escena puntualmente a las 18:00. Su estilo de power metal ultra melódico, atípico para una banda de su procedencia y deudor de otras como NIGHTWISH -aunque con una vuelta de tuerca más en el sentido melódico y, casi diría yo edulcorado- caló entre las menos de cien personas que nos encontrábamos, a un volumen altísimo, casi molesto y con unos pequeños problemas de sonido que les hacían ir algo descompasados, consiguiendo que su vocalista Raine desafinara en los primeros pasajes.
Presentaron su debut homónimo con cortes como los melodiosos “Repentance” y “When Love and Faith Collide” o la más cañera, con algunos guturales alternados por parte del bajista Greg Manning “Shadow Falls”.
De su actuación, me quedo con la bella acústica “The Lantern”, así como con la más elaborada “First Time Thrill”. Terminaron con su single “Signs of Fire”, fiel representante de su estilo.
Iba a ser una tarde de contrastes que pronto se pondrían sobre la mesa con la actuación de la siguiente banda, los alemanes NULL POSITIV, capitaneados por la fiera Elli Berlin.
Su metalcore mezclado con partes industriales era el estilo que menos casaba con el del resto de bandas, aunque consiguieron una notable aceptación, en parte por la energía que tanto su música como sus miembros desplegaban constantemente. También influyó su puesta en escena con una imagen llamativa a base de maquillaje y ropajes de riguroso negro sacados de una película de corte futurista apocalíptica.
Tocaron temas como “Götter”, “Labyrinth”, “Amok”, “Koma” o “Scars” ante un público cada vez más numeroso y expectante.
IMPERIAL AGE jugaban con la baza de ser la banda más afín a los cabezas de cartel, aparte de tener un puesto privilegiado lo que les hizo tocar para un nutrido grupo de asistentes, que sin llegar a representar un sold out sí que llegaron a rellenar la parte de la baja de la sala por todos su recovecos.
Los rusos capitaneados por Alexander Osipov presentaban ese toque operístico con poderosa voz barítono, arropado por las dos vocalistas Jane Odintsova y Anna Moiseeva. Traían bajo el brazo su ópera “The Legacy of Atlantis”, de la que dieron buena cuenta durante su actuación.
Gustaron bastante con su particular puesta en escena y ese corte marcial netamente ruso de casi todos sus temas. “The Awakening”, “The Legacy of Atlantis” o “Domini Canes” fueron buena muestra de ello. Aunque reconozco que, pasados los primeros veinte minutos, la propuesta se me comenzaba a hacer algo repetitiva.
Justo fue la hermosa “The Monastery” con la que llegó el embeleso, así como el cambio de tercio por otro más melódico, justo antes de desgranar la marcha militar, con redobles de cajas incluidos que es “Anthem of Valour”, finalizando con su single “And I Shall Find My Home”.
Y llegó el momento de los cabezas de cartel, de pasar durante una hora y cuarenta minutos una noche en la ópera, como decían los hermanos Marx. Pero en esta ocasión, con Christofer Johnsson y sus acólitos, quienes presentan una formación que nada tiene que envidiar a las muchas del pasado.
Desde hace bastantes años, el simpar vocalista Thomas Vikström ha tomado las riendas escénicas, regalándonos una voz y técnica capaces de cantar todo lo que sus predecesores masculinos habían hecho en álbumes y giras anteriores. Chiara Malvestiti es una buena soprano y nos dejó buenos momentos, aunque en su caso, me temo que jamás podrá hacernos olvidar a la grandísima Lori Lewis, quien sigue formando parte de THERION, pero sólo como miembro para grabar discos, habiéndose retirado en activo para los directos. Linnéa Vikström, hija de Thomas, ha ganado en presencia y carisma a lo largo de los años. Incluso nos dejó algún momento para el recuerdo que más tarde relataré.
En la parte instrumental y siempre auspiciados bajo batuta del maestro de ceremonias Johnsson, Christian Vidal aportó elegancia y técnica a la guitarra, si bien parece que sus partes solistas están cada vez más reducidas. Naile Páhlsson no sólo es un bajista con solidez y presencia escénica, sino que cada vez aporta más a la labor vocal, realizando coros y segundas voces de apoyo constantes. Por su parte, Johan Koleberg a la batería, sin destacar demasiado, se mostró como el perfecto metrónomo que movía al resto de la banda.
Salieron todos los músicos para interpretar “Theme of the Antichrist”, realizando Vidal y Pálhsson las primeras voces en coro de la primera estrofa, apareciendo los tres vocalistas principales escalonadamente en cada uno de los fragmentos posteriores. Pronto llegaría el primero de los clásicos, un “Blood of Kingu” potente, que sonó bestial. “Din” les quedó brutísima, con la vocalista de NULL POSITIV Elli Berlin haciendo las partes guturales, en contraste con la relajada “Bring Her Home” que volvía a poner la ópera “Beloved Antichrist” sobre la palestra.
Con “Night Reborn”, “Niflelheim” y “Ginungapap” tendríamos otra buena muestra de la historia gloriosa de THERION, desatando la furia con la increíble interpretación de “Typhon” donde Linnéa se quedó con todos nosotros tirando de voz rasgada y guturales en su estribillo, consiguiendo que, tras su finalización, toda la sala coreara los primeros “oé” de la noche ante la feliz mirada de la vocalista sueca.
“Temple of New Jerusalem” les quedó bastante bien, de hecho con ella constaté la sensación de que los temas de la ópera suenan bastante bien en directo, mejor de lo que en principio pudiera parecer escuchándolos en el disco. Tras ella, otro clásico matador, un “An Arrow from the Sun” precioso donde todos los vocalistas y músicos se lucieron, engalanando uno de los mejores temas en la historia del metal sinfónico. Linnéa dejó alargada su última nota de la segunda estrofa, justo hasta el cambio de acorde, doblando su cuerpo hacia atrás, para algarabía de un respetable cada vez más entregado al talento de la joven cantante.
“Wine of Aluqah” fue el momento de dar palmas, moviéndonos al compás de las melodías árabes mientras que “Lemuria” nos pondría la piel de gallina una vez más, en esta ocasión con una sentida y técnica interpretación de Thomas y Chiara. ¡Preciosa!
Seguíamos indagando en el pasado, ahora con “Cults of Shadows” y “The Khylisti Evangelist”, mietras que “My Voyage Carries On” sería la última visita a su nueva obra, con Thomas vacilándonos, diciendo que él vivía aquí la mitad del tiempo, rectificando luego para decir que era en Oporto.
“The Invincible” fue otro regalo para sus más fieles, sacado directamente de sus primeros años. “Der Mitternachtslöwe” les quedó genial, retirándose con otra genialidad de nombre “Sons of the Staves of Time” en la que Chiara y Thomas una vez más brillaron por todo lo alto.
Tras un corto bis, volverían para poner la sala patas arriba con su clásico “The Rise of Sodom and Gomorrah”, finalizando una grandísima actuación con la imprescindible “Mega Therion”.
Seis años sin tener a THERION por tierras madrileñas y sin duda, ha merecido la pena la espera. ¡Muy grandes!
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Óscar Gil Escobar
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Yo estuve en el concierto de Oporto, pero la crónica valdría igualmente. Me gustaría puntualizar algunas cuestiones: Johan dejó la banda antes de la gira, ahora está Sami Karppinen. Me encanta Night Reborn, pero es del Beloved Antichrist, no estoy seguro de que lo podamos incluir ya en la “historia gloriosa”. The invincible es del sexto álbum.
Para mí el setlist estuvo genial