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Miércoles 7: LOST SOCIETY + VOIVOD + GRAND MAGUS + HEAVY TIGER
+ GRAVE DIGGER + HELIX + MYRKUR + BLACK STAR RIDERS
Jueves 8: PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS + NIFELHEIM + ICED EARTH
+ WARLOCK + ALTER BRIDGE + AEROSMITH + EDGUY +
Viernes 9: PICTURE + KIX + GOTTHARD + CLUTCH + LUCIFER’S FRIEND
+ RATT + SCORPIONS + RUNNING WILD
Sábado 10: THUNDER + CANDLEMASS + CARCASS + VENOM + SAXON + IN FLAMES
Miércoles 7, Jueves 8, Viernes 9 y Sábado 10 de Junio 2017 – Sölvesborg – Suecia
Cuando aquí en España no hemos alcanzado ni el verano, y a primeros de Junio ya sobrepasamos los 35 grados en la zona centro peninsular, el placer que supone volver a los 15 grados de hace 3 meses resulta incalculable y necesario para disfrutar plenamente de un buen festival. SWEDEN ROCK es, por antonomasia y merecimientos propios, la primera gran cita de esa ajetreada agenda de festivales entre los que todos tenemos que elegir todos los años en estas fechas, y una de las pocas que tanto por cartel, como por instalaciones, como por situación geográfica, resulta única e inimitable con su gusto excelso por el hard rock y el heavy metal como principales ingredientes en un cartel que, no obstante, lleva algunos años ya reinventándose con bandas más alejadas del rock más clásico y más cercanas al metal, especialmente ahora que ha cambiado la empresa que lo organiza. Esperemos que el Sweden siga siendo el Sweden, después de todo…
Así, este año decidíamos regresar a la cita sueca tras un pasado año en que el nivel del cartel había caído sensiblemente, atraídos tanto por AEROSMITH, como por unos SCORPIONS que siguen pensándose lo de dejarlo, como por un buen montón de bandas realmente apetecibles y nada sencillas de ver por nuestro país, como digo en un marco casi idílico, muy cerquita de la playa, y en una zona de Suecia que habitualmente suele ser más soleada que el resto y no tan fría. No voy a extenderme esta vez en lo que es el festival en sí porque sería repetirme, pero si queréis conocer un poquito mejor cómo este evento a nivel de recinto, facilidades, precios, etc, os remito a mi crónica de la edición 2015 para saberlo todo.
Comentar que este 2017 prácticamente nada ha cambiado, con los mismos 5 escenarios, misma situación de las barras, mismos accesos, mismos precios en barra, y hasta mismos puestos de comida (¡menos el de la paella!), por lo que quien hubiese estado en ediciones anteriores se lo encontró todo en su sitio; y es que SRF es un festival ya más que asentado, de costumbres más bien fijas, y una fórmula que de verdad funciona.
Sí me gustaría hacer una mención aparte con el tema de la seguridad. Ante la situación de constante alerta que vivimos por riesgo de atentado, y dados los precedentes del fin de semana anterior en el Rock am Ring, la organización del festival reforzó muchísimo la seguridad en los accesos al recinto con controles y cacheos mucho más exhaustivos, así como la presencia de seguridad privada dentro del recinto, como de policía de paísano dentro y de uniforme fuera.
No fue en ningún caso exagerado, y en ningún caso tuvimos que esperar más de 10 minutos para entrar, y eso en los momentos de mayor afluencia, por lo que de nuevo acierto para ellos en este aspecto. Nos tendremos que acostumbrar, nos guste más o menos…
En cuanto al tiempo, decir que este año ha habido de todo, como comentaremos seguidamente más en detalle. Mientras que en la madrugada anterior al festival cayó el diluvio universal, y en el día de apertura también a última hora de la tarde/ noche la lluvia hizo de las suyas, en general a partir de ahí tuvimos nubes y claros, con bajadas considerables de temperatura especialmente el viernes y mucho sol el Sábado para despedir el festival. En ningún caso fue óbice para disfrutar de una edición que nos ha dejado muchas alegrías y algún que otro sinsabor que, desde ya os contamos a modo de crónica.
Miércoles 7 de Junio 2017
Después de la madrugada pasada por agua del martes al miércoles, el día de apertura se despertaba soleado a rabiar y con unas ganas incontrolables de que los primeros riffs cortasen el fresco aire sueco. Tras un primer contacto con la mediocre cerveza local en el jardín del precioso bar oficial del festival, situado justo en la entrada principal, nos encaminamos hacia el Sweden Stage para comer algo mientras A Tribute To Led Zeppelin congregaba ya a un buen número de incondicionales ansiosos por escuchar un buen puñado de versiones, a cargo de la autoproclamada mejor banda de versiones de los ZEP de Suecia. El grupo cuenta en sus filas con Pontus Snibb de BONAFIDE a la batería, y aunque tengo que decir que me hubiese gustado verle algún tema en las voces como en su grupo principal, Johan Pihleke lo hizo bien emulando a Robert Plant aunque sin alardes, un poco amarrategui y algo soso en líneas generales, pero cumplidor a fin de cuentas. El grupo se mostró muy sobrio en escena, aunque algo soso por momentos, falto de pegada, levantando pasiones con un set ganador incluyendo lo más granado que se pudo incluír en 1 hora de concierto. «Kashmir», «Immigrant Song» (con la que abrieron), «Rock N’ Roll» o «Black Dog» fueron suficientes para meternos de cabeza en la tarde.
Con la que estaba cayendo, agradecimos enormemente el cambio de escenario hacia la carpa Rockklassiker para seguir con la fiesta que nos aseguraban unos LOST SOCIETY que eran la única banda de thrash metal puro y duro que pudimos ver en toda la edición junto con VOIVOD, y que dieron para mí el mejor concierto del día.
Desde la vecina Finlandia, la joven banda salió a degüello con «Braindead», y de ahí en adelante sólo hubo ‘moshpit’ (tímidos y muy suecos, eso sí) y cera para todo el que la quisiera. Era la primera vez que veía al grupo en directo, y decir que su vitalidad y actitud en el escenario me recordaron mucho a CRISIX. Me flipó «I Am The Antidote», y aunque el solo de batería en un set tan corto lo hubiese quitado, el final con «Riot» y su ‘wall of death’ causaron verdaderos estragos.
