Domingo 4 de Junio de 2017 – Estadio Vicente Calderón – Madrid
Llevaba bastantes meses -casi un año de hecho- con la entrada en la mano, esperando. Tras el preámbulo de leer las crónicas de esta semana en otras partes de La Península Ibérica, entre ellas la de Rafa Basa en Bilbao, ver vídeos e incluso escuchar las opiniones de quienes les vieron fuera, lo cierto es que en Madrid estábamos deseosos de que el domingo llegara y poder poner la cruz final en el calendario, señalando la llegada de GUNS N´ROSES a Madrid casi veinticuatro años después de su última actuación en la capital en su formato clásico con AXL, Slash y Duff McKagan, aunque posteriormente volverían a tocar, pero ya con el vocalista como único miembro fundador en varias ciudades de nuestro país y el Festival Costa de Fuego. Aquel fue un concierto, después de tantos años, mitificado y no precisamente por el buen recuerdo que se tiene de él, ¿qué nos encontraríamos en 2017?
Creo que podemos valorar el show de GUNS N´ROSES argumentando que se han cumplido las expectativas, a nivel general. Cierto es que el sonido no ha acompañado durante buena parte, siendo éste errático, bajo y mal ecualizado. En la recta final, ha mejorado considerablemente, pero durante la mayoría de canciones, desde luego que no ha estado a la altura. Sin embargo, la banda ha suplido perfectamente esta carencia.
Este domingo he visto a unos GUNS entregados, moviéndose y con ganas de tocar, dando lo mejor a su público. Sobre todo, por parte del frontman AXL Rose, quien ha tomado las riendas de la banda, llegando a dejar incluso al simpar Slash en un segundo plano. El guitarrista de la chistera se ha esforzado, ha tomado la primera posición del escenario en varias ocasiones y nos ha deleitado con unos solos de altura, moviéndose entre medias, ¡pero lo de AXL ha sido enorme! Corriendo de un lado a otro del escenario, contoneándose, bailando y cantando de una manera notable durante la mayoría de los temas. Duff por su parte ha aportado la actitud y la energía, tocando con ese sonido de bajo tan característico y haciendo coros y segundas voces constantemente. Por cierto, no quiero pasar por alto el detallazo de llevar en su bajo de color blanco el símbolo de Prince -D.E.P.- todo un gesto para los que como yo, somos fans del Genio de Minneapolis.
Me han encantado los teclistas Dizzy Reed y Melissa Reese, aportando la musicalidad y los detalles necesarios para el buen desempeño de los temas, además de unos coros fielmente ejecutados, que en más de una ocasión han servido para que AXL estuviera arropado. Por su parte, Frank Ferrer nos ha demostrado ser un magnífico batería, echándose a sus espaldas y baquetas todo el peso musical de la locomotora estadounidense. Richard Fortus ha tocado genialmente la guitarra, no sólo con las rítmicas, sino reclamando un merecido protagonismo tras militar en la banda durante tantos años. Pese a que los ahora recuperados miembros no hubieran compartido ese tiempo con él, Richard merece ese puesto y noche tras noche está dispuesto a demostrarlo, como hizo en Madrid.
Se iban llenando los huecos restantes tras dos horas desde que se abrieran las puertas (aunque quedó como una sexta parte de la pista sin estar cubierta) y a las 21:00 aparecería el logotipo por las pantallas, disparando sendas pistolas con la banda sonora de QUEEN de fondo. A las 21:18 se apagaron las luces, doce minutos antes de lo previsto (sí, anteriormente esta banda salía tardísimo a tocar y actualmente antes de la hora…) al son de la melodía con la que comienzan los dibujos animados de los Looney Tunes.
No tardarían en tomar el gran y espectacular escenario (con una iluminada escalinata circular que le daba la vuelta por detrás, la cual han utilizado bastante poco, en mi opinión) para salir, cual exhalación al ritmo de «It’s so Easy». Slash y AXL disputándose la primera línea y las miradas de los entregados fans, al igual que haría Richard Fortus para el siguiente «Mr. Brownstone», mientras el vocalista se contoneaba en el momento de encarar su estribillo. El de la chistera no tardaría en recuperar el centro para atacar el riff de «Chinese Democracy» mientras no paraba de saltar al son de los primeros fuegos artificiales de la noche.
