Crónica y fotos de RAINBOW + THIN LIZZY y MANFRED MANN’S EARTH BAND en Loreley y Bietigheim-Bissingen, Alemania.

+ THIN LIZZY + MANFRED MANN’S EARTH BAND

Viernes 17 en Loreley y Sábado 18 en Bietigheim-Bissingen  – Junio de 2016 – Alemania

Blackmore ha estado fuera del rock desde hace casi veinte años, y por fin ha decidido regresar tras aquella gira que promocionó el disco de 1995, «Stranger In Us All», con Doogie White como vocalista y que terminó en Dinamarca en 1997.  Tras aquella «tourné» Ritchie decidió retirarse del rock más duro  y disfrutar de ambientes medievales y folk al lado de su musa Candice Night en BLACKMORE’S NIGHT.

Hace muchos meses fue curiosamente Joe Lynn Turner quien empezó a difundir rumores sobre la vuelta al rock del fundador de RAINBOW, entre ellos en una entrevista hecha por esta web. Pasó un tiempo, y se oficializó. Y más tarde se confirmó que el cantante elegido era Ronnie Romero, para sorpresa de todos.

Ritchie ya no quiso mirar al pasado en 1995. Cuando volvió entonces eligió a un semi desconocido Doogie White, y ahora el turno es para el vocalista de los españoles LORDS OF BLACK, de tan solo 34 años. Sus razones tendrá…Lo cierto es que no solo ha tenido buen ojo y buen gusto a la hora de escogerle, además ha acertado de pleno.

Y en lugar de llamar a viejos compañeros como Bobby Rondinelli, Bob Daisley, o Don Airey ha optado por la sección rítmica de BLACKMORE’S NIGHT y el teclista de STRATOVARIUS Jens Johansson. Yo si aplaudo  la inclusión de éste último, pero debo ser sincero y decir que tanto el batería David Keith y el bajista Bob Nouveau,-sobre todo este-,  no son lo más adecuado para la resurrección de la banda del arco iris. Pero Blackmore los ha elegido, y hay que respetarlo.

También  hay que entender que haya optado por aminorar la velocidad de los temas más rápidos de su repertorio, algo que hicieron clara y desgraciadamente en el concierto de Loreley, el viernes, y que parece que arreglaron un poco el sábado, elevando un poco la intensidad de la mayoría de las canciones.

Decidí  viajar a Alemania para ver los dos primeros shows y sinceramente he sido feliz por ello. Yo soy un gran seguidor de todo lo que ha hecho Ritchie, por ello no quería perderme las citas, y  menos aún con Ronnie Romero como vocalista. No sé porque pero intuía que el trabajo vocal de él sería más que óptimo, pero tenía que comprobarlo in situ.

En mis dos crónicas de urgencia intenté sintetizar mi opinión en pocas líneas, pero lo cierto es que aunque ahora me extienda en detalles, mi opinión es básicamente pareja, aunque si debo decir que con matices. Una vez en Madrid he visto y escuchado los múltiples vídeos que hay colgados en internet, y me he inundado de recuerdos, pero sobre todo positivos.

Dije sobre Ronnie Romero en mi nota del sábado que sus predecesores fueron muy grandes pero que el también lo es. Me reafirmo en mis palabras, aunque quiero matizar le queda aún muchísimo camino por recorrer para adquirir más experiencia y rodaje, es claro, pero para haber cantado solo dos noches con RAINBOW los temas que en su día hicieron suyos Gillan, Coverdale, Turner, Bonnet o Dio, lo bordó, supo rayar a una altura muy elevada y emocionar a los más viejos y veteranos seguidores, quienes, salvo excepciones, quedaron entusiasmados con el español/chileno.

En mi opinión, el vocalista de LORDS OF BLACK, y ahora de RAINBOW  ha pasado la prueba de fuego con sobresaliente. Borda los temas de Dio y Graham Bonnet, y defiende bien los demás. Escenicamente no es un súpero frontman, pero lo palia con su gran voz y su carisma y gestos que le salen del alma…Su actitud refleja su personalidad, y Ronnie tiene, y mucha. Los geniales agudos   del Gillan de los 70 en «Child in Time», son imposibles de igualar, pero las dos noches los hizo más que dignamente. Su tesitura es más Dio/Bonnet, pero no obstante «Spotlight Kid «lo clavó. El único tema que interpretaron de la era Coverdale/PURPLE fue «Mistreated», y lo cantó a lo Dio,  basándose en la versión de «On Stage». Sinceramente fue una de sus más soberbias interpretaciones. Sin duda triunfó las dos noches.