Decidimos acto seguido prescindir de los BLACK INGVARS por carecer de interés para nosotros siendo una banda cómica tipo JBO pero en sueco, para volver un rato más tarde con la difícil elección de ver a GRAND MAGUS petándolo en casa o a HEAVY TIGER en la carpa.
Decidimos, como iba a ser más o menos habitual este año, decantarnos por ver un rato de cada concierto, por lo que en primer lugar acudimos a la Rockklassiker para presenciar un buen rato del trío femenino de Estocolmo HEAVY TIGER, con menos público que en el concierto anterior, pero dando una lección de actitud y de ‘rollo’ clásico con sus pintas y temas de influencia setentera, banda muy a tener en cuenta ya con 2 LP’s en el mercado, por cierto.
Dejamos después la carpa para presenciar la segunda mitad del concierto de unos GRAND MAGUS que se notaba que eran plato fuerte del festival, haciendo casi de teloneros de unos GRAVE DIGGER que vendrían después a cerrar el interesante dúo de bandazas de heavy metal dispuesto en dicho escenario.
La banda de JB Christoffersson tenía al público, muy numeroso, puño en alto con «The Oar Strikes The Water», y sonaban mejor que bien, con un Fox enchufadísimo y un grupo que con «Triumph And Power» se dejaba llevar. La banda en directo tiene una presencia distinta a cualquier otra banda de heavy metal que hayamos visto, y demostraron (que ya lo hicieron hace muchos años) que son una realidad, así como una máquina de parir temazos. Cerraban su conciertazo con «Hammer Of The North», para orgullo de sus compatriotas, en lo que fue seguramente de los momentos más álgidos del día.
Acto seguido tocaba marchar hacia el Sweden Stage para presenciar el que para mí era el concierto más apetecible del día, el retorno de unos HELIX que desde los años 80’s han tenido mucho tirón en Suecia, y que que de vez en cuando asoman por algún festival europeo sin que sea nada sencillo verles en vivo. La veterana banda canadiense tenía bien masificado el Sweden para la ocasión, pero tengo que decir que su concierto me dejó más sombras que luces, a pesar de ser su única fecha en todo el verano en el viejo continente. Abrían bien con «Long Way To Heaven», seguida de un gran «Wild In The Streets», pero la sensación es que la banda como conjunto a partir de ahí fue perdiendo fuelle poco a poco y la gente enfriándose notablemente. Salieron sin telón, con el logo del SWEDEN ROCK Festival presidiendo, y mencionar que ví a un Brian Vollmer bastante flojo de voz y fuerzas, algo mayor, cansado, costándole llegar bastante a las notas más altas y visiblemente preocupado por ello. Tuvieron una hora y cuarto, en la que le dieron un repaso considerable a su discografía, aunque sólo en los últimos 20 minutos supieron echarse a sus espaldas a un público que disfrutó con clásicos como «Deep Cuts The Knife», «Gimme Gimme Good Lovin'», «Heavy Metal Love» y por supuesto «Rock You», su himno y tema franquicia. Al final la sensación, como comenzaba diciendo, fue agridulce más bien.
Antes del final del día, un nuevo solapamiento nos dividía en dos. MYRKUR en la carpa le daba un aire exótico y pagano a la tarde noche, mientras el heavy metal teutón de GRAVE DIGGER se llevaba a las masas hasta el 4Sound. Decidimos empezar por ver un rato a la multiinstrumentista y modelo danesa – estadounidense Amalie Bruun y sus MYRKUR quienes tenían absortos a las primeras filas y bastante amuermados al resto. Personalmente, adoro la propuesta black/ ambient/ folk de la banda, sus viajes sonoros por paisajes escandinavos, esa delicadeza y a la vez ese caos que transmite ella con su voz y puesta en escena, pero no veo una banda así en un festival como el Sweden. Me gustó el rato que les ví, sonaron increíblemente bien y rozaron la perfección, pero seguro que el suyo no será un concierto recordado por muchos. Decidimos pues partir hacia el 4Sound para presenciar la apuesta segura de unos GRAVE DIGGER que hicieron lo de siempre, cumplir con creces a golpe de himno para mayor gloria de un público sueco que les quiere a rabiar. Nada que objetar de su concierto, que se nos hizo quizás algo corto en duración para lo que suelen ofrecer, y en un escenario además más pequeño de lo que suelen ser ellos en festivales.
Faltaban tan sólo BLACK STAR RIDERS en el Sweden Stage para cerrar la jornada de apertura, un concierto que en su mayor parte se vio bastante deslucido por la tromba de agua que se nos vino encima, y que a pesar de que el viento previo y los nubarrones ya nos avisaban, nos pilló un poco de improvisto. En el rato que aguantamos, pudimos disfrutar de un Ricky Warwick soberbio y de un Scott Gorham muy sonriente, con un inicio atestado de público que se fue yendo conforme caía la inhumana cantidad de agua que cayó. Cuando nos marchábamos, ya al final en «Bound For Glory», apenas si quedaban 4 o 5 filas… Una lástima.
Jueves 8 de Junio 2017
La primera jornada completa como tal del SRF 2017 la iniciábamos en el Sweden Stage de la mano de un viejo conocido, al que personalmente tenía muchas ganas de volver a ver sobre el escenario dados los acontecimientos. Phil Campbell se ha rodeado de sus hijos Tyla, Todd y Dane en el año 1 d.L, y bajo el nombre de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS ofrecieron un concierto donde el mayor atractivo fueron las versiones que se marcaron de MOTÖRHEAD, motivo por el que la gran mayoría del público estaba allí. Curiosamente fue su joven vocalista, Neil Starr, quien más me llamó la atención sobre las tablas por su desparpajo más que por tener una voz fuera de lo común. No faltaron clásicos como «Overkill», «Eat The Rich», «Going To Brazil», «Rock Out», «R.A.M.O.N.E.S» o «We Are The Road Crew», con la que terminaron el concierto. No me llamaron especialmente la atención sus temas propios, una suerte de heavy metal sureño algo manido y sin demasiada gracia.
Siguiendo con la animada mañana, me sorprendió bastante que no hubiese más gente en unos NIFELHEIM que son puto culto, y que ofrecieron además uno de los mejores conciertos de tralla que pudimos disfrutar a lo largo de los 4 días. La formación sueca es pura maldad sobre el escenario, y gozaron de un sonido bueno y del favor del publico más extremo, que se aglutinaba delante.
