Crónica y Fotos de IRON MAIDEN en Sevilla

Jueves 14 de Julio de 2016 – Estadio la Cartuja – Sevilla

Han tenido que pasar 18 años para que IRON MAIDEN volviera a Sevilla en lo que fue una noche histórica, ya que no se cumplen 40 años sobre los escenarios todos los días.

Los encargados de telonear a "LA DAMA" no eran otros que los también británicos THE RAVEN AGE, y no es casualidad, ya que uno de los guitarristas del grupo es el hijo de Steve Harris, George. La verdad es que estuvieron entregados y el escaso público que vio su show se entretuvo con el espectáculo que ofrecieron.

Un sonido contundente a ratos y voces melódicas, muy activos y cumpliendo su papel con eficacia. Seguía entrando gente, aunque hay que decir que si comparamos la afluencia de público con, por ejemplo, el concierto de AC/DC en este mismo recinto hace poco más de dos meses, podía apreciarse a simple vista que hablamos de la mitad de público. Para no dar la impresión de vacío, la organización tomó la acertada decisión de montar el imponente escenario en la mitad del estadio, en vez de hacerlo en el fondo.

Tampoco es de extrañar ya que AC/DC daban esa única fecha en España, mientras que MAIDEN venía de actuar en Viveiro (RESURRECTION FEST), Lisboa (hasta donde también se desplazaron muchos fans españoles) y Madrid, y como sabemos también actuarán el sábado 16 en el ROCK FEST de Barcelona, así que el público se diversifica más. Hablamos de alrededor de 15.000 personas que desafiando al calor sevillano en Julio se presentaron en el Estadio de La Cartuja sedientos de "DAMA", y la "DAMA" nos complació con creces. La maquinaria Maiden funcionó a la perfección, como un reloj suizo. Hablando de relojes, con puntualidad británica comenzaría la actuación de unos titánicos e incombustibles MAIDEN.

Dos horas exactas de set list. Set list clavado al de la noche anterior en Madrid y del resto de la gira. Como digo a las 22:00h en punto se hacía el silencio de la música ambiente para enseguida dar paso al ya consabido "Doctor, Doctor" de UFO, señal inequívoca de que IRON MAIDEN salían a escena. Por si la expectación era poca, la ambientación con la que empieza "If Eternity Should Fail" hace que sea aún mayor. El momento es épico,lleno de misticismo, sobrecogedor y engancha ya desde el principio al público. En un escenario inspirado en la cultura maya, Bruce Dickinson aparece abierto de brazos en el centro tras una gran vasija humeante alumbrado por un foco sobre su cabeza mientras narra el comienzo del tema. A pesar del calor, Bruce tiene arrestos para salir vistiendo una sudadera con capucha, pantalón largo y botas de explorador.

Tras la impactante intro, el golpe de caja de Nicko McBrain hace que aparezca en escena el resto de la banda y se dispara la adrenalina entre las 15.000 almas presentes, haciendo saltar a todo el estadio. Los pelos de punta. El sonido es demoledor desde el principio del recital que vivimos anoche en Sevilla. La conexión banda-público es un hecho desde este primer acorde. La euforia invade el estadio de La Cartuja cuando comienzan los acordes de "Speed of Light".

A pesar de ser dos temas de su último trabajo, la gente en general los reconoce. Esto que para otros grupos es tan costoso, y me refiero a sacar un disco y tocar la mitad del show presentando el susodicho último trabajo y la otra mitad de clásicos sin que el espectáculo y la intensidad del mismo se resientan, para IRON MAIDEN es tan simple que hace que parezca fácil. Este es su modus operandi y es innegociable.

Su fórmula funciona después de 40 años siendo una de las más grandes bandas sobre la faz de la tierra. Otras bandas se atreven con dos o tres temas nuevos a lo sumo y el resto clásicos. MAIDEN saca un disco y en poco tiempo la mitad de éste se convierte en "nuevos clásicos". Eso si cuando suena un "viejo clásico" la entrega del público se multiplica exponencialmente.

Así fue en el siguiente tema del repertorio "Children of the Damned" comenzó a sonar entre el clamor de la gente al oír sus primeras notas y Bruce lanzando el pie de micro al aire. Dos temas de este "The Book of Souls" prosiguen la descarga: "Tears of a Clown" y "The Red and the Black" sonaron como "nuevos clásicos" conocidos y coreados por muchos de los presentes. Pero si hablamos de clásicos de MAIDEN, "The Trooper" es sin duda quien se lleva la palma, y fue el siguiente en caer.