Llegaría uno de los momentos más esperados, con Slash amagando el archiconocido dibujo de guitarra y AXL preguntándonos «you know where you are? you’re in the jungle baby, you’re gonna dieeeeeeeee!». ¡Y aquello se venía abajo! «Welcome to the Jungle» sonó brutal, perfectamente ejecutada, tocada y cantada, sin faltar detalles como aquel del vocalista realizando un cunilingus a una modelo invisible. «Double Talkin’ Jive» fue el momento de lucimiento para Slash, con su inagotable solo en tonalidad de flamenco, ¡una pasada!
«Better» supuso un pequeño parón para muchos, a tenor de lo que ví, aunque no les quedó nada mal, pese a que el vocalista pasó apuros para sacarla adelante, perdiendo su voz rasgada por otra más chillona y menos agradable.
Y llegó la ocasión mágica de la noche. Mi momento favorito, mientras la noche se cernía sobre nuestras cabezas. Un «Stranged» mágico, hermoso, inolvidable. Desde los maravillosos bending de Slash, a ese precioso solo emulando los cantos de delfín mientras el guitarra jugaba con los controles de volumen de su Gibson, a la parte central del piano donde Dizzy se lució y todos dimos palmas en respuesta… ¡Simplemente magistral!
Seguimos con la intensidad en su máximo apogeo gracias a «Live and Let Die» donde banda y público lo dimos todo. ¡Sonó alucinante! Aunque no tanto como «Rocket Queen» donde las guitarras hablaron, repartiendo los solos: el principal para Fortus y el más rítmico tocado con el talk box para Slash. Y por si pareciera poco, ahí teníamos «You Could be Mine» donde la locura se apoderaría del recinto madrileño mientras llamaradas saltaban desde las escalinatas del escenario en dirección al cielo de la capital.
Llegaría el momento para que el vocalista se tomara un pequeño receso, dejando a Duff al cargo de sacar adelante su mítico cover de los Misfists, «Attitude». «This I Love» nos traería la calma y un hermoso juego de luces con el color azul de las escaleras y el morado de los focos.
Se hace una pequeña pausa y de repente oímos el monólogo del capitán de los cuidadores en la cárcel de la película «Cool Hand Luke» protagonizada por Paul Newman y, como no podía ser de otra manera, suenan los acordes de «Civil War» junto a la melodía silvada. «
Black Hole Sun» de SOUNDGARDEN fue otro pequeño bache en el ritmo, aunque sirviera como homenaje al recientemente fallecido Chris Cornell -D.E.P.- Y a partir de aquí, el momento más arriesgado de la noche, interpretando «Coma», tema que cierra «Use Your Illusion I». Tema muy poco interpretado en directo pero que siempre supone un soplo de aire fresco para quienes gustamos de oír canciones menos habituales en los conciertos. Fue además el que mejor juego escénico lució, mostrando constantes vitales en verde sobre fondo negro -¿pequeño homenaje a TYPE O NEGATIVE?- con todas las luces monocromáticas presidiendo la larga canción y una parte lenta central que me recordó bastante a PINK FLOYD. ¡A mí, me encantó!
Tras este momento, AXL presentaría a toda la banda a excepción de Slash, cuyo nombre no pronunció porque nuestro clamor fue más que suficiente para dar pie a que el guitarrista hiciera su solo, tomara su pedal de wah-wah y nos deleitara con su variación de la pieza principal de la película «El Padrino». Tras ello, atacaría el que probablemente ya se el lick más famoso con el que inicia una canción dentro del hard rock americano: «Sweet Child O’ Mine». La locura se apoderaría de nosotros mientras el sonido, de repente, comenzaba a mejorar considerablemente y las luces de las torres centrales se mostraban en plenitud.Tras tan hermoso tema, nos dieron todo un puñetazo en la cara con la aguerrida «Out Ta Get Me», donde Fortus daba guitarrazos sacando furia de ello.