La primera gran decisión del día fue elegir entre HARDLINE y ICED EARTH. Finalmente optamos por los primeros, principalmente por tratarse del SWEDEN ROCK, así que regresamos al Sweden Stage incluso para ver como Johnny Gioeli probaba micros él mismo, antes de que la banda saliese con un sonido un pelín embarullado en «Where Will We Go From Here», pero con un vocalista atlético que salió a comerse el mundo, como en cada actuación.
Seguían con el primer clasicazo «Takin’ Me Down», muy bien recibida por un público que les tenía ganas, para seguir con «Dr. Love» mientras el vocalista le ponía toda la pasión y voz. Fue un concierto muy en su línea, sin grandes alardes, pero realmente entretenido, con gran sonido, y un frontman especialmente motivado en una fecha marcada en rojo. «Fever Dreams» me sonó mágica, con unos teclados que en ese punto ganaron un plus para el resto del concierto, que todavía nos dejaría momentos espectaculares hacia el final con «Hot Cherie» y «I’ll Be There».
El primer gran momento del día iba a llegar obviamente con WARLOCK en la que iba a ser nuestra primera visita al gigantesco Festival Stage, que este año lucía tan imponente como siempre. Huelga decir que a Doro se la adora en Suecia y hasta en la China Popular, y su concierto fue rodado desde el pistoletazo inicial con «Touch Of Evil». Como ya se sabía, su concierto iba a consistir en «Triumph And Agony» más lo que diera tiempo, y con esas Doro y sus WARLOCK se pusieron a ello y se tocaron aquel clásico del heavy metal de cabo a rabo, en desorden, eso sí, y con la premura de quien no tiene tiempo que perder. Ello supuso dos «hitos», y es que ni «Make Time For Love» ni «Kiss Of Death» habían sonado jamás en directo. Que «Kiss Of Death» nunca hubiese sido tocada en un concierto me sorprendió especialmente, cuando la vocalista teutona lo anunció. Por temas como «All We Are» pasaron bastante más rápido que otras veces, y de Doro decir que bueno, que los años se notan, claro, pero que desde luego le queda cuerda para rato. Al final, hicieron hueco primero para «Earthshaker Rock» primero, «True As Steel», y un cover del «Breaking The Law» genialmente recibido. ¡Conciertazo!
Después de un buen rato de relax, regresábamos raudos al 4Sound Stage donde FATES WARNING ya sonaban con su «From The Rooftops», frente al telón con la portada de su nuevo «Theories Of Flight». La banda interpretó un set meramente prog, centrándose tanto en su reciente nuevo disco como en «Parallels» como en «A Pleasant Shade Of Grey», discos de culto que acostumbro a disfrutar en la tranquilidad de mi habitación pero a los que me costó engancharme en directo. Ví a un Ray Adler algo tocado y especialmente a un Joey Vera muy metido asumiento el papel de frontman. El suyo fue un concierto en líneas generales algo denso, nada típico de festival. Decidimos pues acercarnos a ver el final de unos ALTER BRIDGE que estaban dando un buen espectáculo, bien comandados por un Miles Kennedy que ha salido más que reforzado de su andadura con SLASH. Aprovechamos en ese momento para cenar justo antes del plato fuerte ya no sólo del día, sino para mí de todo el festival…
Todavía no era ni noche cerrada cuando algunos nubarrones notablemente feos asomaban por el horizonte y sonaba el «Mannish Boy» de Muddy, heraldo de unos AEROSMITH a punto de salir en medio de una expectación cumbre dentro de lo que fue el SWEDEN ROCK Festival 2017. Es evidente, la formación americana es mucho más que una inmensa banda de ‘hard rock’, es la banda sonora de varias generaciones, una banda de rock que ha trascendido el género en sí mismo y que a pocas puede compararse. Las luces se encendían en todo su apogeo con «Let The Music Do The Talking», un tema que sonó pulcro, electrizante, y que paradójicamente sería un titular perfecto para lo que fue el concierto en líneas generales, dejando paso a «Young Lust» e inmediatamente a un «Crying'» que mantuvo a un público entregado en lo más arriba. En el paso de AEROSMITH por Suecia en su «Aero – vederci Baby! tour» jamás nos bajamos de lo más arriba.
El espectáculo fue, como insinuaba antes, muy sobrio. Creo que AEROSMITH nunca fue esa arena – band de montar circos sobre el escenario, y no tendría sentido que ahora en su despedida lo hubieran hecho. Dos pantallas de leds a ambos lados del escenario, y como telón de fondo otra gigante donde se podía seguir cada detalle del concierto era todo lo que adornaba las tablas, además de un juego de luces deslumbrante que a mí me recordó muchísimo a sus inicios. Y nada más. Todo lo que se vió y vivió fue rock al desnudo, a cargo de unos AEROSMITH pletóricos que rallaron un nivel excelente durante su actuación al completo, bastante por encima de las expectativas de la gran mayoría de los que allí abarrotábamos el Festival Stage. Retomando el devenir de su actuación «Cryin'», primero, y «Livin’ On The Edge» y «Love In An Elevator» justo después terminaron de postrarnos ante la cadena de himnos que un Tyler pletórico a las voces nos proponía, un vocalista hiperactivo y sugerente durante toda la actuación que no paraba de recorrer el pasillo una y otra vez, compenetrándose a las mil maravillas con un Joe Perry a quien pudimos ver también muy a gusto sobre el escenario. «Jeani’s Got A Gun» puso, otra vez, al púbico escandinavo a cantar, justo antes de que Joe Perry se hiciese con el micro para interpretar dos clásicos de una banda queridísima en Suecia como FLEETWOOD MAC, como «Stop Messin’ Around» y «Oh Well», en esta última participando también más activamente Brad Whitford y Tom Hamilton.
En ese momento hubiese jurado que llevábamos 15 minutos de actuación, y en realidad sobrepasábamos prácticamente el ecuador del concierto con un «Mamma Kin» deslumbrante que sonó clásico, atemporal, dejando paso a «Back In The Saddle» y después a un «Chip Away The Stone» que juntos quizás compusiesen el único momento más flojo de su actuación, que tampoco lo fue tanto. «I Don’t Wanna Miss A Thing» fue ese momento móvil esperable, más allá de una interpretación muy decente por parte de Tyler, para a continuación seguir con la caña de «Rag Doll» antes de la curiosa versión del «Come Together» de THE BEATTLES, que fue enormemente bien recibida y que a su vez fue el homenaje de AEROSMITH a la banda de Liverpool, enorme influencia de siempre. «Dude (Looks Like A Lady)» fue el fiestón esperado antes de los bises, para los que el grupo sacó un precioso piano blanco que era el preámbulo obvio de «Dream On», cantadísima por todo el recinto.
