Sábado 3 de Noviembre de 2017 – La Riviera – Madrid
Veinticinco años no se cumplen todos los días y menos cuando la efemérides es la de uno de tus trabajos más laureados. Supongo que, bajo esta premisa, el simpar Blackie Lawless entendería que éste sería un buen momento para volver a interpretar «The Crimson Idol» íntegro en una nueva gira en la que también se podría proyectar la película muda en blanco y negro que en su día rodaran con la historia del malogrado Jonathan Aaron Steel.
Los primeros años de historia discográfica protagonizados por W.A.S.P. fueron un vergel de calidad compositiva. Todo un soplo de aire fresco, con sus ropajes y actitud provocadores junto a unos temas matadores, con letras incómodas para el sector más apoltronado y conservador de la sociedad estadounidense que no hicieron sino aumentar su popularidad al nivel de leyenda. Con su cuarto álbum, «The Headless Children», demostraron que podían ir más allá, con música y líricas más profundas, así como elaboradas, llegando a la culminación con «The Crimson Idol». Si THE WHO -una de las bandas fetiche de Lawless- tenían «Tommy», Blackie no iba a ser menos, tardando tres años en darle forma a un disco que casi fue más un álbum en solitario -tras la desbandada/expulsión del resto de miembros, incluyendo al guitarrista Chris Holmes- con músicos de estudio dando forma a la historia conceptual de Jonathan, el niño no deseado, despreciado y ninguneado por sus progenitores, dado a la mala vida, a las drogas y las malas compañías que éstas acarrean, hasta convertirse en una estrella del rock, llegando a la conclusión de que su éxito y reconocimiento no hacen sino hacerse sentir más miserable aún, hasta terminar en el suicidio ahorcándose con las cuerdas de su guitarra.
A veces es curioso como parece que las cosas tienen su momento y es ése preciso instante en el que pueden salir rodadas y en ningún otro. Blackie intentó repetir la fórmula con la dupla «The Neon God», álbumes que pasaron sin pena ni gloria (aunque personalmente soy defensor de ambos) contando la vida de otro niño marginal, maltratado física, psicológica y sexualmente, que en su vida adulta descubriría que poseía el poder de influenciar a otros hasta el punto de que hicieran todo lo que él les ordenara. Esto hizo que, «The Crimson Idol» fuera más mítico aún, si cabe, pues es visto como una de las obras conceptuales más importantes de los años noventa y por ende, la más importante en la discografía particular de la banda californiana.
Como viene siendo acostumbrado, cada gira de W.A.S.P. viene acompañada por la polémica en el uso del playback. Y al igual que hice en su anterior venida a Madrid presentando «Golgotha», daré mi opinión, lo que vi y sobre todo lo que escuché. ¿Hubo playback en el concierto del pasado 3 de Noviembre? Sí, lo hubo. Cada vez que las voces se volvían nítidas, igual que en el disco y sobre todo, bajaban considerablemente de volumen, era playback. Algunos me dirán que eran coros pregrabados y Blackie cantaba por encima. Pero en honor a la verdad, cada vez que llegaban esas grabaciones -principalmente usadas en estribillos y algún puente muy ocasional- la voz de Blackie, que se escuchaba anteriormente a un volumen alto, dejaba de escucharse. Le veíamos mover los labios al compás de las letras, pero lo que escuchábamos no era su voz en directo. Y realmente me molesta, ¿sabéis por qué? Porque era algo innecesario. Si algo me sorprendió (y creo que aquí hablo en nombre de una gran mayoría) es lo bien que cantó Lawless a lo largo de todo el concierto. Hizo gala de su particular voz rasgada y profunda, tan particular con ese sello tan característico. ¡Lo bordó! Lo cual me hace pensar que ese uso de playback -que tampoco fue en todas las canciones, quede claro- es más un antojo suyo en aras de alcanzar la perfección en los coros y reproducirlos tal y como fueron grabados en los discos. Pero insisto: viendo su estado de voz y de forma -incluso le vi algo más delgado que en los últimos años, lo cual es un muy buen síntoma- y teniendo en cuenta que tanto Mike Duda (bajista) como Doug Blair (guitarrista) son buenos cantantes que le pueden arropar con sus voces en directo sin problemas, esto es un innecesario capricho del jefe, tanto como el hecho de tocar con los focos justos, casi a oscuras, para que no se le pueda fotografiar cómodamente.
