TAKEN – Taken
Discográfica: El Gringo
El grupo pamplones TAKEN se presentan, y lo hacen con mucho ruido. La banda ha lanzado recientemente su proyecto, de nombre homónimo, que exprime un gran potencial musical, tanto en una producción muy medida y sobresaliente como en el esfuerzo de los integrantes. TAKEN, con una portada que proyecta un imponente navío medio engullido por las tormentosas aguas, es un reflejo del esfuerzo bien hecho y de las ganas de madurar inmediatamente. La portada es una alegoría de toda la marejada que encontramos en el disco, cuya columna vertebral es la rapidez. El CD canaliza un power metal muy auténtico que, sin salirse de la zona de confort que avala el prestigio de grandes bandas, ha sabido personalizarse en virtud de un carácter innovador.
Destaca, por encima de todo, el insistente protagonismo de los sintetizadores. Llega a ser tal que la composición de la banda se caracteriza por la presencia de dos teclados, de la mano de David y Diego, quienes exploran diferentes tesituras con este instrumento. Por su parte, David Arredondo luce perfecto en las voces, se exige mucho y cumple sus pretensiones. Gauss y Iosu representan la encarnación de la vertiginosidad con las guitarras, seguido de Dani al bajo y, por supuesto, el motor del grupo, Jon a la batería. ¿El resultado? Un disco sin fisuras, fresco y con la calidad que necesita nuestro país.
El disco arranca veloz con Tales of Glory, tema que sintetiza todo el encanto del grupo. Desde el principio se perciben los derroteros bien definidos que establece la banda, dando gran prioridad al juego melódico de las guitarras sin olvidarse de unos sintetizadores bien electrizados que encajan a la perfección. El estribillo bebe de grupos prestigiosos como Stratovarius o Avantasia, resultando pegadizo y fácilmente digerible, algo extensible durante todo el trayecto.
Modern Messiah sigue la estela del tema predecesor con mayor predominancia del teclado, el cual se percibe más libre y dinámico. Las guitarras juegan con la crudeza de los riff abandonando parte del encanto melódico y añadiendo algo de virulencia. Las partes más cadenciosas de la guitarra armonizan con los teclados dando como resultado melodías muy agradables.
Rompiendo el fugaz silencio con las voces se presenta Wormy Brains, un tema que da mayor calibre al aspecto vocal. Los sintetizadores siguen protagonizando gran parte del entramado melódico, y las guitarras fluyen incesantes en veloces riff. El estribillo, por su parte, carece de las trazas contagiosas de los temas anteriores y resalta principalmente el carácter armónico del sintetizador que se reproduce de manera alocada. El final goza de un escenario instrumental que aúpa el protagonismo de los teclados.
Gran contraste el que llega con On the Road Again, un tema parcialmente atemperado. Las melodías son más duras, cabalgando en robustos riff que desembocan en un estribillo que reanuda la velocidad. Por su parte, los teclados hibridizan aspectos melódicos en forma de órgano con otros tintes más suaves y sutiles. Esta suavidad se torna más perceptible en la antesala de un solo indiferente que después de un pasaje vocal evoluciona desencadenando todo el potencial de las guitarras.
Conmovedora resulta la aparente balada Afterlife. Esta concilia una intro protagonizada por el teclado con un gran acople sinfónico dirigido por violines. El tema vira súbitamente a un escenario guitarril con gran dulzura en los solos y perfecta melosidad en la voz. Los nueve minutos de duración transcurren con inmediatez gracias a la calidad impresa. Los senderos que toma el tema alternan fragmentos más descarnados con otros guiados por la velocidad, sin olvidarnos de los apacibles retazos de tranquilidad. No obstante, el resultado final, a pesar de lo fastidiosos que puedan suponer los cambios bruscos, es tremendo.
El siguiente tema, Forgotten Realms, recupera la brusquedad. Una curiosa introducción de los sintetizadores dirigida por una batería machacona conduce hasta unas melodías vocales sugerentes. Las guitarras recuperan parte de su impacto melodioso en el estribillo. Las trazas vocales, por su lado, muestran diferentes registros y proyectan todo su potencial. Otro cañonazo del señor Arredondo. Under the Skies of Asia se reviste de un principio celestial, al estilo Torquemada de Avalanch. Arrastra gran parte del aspecto más rudo musicalmente aderezado de unos arreglos muy jugosos.
Tristona introducción la esgrimida por The Last Deadly Deeds. A la pausada llovizna de teclados se le aglutina un guitarra, seca y sin distorsión, para dotar de embriaguez al tema. La progresión de la canción atrapa melodías más vivachas y tuerce hacia sonidos aparentemente caóticos los cuales, si afinamos bien, exhiben un resultado sublime. El noveno tema sirve de puente instrumental -con aires fantásticos- hasta Distant Shores, un tema caracterizado por el principio medio electrónico. Las guitarras y ese enfoque electrizado del teclado dominan la canción.
Finalmente, y como apoteósico colofón, aparece el tema más extenso del disco. Los casi doce minutos de duración hacen de The Slaughter of the Last Cursed un desembarco digno. Si Afterlife convergía todas las facetas del grupo, esta canción no se queda corta. El curso del navío recorre unas aguas templadas inicialmente que van adquiriendo vigorosidad conforme avanza el tema. La parquedad inicial se potencia con acoples de guitarra que lucen fenomenales, sin descontar la continua presencia del teclado que saborea distintos matices musicales. En definitiva, el tema representa la grandiosidad de la banda así como todo el esfuerzo y dedicación remachado en este trabajo. El resultado no podría ser mejor, la banda recoge los ingredientes más destacados de ese power metal genuino que evoca a prestigiosas bandas de marca internacional. Todo esto, además, rubricado con la autenticidad de su propio sudor.
Jorge Albalate
Lista de Temas:
- Tales Of Glory
- Modern Messiah
- Wormy Brains
- On The Road Again
- Afterlife
- Forgotten Realms
- Under The Skies Of Asia
- The Last Deadly Deeds
- The Seven Seas
- Distant Shores
- The Slaughter Of The Last Cursed
Discazo y excelente banda.
Y en directo son muy buenos!
Salud y metal
Rafa Basa