El concierto tocaba a su fin con una breve versión del «Mother Popcorn» de James Brown que personalmente hubiese eliminado de su set, para terminar con «Walk This Way» que, poniéndonos exquisitos, tampoco me parece su mejor tema para acabar, pero ya son puntos de vista… Lo objetivo fue el gran concierto que AEROSMITH nos ofrecieron en Suecia, con un repertorio lleno de clásico y fiesta a raudales, a cargo de una banda en un gran estado de forma. No me sorprendería si aguantando este nivel durante toda la gira, decidieran continuar durante unos años más ordeñando esa mítica vaca de su » Get A Grip». Enormes.
Setlist AEROSMITH:
- Intro (Mannish Boy – Muddy Waters)
- Let the Music Do the Talking
- Young Lust
- Cryin’
- Livin’ on the Edge
- Love in an Elevator
- Janie’s Got a Gun
- Stop Messin’ Around (Fleetwood Mac) (Joe Perry)
- Oh Well (Fleetwood Mac) (Joe Perry)
- Mama Kin
- Back in the Saddle
- Chip Away the Stone
- Sweet Emotion
- I Don’t Want to Miss a Thing
- Rag Doll
- Come Together (The Beatles)
- Dude (Looks Like a Lady)
- Dream On (bis)
- Mother Popcorn (James Brown cover) (bis)
- Walk This Way (bis)
Poco después del inolvidable concierto de AEROSMITH todavía nos quedaban fuerzas y ganas para seguir la fiesta, y quién mejor que Tobias Sammet y sus EDGUY como broche de oro a un grandísimo día. Eso sí, la lluvia volvió a aparecer hacia la mitad de su concierto más o menos, aunque esta vez en menor medida, lo que supuso que hubiese muchísima más gente que en BLACK STAR RIDERS la noche anterior y que prácticamente todo el mundo se quedase. El de los EDGUY fue un concierto bastane típico suyo, con un Tobi en plan cómico, puede que incluso demasiado, constantemente haciendo gracietas de dudoso gusto y en ocasiones rozando lo soez para coger aire entre tema y tema, ya que aunque comenzó bastante solvente, a medida que pasaban los temas le iba costando más llegar.
Empezaron con «Love Tyger», de su último trabajo que ya data de 2014, con una curiosa gárgola en el fondo del escenario, para continuar con una ristra de clásicos que nos puso a todos a cantar. Sonaron «Vain Glory Opera», «Mysteria», «Tears Of The Mandrake» y un «Piper Never Dies» que no tocaban desde Septiembre de 2010, como el propio Sammet recordó. Buen sonido, y una voz progresivamente en decadencia acompañaban la fiesta que siempre supone «Lavatory Love Machine», para después bajar un poco el ritmo con «Land Of The Miracle» primero y «Ministry Of Saints» tema al que le tienen mucha fe pero que no termino de entender que sigan tocando en directo. «Babylon» fue volver de cabeza a los años del ‘power metal’ alemán primigenio de EDGUY, tema donde entre medias hicieron un cameo con «The Trooper» para volver y terminar el tema. A medida que acababa el concierto se multiplicaban las bromas y gracietas de Tobi, cuando llegaba un «Save Me» que sabía a despedida, para terminar con «Superheroes» en modo fiesta. Todavía habría tiempo para dos bises, «Out Of Control», tema que tampoco entiendo que sea fija en sus repertorios, y «King Of Fools», que cerraba una jornada memorable.
Viernes 8 de Junio
La mañana del viernes se nos presentaba tan soleada y agradable como las anteriores, pero notablemente más ajetreada también. Fue por ello que cuando conseguimos superar las colas que llegaban a los registros del acceso, WISHBONE ASH se encontraban terminando su actuación, un tanto temprana quizás para nuestro gusto. Una verdader pena, porque para mí era uno de los principales atractivos del día.
Así, marchamos rápidamente hacia el 4Sound para presenciar la actuación de una leyenda muy viva del heavy metal europeo como son los PICTURE, a quienes tenía un poco perdida la pista, y que sinceramente me sorprendieron muy para bien con un concierto muy completo, y un estado de forma bastante por encima de la media de una banda que, no lo olvidemos, comenzó su andadura en la década de los 70’s. Sonaron clásicos muy aclamados como «Eternal Dark», «Heavy Metal Ears» o «Lady Lightning» justo al final, para unas primeras filas muy metidas en el concierto. Bien Ronald van Prooijen a las voces, muy correcto durante toda la hora, bien secundado por una banda que todavía transmite vitalidad y ese sentir que solo una buena banda de heavy metal sabe transmitir.
KIX era otro de los atractivos de la edición 2017, por ser como HELIX fecha exclusiva en Europa en 2017 (si no estoy mal informado). El sol apretaba ya pasado el mediodía, y la banda norteamericana salió a matar de inicio con «Girl Money», con un Steve Whiteman exultante y un sonido espectacular. No podía comenzar mejor el que fue un conciertazo superlativo de ‘shock rock’ de la vieja escuela, con una banda que ralló muy por encima de nuestras expectativas, y que ofreció un espectáculo de calidad, y principalmente de rock tocado con la experiencia de los años, pero las ganas y la vitalidad del primer día. El estado de forma de Steve es envidiable, igual que el de su voz, que se mantuvo firme durante toda la actuación de la mítica formación de Maryland sin apenas resentirse, lo que habla muy bien de cómo se cuida el vocalista.