«November Rain» fue la hora de sacar nuestros smartphone para iluminar el estadio. El «momento Elton John» por excelencia, con AXL ocupando la parte principal del escenario sentado sobre su piano mientras magia y emoción impregnaban el ambiente. Los pétalos que caían por las tres pantallas daban efecto tridimensional, como si fueran hacia nosotros, desatando la intensidad en la parte final con Slash apoyando su Gibson junto al piano al son de sus compañeros cantando «don’t you think that you need somebody, don’t you think that you need someone…». ¡Precioso! Y por si fuera poco, ahí teníamos su gran versión del maestro Dylan, «Knockin’ on Heaven’s Door» precedida de unos pocos acordes del «Only Women Bleed» de Alice Cooper, haciéndonos cantar a todos en su alargada recta final.
Con el vocalista luciendo una preciosa cazadora de cuero con flecos, estilo años ochenta, atacarían la portentosa «Nightrain» dejándonos la miel en los labios antes de retirarse para la vuelta de los bises.
«Don’t Cry» sonó hermosa, delicada, cristalina. Hubo momento para una nueva versión, en este caso el «The Seeker» de THE WHO, antes de encarar su balada «Patience», cantada por todo el estadio.
Llegaría el inevitable final con la fiestera «Paradise City» donde la banda mostraría todas sus cartas, con su cantante corriendo de un lado a otro del largo escenario a la vez que se disparaban confeti y fuegos artificiales.
Finalmente, salimos felices tras más de dos horas y cuarenta minutos de concierto. No fue la actuación perfecta ni soñada, pero sí una buena muestra de lo que GUNS N´ROSES pueden dar sobre un escenario a día de hoy, mostrándonos la mejor de sus caras, aquella que siempre nos encanta ver.
Disfruté de un repertorio variado, arriesgado en ocasiones pero idóneo para todo aquel que sea fan de la banda en todas sus etapas.
Una pena el lastre que supuso el deficiente sonido durante buena parte de su actuación…
Y por si fuera poco, los madrieños -tanto los que son hinchas del Atlético de Madrid como los que no lo somos- tuvimos la oportunidad de despedirnos de un estadio mítico donde hemos vivido algunos conciertos memorables dentro de la historia de la música en directo española. Gracias por todo, Vicente Calderón. ¡Te echaremos de menos!
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo (www.musifota.com)
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Después de ver este concierto pensé en que posiblemente para mi éste pueda ser el último, si me los encuentro en un festival o similar pues sí pero irles a ver expresamente otra vez pues como que no, fue un buen concierto Fortus y Slash lo hicieron de maravilla pero en el caso de Axl ya no me parecío igual, hay temas que los canta otros que más o menos y los demás como un gato pisao…. no me quiero ni imaginar como puede ser eso además con problemas de sonido( delante sonaba bien) yo ya les he visto suficientes veces como para poner un punto y final.
Lo del logo de Prince pues todo un detalle de agradecer la verdad.
Yo la verdad que me lo pase muy bien. A diferencia del compañero anterior, a mi AXL me sorprendio muy gratamente tanto en actitud como en voz. La unica pega que le pongo a un concierto de 2 horas y media largas, es que casi 4 horas fueron solos de Slash.. me parece maravilloso como guitarrista, pero hubo ratos soporiferos con tanto solo y relleno. Es un grupo de 4 discos, y completar 25 canciones se les hace complicado ( al menos 5 versiones, McCartney, Who, Bob Dylan, Soundgarden y Misfits ), pero por otra parte, claro, pago mas de 100 euros y me dan hora y media y me cabreo… que dualidad-problematica tengo.. Otra cosa, los teloneros monotonos y aburridos, de Mark Lanegan esperaba algo mas, la verdad.
Pues a mi es que me la suda bastante lo que digan los Youtubers.Fue un concierto increíble y Axl esta a un nivel buenísimo.Donde yo estuve sono perfecto y amiguetes que estuvieron en la Golden dicen que también.Estranged es una delicia para los oídos y Patience en directo es increíble.
