ATLAS – Nuevos Tiempos, Viejas Costumbres
Discográfica: The Fish Factory
Seis años han pasado desde Contra viento y marea, el hasta ahora último disco de ATLAS. Tras diversos cambios de formación, la banda anunció su regreso con la formación original a finales del 2014. Entonces dieron algunos conciertos (estuvimos en el de Madrid) pero no hablaron de nuevo álbum, quizá para no someterse a ninguna clase de presión. Pero aquí está Nuevos Tiempos, Viejas Costumbres, el que es ya tercer trabajo del combo formado por Ángel Arias, Manolo Arias, Ignacio Prieto y José Martos.
Grabado en los estudios Rimshot en Pozuelo de Alarcón (Madrid) junto a Carlos Lillo, y masterizado por Mika Jussila en sus prestigiosos Finnvox, incluye once nuevos cortes.
El primero en sonar es «Esperaré», un magnífico medio tiempo que rezuma elegancia y buenos riffs. Bebe directamente del blues y rock clásico y cabalga lento pero seguro hacia un estribillo en el que canta toda la banda y que tiene una melodía muy pegadiza. Ignacio firma una interpretación con mucho feeling y con ese timbre tan característico y roto que tiene. Buen trabajo de Manolo a las guitarras, sin complicarse demasiado, pero con mucho rollo.
«Cosa de valientes» tiene un aire hard rock más moderno (pienso aquí en GOTTHARD, por ejemplo), pero manteniendo unas melodías muy ochenteras. Me encanta el groove que forman guitarra y bajo en las estrofas y el cambio brillante que tiene el estribillo, con mucho gancho y hecho para cantar en directo. Es un tema sencillo pero muy, muy bien ejecutado.
Creo que colocar «Culpable» como tercera canción en el tracklist corta un poco el ritmo, pero es que es una balada tan buena y tocada con tanta clase que al final acaba importando poco. Es para escuchar una y otra vez con mucha calma, y es que tiene muchos detalles que la convierten en una de las más ricas del trabajo. Se nota que Ignacio canta de corazón y, en general, que la banda se siente muy cómoda a paso lento. Parece una canción grabada en otra época, y creo que ahí reside su encanto, su toque old school. Y las orquestaciones son, simplemente, perfectas.
Y de una balada tranquila pasamos a un corte cañero de heavy rock, «Vete al infierno», que arranca con una intro de órgano barroca y que crea una ambientación oscura y preparatoria para el cañonazo que nos espera. Efectivamente, va creciendo con mucha actitud hasta un estribillo en el que el doble pedal y un Ignacio rabioso son protagonistas. Por cierto, y como curiosidad, Ignacio me recuerda aquí a Gabi Boente en aquel lejano Mi Ciudad de SARATOGA. Atentos a la genial dinámica que logra José Martos, muy clásico a la hora de tocar y midiendo en cada momento las intensidades. Muy buen tema para escuchar sin escatimar en volumen.
«Gritaremos No» nos coloca en el Lejano Oeste con ese efecto aplicado a la guitarra y a la voz de Ignacio. Enseguida arranca toda la banda, pero sin perder ese toque sureño (fijaos en la variedad musical que llevamos ya, y vamos por la quinta canción). Una medio tiempo madura y rockera con una letra crítica y optimista. Muy buen estribillo y bonito final, en el que Ignacio nos hace saborear los últimos versos con unos arreglos geniales.
Uno de los que más enganchan desde la primera escucha es «Un sueño cumplido», en clave autobiográfica y que habla de la satisfacción de poder vivir de la música. Ochentera, rockera y muy melódica, con unas voces muy cuidadas. ¡Ah, y maravilloso ese guiño final a BARÓN ROJO!
