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+ SACRAMENTO
Sábado 14 de Mayo de 2016 – Teatro Axerquía – Cordoba
Tras ver a AC/DC en Sevilla, decidí quedarme en Andalucía, concretamente en Córdoba, y aprovechando que fui invitado al River Rock por Pepe de F Ó N I C A Live Events y por Manuel Escudero, cantante de SACRAMENTO, disfruté de la compañía de mis amigos, (la gente de Kraken, Paco Ventura, etc) y de la ciudad de la Mezquita, hasta que llegó el sábado.
Curiosamente fue en el Teatro de Axerquía, en 1988 cuando conocí a Manuel Escudero. Fue teloneando a NIAGARA. El cantaba con un grupo llamado ARENA, y nada más escucharle cantar, me enamoró como vocalista. El resto lo sabemos él y yo y queda para la historia. Por ello, esta noche fue especial para ambos. Rememorar esos recuerdos fue bonito. El abrazo entre Manuel y yo lo certificó.
Unas 2.500 personas asistieron a la cita. Toda la semana llovía en Córdoba, como en gran parte del país, lo que puso en duda que el espectáculo fuera un éxito. Felizmente, la noche fue una fiesta. El Teatro de la Axerquía casi se llenó de un público muy entusiasta, con ganas de pasarlo bien, y disfrutar de las dos bandas que tocaron esta noche.
Aunque la gran mayoría fueron a ver a MÄGO DE OZ, la actuación de los cordobeses SACRAMENTO levantó mucho interés previo dado que hace meses se presentaron en su ciudad y realizaron un gran concierto, como el que yo disfruté de ellos en Madrid, del quedé encantado.
SACRAMENTO son una banda muy sólida, y no solo porque Manuel Escudero, -contrastado vocalista-, sea su líder. Además de él, el grupo posee muchas armas musicales más que convincentes, tal y como demostraron esta noche.
Adrián Phoenix, su guitarrista, es una fiera. Tocó de maravilla y evidenció que a pesar de su juventud, posee sólidos argumentos como para destacar entre los nuevos héroes de las seis cuerdas aparecidos en los últimos tiempos. Así como el resto de un grupo donde es difícil elegir quien destaca por encima de su compañero. Tanto Pablo Pantera, el bajista, como Tete Navas, el teclista, como Sergio González, el batería, son músicos de mucho nivel, y en conjunto hacen que SACRAMENTO suene de maravilla. Para la cita cordobesa, se les sumó la corista Cristina, quien hizo una buena labor.
Presentaron su nuevo y segundo redondo «Horizonte de Eventos» y repasaron algunos de los temas de su debut. La banda dio mucho de sí, se volcó y se sintió muy a gusto dado que el público les apoyó con sus palmas y cánticos desde el principio. Por ello, Manuel les tuvo que dar las gracias por su calor en varias ocasiones.
Escudero fue «mucho Escudero» esta noche, una vez más. Su voz fue estratosférica, y lo demostró en cada frase, canción y estribillo. Así mismo, dominó la escena, es un gran frontman, acompañado por una banda de relumbrón.
«Destino Marcado», «Rencor» y «Jaula de Cristal» fueron los tres primeros temas, donde Adrán se lució con su guitarra, melena al viento, acompañando a un Manuel victorioso que explicó que era la décima vez que tocaba en el Teatro de la Axerquia, y que estaba encantado. De hecho, como ya he dicho, yo le conocí aquí.
«A Sangre y Fuego» incendió el escenario de poder y garra. Este tema sonó bestial, con un gran estribillo, acompañado de un vertiginoso solo de Phoenix. Fue de los mejor de su actuación, que, por cierto, casi vio entera Txus de MÄGO, sentado en un lateral del escenario sin perder un detalle.
En el tema «Horizonte de Eventos» el grupo demostró su gran destreza instrumental, y en «No hay nada más fuerte» volvió a poner al público encandilado, con su estribillo híper pegadizo.
Con el ambiente a su favor, se marcaron una gran versión del tema «La Estrella de David», donde Manuel nos deleitó con su preciosa melodía.
Y Manuel anunció que para interpretar «Wallace» iban a contar con la colaboración de Zeta de MÄGO, y así fue. Ambos alternaron las estrofas e hicieron un buen papel.
Su himno «Black Deep Rainbow», -su mejor canción sin duda-, puso fin a una gran actuación, más importante si cabe porque SACRAMENTO son de Córdoba, y tocar ante su público fue muy especial.
Tras los cambios, y mi presentación, salió MÄGO DE OZ a escena, atronadores desde el inicio, sonando perfectos, y con una escenografía muy vistosa, con su payaso gigante de «Ilussia» en la parte central de la escena, y un repertorio lleno de grandes canciones y temas de dicho álbum.
El estado de la banda es inmejorable, como ya expliqué en mi anterior crónica de su actuación en la Sala Totem de Villava, y así fue en Córdoba ante un público más que entregado y casado en cuerpo y alma con MÄGO DE OZ.
