BRUCE DICKINSON – What Does This Button Do?
Editorial: Harper Collins Non Fiction
Músico, locutor de radio, presentador radiofónico, escritor, empresario, guionista de cine, CEO, esgrimista y cómo no, vocalista de IRON MAIDEN, una de las bandas más grandes de la historia del heavy metal. Paul Bruce Dickinson es un multifacético personaje con una vida repleta de aprendizaje y anécdotas contada en múltiples ocasiones por diferentes autores. Y parece que, a las puertas de cumplir sesenta años en 2018, pese a que todavía le quede mucho por vivir y contar en el futuro, ya iba siendo el momento de poder leer su vida escrita de su propia mano.
Lo primero que hay que decir es que, hasta el libro no sea traducido y distribuido en castellano, para todos aquellos que quieran afrontar su lectura en inglés, deben tener un nivel alto de este idioma, ya que Dickinson es un escritor que usa multitud de palabras, tiempos verbales, sinónimos, dobles sentidos, argot, tecnicismos y juega con su lenguaje materno de modo aventajado. No pretendo con esto disuadir a nadie de realizar esta tarea, pero para poder disfrutar de ella como es debido -siendo la lectura una actividad tan placentera como lo pueda ser escuchar música- y entenderlo, aconsejarían a todos aquellos que no tengan acreditado al menos un C1 en inglés esperar hasta la próxima primavera, fecha en la que parece que al fin lo tendremos en el idioma de Cervantes.
De hecho, aún teniendo dicho nivel, al comienzo cuesta cogerle el hilo a la manera de contar las cosas que tiene Bruce. Una vez interiorizado su estilo, el ritmo de los acontecimientos y la manera en la que éstos están impresos hace que la lectura tome velocidad de crucero, sea amena y, por supuesto, divertida. Esto último no sólo por lo que acontece a lo largo de las páginas de “What Does This Button Do?”, sino por el fino humor e ironía británicos de los que el autor hace gala y que ya desde pequeño le valieron el apelativo de “ligeramente excéntrico pero aceptable” entre sus profesores y compañeros de colegio.
Lógicamente muchos le seguimos por su faceta como vocalista de IRON MAIDEN, así como su prolífica carrera en solitario, aunque como bien es conocido, la carrera de Bruce Dickinson abarca múltiples áreas. Y todas ellas, en mayor o menor medida, son recogidas en este libro. De hecho, aun sin haber contado las páginas de cada uno de los contenidos, diría a nivel general que vamos a dedicar el mismo tiempo a la lectura sobre música que sobre aviación, siendo éstas sus dos principales ocupaciones a día de hoy.
Lo que sí ha pasado por alto el autor es toda referencia a su familia, pese a que “What Does This Button Do?” está dedicado a su mujer e hijos. Él mismo lo explica en la nota final: si hubiera dedicado tiempo a escribir sobre matrimonios, divorcios y partos, el contenido podría haberse acercado a las ochocientas páginas, siendo éste un contenido considerado superfluo para el interés general hacia su figura.
Saco como conclusión principal que lo que ha hecho de Bruce Dickinson el profesional multidisciplinar que es hoy en día ha sido su enorme inquietud. Es lo que se demuestra al leer cómo relata todo lo que le acontece y la manera de descubrir todo aquello que a posteriori se convertiría en pasión para él. Como el hecho de reservar esa página de los periódicos que usaban para calentar la casa familiar en la que aparecía la noticia del astronauta ruso Yuri Gagarin siendo el primer ser humano en el espacio exterior. O como la manera en la que los primeros grupos de rock aparecieron en su vida, escuchando de manera compulsiva álbumes como “Made in Japan” de DEEP PURPLE mientras en su mente se forjaba la idea de que quería dedicarse profesionalmente a la música… ¡siendo batería! No sería hasta algo más tarde, cuando sus compañeros de banda en el colegio le escucharon cantar, que le señalaron la que sería su verdadera ocupación en el futuro.