Luego esto es como todo: habrá quienes me acusen de que no me gustan W.A.S.P. o tengo animadversión hacia la figura de Blackie Lawless por poner estos hechos de manifiesto, como también los habría quienes me acusarían de callar si no lo mencionara. Prefiero dar mi opinión sobre los hechos, que a fin de cuentas, ésa es mi misión principal cuando voy a cubrir un concierto y lo hago con el rigor y la mayor profesionalidad que soy capaz de plasmar, así como con la experiencia de quien ha tenido la dicha de cubrir muchos eventos de este tipo.
Y como de polémicas va la cosa, no pasaré por alto tampoco mencionar que nos quedamos sin presenciar la actuación de los, a priori teloneros, BEAST IN BLACK, quienes parece que han tenido varias disputas con W.A.S.P. que les han obligado a cancelar unilateralmente su gira Europea al completo, previa avería de la furgoneta que les transportaba. No tengo más datos al respecto, por lo que únicamente puedo decir que me hubiera encantado cubrir la actuación de Anton Kabanen y sus chicos, con una nueva banda que tiene visos de ser grande en el futuro. Su disco debut, el cual pude escuchar ya hace unos días, así lo atestigua.
Entrando ya en lo que fue el concierto en sí, éste estuvo dividido claramente en dos partes: la primera, presentando «The Crimson Idol» íntegro y en el mismo orden que en el disco mientras la película se proyectaba en dos pantallas laterales sobre el escenario y oíamos una narración en off introduciéndonos a cada canción, y la segunda con los bises donde interpretaron cuatro temas ajenos a la obra principal.
Me gustó mucho la banda. Se ve que Duda y Blair están asentadísimos y se notan los años que llevan tocando junto a Lawless. Y ahora con la incorporación del gran batería Aquiles Priester, esto suena aún mejor. Sobre todo Blair me dejó impresionado con su entrega y con los pedazo de solos, siendo un guitarrista con reminiscencia de la vieja escuela aunada a una técnica excelsa. El concierto sonó increíble, de principio a fin y, como decía arriba, Blackie cantó increíblemente bien.
La interpretación de «The Crimson Idol» fue pulcra. Desde los momentos más «para ver» o intimistas, como «The Titanic Overture» o «The Invisible Boy» y otros más ideales para el directo, como esos pelotazos que son «Arena of Pleasures» o «Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)» donde los innecesarios coros grabados fueron sustituidos por el clamor del público que lo dio todo.
Con «The Gipsy Meets the Boy» haría acto de presencia por vez primera la hermosa guitarra de doble mástil que luciría Blair en varios actos. El tema en cuestión fue hermoso, con todo el público arropando a las voces, mientras que «Doctor Rockter» sería un fiestón.
«I am One», «The Idol» y la preciosa balada «Hold on to my Heart» sonó emocionante. El colofón fue enorme con «The Great Misconceptions of Me» donde una Riviera que tenía colgado el cartel de «no hay entradas» cantaría al completo las palabras «long live, long live, long live the king of mercy».
Y si esto nos había sabido a poco, ahí teníamos la vuelta para los bises con la banda entre sirenas y sonidos de helicópteros para tocar la versión más salvaje de «L.O.V.E. Machine» que les he escuchado en años, aprovechando Blackie para dejar ese aire serio y concentrado que había mostrado durante todo el concierto para convertirse en el provocador que todos conocemos y que ha hecho de él uno de los frontmen más característicos de la historia. Aquí sí que disfrutamos de puro directo, sin pregrabados. Con su rodilla izquierda anclada en la cuña de sonido, nos amagaba con el riff de «Wild Child», dejando otra amplia sonrisa en cada uno de nosotros. ¡Qué interpretación más grande!