La única novedad comparada con dicha actuación, aparte de ser diferente repertorio, fue la inclusión en sus filas del nuevo flautista/multi-instrumentista Diego Palacio, un chico asturiano de tan solo 20 años, que ha sido recomendado por Josema, quien ha dejado momentáneamente el puesto para unirse a El Circo del Sol. La verdad es que con todos mis respetos hacia JoseMa, el nuevo fichaje es «una pasada». Lo de este chico es impresionante. Además de tocar numerosos instrumentos de viento perfectamente, seguir al pie de la letra cada intervención y canción del show, esta noche en Córdoba fue muy protagonista. Me encantó su entrega, desparpajo, y que en tan poco tiempo se haya acoplado tan bien, y además que tenga tanto protagonismo y soltura en escena. Un 10 para Diego.
El resto del grupo estuvo genial. Curiosamente, el teclista y gran músico Javier Díez tuvo un percance en un dedo y tuvo que tocar sin usarlo, por lo que sus esfuerzos fueron máximos para poder salir airoso, algo que hizo y, «con nota».
El show estuvo compuesto por temas de «Ilussia» y grandes éxitos. Arrancó con mi favorito «Pensatorium», con una Patricia que cantó maravillosamente, saliendo a primera línea escénica junto a un Zeta que cantó perfectamente toda la noche. Musicalmente la canción fue divina, sonó muy compacta y repleta de lujo y pasión sonora; le siguió «Melodian» y un «Satania» desgarrado, donde Txus tocó especialmente bien. Llevo tiempo diciendo que ha mejorado mucho en los últimos tiempos. De pasar de ser un batería de aprobado justito, ahora toca muy bien, y sin llegar a ser «un Portnoy», la verdad es que ha alcanzado un buen nivel por culpa de las innumerables clases que lleva tomando con Manuel Reyes junior de SÖBER, desde hace tiempo.
Las sonrisas fueron la tónica general de la noche. Como siempre, cada miembro del grupo no para de sonreír, demostrando claramente que todos se lo pasan «en grande», y eso se contagia, y encandiló a las más de 2.500 personas que casi llenaron el Teatro. No puedo, ni quiero destacar a ninguno por encima del otro. Todos estuvieron geniales, la verdad.
«Abracadabra», -uno de los cortes que menos me gusta de «Ilussia»-, y una «La Danza del Fuego» impresionante, pusieron el listón muy alto. Bajó claramente, en mi opinión, con «El Cantar de la luna oscura», pero volvió a subir a gran altura con los siguientes «Hoy toca Ser feliz», con Fran especialmente motivado con la acústica y el público disfrutando al máximo y un colosal «Hasta que el cuerpo aguante».
Zeta bromeó con el público y consiguió encandilarles, no obstante, -en mi opinión-, es un tanto artificial y forzado cada vez que presenta las canciones y se dirige a los fans. Seguro que si fuera más natural ganaría muchos más puntos. Pero lo digo como «crítica constructiva». No por ello le quiero quitar valor a su gran labor como vocalista, aunque como digo, «no todo es cantar». Además cada día se entrega más escénicamente, y eso juega a su favor.
Para interpretar «La viuda de Obrian», Txus se vistió con sus mejores galas, cantó como frontman, y ocupó su puesto a la batería Luismi García, quien es el extraordinario técnico de sonido principal de MÄGO DE OZ, y a su vez toca la batería con el grupo VINO TINTO, junto a Vito, cantante de SINKOPE, y Peri, (ex-bajista de MAGO, actualmente con José Andrea).
Más tarde tocaron un emocionante «Desde mi cielo» que dedicaron al fallecido hijo de una fan que lloró en la primera fila de emoción, y Zeta cantó con el alma y un sentimiento colosal. Tras esta pieza, Patricia nos extasió a todos con su sublime interpretación de «Duerme». Lo de Patri es de otro Mundo ¡¡¡Y, como se mueve, lleva la actitud dentro, es pura actitud!!!
A renglón seguido, Zeta invitó a volver a escena a Manuel Escudero y Adrian Phoenix para marcarse una potente versión de «La Santa Compaña», dado que ambos colaboraron con MAGO en Madrid el pasado día 7 y en la grabación del tema en «Finisterra Ópera Rock». Fue un momento mágico que electrizó la escena y al público.
«Cadavería», «Vuela Alto» sonaron muy bien y dieron paso al final de la actuación, con «traca especial», donde los 2.500 asistentes cantaron «La Posada de los muertos» y «El que quiera entender que entienda», con broma de Zeta a Diego, incluida.
Llegó el final, y la gente pedía a gritos «Fiesta Pagana», que tocaron en el bis, pero al final. Antes todos botamos con «La costa del Silencio» y «Molinos de Viento».
Una noche grande, mágica e inolvidable en Córdoba!!!
Texto y fotos: Rafa Basa
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MÄGO DE OZ
«… Me enamoró como vocalista. El resto lo sabemos él y yo y queda para la historia. Por ello, esta noche fue especial para ambos…»
Qué bonito. El día que os casasteis JAJAJAJAJA es broma, es que me ha hecho gracia ese párrafo. Me habría gustado ver a Sacramento y ya de paso con Mägo habría sido la hostia.