Brian Johnson recuerda a Malcolm Young en una entrevista
El ex- cantante de AC/DC Brian Johnson ha recordado al fallecido guitarrista del grupo Malcolm Young en una nueva entrevista con Rolling Stone.
«Fue un fin de semana terrible», dice Brian Johnson desde su casa en Florida. Y con buenas razones: como cantante principal de AC/DC, con su gruñido primario, Johnson pasó 35 años cantando y componiendo canciones con el guitarrista y co- fundador Malcolm Young, quien falleció el 18 de noviembre a los 64 años por complicaciones relacionadas con la demencia.
Durante esos años, el cantante co- compuso muchas de las canciones más duraderas y cañeras del hard rock junto a Malcolm y su hermano Angus, el guitarrista principal con ropa de colegial. Johnson, quien dejó de salir de gira con la banda el año pasado por complicaciones con la audición, sigue lidiando con el trauma de lo que llama «nueve putas operaciones» en sus oídos. «Tienes que tomártelo como un hombre, pero cuando duele, ya sabes que es todo. Estás jodido, tío», dice. «Pero Malcolm la tuvo peor. Otra cosa invisible. Yo la llamo la enfermedad invisible, que nadie puede ver ni tocar.» Johnson habló con Rolling Stone acerca de sus recuerdos de trabajar con Malcolm Young.
«Malcolm era un catalizador. Fue Malcolm el que agarró a Angus y le dijo: «Vuélvete loco (en la guitarra)». Malcolm les enseñó a todos cómo estar en una banda. Uno de los súper-fans vino a uno de los conciertos y la seguridad no lo dejaba pasar. Estábamos en Alemania, y él había ido a dedo, así que Malcolm sacó 500 libras y le dijo: «Lamento que no podamos dejarte entrar, pero ¿por qué no coges un avión a casa?». Era muy dulce.
Siempre voy a recordar mi pequeña audición para AC/DC en 1980. Habían convocado a cantantes para hacer un par de canciones. El tipo más pequeño que había se paró y vino hacia mí. Sacó una botella de Brown Ale de Newcastle, porque yo soy de ahí, y dijo: «Aquí tienes, tío, siéntete en casa». Era Malcolm. Canté y me fui, y pensé: «Nunca me van a dar esto». Yo no era nadie. Dije: «Hey, voy a cantar un par de canciones y después me tengo que ir a casa». Al menos les podría decir a mis amigos que había cantado con AC/DC. Un mes después, la voz de Mal en el teléfono diciendo: «¿Quieres venir?».
Yo le dije: «¿Para qué?».
Y él dijo: «Mira, tenemos que hacer un disco».
Y yo: «¿Esto significa que estoy en la banda?». Y él: «Por supuesto que sí». Cuando me sumé y fui a Australia, me llevó a conocer a su madre y a su padre. Después vino a Newcastle para conocer a mi madre y a mi padre, para decirles: «Hola, soy Malcolm, y esta es la banda». Era un tipo muy considerado.
Cuando fuimos a las Bahamas (para grabar «Back in Black»), yo estaba nervioso. Había entrado en una banda y lo primero que hicieron fue decir que íbamos a hacer un disco. El primer día, Malcolm me dio un casete y un block de notas. Me dijo: «OK, esta es la primera grabación básica. Ponle algunas letras; muéstranos lo que tengas». Yo dije: «¿Tenéis un título?». Y él dijo: «Sí, se llama «You Shook Me All Night Long»». Yo dije: «Ese título es jodidamente largo». Me dijo: «tío, tómate tu tiempo. Vamos a estar dentro todo el día para grabar unas bases». Y así era él. No decía: «Quiero un par de palabras para mañana». Decía: «Siéntate y a ver qué se te ocurre». Por suerte, se me ocurrió toda la canción. No querías desilusionar a un tipo como él, porque él me había elegido.
Malcolm no perdía de vista ningún detalle. Le prestaba atención a todo. Sobre el escenario, siempre estaba mirando, controlando todo y asegurándose de que no volviera a pasar, si no le gustaba cómo se veía una luz o algo. Estábamos en Bahamas haciendo «Back in Black» y escuchando una de las bases. Yo estaba sentado ahí y decía: «Sí, ¡ese es el riff de Malcolm!». Phil (Rudd) estaba perfecto en la batería, como siempre. Mal se sentó un rato y dijo: «¿Qué es ese ruido?». Y dijimos: «¿Qué ruido? ¿De qué estás hablando?». Y él dice: «Había un ruido. Ponedlo de nuevo». Lo pusieron otra vez y lo escuchamos: nada.
Sacamos las pistas una a una hasta que lo único que quedaba era el bombo de la batería. Y yo no lo podía creer: se escuchaba un ruido. Yo dije: «¿Qué mierda es eso?». Le sacaron la manta al bombo y había un cangrejito que había estado atrapado ahí durante días. Se había hecho un hueco mientras Phil estaba dándole golpes como loco al bombo. Miramos a Malcolm y dijimos: «¿Cómo coño te diste cuenta?». Así era él. Era increíble. Malcolm no perdía de vista ningún detalle. Le prestaba atención a todo.»
