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Crítica del CD de PINK CREAM 69 – Headstrong

8 enero, 2018, 5:06 pm

PINK CREAM 69 – Headstrong

Discográfica: Frontiers

Puntuación Popular

(2 votos) 7.5/10

PINK CREAM 69 es una de esas bandas que están de actualidad de tanto en cuanto, generalmente con la edición de un nuevo disco cada tres o cuatro años y alguna que otra ocasional gira y que siempre dejan esa sensación de que deberían haber cosechado mayores éxitos. Sobre todo por el hecho de los buenos álbumes que facturan, acompañados de unos conciertos solventes a nivel profesional y repletos tanto de energía como buenas canciones.

En su Alemania natal, así como en Japón, gozan de un estatus propio de auténticos héroes, pero para el resto del mundo parece que se han quedado en ser una banda brillante, pero de la que pocos se acuerdan en las épocas de barbecho, sin nueva actividad discográfica que descubrir.

Además, con el tiempo, su bajista, principal compositor y mecenas Dennis Ward, se ha convertido en uno de los productores de rock más importantes dentro de su país. Incluso ha tenido tiempo de dar forma a un proyecto tan interesante como UNISONIC, con dos discos alabados por crítica y fans y que ha terminado siendo una de las antesalas de la presente -y gloriosa- reunión de HELLOWEEN.

Centrándonos en el redondo que nos ocupa, “Headstrong” mantiene todos esos ingredientes que han hecho de PINK CREAM 69 una más que interesante banda a lo largo de los años dentro de la “etapa Readman”, siendo uno de esos trabajos que van de menos a más con cada una de las escuchas.

Poseen, por si fuera poco, uno de los vocalistas más en forma de la actualidad. David Readman gana con los años, al igual que los buenos vinos. Actualmente con dos bandas en activo -ésta y ALMANAC- y con colaboraciones tan interesantes como la que ha realizado recientemente con nuestros compatriotas DOXÄ, Readman se encuentra en un estado de forma fantástico, con una voz repleta de matices, la cual maneja a su antojo, no escatimando en ofrecer una amplia gama de registros sin dejar apartada, en ningún momento su particular manera de transmitir sentimientos.

Comienzan muy, muy heavies, con un poderoso riff que va marcando lo que será “We Bow to None”. Un tema que pudiera dar a entender que su sonido se ha endurecido buscando nuevas cotas, sensación que pronto corregirá el hard rockero “Walls Come Down”, con su animado ritmo y un estribillo de esos que te enganchan ya desde la primera escucha. Todo un single en potencia y uno de los temas insignia de este magnífico álbum.

“Unite and Divide” es un tema a medio tempo, basado en la efectividad de un sencillo riff llevado en estrofas casi siempre a una nota pero muy marcado por las síncopas entre cada una de las partes que lo compone, rubricado por un efectivo dibujo de pentatónica. Me gusta mucho su estribillo, con los redobles de timbales por debajo de la voz y lo bien ejecutado de sus coros. “No More Fear” vuelve a su faceta más heavy con otro pedazo de estribillo donde Readman se sale.

Con “Man of Sorros” nos sumergimos en la primera de las baladas, de corte progresivo en cuanto a intensidad, yendo desde las partes acústicas rasgueadas del comienzo -con unos tonos graves rasgados de David muy buenos- pasando por la parte de estrofas marcadas con distorsión a un puente donde vuelven los sonidos acústicos -ahora en forma de arpegios- y desembocando en otro gran coro, perfectamente reconocible dentro de su estilo y de nuevo de los que enganchan a la primera. Por el contrario, con “Path of Destiny” se ponen a prueba las habilidades del batería Chris Schmidt marcando el tempo más rápido del disco en otro gran tema con mejor estribillo en tres tiempos antes de resolver con la frase título.

“Vagrant of the Night” es la segunda balada, totalmente acústica hasta su final, en el que llegan los solos de guitarra que van rellenando melódicamente los fraseos vocales de Readman en otro ejercicio de puro feeling. “Bloodsucker” es un tema más oscuro, con un riff de cuartas donde la melodía principal de la voz juega con los coros en cada estrofa, abriendo el espectro melódico en su estribillo. En una línea aún más pesada tenemos “Whistleblower” marcando la delgada línea que en ocasiones hay entre el hard y el heavy metal, que de hecho en esta ocasión es más un tema de darle groove a las guitarras y contundencia a las baterías que otra cosa, contrastando con la pieza final, la tercera y última balada denominada “The Other Man” con cierto aire country en su estribillo pero sin perder su toque rock característico.

Estamos pues ante una nueva y notable obra del combo teutón, demostrando que el paso de los años les siente realmente bien y reivindicando su merecida posición dentro del panorama hard europeo. Desde luego, calidad y coherencia dentro de su trayectoria sin apenas altibajos no les faltan. Tan sólo, un beneplácito algo mayor del público.

J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com

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