+ 3TRI STATE CORNER + CONTRABANDA
Viernes 31 de Marzo de 2016 – Sala La Riviera – Madrid
El pasado viernes asistimos a una de esas citas que, a pesar de ser periódicas, no dejan de resultar tan esperadas como deseadas. SÔBER volvían a la ciudad que les vio nacer hace veintitrés años registrando un nuevo sold out -y van varios consecutivos- en la capital del reino, su casa.
«Vulcano» ha continuado con la estela de calidad y evolución característica en cada uno de sus trabajos, siendo del agrado de sus incondicionales fans.
Con una banda en estado de gracia, uno de los mejores directos del rock/metal nacional y un innegable carisma, el cuarteto se dio todo un baño de multitudes, desplegando un nuevo repertorio remodelado, donde no sólo tenían cabida los temas de reciente cuño, sino otros que hacía tiempo no teníamos la posibilidad de escuchar en concierto. La Riviera a cambio, se lo agradeció entregándose con cada uno de ellos.
El combo mostoleño CONTRABANDA serían los encargados de abrir fuego en la primaveral tarde madrileña a orillas del Manzanares. Practican un rock con matices pop y algún que otro ramalazo stoner.
Presentaron el que hasta la fecha es su tercer larga duración, «Retrophonic», del que destaca el single «Maldición». Dejaron una buena sensación tanto en propios como extraños, siendo un perfecto preámbulo para que los primeros en acercarse a la sala comenzaran a calentar para lo que vendría a continuación.
La propuesta se endureció gracias a 3TRI STATE CORNER y en su enriquecimiento del rock gracias al uso del bouzouki eléctrico, el cual le daba un toque folk a todo su repertorio.
La banda nos dejó sensacionales sensaciones, pese a que el volumen al que tocaban era demasiado alto y molesto en ocasiones.
Temas como «Faster», «Nothing at All» (donde el vocalista Lucky alternaría sus labores con las de percusionista durante el solo), Sooner or Later» o «Sleepless» nos dejarían muy buen sabor de boca, con esa refrescante mezcla de rock duro, música griega y toques arabescos.
La tranquila balada acústica «Kapia Stigmi» sonó preciosa, poniendo el colofón con «My World», dejándonos con ganas de más para una futura y esperemos que pronta ocasión.
SÔBER han conseguido varios logros en su historia, aunque por encima de todos ellos, está el de haber conseguido encandilar no sólo a los fans del metal, sino a un público más casual que, de vez en cuando, no tiene reparos en sacarla ropa de cuero del armario para disfrutar de una buena noche de rock. Y no es que su música sea netamente mainstream, sino que su personalidad, forma de hacer canciones, magnetismo y sobre todo perseverancia, son atractivos para ya varias generaciones de seguidores de la banda madrileña.
Jorge de Rock F.M. sería el encargado de presentar la velada, anunciando, tras contar una anécdota personal de cómo conoció a los miembros de la banda, que esa noche el cuarteto tendría todo un detalle con su público madrileño: veríamos el videoclip de «Estrella Polar» en exclusiva, el cual fue proyectado en sendas pantallas laterales. Precioso, por cierto.
Tras la intro de rigor -«Back in Black» de AC/DC- saltarían a escena las cuatro figuras de riguroso negro para atacar con el tema que da título a su más reciente obra, «Vulcano». El sonido, ya de primeras, rozaría la perfección.
Poco tardaría Carlos Escobedo en arengarnos con el primero de sus «vamos arriba» (y los muchos que vendrían detrás). «Irreal» sería súper animada, aunque «Loco» extinguiría el rubor de los pocos que aún se mostraban quietos.
«Sombras», «Fantasma» y «Papel Mojado» continuarían con la fiesta y las buenas sensaciones. ¡El público se lo estaba pasando sensacionalmente! «Oxígeno», del remozado repertorio sonó increíble, aunque no tanto como el que ya es un nuevo clásico de la banda, el simpar «Blancanieve», tema insignia de aquella obra maestra denominada «Letargo» -personalmente. el disco más brillante de su carrera- donde en la zona en la que yo me encontraba (lado derecho del escenario) la gente no paraba de botar con el cambio de ritmo tras el segundo estribillo.
Un sentido «arriba esos cuernos» serviría de preámbulo para «Umbilical», emocionándonos a posteriori gracias a «El Hombre de Hielo» -¡qué gran tema!- donde Antonio Bernardini alargaría su solo al final.
Pequeño mutis para tomar respiro y vuelta rápida con «Arena», «Lejos» y un «Cientos de Preguntas» que sonaría de fábula.
«Arrepentido» volvería a poner aquello patas arriba antes de retirarse para iniciar los bises.
Llegaría el momento más emotivo de la noche, en el que Carlos cogería el micrófono para cantar un precioso «Estrella Polar» en compañía por piano y un trio de cuerda. En esa misma línea intimista, seguirían con «Náufrago», añadiendo un peldaño más de intensidad sonora gracias a «Tic Tac».
Iba llegando el momento de despedirse, pero no antes de «decir sí a ser libre, como el aire que respiro» y es que «Diez Años» nunca pueda faltar en un concierto de SÔBER, con ese riff que debería estar enmarcado entre uno de los mejores del rock español. El tema lo alargan, hacen solos, Carlos presenta a sus compañeros y finalmente Manu Reyes se queda emulando la introducción de «Painkiller» de JUDAS PRIEST, la del «Addicted to Chaos» de MEGADETH (¡gracias por ese homenaje al gran Menza!), incluso al gran Randy Castillo dando la vuelta alrededor de todo su instrumento o acercándose al pie de micrófono para chequear cómo suena golpeándolo con las baquetas.
Tan emotivo momento sólo podría superarse con «Héroes», donde multitud de amigos y seguidores subieron al escenario para cantar ese estribillo que ya es todo un himno a aquellos que han aupado a la banda hasta donde están, terminando por todo lo alto y, una vez más, dejándonos la sensación de haber presenciado la actuación de una de las mejores bandas españolas de la actualidad.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Manu Arcas
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