Esta es la manera en la que un chico que tempranamente no destacaba especialmente en sus estudios, vivió sus primeros cinco años de vida junto a sus abuelos mientras sus padres viajaban por Europa buscando cómo ganarse la vida (por cierto que no habla muy bien de su padre, definiéndole como un alcohólico apasionado de conducir rápido, sin cinturón de seguridad y borracho aún cuando llevaba a su familia de ocupante) y sufrió bullying en la escuela, para lo cual su abuelo le enseñaría cómo boxear y poder defenderse.
En cuanto a anécdotas, el libro está repleto de ellas. Algunas conocidas, otras no tanto. Como la manera en la que fue expulsado de la escuela por orinar en el caldero donde se cocinaba la comida del claustro, sus primeras bandas, su primera audición en la que tuvo que grabar una casette para enviarla (con el texto “si la cara A te parece una mierda, en la segunda hay grabado algo de los Monty Python”), su experiencia junto a SAMSON, cómo conoció a Ian Gillan y terminó vomitando (algo que el vocalista de DEEP PURPLE le ha recordado con sorna a lo largo de los años) y por supuesto, su audición y posterior entrada en IRON MAIDEN.
Los primeros años en MAIDEN son a los que más tiempo dedica en relación a lo dedicado a la banda. La manera en la que se gestó un triunvirato entre él, Steve Harris y Rod Smallwood para tomar las decisiones importantes en la banda. Sus primeros conciertos antes de la grabación de “The Number of the Beast” (Italia fue el primer país donde cantó fuera del Reino Unido), cómo se compuso éste, las ideas que surgían (querían contratar a Vincent Price para la narración del tema título, aunque les cobraba una minuta por encima de lo que ellos podían y estaban dispuestos a pagar), las crecientes tensiones entre la banda y el batería Clive Burr o cómo la esgrima se fue convirtiendo poco a poco en su vía de escape de la fama y las giras, llevando su propio compañero de entrenamientos con él y presentándose a cuántos torneos podía al rededor del mundo mientras realizaba los tours.
La aviación comenzó como un pequeño hobby, comprándose un portátil de Mac para llevarlo con él en las giras y poder practicar con su simulador de vuelo. Un ordenador pesado, aparatoso y con dos horas de autonomía que no podía utilizarse mientras se cargaba. Comenta Bruce que allá donde iba con él, le preguntaban “¿Es ese el portátil de Mac?” A lo que él respondía “¡Sí! ¿Te gustaría cargar con él?” ¡Hilarante!
También habla largo y tendido de su etapa en solitario. Cómo “Tattooed Millionaire” comenzó como una manera de aprovechar el contrato que todos los miembros de MAIDEN tenían para realizar opcionalmente un álbum en solitario y a la vez sacar del ostracismo a su colega Janick Gers. Las vueltas y regrabaciones que tuvo “Balls to Picasso”, su corte de pelo (miró su lacia melena en las fotos promocionales y decidió que había llegado el momento), lo necesario de sacar un disco tan distinto como fue “Skunkworks” reconociendo que no gustó a nadie y sobre el que cometieron el error de presentarlo girando en Europa con una banda de heavy metal clásico como HELLOWEEN o su reencuentro con Adrian Smith y Roy Z para grabar “Accident of Birht” y “The Chemical Wedding”, a la vez que continuaba con el proyecto que iba retomando a lo largo de los años de guionizar y producir la película de idéntico nombre. También habla del proyecto “The Three Tremors” que en inicio iban a ser él, Rob Halford y Ronnie James Dio y del que el primer tema que compuso era uno llamado “Tyranny of Souls”, que a la postre sería el tema título de su hasta la fecha último disco en solitario.
También es interesante lo que relata sobre su regreso a IRON MAIDEN, su reunión con Steve Harris y la planificación de lo que iba a ser la actividad de tours y discos en el futuro. Bruce está muy orgulloso de “Brave New World” y no tanto de “A Matter of Life and Death” al que considera el fruto de “una resaca artística”. Habla del desastre de su portada (trabajo inacabado y que Steve Harris pidió al artista que se quedara como estaba, renegando éste de su propio dibujo) y del que el tema que destaca de él es “Paschendale”. Sí está muy contento con “A Matter of Life and Death” y la decisión que tomaron de tocarlo entero en su gira de presentación.
