Sábado 11 de Febrero de 2017 – Fábrica de Tornillos – Miranda de Ebro – Burgos
Tenía muchas ganas de ver a las tres bandas, y más tras las últimas veces que he coincidido con ellas en directo en distintas ciudades; quería comprobar si el estado de forma de las tres formaciones era tan estupendo como anteriormente. Tras disfrutar de la primera actuación del festival inventado por Jorge Berceo, -cantante de ZENOBIA-, puedo afirmar que la intensidad, calidad y puesta en escena de los tres grupos ha crecido. Su estado es impresionante, con algunos matices, pero muy bueno. Como siempre digo, me da rabia comentar una vez más las geniales bandas y músicos que hay en nuestro país, ignorados por muchos, «por decreto», por el mero hecho de ser de la Piel de Toro.
La gira de cuatro fechas arrancó en Miranda, en una sala que a mi personalmente siempre me ha encantado: La Fábrica de Tornillos, con una capacidad importante, enorme escenario, un equipo de sonido y luces de lujo, sin columnas… Y además situada geográficamente muy bien, ya que en un radio de tan solo 80 km se encuentran las ciudades de Bilbao, Burgos, Logroño y Vitoria; y a 130 km las de Pamplona y San Sebastián.
El caso es que poco más de doscientas personas disfrutamos de un mini festival de mucho nivel, donde los grupos y el público asistente lo dieron todo.
Menos mal que la gira seguirá en Madrid, Bilbao y Barcelona; por ende, muchos tendréis la oportunidad de asistir a las citas y pasarlo «a tope».
El fuego lo abrieron GUADAÑA, presentando su nuevo álbum «Karma» del que tocaron bastantes temas.
Su rodaje, calidad, buen hacer y veteranía quedaron demostrados, con un montaje escénico muy aparente y bien colcado, con paneles relacionados con «Karma» repartidos por el escenario, y una entrega y categoría de sus integrantes elevada.
Glory y Salva fueron los protagonistas de una gran actuación, que a mi se me hizo corta, incluso. Pero no estuvieron solos, ni mucho menos, porque GUADAÑA posee un batería sensacional, que volvió a demostrar con creces su calidad y destreza, como es Pablo Casas, junto a ellos, el bajista Nael Martín no paró de vivirlo y tocar muy bien y Juanma Patrón, el nuevo guitarrista, puso toda la leña en en horno y escenicamente dotó a GUADAÑA de más movilidad y actitud. Lo cierto es que con él, el grupo ganó en directo, en movimientos y entrega, aunque yo eché en falta, -por su enorme calidad-, a Jacob, quien tuvo que abandonar el grupo hace meses por motivos particulares, aunque siendo justo diré que no tenía tanta sangre en vivo como demuestra Juanma, y eso es algo muy importante, y se notó. Jacob es más técnico, y Juanmas más heavy. Cada cual posee su estilo, pero lo claro es que Patrón cumplió con creces y lo hizo de maravilla. Con él, GUADAÑA tienen a un buen guitarrista, e ideal para los directos.
La banda cuidó al detalle la puesta en escena, con Glory y Salva apareciendo en el centro del escenario estrategicamente y turnándose en protagonismo y cantando, cada cual en su estilo.
Gozaron de un gran sonido, culpa de la banda y de su gran técnico, quien hizo y siempre hace un gran trabajo. Empezaron con «Aún sigo en pie» de su nuevo trabajo. Sonó rotundo y poderoso. En él GUADAÑA nos enseñaron su camino musical, con Glory cantando con voz firme, potente y fina, junto a su compañero Salva con pose un voz agresiva, ruda y enfadada. El bajo sonó muy profundo , cuajando perfectamente con la guitarra y la firme batería de Pablo.
El siguiente «Ser uno mismo» puso el aplomo, con Pablo desafiante y una labor de la banda estupenda. Tras este, tocaron «Nemesis», otro tema de su nuevo álbum, justificó por qué GUADAÑA son una banda que toca todos los estilos y que no quiere encasillarse. Fue una amalgama rica en armonías y poder.
Los tres siguientes se congratularon más aún con el público: «Innombrable», «Yo soy La Ley», brutal y con Salva como protagonista, y el himno «Heavy Metal», -matador-, donde Glory consiguió que el respetable se divirtiera cantando al son del grupo.
«Nuestra Revolución» puso el punto más jovial y festivo de su actuación. De hecho es una canción compuesta para ello. El primer single de «Karma» levantó aún más los ánimos a los fans, que terminaron participando a la par de su estribillo muy comercial y la banda dándolo todo.
El contra punto lo puso «Cómo Hermanos» con su estilo particular, y una fuerza total. Me encantó este tema. Y seguidamente cerraron con la canción que da título a su nueva entrega, «Karma», su «AVANTASIA particular». Sonó muy bien, rica en armonías y cambios, aunque un problema técnico hizo que se afeará su recta final.
Como bis tocaron «Deryaz III, El Regreso», con clase, mordiente y garra.
Un gran concierto de GUADAÑA, sin duda.