Fue un concierto vibrante, clásico, con un set eminentemente ‘old-school’, con su solo de guitarra y batería (enormes Ronnie Younkins y Brian Forsythe), y un ambiente muy fiestero en general gracias a la actitud del grupo y temas como «Love Me With Your Top Down», «Blow My Fuse», su megahit «Don’t Close Your Eyes» o «She Dropped Me The Bomb», que fue el perfecto cierre de su actuación. Ya podían estar así de bien todas las bandas de la época…
Después de una breve parada para comer, llegaba el momento de una de las bandas más esperadas del día sin paliativos, unos GOTTHARD que son muy grandes dentro del ‘hard rock’ europeo en general y mucho más en el Sweden Rock en particular, y que en Sölvesborg celebraban nada menos que su 25 aniversario con un concierto especial. Su concierto llegaba quizás algo pronto en el día, pero en el escenario principal y con todos los honores. De hecho, fue de las pocas bandas que entrevistaron por las pantallas justo segundos antes de salir a escena, creando un ‘hype’ entre el público muy curioso para que después la banda saliese a escena con los dos primeros temas de su nuevo trabajo, «Silver River» primero, seguida de «Electrified!», después. Tengo que decir que aun considerándome un gran seguidor de la banda suiza durante más de 10 años, su concierto en el Sweden me dejó entre frío y decepcionado. Frío primero durante más o menos la primera mitad del concierto, donde la banda se me hizo complidora, ramplona, sin mayores alardes; y decepcionado después en la medida en que su concierto no despegaba ni terminó de hacerlo en ningún momento.
Las sensaciones fueron extrañas, pero la realidad es que el suyo fue un concierto muy por debajo de lo que la situación exigía, lejos de la fiesta de ‘hard rock’ que tenía que haber sido, lejos por ejemplo de lo que hacía un momento antes habían sido los KIX, sin ir más lejos. No se me pasa por la cabeza establecer comparación alguna entre Nic Maeder y Steve Lee, y menos tantos años después, pero decir que era la primera vez que venía a la formación con Nic a las voces, y su desempeño me pareció en general bastante pobre ya no sólo a nivel vocal, donde podríamos decir que cumplió sin más, sino sobre todo a nivel de ganas. El vocalista cambiaba las melodías vocales constantemente y a su antojo, dándole a los temas un toque personal, sí (correcto), pero haciéndolos monótonos, pesados, sin gracia. Nic tiene una muy buena voz, eso ni se discute, pero en Suecia le faltó ponerle la magia a los temas de GOTTHARD que estos exigen.
Su set tuvo pocas sorpresas: tres temas de su último trabajo ya de comienzo, con «Hush» entre medias, viniendo después «Stay With Me», dos temas más de «Bang!», y luego una selección de clásicos incluyendo «Mountain Mamma», y temas habituales como «Lift U Up», «Sister Moon»o «Top Of The World». El momento estelar del concierto llegó con «Heaven», donde la banda tocó con Steve Lee a las voces a través de las videopantallas, un momento muy bonito (que no original), que fue una balsa antes de un final que tuvo que haber sido el fiestón, y que terminó con «Anytime Anywhere» de un modo insipido, muy a nuestro pesar.
Acto seguido era el turno de los CLUTCH, quienes tenían el Rock Stage con muy buen color para acoger un concierto un tanto diferente a lo que viene siendo la tónica habitual del escenario. Su concierto fue un auténtico reconstituyente para quienes veníamos del escenario de enfrente, una descarga enormemente directa, sin miramientos ni dilación alguna, en la que la banda de Neil Fallon dio una lección de saber estar y de adaptación frente a un público parcialmente extraño. Tiraron de un repertorio nada convencional, donde obviaron alguna que otra imperdonable como «Earth Rocker» (reciente) o «The Regulator» (más clásica) pero, en general el suyo fue un espectáculo digno de mención que nos iba a enganchar definitivamente al tren de la tarde sueca irremediablemente.
Cambio de escenario nuevamente, para viajar varias décadas al pasado con el gran John Lawton y sus LUCIFER’S FRIEND, quienes regresaban el SRF después de su concierto de 2015, donde tuvieron la mala suerte de coincidir en horario con MÖTLEY CRÚE, y nosotros la poca vista de quedarnos con los segundos. El suyo fue un concierto que rozó lo impecable, con una maestría a las voces por parte de Lawton que estaba fuera de toda sospecha, y un sonido sensacionalmente ecualizado, evocando a una década de los 70’s donde la banda debió haber sido mucho más de lo que fue. El grupo se mostró en un estado de forma más que digno, empezando por John, y pasando por Peter Hasslein y Dieter Horns, corazón latiente del grupo. El repaso a su discografía fue total, hasta el punto en que intentaron arañarle a la organización un último «When You’re Gone» que finalmente les fue negado, y se quedó en intento.
Lo gordo se acercaba, y qué mejor «telonero» para el cabeza de cartel del viernes que unos RATT siempre apetecibles y controvertidos a partes iguales, de los que en los últimos años se habla más por motivos judiciales que musicales. Sea como fuere, la banda integrada por Stephen Pearcy, Warren DeMartini y Juan Croucier es lo más cercano a los verdaderos RATT que se puede ver hoy en día, con un Bobby Blotzer en su cruzada imposible todavía aferrándose al nombre del grupo de forma behemente, el resto de miembros clásicos siguen su andadura preparando ya nuevo trabajo, aunque su actuación del Sweden no tuviese nada de nuevo, sino todo lo contrario.
Asistimos a un concierto con un set ganador, con un Pearcy muy mejorado con respecto a años anteriores y en definitiva un combo sólido que convenció comenzando ya con «Wanted Man» desde el primer ‘round’, con un Pearcy haciendo gala de esa chulería que tanto le caracteriza y un sonido contundente y pulido. Bien a las voces, animando, y muy respaldado en escena por sus eternos espadas, el vocalista californiano dio una leccion de tablas que muchos no esperábamos, como tampoco esperaba que Juan Croucier a los coros estuviese TAN superlativo, por encima incluso del vocalista. Temazo tras temazo, la gente no necesitó un espectáculo de luz y fuego para engancharse a un concierto que te engullía con su ‘groove’ ‘hardrockero’ clásico, con temas como «You Think You’re Tough», «Lovin’ You Is A Dirty Job», «In Your Direction», «Slip Of The Lip» «Lack Of Communication», con un telón sencillo con el nombre del grupo y poco más en la única fecha que van dar este verano en Europa.
El final fue sublime, primero con «You’re In Love», y a partir de ahi con «Body Talk», «Back For More» y finalmente «Round And Round», un final perfecto para un concierto donde vimos a los mejores RATT de los últimos tiempos, con mucho margen, además.