De manera desgarradora -y final- el autor dedica el capítulo más largo del libro -junto a aquel en el que relata su estancia en Sarajevo durante la guerra- a su lucha contra el cáncer de garganta. Todo el proceso, desde la diagnosis, el tratamiento, lo doloroso de cualquier actividad común como hablar, tragar y no digamos comer -dice que, literalmente, las natillas le salvaron la vida- su decaimiento en cuanto a pérdida de energía y pelo, así como posterior recuperación y cómo tuvo que volver a aprender a cantar.
Éstas son, a grandes rasgos, las pinceladas de lo que nos vamos a encontrar dentro de este completo libro. Totalmente recomendado para fans de Bruce Dickinson. Una obra amena, muy bien escrita y narrada, divertida y emocional. Cargada de vivencias y sentimientos personales de alguien en cuya historia personal no han dejado de suceder cosas. ¡No os la perdáis!
J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Ndr.: RafaBasa.com no hace críticas de libros, pero dada la relevancia de Bruce Dickinson y el interés que levanta, hemos optado por romper por esta vez la regla.
Muy interesante. Una corrección. Lo de la portada es del disco Dance of Death, el A Mather… fue el siguiente.
«Bruce está muy orgulloso de “Brave New World” y no tanto de “A Matter of Life and Death”
Quizas te refieres a «Dance of death» (No a AMOLAD?)
Sí. Me refería al «Dance of Death».
Disculpad el error.
Espero que os haya gustado el artículo.
Saludos.
Ya puestos en traducciones, ¿alguna editorial se aventura a traducir los dos libros de Bruce, «The Adventures of Lord Iffy» y «The Missionary Position: Further Adventures Of Lord Iffy Boatrace» al castellano?
No creo que haya una editorial en España con las narices de traducirlos, no hay c**ones!!! Pero disfrutarían de un hueco en mi biblioteca junto a la biografía de Ozzy, la de Steven Tyler y la de Lou Reed, con los importantes.
Disfruté como un enano leyendo las aventuras del Lord Iffy Boatrace en el idioma de Shakespeare. Es un libro brutal.
El artículo es muy bueno. Lo primero que me deja claro es que iba a intentar con mi nivel de inglés leerlo y va a ser que no. Algo tiene Dickinson cuando habla que no le entiendo. A Hadford le pillo bastante pero a Bruce no. Utiliza muchas expresiones y no hay manera, con mi nivel claro. Deseando que se traduzca para conseguirlo.
Gracias por hacer esta crítica a pesar de no ser un disco. Muy currada, si señor…
Y a mi que me encanta el dance of death. Me parece un disco super variado
Buena reseña, mejor que la de la mayoría de críticas de libros que se leen por ahí. Si es un libro o una biografía de un músico o banda relevante no pasa nada por romper las reglas de vez en cuanto.
Un saludo
Me ha gustado la reseña, a mí siempre me pareció que la portada del «Dance of Death» estaba un poco a medio terminar, hecha un poco como a retales, confirmado que era así. De ese disco me pareció maravillosa «Journeyman» una acústica preciosa, fue novedoso. Lo de traducir los libros de «Lord Iffy» sería fantástico tengo muchas ganas de leerlos, por de pronto la argumentación es un poco…. WTF????? pero es muy Dickinson, muy loco. Me encantaría leer el capítulo donde cuenta su vuelta a Maiden poniendo a Harris como requisito indispensable: Adrian también vuelve o va a ser que no. La vida de Dickinson tiene capítulos conocidos y un tanto surrealistas, no quiero ni imaginar lo que puede salir de ahí…..
Gran crítica. Enhorabuena! A ver si es verdad y traducen el libro al castellano.
Bueno,a mí me encantaría que hicieran más críticas y reseñas de libros relacionados con músicos,y con la música
Felicidades por esta ,y ojalá se realicen ediciones bien traducidas
Un saludo,oigan