+ DEGREED + BLACK DIAMONDS
Jueves 9 de Noviembre de 2017 – Sala La Riviera – Madrid
Reconozco que tenía unas ganas especiales de ver, tras unos cuantos años siguiéndoles la pista, a H.E.A.T y más teniendo en cuenta que venían presentado un disco que particularmente me ha convencido tras unas escuchas, aunque de primeras no me terminara de llamar la atención. El caso es que teniendo en cuenta que en Madrid era fiesta el día 9, la oferta era suculenta.
Con La Riviera reduciendo su aforo para la cita y sin mucha gente en la sala, era el momento de dar el pistoletazo de salida a esta noche, y los encargados eran BLACK DIAMONDS. Los suizos salían al escenario derrochando simpatía y con unos temas que sonaron como una bomba y pusieron a algunas personas del público a bailar o saltar: una prueba de fuego para comprobar que los 40 minutos que pudieron tocar se antojaron cortos para más de una persona del público, entre las que me incluyo.
No eran ni mucho menos una banda que se desmarcara con su sonido, pero en estos casos las melodías pegadizas, la actitud de la banda sobre el escenario y la puesta en escena hacían de maestros de ceremonias para completar un buen show. Del mismo sacaron más de un seguidor gracias a canciones como ‘We Want To Party’, ‘Vampires of the Night’ o una grandísima versión del clásico de Chuck Berry, ‘Rock N’ Roll Music’. Una banda que, si eres fan del género, merece la pena ver en directo pues, como ellos mismos se encargaron de decir, se vive una auténtica fiesta.
Si todo iba bien en la noche, DEGREED no iban a ser menos. Desde Estocolmo, el cuarteto salió de una tirada saludando al público madrileño y alzando sus botes de cerveza para comenzar el show. Comandados por su bajista y cantante, Robin Ericsson, la banda repasó canciones de toda su discografía con su apuesta por un hard rock fusionado con ciertos ramalazos de estilos más actuales.
Fue un concierto donde se mostró la potencia que tiene la banda en directo—más que en su versión de estudio, diría yo— y las dotes de frontman que tiene Robin Ericsson que pasaba desde gastar bromas entre los integrantes de la banda, a pedir la colaboración del público en algún que otro tema. Llamaron la atención gracias a su particular estilo de mezclar un rock más moderno como el de ‘Black Cat’ con temas que suenan con un sonido más clásico como puede ser ‘The Scam’. Se atrevieron incluso a hacer una versión de STEVE PERRY que incluyen en su primer trabajo, ‘Captured By The Moment’, que sonó francamente bien. En definitiva, fue un concierto que no dejó indiferente a nadie y que, al igual que ocurrió con BLACK DIAMONDS se llevarían algún que otro fan en el bolsillo. Muy buenos teloneros antes del plato fuerte de la noche.
La Riviera ya presentaba un aforo que, sin ser asombroso, tenía un buen número de personas dispuestas a ver a los suecos. Desde el minuto uno, a ritmo de ‘Bastard of Society’, Erik Grönwall apareció en escena —todavía renqueante de sus problemas de voz a consecuencia de un resfriado— directo a comerse el escenario. Fue la perfecta prueba de lo que íbamos a ver a lo largo de la noche: un show en el que la energía y el espectáculo iba a ser la tónica constante.
A mi modo de ver, cuando se introdujo esta frase antes de comenzar la tercera canción de la noche, ‘Mannequin Show’, pude ver en esas palabras una clara declaración de intenciones de que el peso del concierto iba a recaer en Erik y su actuación, dejando en un segundo plano todo lo demás. Habrá a quien le guste esta práctica y lo respeto, pero a mí no me agradó ni por un segundo. Bailes, volteretas, cantar cara a cara con sus fans, comunicarse con ellos, aceptar sus regalos y ponérselos y demás acciones son parte del espectáculo, pero no el todo del mismo. Para mi gusto —y me consta que no fui el único que lo sintió— H.E.A.T en general sonaron flojos, trasmitiendo un concierto con muchos altibajos y haciendo en algunos momentos un concierto muy monótono. Sí es cierto que muchas de las canciones míticas de la banda como pueden ser la coreadísima ‘Living on the Run’, ‘Breaking the Silence’ sonaron de lujo, e incluso tuvimos momentos verdaderamente mágicos como la balada ‘We Rule’ con Erik a la voz y Jona Tee a los teclados, pero en general fue un show un poco descafeinado.
Hubo momentos muy divertidos también como cuando Erik se lanzó al público para hacer crowdsurfing y cantar en la barra en ‘Beg, Beg, Beg’. En la misma incluso hubo un momento para hacer un guiño a AC/DC y ejecutar un extracto de aquella historia sobre una gran mujer llamada ‘Whole Lotta Rosie’. Pero esos momentos divertidos, los momentos emocionantes con canciones como ‘We Rule’, se mezclaban con otros en los que algunos de los asistentes desconectábamos y, a modo personal, diré que algunos de los temas, por desgracia, cumplían por debajo de las expectativas.
La banda, por su parte, lució en todo momento con gran profesionalidad, pero si con un miembro me tengo que quedar del pasado concierto en La Riviera, ese es Dave Dalone, el cual nos ofreció un grandísimo show a la guitarra, teniendo incluso momentos verdaderamente brillantes.
No me quiero arriesgar a vaticinar si fue un concierto distinto por los problemas que arrastraba Erik Grönwall—al cual se le debe reconocer la absoluta entrega física que tuvo durante el show a pesar de estar enfermo— porque era la primera vez que los veía. Debo darles otra oportunidad ya que confío plenamente en que fueron cosas que le pueden ocurrir a cualquier banda, lamentablemente.
Texto: Juanma García
Fotos: Óscar Gil Escobar
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Es la segunda vez que los veo y esta última no me han parecido la gran banda que vi la primera vez. No me gustó el concierto. El cantante hiperactivo con un estilo muy peculiar comparándolo con el resto la banda. Flojo a la voz por problemas de salud y el sonido no me convenció.
No me gustan mucho los grupos con exceso de teclados pero para mi, el mejor fue el teclista realizando la labor de llevar los coros de una manera magistral y que para mi tapo un poco el mal concierto.
Me llamo la atención la poca afluencia de convocatoria que tuvo el grupo esperando una buena entrada que contrasta con el lleno de wasp la pasada semama enen la misma sala cuando no esperaba que la reventara repitiendose con el the crimsom idol.
Para mi son uno de mis grupos favoritos actuales pero que tanto el último álbum como la presentación en directo no me han convencido en absoluto.
No puedo opinar sobre como estuvo el concierto porque no pude asistir, pero para nada pienso que no reventar la Riviera sea un desastre para una banda como H.E.A.T. No puede compararse la convocatoria que tiene W.A.S.P a la que pueda tener H.E.A.T.
Blackie y W.A.S.P tienen hoy día el estatus de clásicos, mientras que H.E.A.T son muy jóvenes y se lo están currando. Estamos saturados de conciertos y es difícil llegar a todos. Ya desde que se anunció a H.E.A.T en La Riviera me pareció que se les quedaba un poco grande.
manifiesto el hecho de que me sorprende que wasp llenará repitiendo el guión de the crimson idol, cosa que no lograron la primera vez y que heat no llegará prácticamente a un tercio del aforo,. Es una percepción que me ha sorprendido. Ni más ni menos.