Todavía con las luces del día despidiéndose de Sölvesborg llegaba el momento de recibir al cabeza de cartel del viernes, unos SCORPIONS que tras unos cuantos años de ausencia, volvían a la cita sueca en su quinto o sexto año consecutivo de gira de despedida, aunque el pasado año ya estuvieran en el vecino Copenhell danés. SWEDEN ROCK es harina de otro costal. El nivel es muy alto, y para destacar no basta con el nombre, hay que ganárselo, y ahí fue donde la veterana formación alemana comienza ya a cojear. Recuerdo su concierto de Dinamarca del pasado verano vívidamente, y tengo que decir que sin ser algo escandaloso, ni siquiera excesivamente evidente, sí que es cierto que el concierto que vimos en Suecia fue un poquito peor que el del año anterior, y así me da la sensación de que seguirá ocurriendo hasta que por fin den el paso y lo dejen definitivamente. Hace tiempo que, con todo mi pesar, veo a la banda cansada, monótona, sin chispa, y antes de pasar a relatar más en detalle lo que dio de sí su concierto, decir que todo se resumen en una banda mostrando síntomas claros de saturación de conciertos, de que el momento les tiene que llegar más pronto que tarde.
En cuanto a escenografía, decir que llevan el mismo montaje que el pasado año exactamente, tanto en lo que se refiere a estructura como en lo que se refiere como al espectáculo, imágenes en pantalla… si no idéntico, todo muy parecido. SCORPIONS hacían sonar la intro, y un poco bajos ya desde el inicio, arrancaban con «Goind Out With A Bang», que sonó poco a ‘bang’ ya que efectivamente faltaba volumen y pegada por todas partes. Siguieron con «Make It Real», donde como viene siendo habitual hicieron aparecer la bandera sueca en las pantallas así como una ciudad iluminada. El sonido, sin ser para nada malo, no ganaba presencia, y así iba a ser para toda la noche, demasiado bajo aun desde posiciones adelantadas, algo que desde luego, no fue casualidad. Animando como el que más, Rudolph es el único que da señales de poder aguantar al mejor nivel durante otros 10 o 15 años sin mayor problema, no así Matthias Jabbs, a quien vi más parado y secundario que de costumbre. Caían acto seguido «Bad Boys Running Wild», y una celebrada «The Zoo», que Klaus aprovechó para reposar un poco la voz después del inicio seguida de «Coast To Coast», donde hacia el final hasta el propio Meine se enfundó la guitarra en mitad del pasillo del imponente Festival Stage.
Acto seguido, la banda nos sorprendió con su primer popurrí, con cuatro temas muy poco habituales, todos de los 70’s, que sonaron faltos de ese espírutu del que la banda adolece en directo desde hace años, especialmente «Steamrock Fever», un temazo que nadie esperaba. Momento después «We Built This House» en plan ‘lyric video», para el lucimiento ‘bluesy’ posterior de Matthias Jabbs, como preámbulo al segundo popurrí de la noche esta vez de baladas nada menos, con la batería de Mikkey Dee en mitad del pasillo. Aquello desembocó en «Wind Of Change», que el público sueco cantó un poco a desgana, y es que atravesábamos momentos un tanto monótonod ya durante demasiados minutos. En este momento del concierto, empecé notar que Klaus tenía verdaderos problemas para llegar a los tonos más altos, y su solvencia de otras veces (de siempre) se diluía por momentos. El vocalista se mantiene cada vez más en un tono más plano, menos cromático, y le cuesta salir de esa zona de confort con garantías. El tiempo no perdona a nadie.
Con «Rock N’ Roll Band» y «Can’t Get Enough» recuperamos un poco el tono después de la batería de temas lentos de la que veníamos, para desembocar en el momento marciano de la noche con una versión del «Overkill» de MOTÖRHEAD que sonó enormemente rara (siendo generoso), con Lemmy presente en las pantallas a modo de homenaje. Era el momento de Mikkey, quien culminó con su ya clásico solo donde no faltó su batería con plataforma eyectable.
A partir de ahí comenzaba la traca final, con todos los temas más esperados además de un «Comin Home» que fue lo que más me convenció de esa parte final del concierto, donde ahora sí la gente se mostró volcada con una banda que, no lo olvidemos, lo han sido todo en la historia del hard rock mundial, pero a quienes mucho me temo que ya no veremos jamás en la mejor de sus versiones. Y ojalá no esté en lo cierto…
Setlist SCORPIONS:
- Intro
- Going Out With a Bang
- Make It Real
- Bad Boys Running Wild
- The Zoo
- Coast to Coast
- Top of the Bill / Steamrock Fever / Speedy’s Coming / Catch Your Train
- We Built This House
- Delicate Dance/ Solo Matthias Jabbs
- Always Somewhere / Eye of the Storm / Send Me an Angel
- Wind of Change
- Rock ‘n’ Roll Band
- Can’t Get Enough
- Overkill (Motörhead)
- Solo Mikkey Dee
- Blackout
- Big City Nights
- Coming Home (bis)
- Still Loving You (bis)
- Rock You Like a Hurricane (bis)
Después del intermitente concierto de los SCORPS, RUNNING WILD se me hacían hasta necesarios. Desde hace ya un buen puñado de años, es verdaderamente complicado ver en directo a la banda de Rock N’ Rolf, quienes si bien es cierto que no han cesado de sacar buenos trabajos, en directo se nos han hecho un poco esquivos en nuestro país al menos. El Rock Stage ardía en llamas a ritmo de «Fistful Of Dynamite», que los alemanes usaron para comenzar una descarga que continuaba fuerte con «Bad To The Bone», sin parar de salir llamas del escenario y con una banda enchufadísima, sonando correcta y con el público en el bolsillo. Fue un gran concierto el de Kasparek y los suyos, aunque echamos de menos temas que llevan ya un tiempo sin tocar igualmente, pero que no por ello se dejan de añorar, como «Port Royal» o «War In The Gutter», por citar dos predilectas.
El escenario, engalanado con el logo de la banda intercalado con la pila de amplis en su parte trasera, rugía al ritmo de los himnos que no paraban de caer, aunque más de un año después de su lanzamiento, siguen dando para mi gusto demasiado protagonismo a «Rapid Foray», que es un gran último trabajo, como otros lo fueron, pero que quizás es ya momento de que vaya perdiendo importancia en sus directos. Espectáculo de mini – fuegos artificiales y fuegos en general para terminar una jornada a ritmo de «Under Jolly Roger» que, después de todo, tuvo sus cosas buenas, pero que nos dejó algunas de las sombras más oscuras que se recordarán de la edición de este SRF, que, sin darnos casi cuenta, se iba muriendo a falta de su prometedora jornada final.