En 1981 o ’82, Malcolm dijo: «Vamos al Lago Ness. ¡Vamos a ver si hay un monstruo!». Reservamos un hotel junto al Lago y cenamos, tomamos un par de cervezas, y mientras caminábamos le dije a Malcolm: «¿Qué tienes?». Me dijo: «Tengo una caja de fuegos artificiales». Le dije: «¿Para qué?». Me dijo: «Bueno, vamos a tirarlos, y quizás llamemos la atención del monstruo». Yo dije: «Ah, esa es una gran idea». Fuimos para el agua; ni siquiera nos quitamos los zapatos. Y ahí estábamos, riéndonos, tratando de prender los fuegos artificiales. Todo se mojó, y nos caímos, y por supuesto pensamos que lo habíamos visto. No estábamos seguros.
Malcolm le dio un puñetazo al rock and roll. Le dio una patada en el culo. La gente le preguntaba a Mal: «¿Cómo sacas ese sonido, tío?». Malcolm o no se lo decía o realmente no podía explicarlo. Él decía: «Nosotros solamente tocamos». Yo solía pararme al lado de él al final de «Let There Be Rock», donde al final hay un crescendo que sube y sube. Malcolm tenía que usar dos púas en ese tema. Porque las gastaba. Era el guitarrista más preciso.
Muchas veces en las giras, Angus me decía: «Hey Brian, tengo que ensayar en mi cuarto todos los días. Me duelen los dedos. Lo hago todos los días». Y yo le decía: «¿Por qué? Se te ve muy normal». Y él decía: «No, es porque él está detrás. Si no lo hago bien, lo va a coger y lo va a tocar mejor que yo. ¡Tengo miedo todo el tiempo de que eso pase!».
En los 80, de repente ya no estábamos de moda, por todas las bandas con los pelos largos. Atlantic tiró nuestro último disco sobre la mesa frente a Mal y Angus y les dijo: «No hay singles, no hay nada». Mal le dijo: «Así va a ser. No vamos a ser un grupo de singles». La gente nos decía que cambiáramos, que nos pusiéramos unas camperas de cuero y esa cosa de los pelos largos de los ochenta. Malcolm tenía dos camisetas negras y un par de vaqueros. Malcolm siempre era molón sin importar lo que hiciera.
En la gira de «Black Ice», él estaba fantástico, aunque tuvo que volver a aprender algunas canciones. La demencia ya le estaba golpeando; ese mal silencioso. No puedes verlo con una máquina de rayos X ni nada. Es horrible. Durante la producción del disco no estaba tan mal. Todavía estaba bien. En ese disco tiene varios riffs muy buenos. Pero a medida que la gira avanzaba, empezó a golpearle. Pero nunca me voy a olvidar de la última noche. Malcolm tenía fuego en la mirada, podías verlo a distancia.
Para la época de la gira de «Rock or Bust» (en la que Young no participó), lo estaban cuidando, estaba buscando una cura o cómo detenerlo. Hará tres años y medio, vino a Florida para hablar con un amigo mío que es neurólogo. Pero creo que era demasiado tarde. Yo estaba en un hospital en Australia hace dos años, en una operación, y los chicos dijeron que Malcolm estaba en la otra ala. Yo dije: «Me encantaría verlo», y me dijeron: «No, no puedes verlo. No está bien». Le habían puesto un marcapasos y estaba muy débil, así que los médicos no querían que se excitara. Yo estaba tirado ahí, no me podía mover, y ahí estaba mi amigo, al lado. Era algo jodido. Fue difícil. Quizás es bueno no haberlo visto, porque me habría roto el corazón.
Malcolm se habría maravillado ante la efusión de tributos y de dolor. No pensaba en él de esa manera, que era genio o algo así. Yo aprendí a tener espíritu de equipo gracias a Malcolm. Uno es un eslabón en una gran cadena engrasada. Si todos empujábamos juntos, al mismo tiempo, pasaba algo maravilloso. Y funcionaba. Mal ya no está aquí, pero si alguna vez tengo un problema paro y pienso: «¿Qué haría Mal?». El siempre parecía hacer lo correcto.»
Johnson publicó un mensaje de homenaje a Malcolm Young hace unos días.
Malcolm Young falleció el pasado 18 de noviembre a los 64 años de edad.
En este podéis leer los mensajes de numerosas personalidades del mundo del rock y el metal.
El nuevo programa de televisión de Johnson en este bloque.
Los progresos del cantante con su sordera en esta noticia.
Más sobre el vocalista en este bloque.
Emocionante. Qué grande Brian también.
Realmente tuvo que ser un tío cojonudo, cuando todo el mundo habla así de él por algo será… Descansa en paz Malcolm.
Qué malas las adicciones… era de esperar que muriese joven por una enfermedad así. Qué gran perdida como persona y músico aunque ya no estuviese dando guerra.
Qué importante y qué difícil es que un líder sepa estar en un segundo plano. Una gran pérdida, sin duda.
Si bien siempre me gustó AC/DC, nunca me consideré uno de sus super fans, así que son muchos los detalles de su historia que desconozco; por ejemplo como era Malcom como persona. La verdad que algunos de los pasajes de estos comentarios de Brian me hicieron emocionar. Querido Malcom, gracias por la música. Que descanses en paz.
Malcolm
Quién se iba a imaginar en la gira de Black Ice que Brian, Phil, y Cliff iban a dejar de ser parte de AC/DC, y menos Malcom por esa enfermedad y posterior muerte. Muy triste, y un futuro muy incierto para los nuevos AC/DC, la verdad, si es que aún existen…
Estaba claro que ya debia de arrastrar la enfermedad desde hacia algunos años antes de que lo hicieran público en 2014…
Bonita, sincera e interesante entrevista la del gran Jonna para RS. Los fans de la banda nunca olvidaremos a Malcolm.