En mis crónicas previas, también dije que Ritchie, quien no hace mucho cumplió 71 años, estuvo distante y poco participativo el viernes; también afirmé que el sábado se animó mucho y mostró otra actitud más positiva en pro del espectáculo, y me reafirmo. Blackmore siempre ha sido un personaje difícil, muy suyo, peculiar, e incluso a veces ha decepcionado a su público con desplantes y poses fuera de lugar. Ahora todo el mundo critica las formas poco acertadas del «rebelde» Axl Rose de GUNS N´ROSES, pero los que somos más veteranos, recordamos los retrasos o las retiradas en escena de Ritchie hace muchos años, por capricho, y muchos otros detalles feos y caprichosos. Pero a veces hay muchos músicos que se toman demasiado al pie de la letra eso de ser «estrella del rock». Blackmore siempre ha sido «mucho Blackmore», pero por lo visto en estas dos noches, el gran genio de la guitarra ya no es el maniático de antaño.

Ahora los años le pesan  y eso creo que fue parte de la causa, -junto a su operación en sus dedos el pasado febrero por culpa del exceso de ácido úrico-, para que se mostrara no tan activo como antaño…¡¡Y es que han pasado casi 20 años desde que se subió anteriormente a un escenario para tocar con RAINBOW!! Por lo cual, aunque a todos nos hubiera gustado ver a un Ritchie más descarado, activo y batallador en escena, hay que aplaudirle y desear que dure muchos años haciendo conciertos. ¡¡Ya quisiéramos muchos estar así a su edad!! El sábado, mostró una actitud mucho más entregada, e incluso hizo tres de sus clásicas poses, agachado en primera fila y levantando el dedo como hace años y se movió un poco más, acercándose a Ronnie y bromeando con éste. No solo estuvo al lado de  la tarima de la batería y junto a su bajista Bob Nouveau, más propio de una banda de cabaret o de variedades que de un grupo con la solera y el marchamo de RAINBOW. Por cierto, lo de sus pantalones el sábado nos hizo a todos daño a los ojos (Risas).

Así mismo opinaré sobre el repertorio interpretado. Fueron 13 temas el viernes y uno más el sábado. Siempre es complicado acertar con un set list a gusto de todos. Es complejo. No obstante es cierto que todos esperábamos que no faltaran canciones clave como «I Surrender», «Temple of the King» (que me consta han ensayado), «Kill The King», «A Light in the Black», o «Eyes of the World» de RAINBOW o «Burn» o «Strange Kind Of Woman» o «Woman from Tokyo» de PURPLE, por citar algunas… Pero es Blackmore el que manda, y si ha elegido las que tocaron, por algo será. Creo que tenían también preparadas en el repertorio las citadas «Burn»  y «Temple of the King», además de «Lazy»,  y «Soldier of Fortune». Es posible que alguna de ellas la toquen en Birmingham.

Tras los varios matices, diré que si tengo que elegir, me quedo claramente con el concierto de Bietigheim-Bissingen, el segundo. Es lógico que el de Loreley fuera un poco más flojo, es normal, ya que era la primera vez que esta banda, como tal, subían juntos al escenario. No obstante Ritchie fue valiente, tan valiente que este y el siguiente concierto los grabó para un próximo DVD en directo. Se rumorea que la gente de Eagle está interesada en lanzarlo, como también se rumorea que podría haber más conciertos tras los tres anunciados; si estos se confirman, podrían desarrollarse a partir de marzo/abril de 2017, pero de momento no hay nada oficial, simplemente algunos serios ofrecimientos de varios promotores, y un «podría ser» por parte de la banda, pero no hay nada de nada, de momento.

El montaje de luces fue lo mejor, altamente espectacular, con un arco iris a partir del que dichas luces lucieron de formas magníficamente manejadas y diseñadas. El sonido también fue muy bueno, pero el resto del montaje escénico fue poco espectacular.

No hubo montañas de amplificadores, ni tarimas, ni similares. Es más,  Ritchie uso tres minúsculos amplificadores y uno principal, sin marca» con un bable pequeño y un magnetófono de cinta de los que se usaban en los 80´s para producir el eco de su guitarra. Nada de efectos digitales del siglo XXI ni similares. Jens llevaba un órgano Hammond B3 y unos sintetizadores y la pequeña batería estaba sobre una tarima muy baja y sobria.

La verdad es que en mi opinión no hicieron falta más grandes alardes.  Lo más importante fue comprobar que la banda, salvo lo que ya he matizado, diera de sí. Y sobre todo uno de los asuntos primordiales fue descubrir  cómo cantaría el «desconocido» Ronnie Romero los himnos cantados por los mencionados Dio, Turner, Bonnet, Coverdale y Gillan. Vuelvo a decir que lo hizo genial, y repito que los que conocemos a Romero de LORDS OF BLACK sabíamos que tenía muchas posibilidades de triunfar, salvo que los nervios le jugaran una mala pasada, algo que no pasó, entre otras cosas porque el cantante estaba muy tranquilo y seguro de sí mismo. ¡¡¡Ronnie triunfó!!!