Coincido plenamente con ambos .Concierto correcto con Slash cargando con la magia que esta banda tuvo en tiempo.Un Duff que le echo actitud el resto caricatura del pasado. 25 canciones 7 covers muchos de ellos medios tiempos y/ o instrumentales. De 2 horas y media mucho rato la multitud parada. AXL horrible al principio con un sonido donde la voz de Duff sonaba mas en los coros.Se comprende que el tiempo transcurre para todos y la voz no es la misma pero un profesional se mantiene en forma ya que para cantar hace falta mantenerse en forma. Es lamentable que un grupo de cache top tenga que tirar de covers para que su cantante se pueda oxigenar. Pero lo peor de todo fue la sensacion fria de Axl ni un buenas noches Madrid ni jna sola interaccion con el publico frio muy frio corto el rollo de una tan deseada reunion. La relacion entre Slash y Axl se ve buen mas bien no se ve ni Slash subio encima del piano en el solo final de november rain… momento deseado/esperado por muchos.En fin concierto para nostalgia y para cubrir el expediente. Mucho mejor el concierto en Barcelona del año pasado de Slash con Myles Kennedy que este, y es que en 2017 nos pese a muchos la sombra de la fama de Guns es alargada como el recuerdo de nuestra juventud.
yo no se si os puede el fanatismo, la nostalgia o es que vimos conciertos diferentes, lllevo mas de 15 años viendo conciertos en salas para 50 personas como pabellones y estadios, y lo del domingo fue de traca, no digo que tocasen mal, al contrario tocaron de puta madre, pero me niego a no criticar el sonido, el sonido fue una basura durante 2 horas de 3, que esta gente lleve ingenieros de sonido y hagan pruebas y suene la bateria que se coma parte de los teclados, el bajo y a veces una guitarra es de traca, e intentar durante el concierto arreglarlo … pues no,que no son las fiestas de un pueblo joder, esas pruebas se hacen antes,ya me lo avisaron los que fueron a bilbao y me pense que seria la acustica pero no, yo he ido a otros conciertos al calderon y no ha sonado tan mal, y me da igual que sean los guns and roses o los gansos rosas, esto hay que decirlo y me parece una verguenza
El sonido fue durante tres cuartas partes del concierto horrible y sólo al final pasó a ser regular que no bueno. El setlist para mi dejó bastante que desear, deberían tocar el Appetite entero y hacer la parte acustica del Lies para que coja aire Axl y dejarse de tantas versiones. No sé a que viene que toquen el Wish You Were Here de Pink Floyd, es una canción que me encata pero no tocada por Guns’n’Roses, tampoco entiendo lo de la parte final de Layla y el Padrino por lo mismo, no es lo que uno quiere oir cuando acude a un concierto suyo. La versión de Live and Let Die palideció comparada con la de Paul McCartney tocada en el mismo estadio el año pasado con mucho mejor sonido. Knocking on Heaven Doors sonó desganada, y la de Seeker de los Who fue la mejor pero lamentablemente la respuesta del público fue nula porque simplemente no la conocían.
En cuanto Mark Lanegan sufrió el mismo mal sonido pero el no tener montaje de luces ni pantallas y su nula interacción con la gente provocó que el publico pasara completamente de él, no se le aplaudía entre canciones ni se le hizo el menor caso. Una pena, su concierto del año pasado en el teatro Lara fue uno de los mejores del año, un sitio más adecuado para él con un sonido perfecto y con su público, realmente no sé que pintaba aquí. Esperemos que vuelva él solo a presentar su nuevo disco en condiciones. Curiosamente el publico aplaudió más a los otros teloneros, Tyler Bryant, y su ‘solo’ de bombo, cual Manolo el del bombo, por parte del batería, de traca, sólo porque buscaban la interacción fácil con el público. Ojo, no digo que estuvieran mal pero hay una diferencia abismal con Mark Lanegan.
Definitivamente mucha gente responde a las canciones que conoce aunque suenen como una mierda, decepcionante.