Tras los cambios y una cerveza entre banda y banda, tocó el turno para REGRESION, una banda que desde que tuve la suerte de ver en directo, supe de su mérito y enjundia. Ellos son la punta del iceberg de una larga lista de grupos nacionales de los que deberían estar en primerísima línea, en todos los carteles de festivales y haciendo largas giras con una solvente asistencia, pero como pasa con sus compañeros GUADAÑA, -que tienen también demostrada categoría-, y ZENOBIA, -quienes estando en primer división merecerían mucho más reconocimiento y status-, los catalanes REGRESION deben trabajar diez veces más que cualquier banda foránea para demostrar lo mucho que valen.
La banda formada por Pedro, a la voz, Toni y Pablo a las guitarras, David al bajo y Jose a la batería, ofrecieron un conciertazo, -otro más-, en Miranda.
Dieron un repaso a sus mejores temas e evidenciaron estar en un estado de forma excelente, impregnándonos a todos con sus rítmos y temas pegadizos, divertidos, poderosos e ideales para pasarlo bien.
Están desde hace semanas muy centrados en la grabación del que será su próximo disco, que aparecerá en abril bajo el titulo de «Terra Ignis», pero eso no fue óbice para que nos dieran estopa y caña a morir, demostrando que hay REGRESION para muchos años.
El inefable «Prisioneros», que dio título a su último disco publicado en marzo de 2015, fue su cañonazo de salida. El sonido no era todo lo genial que luego fue, pero el grupo se defendió perfectamente, y demostró desde que puso su pie en escena que lo pasaríamos muy bien, como fue.
Sobradamente avalados por el gran trabajo vocal de Pedro Guijarro, el grupo tocó uno de sus mejores himnos muy pronto: «5 de noviembre», una canción que particularmente me encanta, con una rabia total y un estribillo extraordinario y su guiño al cómic de Alan Moore «V de Vendetta».
La entrega demostraba tema a tema que viven su mejor momento, repasando sus registros más melódicos, y a la vez imprimiendo una enorme dosis de rabia y mala leche, mezclada con ritmos llevaderos, divertidos y coreables.
Los estupendos «Mil Sirenas», «Un día como hoy» y «Sin final» fueron los siguientes en sonar.
Me encantó como Toni encaró la actuación, realizando unos excelentes solos y unos coros, -con su micrófono de diadema-, que ayudaron mucho para que los estribillos sonaran más rotundos. El trabajo de sus compañeros también fue de mucho nivel al respecto.
«Cautivo» fue otro de los mejores de la velada, con su gran solo de guitarra, su estribillo demoledor y la potencia que le metió el grupo en bloque para que sonara expléndidamente.
Tras el coreado y eficiente «Llevame Contigo», llegó otro de los temas mejores de la noche, y de la banda: el pelotazo «Sigo Vivo», que fue brutal, y «No nos van a parar», que sonó «imparable». En esto dos, Pedro sufrió un poco en las subidas y tonos más altos, pero fue algo anecdotico tan solo, entre otras cosas porque es un vocalista de gran voz y una destreza de enormes posibilidades.
La versión de «En Blanco y Negro» movió al público y les hizo cantar cuando el final llegaba… Y «Estrellas del Rock fue el tema definitivo para una actuación estupenda.
No hay quien pare a estos REGRESION!!! Ardo en deseos de escuchar ya su nuevo álbum.
Y el plato fuerte de la noche estaba por llegar. Se echó el telón para preparar el montaje, y tras el intermedio de rigor, se corrieron las cortinas, y ZENOBIA ya estaba allí dispuestos a batallar, con un montaje escénico «muy guapo» a la vista, con escaleras, plataformas, paneles…
Sin duda la banda de Jorge Berceo es de las que se preocupa por innovar, por no quedarse parada, por dar siempre lo mejor en directo, por ofrecer el más acertado espectáculo, y eso es algo que hicieron en Miranda. ¡¡Grandes ZENOBIA!!
Sonaron muy bien, aunque en mi opinión la voz de Jorge estaba un poco alta en comparación con el resto de instrumentos. Fueron arrasadores desde el inicio, desafiantes, matadores, y es que, -como ya llevo diciendo desde hace tiempo-, el grupo vive un momento espectacular, y desde que Jorge dejó la guitarra para erigirse como frontman, la banda ha subido estratosfericamente de escalafón. Jorge es hoy por hoy un inteligente, experimentado y listo vocalista, que sabe muy bien como atraer las miradas y la atención de todos, escenificar con manos, movimientos y poses cada fragmento y canción, además de cantar muy bien. Ha aprendido «latín», como se decía hace años.
El bajista Salva H, Javi a la batería, el nuevo teclista Ernesto Arranz y por supuesto «el pirata de los piratas», Víctor de Andrés a la guitarra, implantaron «La Ley» junto a Jorge Berceo en La Fábrica de Tornillos, con un show muy completo, trabajado y unos temas que gustaron a todos.
