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OBUS: Crónica y fotos de su concierto en Valladolid

16 enero, 2017, 6:30 pm

Viernes 13 de Enero de 2017 -Pingüinos – Valladolid

La edición número 34 de Pingüinos, la concentración invernal más importante de Europa, regresaba a Valladolid después de unos cuantos años desaparecida y varias idas y venidas por otras localidades que no conseguían reverdecer los éxitos pasados.

Sin embargo este año, el del regreso, ha traído cifras cercanas al record con 22.536 moteros inscritos, que desafiaron a las heladas castellanas y acamparon y cohabitaron en el espacio que el ayuntamiento de la ciudad había habilitado en el cercano Pinar de Antequera de la ciudad.

OBUS - Viernes 13 de Enero de 2017 -Pingüinos - Valladolid

Una concentración de moteros va ineludiblemente asociada con el heavy metal. Da igual que las generaciones cambien o que se incorporen gentes provenientes de otros estratos sociales, la combinación rock y moto es indisoluble desde antes que se grabara Easy Rider y así debe ser.

Por ello la organización buscó una banda con la que ocupar el escenario principal del recinto y los elegidos fueron OBUS, que apenas unos días antes de su concierto celebración del 35 Aniversario, repleto de invitados y temas menos habituales, ofrecieron un show de quilates y sobre todo dejaron la impronta de su profesionalidad capeando las bajas temperaturas, casi -4 grados cuando pasadas las 2 de la mañana el concierto finalizaba (el escenario era al aire libre), mientras Fortu, ya en manga corta reinaba en sobre las tablas.

No fue, como yo esperaba, un ensayo general del bolo que darán en La Riviera, pero sí que incluyeron unas cuantas sorpresas en el repertorio, sabiendo combinar los clásicos con algún tema menos frecuentado y eligiendo para en el set list canciones con temática de carretera (Autopista, Otra Vez en la Ruta, Solo lo hago en la Moto…).

Así que pasadas las 12.30 de la noche saltaba a escena OBUS. Tras la intro musical habitual los músicos ocupaban sus lugares y bajo la plataforma de la batería aparecía Fortu para darnos una de las primeras sorpresas de la noche. La Invasión de las Máquinas era la encargada de abrir fuego, creo que era la primera vez que escuchaba este clásico del Poderoso Como El Trueno en directo y me supo a gloria, más si cabe si lo enlazan con otro tema «nuevo» para mi, Taxi (del Pega Con Fuerza). Confieso que disfruté mucho porque después de la cantidad de veces que he visto a OBUS en concierto en estos años tenía la sensación de que era la como una nueva «primera vez».

La banda sonaba fuerte y acoplada, de nuevo con Fernando Montesinos al bajo (que se ha perdido algunas de las fechas de la gira por compromisos musicales) y Carlos Mirat a las baquetas, que aunque salió muy abrigado no tardó mucho en despojarse de su cazadora, realmente atronador. Es alucinante ver lo que puede sacar de su sencillo set de batería.

Dos temas más habituales fueron los siguientes en sonar. Juego Sucio y Necesito Más, con Fortu con las cuerdas vocales ya calientes y afinadas y su actitud vacilona y desafiante con las primeras filas. El Crack, uno de mis temas favoritos de su última época (aunque han pasado ya 16 años desde que la formación original grabara Desde El Fondo del Abismo) se fusionó con dos clásicos más, Pesadilla Nuclear, con Paco, al que se le veía pasar bastante frió espectacular en el rápido riff de guitarra y Te Visitará La Muerte, a la que Fortu dedicó un rotundo «middle finger» en la parte final. A muchos se nos había olvidado lo que marcaba el termómetro y disfrutábamos de un concierto que estaba sonando atronador y demostraba que la banda está muy engrasada. Otro de los «nuevos clásicos», Que Te Jodan, sirvió de declaración de intenciones y tras El Que Más, no me cansaré nunca de escuchar este tema, volvieron al Desde El Fondo para tocar Cualquier Noche Sale El Sol, es curioso cómo junto a los grandes lps de los 80 fuera este el disco más representado de la noche. Ningún problema es un disco a la altura de sus grandes obras.

Dedicatoria a todos los presentes y a una forma de vivir diferente a la mayoría fue lo que precedió a Autopista de nuevo con Paco brillando con su sempiterna Kramer y con la banda aprovechando las plataformas frontales para lucir mejor.

La más cañera y rápida Corre Mamón dio un tono más heavy a la noche y de ahí al final un gran karaoke de clásicos atemporales: Dinero Dinero, Va a Estallar el OBUS y Vamos Muy Bien en los que intercalaron dos temas menos fogueados. Otra Vez en La Ruta (hacía años que no se la escuchaba) y Sin Dirección, que creo era la primera vez, antes de tomar el camino de los camerinos para guarecerse de la helada que estaba cayendo antes del bis.

Hasta ese momento el repaso por su discografía había sido exhaustivo, 17 canciones de 9 discos diferentes, demostrando que 35 años de trayectoria han dado para mucho y que, con sus luces y sombras, en todas sus etapas han sabido componer temas que se defienden por si solos con el paso de los años.

No se demoraron en salir de nuevo al escenario para presentar no solo a los músicos, los cuales tuvieron su momento de gloria, Fernando cantando y tocando a MOTORHEAD en un sentido homenaje y Carlos dejando su lugar en la batería a Fortu mientras él golpeaba con sus baquetas una escalera metálica que pusieron al frente del escenario, sino a parte del personal de su oficina y equipo técnico que son de Valladolid y con los que llevan trabajando ya varios lustros. El momento más sentimental, como siempre, fue cuando Fortu presentó a Paco «mi amigo, mi hermano, mi marido» y la gente rompió en aplausos.

El final del show no podía ser otro. Yo solo lo hago en mi moto era el broche de gala para un gran concierto donde OBUS demostró una profesionalidad y entrega digna de elogio. Otra banda a las puertas de un concierto tan importante como la fecha de Madrid en una semana, y con las condiciones meteorológicas que había se hubiera reservado y no arriesgase a una gripe o afonía que echara por tierra el trabajo de producción de tantos meses, y sin embargo Fortu y los suyos no escatimaron esfuerzo ni tiempo y dieron a la gente que asistió lo que habían venido a buscar, devolviendo el esfuerzo de los que allí estaban. En tiempos en los que a muchas bandas jóvenes se les ve cierta desidia sobre los escenarios lo que hacen algunos «dinosaurios» del género les da aun mucho más mérito. Siempre es un placer reencontrarse con OBUS, no deberías perdértelos si los tienes a tiro.