«Golgotha» fue el momento intimista -y en el que volvieron a usar playback para su estribillo- que supuso un pequeño bajón (y a mí el último disco de W.A.S.P. me encanta, quede claro) con respecto al cariz que estaba tomando el concierto desde que volvieron de su mutis. Por último, «I Wanna be Somebody» retomó el pulso por todo lo alto, cantada a medias entre la banda y el público, en una comunión agreste donde retomaron su rock más primario, dando por finalizada una actuación memorable.
Se encendieron las luces y todos nos encaminábamos hacia la salida con nuestros recuerdos y el debate de las conclusiones finales. Por mi parte y aparte de todo lo expresado en la presente crónica, no podía parar de tararear eso de «donde está el amor que me cobije, sólo el amor me liberará».
Ndr.: queremos mencionar y saludar desde estas líneas a la gente del W.A.S.P. FANS DE ESPAÑA (HELLIONS SPAIN) quienes le dieron un calor especial a la actuación de la banda.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Óscar Gil Escobar
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Me ha gustado la reseña muy acertada. Respecto al playback no se como lo hacía pero por ejemplo en golgotha se fue la voz de Blackie de buenas a primeras lo que quedaba muy raro teniendo en cuanta lo bien que había sonado todo el concierto. Aparentemente estaba estupendo!
Me gustaría reseñar otro tema me resultó curioso ver que si juntamos todos los gritos y ovaciones dedicadas a los temas de crimson ídolo y lo sumamos, a duras penas llegaría al clamor, entusiasmo y pataleo de la gente cuando sonó Love Machine… creo que se va haciendo más que necesario una vuelta a los grandes clásicos de los 80… bendito Wild Child
Muy de acuerdo con la crónica. Lo de tocar Golgotha en el tramo de los «clásicos» pues en fin, chirría bastante. Por lo demás, creo que buen concierto el que pudimos presenciar, con el «pero» de no haber podido ver a Beast in Black
Muy buena crónica de lo que vimos………….en mi opinión, los mejores WASP de los últimos años.
Y el señor Blackie tan frío como siempre……En fin¡¡¡¡
Al final no hubo telonero, hubo playback en ciertas partes, el concierto duraría 1 hora y 10 minutos aprox. y siguen destrozando I WANNA BE SOMEBODY al cantarla con el publico, todo esto por el módico precio de ¿30 euros?.
Me alegro muchisimo de no haber ido y una pena que no devolviesen el dinero de la entrada cuando se cayeron del cartel BEAST IN BLACK ( por movidas con el señor Lawless) ya que supongo que a muchos se le quitarían las ganas de ir al concierto.
Cuánto ha durado el concierto?
Yo estuve en el concierto de Burlada (1-noviembre) y tan solo tocaron 3 temas de «grandes éxitos»: LOVE machine, Golgotha (en la que terminó rezando para sí mismo el Sr. Blackie) y I wanna be somebody = ROBO y apenas 65′ de concierto efectivo.
Y si añades que no dijo ni un «gracias» o «thank you» y se pasó la mitad del Crimson de espalda a la audiencia = DECEPCIÓN
Gracias al buen hacer de Doug Blair y Aleister en la batería (Mike Duda no estuvo tan activo en mi opinión) salvaron la actuación.
Mención aparte los 30′ de BEAST IN BLACK = actitud, entrega y excelentes temas (a pesar del sonido). Por ganas, ganaron por goleada a Mr. Blackie.
Pregunta: ¿por qué en España recorta el repertorio de «grandes éxitos»? ¿Porque no hablamos el USA-english, maybe?