Sábado 10 de Junio
La última mañana en Suecia nos saludaba soleada como la que más, y calurosa como la que menos. Entrábamos raudos para presenciar la clase magistral de unos THUNDER a quienes el horario no favoreció nada, pero que impartieron una lección de sobriedad, calidad y veteranía como no vimos dos en todo el festival. Es verdad que el gigantesco Festival Stage se les hizo un tanto grande para lo poquito que se movieron, para lo poquito que lo aprovecharon, pero musicalmente pocos conciertos vimos tan perfectos y de manual como el de el quinteto inglés, que como digo mantiene un estado de forma increíble aún a pesar del paso del tiempo.
Lo de CANDLEMASS sin embargo merece mención aparte. Tuve la increíble suerte de poder verles poco más de un mes antes en el Roundhouse de Londres dentro del Desertfest, y no sólo nos ofrecieron en el Sweden un concierto diametralmente distinto, sino que dieron sin paliativos uno de los mejores shows de todo el festival, y lo hicieron además de forma unánime. Tocaron «Nightfall» al completo, en orden, en una de las pocas veces que lo van a hacer celebrando el trigésimo aniversario de su mítico segundo disco de estudio, en un escenario que incluía un enrejado, un pie de micro demencial que podéis ver en las fotos, y un grupo volcado que tocó entre las llamas que no paraba de escupir la parte delantera del ‘frontstage’. Es cierto que en el Rock Stage hubo fuego en casi todos los conciertos durante el último día, pero en el caso de CANDLEMASS fue especial. Ellos lo hicieron especial. Mats Levén ha nacido para cantar los temas de Messiah, pero también los de Robert Löwe. Su voz es grave, pero más heavy que ninguna, y la modula a su antojo cuando le viene en gana sin fallar una nota. Su tétrica presencia es además un aliciente más en una banda que te atrapa con su ‘doom’ primigenio, sus clásicos, su todo. Al final, hubo tiempo para cuatro temas finales con los que CANDLEMASS despidieron su actuación, «Mirror, Mirror» primero, «Dark Reflections», y dos losas que nos enterraron a todos para siempre como «Crystal Ball» e «In Solitude», que fue el final soñado.
Siguiendo con nuestro peregrinaje extremo particular, decidimos sacrificar a la SWEDEN ROCK Symphony Orchestra para pasarnos por el 4Sound Stage, donde MERCILESS ya repartían cera a diestro y siniestro para más bien poca gente, eso sí. Su bolo no podía empezar mejor, igual que su trabajo más mítico y por el que se convirtieron años después en banda de culto por las huestes del ‘death metal’, para seguir con temas clásicos de su segundo y tercer trabajo respectivamente como «Branded By Sunlight» y «The Land I Used To Walk», para continuar después con el «Dying World» y «Souls Of The Dead». El grupo sonó bastante bien para tratarse de una banda de metal extremo en el SRF, y supo además centrar su set en sus trabajos de los 90’s, que era de lo que se trataba. Buen rato el que pasamos con ellos.
Después de un breve intermedio para nutrirse e hidratarse debidamente (pegaba de lo lindo cercanas las 17.30 de la tarde), retrocedíamos un buen puñado de años para reencontrarnos con unos RHAPSODY reunificados que celebraban su «Farewell 20th Anniversary Tour», con una formación bastante coja sin Alex Staropoli, y una expectación que fue creciendo conforme avanzaba su concierto, que transcurrió en un in crescendo más que evidente al menos en lo que a público. Resulta cuanto menos chocante volver a ver juntos en un escenario a Luca Turilli, a Fabio Lione o a Alex Holzwarth, pero lo cierto es que sea como fuere ha sucedido, y los fans más afortunados van a tener la ocasión de volver a presenciar en directo un concierto de la banda italiana de los de antes… o casi. Como ya estaba anunciado, RHAPSODY centraron su repertorio en «Symphony Of Enchanted Lands» , del que dieron buena cuenta desde el principio con la intro («Epicus Furor») y «Emerald Sword» inmediatamente después. «Wisdom Of The Kings» cayó inmediatamente, y «Knightrider Of Doom» fue el primer tema no perteneciente a aquel trabajo en caer. Me sorprendió mucho lo bien que ví a un Luca Turilli muy, pero que muy activo y juguetón todo el concierto, muy fino y en un estado de forma muy atlético. Desde las primeras filas, el sonido era muy alto, pero nítido, aunque era más que obvio que la cantidad de sampleados y grabaciones que llevan es gigante. En cuanto a Lione, durante el concierto se le vio bastante bien, incluso sobrado por momentos, pero tengo que decir que vista y escuchada la repetición del concierto a través del video que la propia organización ha colgado en YouTube, con sonido de mesa, el vocalista nos engañó bastante a todos con una cantidad de efectos fuera de lo normal. Se intuía, pero no tanto…
Por lo demás, me sobró un poco ese sólo de batería de Holzwarth, pero el suyo se hizo un concierto bastante corto gracias a himnos que conocían tanto chavalines, que había muchos en las filas más adelantadas, como más mayores, himnos muy coreados como «Wings Of Destiny», «Dawn Of Victory» justo antes de los bises, y ya en el añadido una verdadera fiesta con «Rain Of A Tousand Flames», «Lamento Eroico» (muy edulcorada), y «Holy Thunderforce» para cerrar.
El cambio de registro fue total cuando regresamos al 4Sound para comprobar de primera mano cómo funcionan CARCASS en esta nueva etapa con Ben Ash a la guitarra y sin Michael Amott, etapa que ya no es tan nueva, por cierto, que ya han pasado 4 añazos desde su último y celebrado «Surgical Steel», que se dice pronto. La banda mantiene el telón de fondo con la portada de su todavía último LP, y en general puede decirse que cumplieron sin dar tampoco la mejor de sus versiones. Personalmente, era la primera vez que veía a la formación británica sin el guitarrista pelirrojo, y si tengo que decir que noté bastante su ausencia y particular estilo en los temas de su catálogo más reciente. Fue un concierto sin demasiados alardes de lada, en general algo plano, directo y al meollo de la cuestión, con un Jeff Walker no demasiado comunicativo y un Bill Steer como siempre en un discreto segundo plano, haciendo lo que mejor sabe hacer y lleva toda la vida haciendo. Después, todavía tuvimos media hora para ver la segunda mitad de ARTCH en la carpa Rocklasikker, que teníamos algo olvidada, por cierto. Se trata de una buenísima banda de heavy metal noruega de primeros de los 80’s que se reformó en el año 2000, y que rara vez se les puede ver en directo, no habiendo grabado todavía ningún trabajo desde su vuelta, aunque eso parece próximo a cambiar, por lo que anunciaron. El grupo me encantó sobre las tablas, y musicalmente me recordó bastante a unos SAXON que tan sólo unos instantes después deslumbrarían unos metros más allá.
