+ CRANEON
Jueves 6 de Octubre de 2016 – Sala BUT – Madrid
Pasando casi por completo desapercibida, a principios de este mes de octubre aterrizaba en nuestro país una gira tan significativa que no podía quedar indiferente. Es necesario echar la vista muy atrás para recordar la última vez que esta gran banda visitó nuestro país por última vez, pero dentro de su recién iniciada gira europea al fin nos incluyeron, intentando compensarnos y dando de esta forma oportunidad al relevo generacional de conocer su enérgico directo. Y sobre todo para estos últimos, la ocasión era inmejorable, tanto por la posibilidad de disfrutar de todo un referente del rock más desértico como son FU MANCHU, como por la propia gira en sí misma. Digo esto porque parece que los californianos les han pillado el gusto a esto de las «giras homenaje», hace ya unos años celebraron el quinceavo aniversario de su medular The Action Is Go (acaban de empezar la gira y el vinilo ya estaba agotado en el merch) rememorándolo en directo, y ahora hace lo propio con otra de sus obras magnas, el prolífico King Of The Road, uno de los últimos discos que grabaron con el polivalenteBrant Björk en sus filas.
Madrid y Barcelona serían las únicas testigos de la apabullante descarga de Scott Hill y sus secuaces, que han resultado estar en un pletórico estado de forma, teloneados esta vez por bandas locales en cada ocasión. Para la que nos atañe aquí, los elegidos fueron el cuarteto capitalino CRANEON, englobados dentro del mismo género pero con tintes muy dispares a los protagonistas. Nos presentaron su interpretación del rock mucho más etérea y sosegada, o menos agresiva podemos decir, pero no por ello desprovisto de potentes y oscuros riffs, desplegando un sinfín de matices que están enfrascados en su más reciente (pero ya distante) trabajo Hacia el Sol , con la excentricidad como protagonista y la evocadora voz de Juanjo como nexo conductor. Fueron todo un descubrimiento, que me remordió considerablemente no haber podido disfrutar desde el comienzo, y desde luego una gran elección para abrir aquella velada, compartiendo con las estrellas de la noche ese desmarque de estilos que logra crear canciones tan particulares e intimistas, cada uno a su manera por supuesto.
Tras la más que decente actuación de los madrileños, poco nos separaba ya de ver a los de Orange Country sobre el escenario. Según se iba acercando la hora señalada, la sala se fue llenando cada vez más, para cuando me quise dar cuenta aquello estaba hasta los topes, incluidas las tribunas superiores, aunque por suerte la gran afluencia en ningún momento se hizo incómoda ni agobiante. Recién pasadas las nueve y media de la tarde, la música del local se atenuaba para dar paso a los últimos ajustes de los músicos en sus amplis, camuflados con un inocente jameo mientras recibían los primeros vítores. Con una sencilla escenografía, basada únicamente en un pequeño telón con la portada del ya mencionado King Of The Road y la mera pero imponente presencia de cuatro curtidos músicos que desde luego ya no son chavalitos que no saben lo que quieren ni lo que hacen. Hace tiempo que lo tienen muy claro y quizás dicho disco sobre el que versaría casi todo el concierto fue en su día una especie de ratificación en el ligero pero significativo cambio dirección que la banda quiso tomar a partir de The Action Is Go, con una formación ya asentada tras varias idas y venidas de ciertos componentes que ha permanecido casi invariable hasta hoy. De hecho, el batería actual, Scott Reeder, es el único que no estuvo presente en la grabación del disco, aunque ya está perfectamente integrado después de quince años en la banda.
Verdaderos supervivientes de la escena, que a pesar de lo que pueda parecer con esta gira siguen facturando discos muy dignos como el más reciente Gigantoid (2014), demostraron la pasada que también saben defender lo que les ha llevado hasta aquí. Se cascaron el clásico disco de pe a pa y en orden, desde «Hell on Wheels» con la que abrieron hasta su particular versión de «Freedom Choice», con el arquetípico antagonista de rubia melena (teñida) Scott Hill al frente escudriñando su inseparable Dan Amstrong transparente (qué poco ha debido de gastar en guitarras el tipo) siempre a dúo con la guitarra de su activo compañero Bob Balch que rayó a un altísimo nivel en su papel de solista, punteando y esputando por doquier. Por supuesto no faltaron los exitosos bises de turno tras una la correspondiente interrupción que se reanudaría con un pequeño solo de bajo para cerrar un concierto que trascurrió muy animado y bien ejecutado, pero con un sonido inestable y desacertado en muchos momentos que pudo llegar a ser incluso molesto para algún oído sensible. Empezando con una notoria falta de volumen y un engorroso exceso de bajas frecuencias en los primeros temas, para acabar por todo lo contrario, con un sonido desmedido y desbordante del que me costó recuperarme a la salida. Aunque desde luego nada podía enturbiar el final de un concierto tan esperado si «Evil Eye», «Mongoose» o «Eatin’ Dust» eran las protagonistas de la despedida, que esperemos no diste tanto de una nueva oportunidad de verlos por aquí como la última vez.
Setlist:
- Hell On Wheels
- Over The Edge
- Boogie Van
- King Of The Road
- No Dice
- Blue Tile Fever
- Grasschopper
- Weird Beard
- Drive
- Hotdoggin’
- Freedom Choice
Bises
- Godzilla
- Evil Eye
- Mongoose
- Eatin’ Dust
- Saturn III
Texto: Carlos Esteban (@mapexvsmeinl)
Fotos: Davy De Blieck de Belgium – facebook de FU MANCHU
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