+ ROMANTHICA
Viernes 16 de Junio de 2017 – Sala Escenario – Santander
Algunos ya casi no nos acordábamos de HIM. Eso es así. Tendría que ser con una sonora gira de despedida, con la volviéramos a posar nuestra atención, sobre la melosa banda del amigo Ville Vallo. Uno de esos combos, con los que las féminas se dejaban el alma a finales del siglo pasado, mientras los haters afilaban cuchillos de desprecio.
Cuando pocos eran los que daban dos duros, por volver a tenerlos a tiro de piedra, resulta que los fineses se han marcado una señora gira, colgando el cartel de Sold Out en casi todas sus noches y volviendo a ponerse en boca de todo quisqui, veinte años después de pegar su gran pelotazo. En esto sin duda, ha tenido mucho que ver el anuncio de retirada que la banda lanzó, poco antes de echarse a la carretera. Un ardid, que ya hemos visto en multitud de ocasiones con otros grupos, y que casi siempre acaba desembocando en falacia.
Desconocemos si una vez que acabe la gira, HIM dejara de existir como entidad en activo, pero lo que si podemos constatar a día de hoy, es que sus mejores tiempos pasaron hace demasiado y no sería descabellado pensar, que el amigo Valo, pudiera ir dando carpetazo a la exitosa banda, que lleva liderando más de dos décadas.
Empezando por el principio, hay que dedicar unas líneas a los elegantes teloneros de la noche, los ROMANTHICA de Barcelona. La suya sería una actuación en perfecta sintonía con la que más tarde nos ofrecerían los fineses, con multitud de pasajes sedosos, que harían las delicias de una gran parte de los que allí se habían personado.
Interpretarían cortes como «Despierta», «Muriel» o «Mercurio» con una puesta en escena trabajada y convincente, un frontman de timbre notablemente similar al de Bumbury y unas melodías de querencia melancólica. Su mejor momento vendría cuando harían que todo el escenario Santander, se iluminase con los móviles de los presentes, de similar forma a como se hubiese hecho hace quince años antes, con sencillos mecheros de los de toda la vida.
Terminarían dejando un buen sabor de boca y esperamos poder volver a disfrutarlos, en condiciones más ventajosas, con mejores luces y sobre todo, con un sonido que permita distinguir adecuadamente, los numerosos detalles que encierran sus piezas. Seguro que volveremos a encontrarlos por el camino, muy pronto.
Llegaría el turno para los cabezas de cartel, quienes saldrían de manera pausada tomando posiciones, para arrancar su comparecencia con «Buried Alive By Love», un comienzo embarullado, en el que la voz de Ville Valo tendría que adivinarse más que escucharse. De similar forma llegaría hasta nosotros, «Heartache Every Moment» y «Your Sweet Six Six», sin apenas escuchar la voz del prota y con la incómoda sensación, de que aquello podía llegar a convertirse en una broma de mal gusto.
Afortunadamente la cosa iría progresivamente mejorando, a pesar de que el ritmo que iba marcando el amigo Valo, no llegase a ser en ningún momento de mínimo entusiasmo. Con las poses medidas, las sonrisas justas con las que encandilar a sus seguidoras y unos pasos sobre el escenario, bastante poco dinámicos, la actuación del alma de HIM, no sería en ningún caso, como para tirar cohetes. Nos esperábamos un poco más de empaque, para la tan cacareada última gira de su historia.
El bolo iría trascurriendo en cualquier caso, en medio de un setlist sin macula, dejando que todos los viejos éxitos de HIM atronasen sobre Santander, para disfrute infinito de las casi mil almas que andábamos allí congregadas. Los «Wings Of A Butterfly», «Gone With The Sin» o «Poison Girl», nos devolverían hasta un tiempo, en el que algunos aun andábamos rematando nuestra adolescencia. Buenos suspiros del siglo pasado, que nos sonarían tremendamente empalagosos hoy en día.
Recodaríamos una vez más, lo que significaban los llamados conciertos para ir con pareja, esos en los que uno puede achucharse al son de «Join Me In Death», ponerse tierno mientras «In Joy And Sorrow», pone la banda sonora o entrelaza manos en el aire, cuando suena «Funeral Of Hearts». Tristemente habríamos tenido la ocurrencia de dejar a la txurri en casa, con lo que el disfrute del bolo, se vería drásticamente reducido, y tendríamos tiempo en exceso, para anotar nimiedades como lo alto que sonaba el bajo, lo poco que alumbraban las luces del escenario o las dos veces en las que Ville, paro el show en seco por problemas con las primeras filas.
Terminaríamos aburriéndonos entre tanto almíbar y tan poca entrega, por parte de una banda que tan solo parecería apretar el acelerador, en los compases finales de su comparecencia, justo cuando «Pretending» hubo disfrutado el mejor sonido de la noche y «Soul On Fire», había mostrado la parte más rocosa del combo. Justo unos minutos antes, de que nos hubiesen invitado a marcharnos, con una sosa versión del «Rebel Yell» de Billy Idol. Terminaríamos decidiendo, que si esta finalmente acababa siendo la gira de despedida de HIM, no seriamos nosotros, los que fuéramos a reclamar el regreso en semejantes condiciones.
Texto y fotos: Unai Endemaño (facebook.com/unai.endemano)
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una crónica pésima…
pues si, la cronica bastante mala