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Crítica del CD de GUADAÑA – Karma

6 febrero, 2017, 9:58 pm

GUADAÑA – Karma
Discográfica: The Fish Factory

Puntuación Popular

(1 votos) 9/10

Karma es el título del nuevo disco de GUADAÑA, la formación gaditana liderada por Glory Romero, Salva Sánchez y Pablo Casas. Es el sucesor de Deryaz y supone el tercer larga duración para la banda, que sigue sumando esfuerzos para hacerse un hueco en el panorama metalero en español.

Ha sido grabado en los estudios Audiorama de Javier Rondán y producido por el propio baterista del grupo, Pablo Casas. Contiene 13 cortes y, como ya comentamos en nuestro studio report de hace unos días, una buena lista de invitados entre los que se encuentran Tete Novoa de SARATOGA o Alfred Romero de DARK MOOR.

Para quien conozca a GUADAÑA verá en este Karma una evolución de su estilo tan personal, difícil de etiquetar y siempre con el metal como punto de partida.

Tanto a nivel compositivo como de producción se nota un paso más, una mejoría, un sonido más profesional y un grupo más maduro. Aquellos que descubren ahora por primera vez a la banda se encontrarán con un repertorio muy variado en el que hay temas de heavy clásico o power metal, thrash metal, pinceladas de dubstep, influencias arabescas e incluso progresivas.

Y he escuchado pocas formaciones metaleras en nuestro idioma que hayan sabido conjugar tan bien tantos estilos en un mismo pack sin que aquello suene a esperpento.

Comentemos tema a tema.

Una breve intro electrónica nos da la bienvenida en «Aún sigo en pie», una declaración de intenciones basada en las experiencias vividas dentro del grupo, los sacrificios y los buenos momentos. La estrofa monta un groove metalero liderado por un bajo muy presente y una Glory cantando con voz muy fina. Por su lado, Salva sigue aportando el contrapunto duro y agresivo con sus voces. Aunque tiene una estructura clara, no es un tema fácil, quizá suena demasiado serio y necesita de varias escuchas para pillar la melodía del estribillo. Eso sí, cuando lo interiorizas, se escucha muy fluido.

Los amantes del heavy clásico a lo SARATOGA encontrarán una fórmula conocida en «Ser uno mismo», que ofrece un trabajo de guitarras moderno y unas estrofas pegadizas que culminan con un estribillo pesado en el que el doble pedal marca el ritmo. Muy buen hacer, por cierto, de Pablo, que mide de manera inteligente intensidades, dándole una buena dinámica a la canción.

«Reflejos» empieza atacando al cuello con un riff matador arropado por un doble pedal rápido y un bajo acechante. Los arreglos de sintetizador son marca de la casa GUADAÑA, y suman una atmósfera moderna a un corte que recoge el testigo de Deryaz. El estribillo, con ese regusto arabesco, se acaba metiendo bien en la cabeza, y es solo un ejemplo del gran trabajo con las armonías y composiciones de todo el álbum. Está todo bien medido y meditado, no son «cuatro acordes» y ya.

Creo que una de las que más redondas les ha quedado del CD es «Dios del trueno», cuya letra se centra en el acoso escolar y en animar a las víctimas a «sacar el héroe» que todas llevan dentro. La mezcla de hard rock y power metal le sienta muy bien a GUADAÑA, dando como resultado un tema cañero y melódico que seguro funcionará genial en directo. Destacable el trabajo de las guitarras solistas, muy elegantes y técnicas, y de Glory, que canta con mucha garra y sentimiento.

Seguro que «Nuestra revolución» acaba siendo la más polémica de Karma, al mismo tiempo que la más conocida. Tiene una clara intención comercial, un tono más festivo y un ritmo bailable que animará sus conciertos. Todo ello sin renunciar a la caña. De hecho tiene un groove machacón bastante compacto. No apta para talibanes del metal.

«Encrucijada» es un interludio a cargo del músico Chiqui García en el que el protagonismo lo lleva el bouzouki, esa especie de laúd típico del folklore griego. Las percusiones orientales construyen una atmósfera muy apropiada para «¿Víctima o verdugo?», que retoma el aire exótico y lo convierte en un tema con un sello épico. De la misma manera, es también uno de los cortes más duros de Karma, con Glory y Salva marcando uno de los duetos mejor conseguidos del trabajo. Justi Bala, ex de SPHINX, colabora con un solo de guitarra excepcional.

«El bosque» probablemente se llevará la etiqueta de «la del dubstep» y es que, efectivamente, su seña más característica es que tiene unos arreglos modernos y electrónicos del estilo que Skrillex y cía están explotando en los últimos años. Creo que el resultado es muy bueno y demuestra que al metal no le sientan nada mal flirteos mestizos como éste, al contrario. Y caña reparte un rato, así que agárrate por si acaso.

Otro de los «raros» es «Némesis», que se pasa directamente al hardcore y, de hecho, invita a Alberto Díaz de OVERDRY, que se turna las voces burras con Salva en una de las dosis más brutas de Karma. Y, paradójicamente, también tiene uno de los estribillos más comerciales con una Glory cantando dulce e inocente. Una mezcla, en la que no se olvidan de la electrónica, que me dejó con la ceja arqueada la primera vez, pero que luego quise escuchar una y otra vez.

Si quieres caña, toma dos tazas. «El castigador» es el primer tema de GUADAÑA en el que Salva canta solo y es por un motivo. Aparte de para darle también su protagonismo, es un corte MUY burro. El giro thrash suena demoledor y ese bajo a lo MANOWAR es, simplemente, matador.

«Mientras duermes» pone un punto más rockero y macarra en un CD en el que metal es lo más suave que suena. La producción me ha recordado a grupos como AMARANTHE y ese estribillo tan directo creo que es la prueba más clara de ello.

«Karma» es el intento de conseguir un «Avantasia» dentro de GUADAÑA. Igual que en el proyecto de Tobias Sammet, la banda ha querido contar con varios invitados para darle más profundidad a la canción. Tete Novoa (SARATOGA), Alfred Romero (DARK MOOR) y Jose Vicente Broseta (OPERA MAGNA, SYSTEMIA) se unen a Glory y Salva en un elenco vocal envidiable. Aparte de las colaboraciones, que, sin duda, suman lustre, hace falta una buena composición y «Karma» lo es. Son casi siete minutos y medio que no se hacen largos gracias a que, como ya hemos apuntado antes, el grupo ha medido bien cada melodía y ha hilado fino cada parte. El resultado es, probablemente, la canción más redonda de GUADAÑA hasta la fecha.

Y para cerrar llega «Dharma», con unos cambios de tempo y arreglos típicos del metal progresivo que sirve para que Glory se despida con una interpretación vocal excepcional. Creo que, en general, Glory deja bien claro que es de las mejores vocalistas de nuestro rock gracias a su versatilidad y a un timbre difícil de confundir.

En general, el único «pero» que le he encontrado a este Karma es un sonido demasiado comprimido en algunos puntos (por ejemplo, en «Karma», cuando todas las voces cantan en el estribillo), que da como resultado un aspecto algo artificial, aunque también es una cuestión de gusto personal mío. En todo lo demás no he sido capaz de encontrar temas de relleno, partes que no peguen o interpretaciones fuera de lugar.

Creo que GUADAÑA ha hecho un trabajo excelente y deja claro que en España tenemos grandes grupos por descubrir que puedan complementar el menú de los ya conocidos. Y, si quieres probar con una dosis de metal de calidad y variado, dale una oportunidad a este Karma, quizá sea de lo mejor que escuchemos en este 2017 en nuestro idioma.

César Muela – Twitter

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