«Llueva o salga el sol» es una balada en la que Ignacio se cuelga la guitarra acústica para cantar mientras Manolo adorna los versos con arreglos de guitarra eléctrica. Muy buen golpe de efecto cuando entra con todo la batería y la distorsión de las guitarras. Destacable también el papel de Ángel, que ha dibujado unas líneas de bajo simples pero que iluminan la pegada de un tema con mucho feeling.
Me da la sensación de que «Mil y un pedazos» se ha quedado corta de revoluciones, como si le faltara un pelín más de caña y velocidad. Supongo que ATLAS habrá preferido optar por la caña bluesera a lo LED ZEPPELIN que a lo DEEP PURPLE pero, igualmente, es un corte muy «disfrutable» en el que he paladeado especialmente el solo de Manolo, muy rockero y arropado con una magnífica batería de Martos.
«Fuera de mí» empieza con un lead de guitarra melódico y juguetón, que continúa derivando en unos acordes con mucho brillo en las estrofas. Una de las más directas y pegadizas del trabajo, especialmente gracias a un estribillo que resulta familiar desde la primera escucha (esa típica sensación que uno tiene cuando en realidad es un tema nuevo) y que se te acaba metiendo bien en la cabeza. Me ha gustado mucho cómo termina hilándose ese lead inicial de guitarra con el propio estribillo.
«No se permite prohibir» es un muro rockoso con un groove enorme que se va desinflando a medida que se acerca el estribillo. Personalmente hubiera preferido algo más cañero y menos tranquilo, pero entiendo que es un tema más setentero para disfrutar a fuego lento, como gran parte de este trabajo.
Por último, llega «Somos una misma voz», un corte más hardrockero y en el que, de nuevo, hay que aplaudir el matrimonio entre las guitarras y el bajo, con un resultado potente pero nítido al mismo tiempo. El estribillo es como un himno de taberna, muy alegre, y me ha recordado ligeramente a «Escuchando al corazón», un viejo tema de ARS AMANDI. En cualquier caso, un cierre optimista y menos serio.
Creo que Nuevos Tiempos, Viejas Costumbres es un título bastante acertado porque resume la propuesta musical de un disco que va a lo seguro, a lo que ATLAS siempre ha hecho. Y quizá eso sea, al mismo tiempo, lo mejor y lo peor. Lo mejor porque es algo que siempre han hecho muy bien (y si algo va bien, ¿para qué cambiarlo?), y lo peor porque creo que, a pesar de que es musicalmente muy variado, lo tendrán difícil de cara a captar al público más joven, y es que es, seguramente, demasiado maduro y serio. Por otro lado, noto a Ignacio Prieto algo contenido, él tiene mucho más chorro de voz que el que escuchamos en el álbum; no es que eche de menos esos gritos heavies que él sabe dar, pero sí creo que habría venido bien algún adorno que le haga destacar más como el gran cantante que es.
De todos modos, esto es por poner alguna pega porque, en realidad, creo que es un disco excepcional, que hace justicia al hard rock en español y que no se agota a la primera escucha. Es para disfrutar bien una y otra vez, y eso es lo que importa al final: que las composiciones sean sólidas y no sean de usar y tirar. Y aquí ATLAS tiene mucho que enseñar.
César Muela – Twitter
Lista de Temas:
- Esperaré
- Cosa de Valientes
- Culpable
- Vete al Infierno
- Gritaremos No
- Un Sueño Cumplido
- Llueva o Salga el Sol
- Mil Y un Pedazos
- Fuera de Mí
- No se Permite Prohibir
- Somos Una Misma Voz
El disco en líneas generales está bien pero he de admitir que tampoco me ha parecido nada del otro mundo y más aún si lo comparamos con «Un Poco Más» (seguramente su mejor álbum hasta la fecha) pero bueno…después de tantos cambios de formación y demás lo cierto es que me esperaba quizá algo peor.
Creo que te has confundido de grupo, ‘Un Poco Más’ Es de Beethoven R. xD
Ostias…es verdad.Entono el Mea Culpa.