Bruce Dickinson luciendo su indumentaria habitual para el tema, ataviado con su casaca roja de la caballería británica y bandera en mano ondeando al viento mientras Dave Murray y Adrian Smith nos hacen cabalgar a lomos de los mástiles de sus guitarras y Janick Gers se adorna de un lado al otro del escenario. El gran maestro Harris nos acribilla con sus firmes e inconfundibles líneas de bajo llevando el peso rítmico de la banda junto con la artillería desde el asiento de la batería que disparaba Nicko McBrain y por supuesto la pasional entrega del público en los coros nos sumergía de lleno en la batalla de Balaclava en la que se inspira el tema.

Después "Powerslave" hizo las delicias del público, con Bruce una vez más moviéndose por todo el escenario con su rostro oculto tras una máscara como es costumbre cuando la tocan en directo. El público vibró de principio a fin del tema que se hacía más espectacular con los cañones de fuego dispuestos sobre las tablas que emanaban impresionantes llamaradas verticales. Después era el turno de otros dos temas de "The Book of Souls". "Death or Glory" y la propia "The Book of Souls", que también eran celebradas.

En esta última tuvo lugar posiblemente el momento más vistoso a nivel de espectáculo, con un enorme Eddie sobre el escenario moviéndose de un lado a otro "bailando" con los integrantes de la banda, en especial con Janick Gers, quien se colaba con su guitarra bajo las piernas de Eddie una y otra vez, hasta que Bruce Dickinson, sobre una plataforma, escenifica una lucha contra él en la que acaba sacándole el corazón, y tras mostrarlo a modo de trofeo, lo arroja al público cayendo además justo donde estaba quien suscribe. Tras este momento vibrante, y sin dar tregua, cuatro golpes de plato dan la salida a nada menos que a "Hallowed Be Thy Name". Aquí Bruce sale con una soga alrededor de su cuello a modo de horca.

En un momento del tema se concentran en el centro del escenario las tres guitarras y el bajo de Harris, mientras Bruce sobre una plataforma, detrás, "azota" el suelo del escenario con el extremo de la soga que le cuelga. Tras esta, otros cuatro golpes de plato son la antesala de la archiconocida "Fear of the Dark", en la que el público corea a la perfección de principio a fin. Harris y Gers saltan, mientras el gran Bruce corre sobre las plataformas del escenario recorriendo cada punto de estas en otro momento lleno de energía y conexión con el público.

Pero si hablamos de energía, la siguiente iba a ser todo un canto a la fuerza y la velocidad. "Iron Maiden" , el himno de la banda, era la siguiente entre los gritos de Bruce Dickinson esgrimiendo su famoso: "Scream for me….", "….Sevilla", en este caso, y el público dándolo todo al igual que la propia banda. Sonó glorioso.

Era el acicate perfecto para esas hora de la noche. Tras él se despiden y se marchan entre bambalinas. No tardaron mucho en volver a escena para ofrecer al publico tres bises que comenzaban con la intro de "The Number of The Beast" y el propio tema haciendo enloquecer a un público enfervorizado. En el fondo a la derecha del escenario emerge el gigantesco busto de una inmensa bestia que se giraba mirando a uno y otro lado del publico, el cual cantaba al dedillo la letra del tema, que es sin duda otro de los más conocidos de MAIDEN.

La siguiente fue "Blood Brothers", que también gustó mucho al personal, y que no dejó a nadie quieto, convirtiendo al grueso de la masa del público en un mar de almas en vaivén. Para poner la guinda al pastel y el punto y final a una gran noche, MAIDEN escogió "Wasted Years" muy apropiada para celebrar 40 años de DAMA. Con ella hicieron moverse a la gente más aún al tiempo que esa marea de almas entonaba la letra todos a una, haciéndonos vivir un último momento mágico, cargado de recuerdos de años gastados, que no perdidos, de años dorados, cuarenta en concreto.

Si hay que poner un "pero", puede que no se muevan tanto como antes (como he oído por ahí) sobre un escenario, pero, ¿quien se mueve como ellos después de 40 años? Pues eso. Solo puedo expresar palabras de admiración por estos titanes. LA BESTIA pasó por Sevilla dejando un gran espectáculo sonoro y visual. Dejaron muchos recuerdos y momentos mágicos.

Momentos cargados de nostalgia de épocas pasadas que vivimos y en las que sus canciones eran la banda sonora de nuestras vidas. Es por eso que se notaba que quienes acaban de tocar aquella noche en Sevilla no eran "una banda más". Era LA DAMA DE HIERRO, esa que tanto nos dio a quienes amamos esta música y a la que tanto debemos. Felicidades por esos 40 años y que vengan muchos más …"UP THE IRONS"

Texto: Alfonso de la Osa

Fotos: Aroa Santaella (Tornado Of Shots)

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.