Crónica y fotos de PARADISE LOST + PALLBEARER + SINISTRO en Madrid

+ PALLBEARER + SINISTRO

Martes 24 de Octubre de 2017 – Sala But – Madrid

Demasiado estáticos, sobrios, aburridos… muchos son los apelativos que por la red podemos ver, de carácter negativo, dirigidos hacia PARADISE LOST, aunque viendo la buena acogida y asistencia recibida en sus últimas giras -no siendo la actual una excepción a tenor de lo vivido el pasado martes- estaba claro que quienes abarrotábamos la sala But, no los compartíamos.

No obstante, ante lo esgrimido en la primera línea del presente artículo hay que decir algo: viendo el carácter depresivo y austero de la música y letras de la banda, no me imagino a sus cinco músicos interpretándolas con una sonrisa de oreja a oreja, bailando o sin parar de correr de lado a lado del escenario. Quedaría extraño, ¿no os parece? Si a esto le sumamos que Halifax, de donde son naturales los cuatro miembros fijos, debe tener unos inviernos duros y largos, con una afluencia de personal similar al de la villa donde residían los protagonistas de «Siete Novias Para Siete Hermanos», no es de suponer que quienes residan allí tengan el carácter más jovial y que sin duda, dicho entorno natural y social es idóneo para la creación de sus canciones.

Esto no quita que el vocalista Nick Holmes nos deje destellos de su fino humor británico en forma de pequeñas píldoras entre algunas de sus canciones. Por si fuera poco, parece que es a PARADISE LOST a quienes se les ha colgado este San Benito. No veo u oigo este tipo de críticas hacia otras bandas similares por parte de sus detractores.

Ojo, que no todo el monte es orégano. Eché en falta, como siempre me sucede con ellos, unos cuantos minutos más de duración dentro de su show. Máxime cuando en cada gira, se les van quedando en el tintero más y más grandes temas que nos gustaría volver a escuchar en directo. Se agradece no obstante que recuperen algún que otro tema de su glorioso pasado, casando perfectamente con los del actual álbum «Medusa».

Para la ocasión, presentaron un formato de banda principal con dos teloneros para calentar el ambiente.

En primer lugar, los portugueses SINISTRO, que se presentaban sin bajista, esparcían su deprimente halo por Madrid hacia un atento público que no perdía de vista las poses de su vocalista Patricia Andrade inclinando su cabeza hacia los lados, cogiéndosela con las manos y arrodillada mientras lanzaba mil gorgoritos a través de su micrófono.

Personalmente, no fueron santo de mi devoción, aunque reconozco lo arriesgado de su propuesta y como tal lo valoro. Temas cadentes, acordes simples tocados de manera alargada y una propuesta escénica sobria fueron sus principales bazas, presentando canciones como «Reliquia», «Pétalas» o «Corpo Presente» en su corta actuación.

Por su parte, PALLBEARER venían con la baza de ser una de las bandas de las que más se está hablando en la escena doom actual. Con su tercer disco bajo el brazo -«Heartless»- hicieron las delicias de sus incondicionales gracias a temas como «Worlds Apart», «Dancing in Madness», «Thorns» o «Foundations».

¡Y qué decir de PARADISE LOST! Que los que llevamos asistiendo a sus conciertos en las últimas giras -personalmente, desde su vuelta por todo lo alto a sus orígenes con «In Requiem»- somos muy conscientes de la evolución y potencial de esta gran banda. Curiosamente, diría que ésta ha sido la ocasión en la que más participativo he visto al público, cantando cada tema, aupándoles con su entusiasmo… toda una fiesta para una de las bandas referentes dentro de un género que ellos mismos han ayudado a colocar en el estatus que hoy día posee.

«Medusa», su disco púrpura, es toda una obra maestra de dicho género y lo celebraron dando un buen repaso a las canciones que lo componen, intercalándolas con sus clásicos imprescindibles.

La celebración comenzaba con el apagado de luces y la aparición de los cinco músicos -impagable ver por vez primera a Greg Mackintosh con su nuevo look de cresta, en detrimento de su rapado teñido de rubio platino- Nick tomando posiciones con su micrófono y al lado izquierdo, Steve y Aaron (al que vi súper participativo y comunicativo con todos los fans, disfrutando enormemente del concierto), con el joven Waltteri Väyrynen detrás, sentado tras su kit de batería.

«From the Gallows» sería la primera perla en sonar, a la que seguiría una celebradísima «Tragic Idol» que dejó en nuestras mentes la figura del tristemente desaparecido Peter Steele y fue recibida como el gran clásico que ya es. Aunque si hubo una triunfadora dentro del primer tercio del concierto, esa fue «One Second». ¡Menuda recepción tuvo! Siguiendo ese aire de cita señalada, «Erased» fue un clamor desde que se escuchara su primera nota de teclado por la P.A.

Era el momento de retroceder aún más en el tiempo y para ello se sirvieron de toda una sorpresa sacada del mismísimo «Draconian Times». «Forever Failure» fue una pasada y, demostrando lo bien que casan los temas de «Medusa» con la historia primigenia de la banda, ahí tuvimos su tema homónimo a renglón seguido, con Greg marcando las melodías interpretadas en su guitarra de flecha mientras sus compañeros marcaban el pesado ritmo.

Me encantó «An Eternity of Lies», con sus samples de violines marcando el compás y ese gran estribillo que Nick cantaba con pasión. Lo mismo haríamos desde el público instantes después arengados por el frontman con «Faith Divides Us, Death Unites Us». La nueva «Blood and Chaos» sonó genial, siendo la perfecta antesala para uno de los momentos de la noche interpretando el clásico «As I Die».

«Beneath Broken Earth» supuso el momento más denso, más doom de la noche. Nos sumergimos en ella y en la siguiente «Embers Fire», que nos traería la primera retirada de la banda.

Poco tiempo tuvimos que esperar para volver por todo lo alto con otra canción que ya es un clásico de nuevo cuño. Me refiero a la increíble «No Hope in Sight» (toda una declaración de intenciones de su lírica). «The Longest Winter» demostró que su nuevo single puede dejarse para la recta final sin que decaiga el ánimo, poniendo la guinda final con la siempre triunfadora -aunque algo previsible a estas alturas- «Say Just Words», donde vi a buena parte de las filas centrales y primeras botando al compás.

En definitiva, otro gran concierto de PARADISE LOST. Otra demostración de lo grande que esta banda es, los geniales discos que continúa sacando y de que, pese a que en el pasado fueron muy grandes, no necesitan vivir de las rentas para poder continuar girando y agradando a un buen puñado de fans por todo el mundo. En Madrid, no cabe duda de que tienen un buen bastión de ellos.

Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com

Fotos: Álvaro Carlier

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