No voy a relatar tema tras tema como fueron las dos actuaciones, pero si daré pinceladas, una vez desvelado el repertorio y hecho mi resumen en mis mini crónicas desde Alemania, ya publicadas. Me centraré en el show del sábado, calcado en canciones al de Loreley, salvo un cambio de orden, y la inclusión de «Sixteenth Century Greensleeves».

La banda salió a escena con la intro «de toda la vida», tomada de «El mago de Oz» (voz de Judy Garland): «Toto: I have a feeling we’re not in Kansas anymore. We must be over the rainbow!» y ya con Ronnie en el escenario, -que salió el último con sonrisa en ristre-, dieron paso a una pequeña introducción con voz y guitarra del las primeras frases de «Highway Star» que desembocó en el tema en sí. Ritchie, tiró de galones y con Romero solventando el tema vocal a la perfección, se animó a hacer los primeros gestos señalando al público con su brazo y dedos izquierdos e incluso hizo su primera pose agachado y con la pierna izquierda medio estirada, animado por la situación. Aquello ya tenía mucha mejor pinta que lo del viernes.

El sonido estaba siendo muy bueno desde el inicio, y la banda tañía muy bien. Tras la primeras canción, el público, -en su mayoría compuesto por gente que no bajaba de los cuarenta-, mostró su primer grito de júbilo, sorpresa y alegría.  Era el turno del único tema de la «era Turner»: «Spotlight Kid», cantado muy bien por Ronnie, a pesar que aparentemente es la de Joe Lynn Turner la tesitura y tono que menos le pega para su voz. Lo cantó muy bien, y el grupo estuvo en papel.

«Mistreated» fue una de las más emocionantes interpretaciones de Ronnie ambas noches. Le puso un sentimiento muy personal, lo cantó con el alma, aproximándose a como lo cantaba Ronnie James Dio en sus tiempos de «On Stage». A muchos se nos pusieron los pelos de punta. Ritchie estuvo genial a la guitarra, así como Johansson, quien también lo dio todo.

Una versión renovada y muy fresca de «Sixteenth Century Greensleeves» fue la novedad del repertorio el sábado. Fue una bocanada de aire fresco, donde las intervenciones a los coros de Candice Night y Christine ayudaron para que el tema les quedara redondo. La musa y esposa del guitarrista estuvo todo el tiempo en su tarima haciendo coros y no le quitó ni un ápice de atención a su esposo, como si su apoyo fuera imprescindible para el éxito de sus evoluciones.

Una introducción tipo la que hicieron en «Highway Star» dio paso a un rotundo «Since You Been Gone», que demostró que la banda estaba más que asentada mientras la noche iba oscureciéndose y las luces fueron siendo protagonistas del espectáculo, lo que ayudó para que la noche fuera perfecta. Como ya he dicho, Blackmore no fue tan inoperante como en Loreley, lo que a estas alturas del show se hizo más que visible. Aunque a todos nos hubiera gustado que hubiera sido más protagonista en escena, lo cierto es que demostró mucha más actitud, bromeó con Ronnie, y sonrió en muchos tramos de la actuación.

En «The Man on the Silver Mountain» Romero tuvo un gran detalle. En mitad del tema, preguntó al público: ¿Quién es The Man On The Mountain? Y ante el griterío del público, él afirmó: «Ronnie James Dio is The Man On The Mountain», algo que levantó los masivos aplausos y vítores de las miles de personas que allí estábamos. La interpretación del tema fue perfecta.

«Difficult to Cure» sirvió para que Ritchie se luciera, aunque lo hizo sin ponerse en el centro de la escena, ni acaparando el protagonismo. También sirvió para que cada integrante se marcara un solo. Los más destacados fueron los del batería David Keith, quien sin ser Cozy Powell, o Ian Paice, cumplió aunque discretamente, y el de Jens Johansson, quien basó parte de su solo en sonidos de Hammond y una destacada parte de la Sinfonía número 5 de Beethoven.

