Crítica del CD de VOLBEAT – Seal The Deal & Let’s Boogie

VOLBEAT –  Seal The Deal & Let’s Boogie
Discográfica: Universal

Puntuación Popular

Si uno lo piensa fríamente, se siente vértigo, inverosimilitud. Es muy difícil conseguir tanto en tan poco como los daneses VOLBEAT, quienes tan sólo hace 15 años que comenzaban a andar desde las cenizas de DOMINUS, y cuatro años después se estrenaban en estudio como banda revelación, hace poco más de 10. Sólo una década entre nosotros, y a pocos se les escapa que estamos ante lo que los americanos llaman `the next big thing´, uno de los más grandes cuando los más grandes ya no estén, un fenómeno de masas que desde sus comienzos siempre han sabido contentar a fans de estilos muy diversos con directos trepidantes, actitud, y una personalidad muy marcada, tres claves del éxito bastante más sencillas de comunicar que de aplicar. Ciertamente, hay pocos casos comparables al de VOLBEAT, pero sea como fuere, su sexto trabajo ya está aquí y eso siempre será noticia y de las buenas, especialmente cuando trae consigo una gira en la que podremos verles en nuestro país el mes que viene, en el Resurrection Fest de Viveiro. Había muchas ganas creo que por parte de todos de descubrir por dónde seguiría la trayectoria de este gigante después de un buen «Outlaw Gentlemen & Shady Ladies» (2013), y la respuesta, aparte de encontrarla en líneas sucesivas, creo que también estaba un poco escondida en su anterior trabajo. La tendencia de su último disco se ha pulido y acentuado en el nuevo, una tendencia honestamente comercial que quizás nos divida a todos un poco, pero que creo que en ningún caso les ha hecho perder absolutamente nada de identidad. Luego a unos les gustará más y a otros menos, pero que VOLBEAT siguen sonando a VOLBEAT como siempre no puede discutirse.

Lo primero que me ha llamado la atención es que por primera vez el grupo ha grabado como trío. Pierden a su bajista de siempre, Anders Kjølholm, y su lugar en el estudio lo ha ocupado para sorpresa de muchos el propio Rob Caggiano. Caggiano no es ajeno al bajo, y ya grabó ese instrumento por ejemplo también en el disco de THE DAMNED THINGS, lo que sin duda se nota por toda la grabación, aunque definitivamente no es un trabajo donde las bases destaquen demasiado. Para el directo no obstante tienen ya recambio, el nuevo bajista titular es Kaspar Boye Larson, aunque no sabremos mucho más de él hasta la gira o hasta su futuro séptimo disco.

VOLBEAT estrenan contrato discográfico con Universal, su primer sello multinacional y masivo, y lo hacen con su disco más comercial hasta el momento; comercial por la gran distribución que va a tener pero sobre todo en el sentido más estricto de la palabra. Era la tendencia que se intuía en su anterior trabajo, en temas como «Lola Montez» o «Cape Of Our Hero», y es lo que la banda danesa nos ofrece en grandes dosis, temas hímnicos con estribillos muy adictivos, muy orientados siempre hacia las melodías, hacia ese elemento tan pegadizo que siempre han tenido, pero con una tendencia mucho más marcada, quizás menos equilibrada que otras veces, lo que seguro sembrará cierta controversia entre quienes siguen a la banda desde sus comienzos, cuando su música estaba quizás más orientada al riff, cuando eran más cañeros. Este disco sin embargo se puede decir que solo tiene «temazos», de esos que se te quedan en la cabeza para toda la semana, ni uno sólo de relleno, pero es un trabajo que al mismo tiempo creo que no resiste el paso del tiempo como lo han hecho otros, aunque eso, claro, el tiempo lo podrá confirmar.

Mi primera impresión de «Seal The Deal…» fue altamente entusiasta, puede que hasta desmedida. «The Devil’s Bleeding Crown», «Marie Laveau», «For Evigt»… el comienzo es verdaderamente memorable, y después la dinámica no decae gracias a temas redondos, casi perfectos, que parecen cobrar vida propia y que dejan poso en el oyente, siempre atrapándonos con estribillos muy cuidados y melodías muy escogidas y deudoras del lado más punk melódico del grupo. De verdad que casi cualquier tema del disco podría ser single, todos tienen su alma, su gancho, y el sonido VOLBEAT se deja sentir en temas altamente «bombásticos» y coreables, mucho más de lo que nunca fueron, aunque como adelantaba ya se podía intuir esa tendencia especialmente desde la llegada de Caggiano al grupo (aunque Michael Poulsen sigue siendo el principal compositor, con muchísima diferencia. La colaboración de Johan Olsen en «For Evig» es muy especial, como lo es el propio tema, con un estribillo enorme cantado en danés, pero la participación de Danko Jones en «Black Rose» es sencillamente alucinante, un matrimonio que estaba destinado a ser. Como curiosidad, encontramos también un par de versiones de temas quizás no muy conocidos como el «Rebound» de los TEENAGE BOTTLEROCKET), que la verdad que VOLBEAT han hecho muy suyo, y «Battle Chains», de los GEORGIA SATELLITES, un tema que sí que queda bastante marciano en el contexto del disco, que suena menos a ellos, vaya.

En sus letras además, la banda ha alcanzado una cierta madurez que quizás no les habíamos observdo antes, dejando a un lado el concepto del ‘western’ que nos ofrecían en su último CD para hablarnos de temas digamos mucho más profundos y hasta espirituales, como el propio Caggiano reconocía en algún medio últimamente, lo que habla de forma velada de una cierta evolución en el grupo también.

El problema viene con el paso de las escuchas. Aunque como digo no parece haber temas de relleno, y el nivel compositivo del grupo permanece altísimo en sus temas individualmente, el disco no termina de funcionar en su conjunto más allá de las primeras 3 o 4 escuchas. Los temas se hacen algo simples, faltos incluso de agresividad, de esa mala leche que nunca les ha faltado, y al depender tanto de sus estribillos y no ofrecer mucho más allá el disco termina siendo algo anodino, empalagoso y pesado. Quizás haya faltado algo más de equilibrio, algo más de ‘groove’, o quizás es que simplemente deberían haber diversificado un poco más su material en vez de juntar tantos temas de corte tan parecido, pero el caso es que con el paso de las escuchas el disco va perdiendo interés, y eso es algo que creo que no me había sucedido en ninguno de sus discos. Aun así, estoy plenamente convencido de que en el estado de gracia que se encuentra Michael actualmente, capaz de componer himnos como los que tenemos aquí, no será difícil recuperar el máximo nivel que siempre ha dado. Quizás se hayan pasado un pelín esta vez como ese ingrediente

comercial al que me refería antes… puede ser.

Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_amo

1. The Devil’s Bleeding Crown
2. Marie Laveau
3. The Bliss
4. The Gates of Babylon
5. Let It Burn
6. Black Rose
7. Rebound
8. Mary Jane Kelly
9. Goodbye Forever
10. Seal The Deal
11. Battleship Chains
12. You Will Know
13. The Loa’s Crossroad