Llegó el momento más doloroso, la decisión más trascendental que la organización nos obligaba a tomar. VENOM o SAXON. Después de darle bien de vueltas, decidimos optar por la formación de Cronos, quizás por lo mismo que otras veces, por tratarse de una banda más complicada de ver en directo, y esta vez nos equivocamos de pleno.
El Sweden Stage lucía imponente para la ocasión, con el pentagrama de fondo y una más que generosa legión de incondicionales para cuando la banda comenzaba su show con «From The Very Depths», con bien de fuego y un sonido que dejaba bastante que desear en cuanto a contundencia y sobre todo en cuanto a protagonismo en la voz de Cronos. Seguían con «The Death Of Rock And Roll», para seguir con «Smoke», también de su último trabajo en estudio, así, sin vaselina. Que nadie me malinterprete, el de 2015 es un buen disco, sin más, pero era obvio que la gente se enfriaba. Era lógico. Para más inri, Cronos no parecía Cronos, sino una versión recatada, descafeinada de sí mismo, sin actitud, casi sin sangre. Las llamas que de vez en cuando surgían del escenario no paliaban el hecho de que VENOM no transmitían. «Long Haired Punks», también del «From The Very Depths», fue ya para mosquearse seriamente, y cuando pensábamos que nos iban a tocar el disco entero llegaron y «Hammerhead» y «Fallen Angels», de su anterior obra. No hace falta que diga que, actitud de la banda al margen, resulta de una torpeza extrema elaborar un set tan desequilibrado, sin un puñetero clásico en más de media o 40 minutos lo menos, que fue el tiempo que aguantamos allí. «Buried Alive» cayó por fin para alivio de muchos, y acto seguido hicieron un medley entre tres temas verdaderamente rebuscados como «Pandemonium», «Resurrection» y «The Evil One» de finales de los 90’s y principios de los 2000, que teminó con nuestra paciencia.
Sabiendo que en escenario contiguo, a SAXON les restaba medio concierto, la decisión estaba tomada, sabedores de que era ganadora. Para cuando nos plantábamos en el Rock Stage, la banda de Paul Quinn y Biff Byford tenía atestado de público el escenario, mientras sonaba «The Eagle Has Landed», con el águila descendiendo desde la parte alta, y el fuego brotando de las tablas en lo que fue una visión balsámica para mis ojos.
A partir de ese momento: «747» (canción inspirada en Escandinavia, por cierto, «Strong Arm Of The Law», «Heavy Metal Thunder», «Princess Of The Night», Wheels Of Steel», «Crusader» (que llevaban prometiendo todo el concierto, por lo visto), y «Denim & Leather». Poco más que añadir, una fiesta de heavy metal por todo lo alto, y por supuesto uno de los mejores conciertos que pudimos ver en toda la edición 2017. Por los siglos de los siglos, amén.
Aprovechando que estábamos en un festival eminentemente de hard rock, y en Suecia, decidimos presenciar la descarga de TREAT en el 4Sound Stage en vez del concierto entero de IN FLAMES en el escenario principal, y lo cierto es que esta vez no nos arrepentimos, hasta el punto en que su concierto se nos hizo realmente corto entre fogonazos (sí, ¡TREAT también!) y temazos, y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos cantando con el público sueco el «Skies Of Mongolia» que les despedía de un modo un tanto abrupto. Muy bien Robert Ernlund a las voces, y un set como digo corto pero intenso y que supo divertir a sus incondicionales, que había muchos, con temas como «Ghost Of Graceland», que abrió fuego (nunca mejor dicho), «Papertiger», «Roar», «Get You On The Run» o «Conspiracy» entre algún otro. Se nos fue volando, ciertamente…
Ya al final, pudimos comprobar desde la lejanía como IN FLAMES defraudaban un poco como cabezas de cartel nada menos que del sábado, en la medida en que, además jugando en casa, no ofrecieron nada más allá de lo que suelen ofrecer en un festival cualquiera o incluso en una sala (que cada vez hacen menos). Anders se excedió en demasía con sus discursos en sueco entre canción y canción, algunos de entre 2 y 3 minutos cronometrados, que a menudo interrumpían la dinámica del concierto, y fueron de los pocos del día que no utilizaron pirotecnia, al menos en la parte final que pudimos verles, desde «System», más concretamente. La iluminación tampoco resultó ni mucho menos impactante, y a nivel de sonido el grupo tampoco me terminó de matar, aunque como decía, sólo pude ver los últimos temas de un ‘headliner’ que se me hacía raro antes, y se me terminó haciendo raro después en un festival como el SWEDEN ROCK.
En cualquier caso, experiencia como siempre muy positiva la que vivimos en el mítico festival sueco, que año tras año nos enamora y nos invita a volver a sus verdes paisajes y su aroma a rock añejo, a heavy metal, y cada año a más cosas. Claro que volveremos.
Texto: Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_amo
Fotos: Sweden Rock
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Muy buen reportaje, está muy currado la verdad y se me ha hecho muy ameno leerlo. Me da un poco de pena lo de Gotthard, no es la primera crítica medio negativa que leo de ellos. Creo que Nic Maeder fue un reemplazo estupendo para Steve Lee, hace un gran trabajo dentro de la banda y tiene sus grandes momentos, pero está claro que desde que no está Steve Lee, se fue casi toda la esencia del grupo.
«Joey Vera muy metido asumiendo el papel de frontman…»: Joey Vera no tocó en este concierto.
Bueno, pero si hubiera tocado seguro que habría asumido el papel de frontman.
Cierto, en el SRF tocó Joe Di Biase, me fui a Joey Vera como idea feliz, la costumbre. Quede ahí la corrección, gracias por el apunte!
J. del Amo
«Ya al final, pudimos comprobar desde la lejanía como IN FLAMES defraudaban…»
Se te ve muy objetivo 😉
Sí, tan objetivo que mi correo electrónico personal desde hace 15 años es in_flames_gothenburg@… y son una de mis bandas preferidas desde siempre. Concierto soso para tratarse de un cabeza de cartel, es lo que hay…
J. del Amo