Y llegó una de las partes más espeluznantes y maravillosas de la noche. Fue cuando Ronnie nos extasió a todos con una sublime versión de «Catch the Rainbow». A estas alturas del show yo creo que disipó todas las posibles dudas sobre sus capacidades vocales, feeling, voz y carisma. El final del tema fue lo mejor de toda la noche, Ronnie puso pleno sentimiento y nos conquistó. Fue grandioso, muy a lo Dio, como también fue la versión que se marcaron de un «Perfect Strangers» soberano. La guitarra de Ritchie sonó maravillosa, el bajo, los teclados, los coros…¡¡Grande, muy grande!! Como la siguiente canción, donde Ronnie volvió a sentar cátedra: «Stargazer». Me gustó más como la cantó y que «rollo» le imprimió en Loreley, pero la versión del sábado tuvo más dinamismo, y salió más redonda. Cerré varias veces los ojos, y no me fue nada complicado imaginar a Ronnie James Dio allí mismo, cantando tan impresionante tema. Una vez más, Romero «se salió».

Una muy festiva, aunque lenta, «Long Live Rock ‘n’ Roll» animó al publico e hizo lo mismo con todo el grupo, que en masa se sumó al jolgorio de los miles de fans, quienes cantaron al son marcado por el tema y por un Ronnie que les animó aún más para que cantaran con él su estribillo una y otra vez. Tras este imprescindible himno, llegó un solemne y emocionante «Child In Time» donde Ronnie tiró de personalidad y sin emular lo que hizo Ian Gillan en «Made In Japan», lo cual es casi imposible, se marcó un temazo soberbio, llegando a emocionarnos a todos.

Se aproximaba el final, y llegó con dos festivos himnos: «Black Night», con masiva participación del público que tarareó el pegadizo e inconfundible riff de Richie,  y un gran solo de órgano  de Jens, y «Smoke on the Water», donde los fuegos artificiales pusieron fin a un gran show. Ambos temas sonaron más lentos de lo habitual, pero nos convencieron a todos. Eso sí… Nos hubiera encantado que la banda hubiera hecho uno o dos bises, pero no fue así.

La banda al completo salió a saludar al público, y curiosamente empezó a chispear, aunque no a llover masivamente.

El show de Loreley estuvo bien, sin más, pero el de esta noche si rozó el sobresaliente. ¡¡Grandes RAINBOW!!

Texto y Fotos: Rafa Basa

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Galería de Fotos:

 Viernes 17 en Loreley

THIN LIZZY y MANFRED MANN’S EARTH BAND

Las bandas invitadas en los dos shows fueron THIN LIZZY y MANFRED MANN’S EARTH BAND.

Curiosamente el show fue abierto por los irlandeses en ambas localizaciones. Festejaban su 40 aniversario, y lo hicieron con garra, fuerza y dos conciertos colosales.

Los temas sonaron poderosos, con Scott Gorham como único superviviente de la banda original, al que vi muy feliz y con energía, junto a su otro guitarrista Damon Johnson, quien fue protagonista de casi todos los solos, Darren Wharton, a los teclados y voces, Scott Travis de JUDAS PRIEST a la batería, muy contundente, y el gran Ricky Warwick, a la voz principal y la rítmica, en mi opinión y la de muchos, el integrante gracias al que THIN LIZZY están vivos, muy vivos. Para este tour cuentan con Tom Hamilton, bajista de AEROSMITH, quien estuvo notable, sin más.

El ex cantante de THE ALMIGHTY estuvo muy bien, cantando con raza y demostrando que tanto en BLACK STAR RIDERS como en esta versión actual de THIN LIZZY el es «casi» el líder, con permiso de Gorham y mucho respeto. Warwick es descarado, se muestra rebelde y canta genial.

Me encantaron sobre todo el sábado, aunque debo reconocer que no vi atentamente todo el show completo. En mi opinión, la inclusión del gran Scott Travis de JUDAS PRIEST le da al grupo un corte más heavy, pero hay temas que suenan demasiado abruptos con él a las baquetas. De cualquier forma estuvo muy bien.

Los temas más destacados fueron el inicial Jailbreak, que fue un cañonazo, Emerald, Bad Reputation, The Boys Are Back in Town, Black Rose y el final Whiskey in the Jar.

Un gran show. A los que vayáis, como yo, al ROCK FEST BARCELONA, os recomiendo que no os los perdáis.

Y poco puedo contaros de MANFRED MANN’S EARTH BAND, la verdad. Nunca les presté atención hace años; nunca fueron una banda «de mi rollo», por lo que tampoco hice grandes esfuerzos por verlos atentamente.

Que me perdonan sus fans, pero decir lo contrario sería mentir.

La banda no pegó nada en un cartel como el de este MONSTERS OF ROCK, aunque lo cierto es que demostraron ser grandes músicos, sonaron de maravilla y posiblemente hicieron meya entre los más viejos roqueros asistentes, a ritmo de jazz y  rhythm & blues.

Texto y Fotos: Rafa Basa

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