HAVOK – Conformicide
Discográfica: Century Media
Pocas bandas, aun con una trayectoria más amplia que HAVOK, han conseguido un reconocimiento tan unánime a nivel internacional, por lo que este cuarto álbum, se antoja un paso muy importante, digno de ser cuidadosamente medido y tenido en cuenta antes de ser dado. Puede ser el decisivo para su carrera de ahora en adelante.
Cierto es que los norteamericanos podrían haber tomado un camino más conservador, siguiendo la estela de sus dos primeras y aclamadas obras, con ese thrash tan puro y clásico como a la vez refrescante, de ese que hace mover nuestras cabezas como todo lo deudor de la gloriosa Bay Area. Sin embargo, la apuesta ha sido arriesgada, evolucionando y sacando lo mejor de cada uno de sus actuales miembros. Ahí tenemos el encomiable trabajo del bajista Nick Schendzielo al que se le ha dado rienda suelta para ejecutar sus fraseos de la escuela funk del que un buen exponente de ello era Robert Trujillo en Suicidal Tendences y, sobre todo Infectious Grooves (parece que Metallica nunca estuvieron interesados en explorar esa faceta tan interesante del músico). Nick está muy presente en la mezcla final y escucharle tocar es una delicia, al igual que a su compañero en la base rítmica Pete Webber, toda una apisonadora a la batería con unos cambios de ritmo brutales.
En cuanto a las mordientes guitarras, David Sánchez sigue siendo el maestro de ceremonias con esos riffs tan definidos en cuanto a estilo y forma, aunque dándoles ahora una vuelta de tuerca en su estructura e introducciones, algunas de ellas de lo más sorpresivas. Por su parte, Reece Scruggs está fantástico dando forma a cada uno de los múltiples solos de la obra, de los cuales él es creador y ejecutor en su gran mayoría.
El paso dado en «Conformicide» denota una evolución coherente, hacia una vertiente más técnica a la vez que enrevesada, pero sin perder un ápice de la potencia desglosada antaño. De hecho, han jugado con una composición más conservadora en aproximadamente el cincuenta por ciento de los temas (generalmente colocados en la segunda mitad del disco), como queriendo probar las reacciones de los fans de cara a dilucidar qué camino tomar en un futuro cercano.
Ahí tenemos esa manera de sorprendernos para abrir el disco con un gran tema como es «F.P.C.» el cual, tras la introducción de guitarras acústicas, rompe con un juego de batería y bajo tnetamente funk sobre el que David crea sus líneas vocales, para más tarde soltarse la melena con el más furioso y veloz thrash. Una vez más he de alabar el trabajo de la formidable base rítmica con esa alucinante introducción a «Hang ‘Em High», que termina rompiendo en una amalgama de furiosos riffs de vieja escuela, gritando con rabia las tres palabras del título, dirigidas a los políticos corruptos. Todo un tema para el directo, pudiendo dar fe aquí de que funciona a las mil maravillas a tenor de lo visto en su actuación de hace varios días en Madrid. Y no me olvido de esa pasada de nombre «Ingsoc», con otra grandísima introducción de ritmos entrecortados que una vez más desemboca en otro pedazo de tema como la copa de un pino, predominando aquí el medio tiempo pero con un muy buen juego de ritmos, solos y fillers. Toda una declaración de intenciones sobre lo que la sociedad actual se parece a la expuesta por George Orwell en «1.984»; de hecho «Ingsoc» son las siglas de la ideología política seguida en dicha novela. «Masterplan», tras una introducción melódica donde ambas guitarras se fusionan armonizadas a terceras con redoble de caja incluido (muy a lo MEGADETH), es en su posterior desarrollo otra pieza cargada de rabia donde la púa viaja endiablada de arriba abajo a través de los tonos y cuerdas más graves de bajo y guitarras.
¿Qué somos más del gusto clásico y conservador? No pasa absolutamente nada, pues ahí tenemos una buena muestra de temas más en esa onda: «Intention to Deceive» (con apertura de noticiario incluida, denunciando las manipulaciones de los mass media) que bien podríamos incluir en la «escuela ANTHRAX» de los viejos tiempos; «Claiming Certainty» que viene a ser como si cogiéramos un manual de cómo hacer un tema thrash clásico y lo aplicáramos renglón a renglón; «Wake Up» como ejemplo de hacer que el estilo no está reñido con componer temas pegadizos, que enganchen a la primera y altamente reconocibles; o esa tripla final conformada por «Circling the Drain», «String Break» y «Slaughtered» donde no se arriesga, pero dejan testimonio de que la idiosincrasia de la banda sigue siendo la misma y éste quizás sea el momento más celebrado por los que prefieran sus primeros dos obras, sólo que últimamente les está apeteciendo probar otras maneras de hacer las cosas. ¡Y no las están haciendo nada mal, a mi juicio!
En definitiva, nos encontramos ante un cuarto disco que, personalmente supone todo un paso adelante, con cierto riesgo pero dejando una parcela para aquellos que no sean partidarios de la evolución o la manera en la que HAVOK la están entendiendo. Me ha gustado mucho y, sobre todo, el trabajo de la base rítmica supone todo un aire fresco para el combo estadounidense. Ellos ya lo dejan claro con el título de su disco: prefieren hacer cosas nuevas antes que caer en el «conformicidio».
J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Lista de Temas:
- F.P.C.
- Hang ‘Em High
- Dogmaniacal
- Intention to Deceive
- Ingsoc
- Masterplan
- Peace Is In Pieces
- Claiming Certainty
- Wake Up
- Circling the Drain
okkkkk. coincido que la base rítmica es genial en este álbum, me encanta lo bien lograda la ejecución de la batería. y bueno… algo progresivo el álbum o evolución de la banda? es algo que todo músico nos dice cuando no quiere repetirse, pero han dado en el clavo. a muchos les gustara, otros serán mas conservadores….. pero es un buen álbum.