A mi desde luego me parece una vergüenza que una banda de un concierto de solo 65-70 minutos de duración , y sobre todo en ciertos casos sangrantes como el concierto de Korn en el palacio que además costo una pasta , o Anthrax , o Lacuna Coil por poner solo unos ejemplos , como ahora el caso de Wasp y encima sin teloneros , con dos cojones !!!!!! De verdad que me parece vergonzoso la dejadez o la poca profesionalidad de algunas bandas con sus seguidores de tocar poco mas de una hora con el esfuerzo y el sacrificio que nos cuesta a nosotros pagar la entrada , algunos incluso desplazamiento y hoteles etc etc , siendo en la mayoría de los casos bandas que tienen repertorio de sobra para tocar por lo menos dos horas . Lo dicho , una vergüenza y una falta de respeto a los seguidores …… Un saludo
Te olvidas de Paradise Lost. Otros que tal.
Si ya , si desgraciadamente cada vez son mas grupos los que vienen a tocar un ratito y se van , he puesto sólo unos ejemplos que me han venido así rápido.
Cada vez son mas bandas las que se han subido al carro de tocar menos de hora y media , si tocan hora y tres cuartos ya te puedes dar por satisfecho y las que llegan a las dos horas cada vez menos ( los grandes y poco mas y no todos ) lo realmente lamentable es que esto se esta haciendo cada vez mas habitual , tan habitual como la que han hecho Wasp en la Riviera que para mi como ya he dicho antes es una falta de respeto hacia los fans , que coño !!!!! somos los que pagamos , y solo por el esfuerzo que supone creo que nos merecemos algo mas .
Pagar 30-40 € , no digamos ya 50 o mas por un concierto de poco mas de una hora me parece una puta vergüenza , y una tomadura de pelo .
Hay bandas que como ya se sabe de que van ni me planteo ir a verlas y luego hay otras que se dejan la piel en cada concierto y es un gustazo ir a verlas cada vez que vienen como Saxon que cobran unos 30€ y tocan siempre 2 horas como mínimo , y dos horas dándolo todo , son una de las mejores bandas del planeta , sobre todo en directo , y es una pena que no tienen el reconocimiento que se merecen …… Un saludo
Toda la razón
En el caso de wasp todos los seguidores saben que tocan bastante poco y que incluso ese poco lo recortan en ciudades «secundarias» como en su anterior gira hicieron en granada que aún quitaron 2 temas.
Para mi fue un gran concierto,Blackie muy bien de voz,
(lo de dar la espalda constantemente no es normal la verdad)
y Blair,Duda,Priester muy bien también.
La duración fue aproximadamente 90 minutos,salieron a las
21:05 y termino el asunto a las 22:40,creo que una de las duraciones
más largas de las ultimas visitas de WASP.
Quiza debieron tocar algun medley con clasicos que se querdaron
en el tintero,porque solo 3 me parece demasiada tacañeria,pero claro
es lo de siempre,quien paga la entrada sabe que a lo sumo tendrá
90 minutos de concierto.
¿90 minutos? Mucho me parece, si
THE CRIMSON IDOL – 58 minutos,
L.O.V.E. MACHINE – 4’30»
WILD CHILD – 4′
GOLGOTHA – 7’30»
I WANNA BE SOMEBODY – 3’47»
TOTAL – 78 minutos
Esta claro que I WANNA BE SOMEBODY la destrozan alargandola cantando el publico y así llegarán a 85′ de concierto. Para mí el concierto dura hasta que empieza I WANNA BE SOMEBODY, (cantada por el publico me parece una chusta) y me salen 74 minutos, sin telonero me parece muy escaso.
Mencion aparte que el señor Lawless recorte setlist en ciudades secundarias, pero seguro que no recorta el dinero que cobra.
Ya hace muchos años que el señor Lawless hace conciertos muy cortos. Incluso mas cortos de lo legal , ya que en la pasada gira 30 aniversario de 2012 , en las entradas y los carteles anunciaban a bombo y platillo «dos horas de concierto» , y los conciertos eran de 1 hora 45 minutos. Yo tengo claro que esta sera la ultima vez que me moleste en ir a verle , a no ser que toque «cerca» , Valencia , por ejemplo , que me queda a 100 kms.