La maquinaria de ZENOBIA arrancó con «100 Dardos», el tema que abre su nuevo «Alma de Fuego II». Cada uno de los 100 fueron certeros, dieron en la diana!!! La puesta en escena del grupo pareció perfecta, acorde con el montaje, movimientos y decorado escénico. Jorge como «patrón y gran jefe» se apoderó del escenario junto a sus compinches y los temas fueron cayendo como losas sonoras uno tras otro…
«La última vez», con su estribillo admirable y el ya mítico «Ícaro», de su «Alma de Fuego 1» fueron una delicia y a todos gustaron a raudales.
Víctor, con su mascota de Aladín sentada en la escalera al fondo, a modo de nuevo amuleto, no paraba de gozar, de posar, de darle su estilo personal y pirata a cada movimiento, acorde, solo. Es un tío único e incomparable y asi lo volvió a demostrar esta noche, soleando con clase y su técnica particular y compartiendo protagonismo con Berceo, aunque sinceramente, el resto del grupo también lo tiene. Hoy por hoy, ZENOBIA es una formación, un equipo muy sólido, y eso se notó.
«Entre Tinieblas» y «El Pacto», de «Alma de Fuego II» sonaron atronadores, con la banda sin parar de dar una gran talla, musical y escenicamente. Jorge no paró de punta a punta de la escena, subía las escaleras, se iba a la plataforma trasera, provocaba a Salva y Víctor…
Llegó «Corazón de Hielo», donde Jorge mostró sin duda sus dotes como cantante, perfecto y sobrado de voz. El tema enganchó especialmente a todos y demostró que su último redondo posee grandes canciones como esta.
El emocionante «Mi destino», precedido de la intro «Las arenas de Palmira», sonó majestuoso. Jorge lo bordó!
A continuación, llegó un momento cumbre para muchos y para mi. ZENOBIA son una banda «de caña», hacen heavy metal y power como pocos, pero también son capaces de labrar, componer e interpretar canciones con porte, elegancia, belleza; son especialistas en realizar grandes baladas. Por ello, en esta tour, y esta noche, hicieron un set especial, con sus mejores canciones en este sentido.
El teclista Ernesto Arranz, al piano, y Jorge nos deleitaron, ¡y de qué manera! con «Valiente», «No lloraré por tí», «Vuelve» y la imcomparable y para mi de momento no superada «Ante tus ojos», la que en opinión de muchos y en la mía, es una de las mejores baladas de heavy de la historia de nuestro rock nacional, por belleza, emoción…por todo! El momento íntimo que se creó fue plácido, maravilloso, especialmente con la última pieza, con Jorge poniento el alma y el corazón en cada estrofa y estribillo. ¡¡Imperial momento!!
Pero la calma terminó en pro de la violencia sonora… Llegó «Océanos de Fuego», la instrumental donde especialmente Víctor se lució espléndidamente y dio paso a «Brindemos por una canción» de alto octanage melódico y con Txupitos de Licor de Crema de Orujo incluidos (de marca ZENOBIA). Y es que la banda, en su puesto de merchandising tienen «de todo». Además de camisetas de pingües modelos, cd´s, etc, venden cerveza, licores…De todo. Además, por lo que supe, en Miranda batieron el record de venta en cuanto a recaudación se refiere. ¡¡Enhorabuena!!
La tralla llegó con un mortal «Ángel Negro» y sobre todo con un grandioso «Borraré tu nombre». Los ZENOBIA en estado puro, espectaculares siguieron dando «cera» con otro no menos certero «Mi alma es tempestad», otro de mis favoritos himnos.
Con la banda bestial y el público encantado, tocaron «Una de Piratas» antes el júbilo general, dando una pincelada sonora distinta y más distendida.
No se marcharon sin tocar una brutal «La Tormenta». Fue un mazazo de tema. Y cuando ya la madrugaba apuntaba, todos cantamos el mega himno «Lo llevo en la Sangre» como si no hubiera un mañana. Sin duda es la canción que ha puesto en candelero a ZENOBIA, un himno «de los grandes» que esperemos perdure por cientos de años.
Gran noche de heavy metal en Miranda!!! Gigantescos ZENOBIA!!!
Pronto, muy pronto, volveré a disfrutar de las tres bandas. Será el 17 de marzo en Madrid. La cosa promete, y mucho.
Texto y fotos: Rafa Basa
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Gran noche sin duda.Tres grandes bandas a seguir que nos deleitaron con su buen hacer.Para mí fué una grata sorpresa Guadaña y por poner un pero un poco corta la actuación de Zenobia.Para ser los protas una hora y cuarto sabe a poco.En cuanto al merchandising aparte de vender de todo (innovando) tienen a los mejores vendedores,que son los padres de Jorge preocupandose de que todos tengamos lo que queremos.Les deseo lo mejor.Larga vida al Rock&Roll.A ver si para la próxima somos unos pocos más.
Me alegro que disfrutaras!
Lo que dices del merchan de ZENOBIA es totalmente cierto. Además los padres de Jorge (que son quienes atienden en el puesto a los fans) son dos grandes personas y da gusto tratar con ellos. Son «los mejores vendedores»…Sin duda!!!
Salud y metal
Rafa Basa