Escuchamos varios temas del nuevo álbum de Leo Jiménez y le entrevistamos
Escuchamos varios temas del nuevo álbum de Leo Jiménez. Hablamos sobre sus nuevas canciones.
Ayer miércoles, pude escuchar seis de los temas del que será el próximo álbum de Leo Jiménez en los estudios de Anti Honrrillo en Fuenlabrada. Tres de ellos ya los pude escuchar, «como amigo», hace meses tras tomar unas cervezas con Leo, en su coche. Claramente eran en formato maqueta, grabados por él mismo en su casa, pero me sirvieron para hacerme una idea de a que sonaría lo nuevo del vocalista.
Leo empuña el hacha una vez más, y la ha afilado a conciencia, porque en parte de sus nuevos himnos demuestra su faceta más agresiva, su lado más guerrero musicalmente hablando. Cuatro de los que escuché son ultra cañeros, son un rodillo. Como ya ha dicho muchas veces él mismo, Leo es fan de la caña, de bandas como PANTERA, SEPULTURA, SOILWORK, GOJIRA, los primeros METALLICA, y en esa onda suenan dichas canciones, sobre todo en cuanto a sus bases guitarreras, construcción, contundencia y actitud. Lo que ocurre, como el mismo reconoce en la entrevista que luego le hice, en éstos hay partes que definen su identidad y su dualidad. Por ejemplo en los estribillos principalmente, en su voz y voces, Leo saca a relucir sus otras influencias «tipo HELLOWEEN», y lo cierto es que el cóctel resulta genial y altamente original. Las canciones empiezan «a toda pastilla», con guitarras y estructuras propias de una banda de metal extremo, y cuando llega el estribillo, aparece la melodía y las armonías que Leo ha lucido durante todos sus años de gloria.
Pero no todo es «leña» en el CD. Leo posee dos caras musicales y las luce intensamente en el disco. Su otra cara es la melódica, la comercial, la melancólica, la cercana incluso al pop. Y dos muestras sonoras son la preciosa «Caballo Viejo», que ya estrenó en el disco de temas extras del DVD en directo en formato «demo» y en «Un día más», un medio tiempo baladístico donde canta con voz cálida, dulce, y la melodía es su punto más fuerte y protagonista.
Es un álbum de contrastes, de polos opuestos, donde Leo ha hecho al 100% lo que realmente le apetecía, sin cortapisas, lo que ha brotado de su alma, con sentimiento, o con «mala ostia», dependiendo de cada corte.
En varios de ellos, ha escrito letras muy directas, de repulsa, de denuncia al día a día que vivimos, sobre el hambre, la pobreza, o la penosa situación política.
El trabajo vocal de Leo es muy bueno, en los 6 temas que escuché hay de todo. Tonos medios, bajos, agudos, fragmentos guturales; además se ha hecho ayudar en estas últimas voces de su amigo Mero Mero. Y en las baladas, encontramos al Leo más dulce, romántico. Sin duda, ha sido muy versátil y canta como cualquiera de sus fans esperábamos, pero eso si… Ya no es el Leo de los constantes agudos.
Sus compañeros están impecables colectiva e individualmente. Como Leo cuenta en la entrevista que le hice, es muy justo resaltar el trabajo de Carlos Expósito a la batería. ¡¡Colosal!! Así como el del resto de sus compañeros, Edu Fernández, Antonio Pino y Rufo J Cantero.
También tengo que hablar del equipo sensacional que Leo y Anti Horrillo forman. El ingeniero ya ha formado parte de otras aventuras y además de su sabiduría y buen hacer, hay que añadir las muchas horas que ambos han compartido hasta sacar el máximo jugo al trabajo. La masterización corrió a cargo de otro amigo: Pepe Herrero.
«Soy Libertad» Es uno de los cortes más extremos…En él, hay todos los argumentos musicales propios de una banda como GOJIRA, SOILWORK… Arranca con golpes potentes al unísono y algunos «blast beats»y un grito infernal. El ritmo es vertiginoso, sobre todo de guitarras de base y batería. Leo canta de forma muy agresiva la estrofa principal para cambiar su tono y estilo en el puente, con algún giro que podría recordar a STRAVAGANZZA. El estribillo es atípico, pero engancha. Es un trallazo, como otros temas que escuché en una línea similar y arrasadora.
«Con Razón o sin Razón» es otro cargado de «mala leche», de rabia. La banda suena como un mazazo en el estómago, y contrasta con la voz melódica en tonos medios de Leo. El estribillo es muy comercial en el buen sentido, rápido, con un rítmo muy pegadizo, pero fuera de lo convencional. Este se repite muchas veces a lo largo de este tema que será el primer single y vídeo.
«Hambre» será el segundo single. Su letra es visceral, directa. Critica a los políticos y les exige que hagan algo para que el estado actual que vivimos cambie. En el siglo XXI no puede ser que tanta gente pase hambre. Su rítmo es enrevesado, potente, su estribillo es «muy Leo«, con una gran melodía, una base de batería bestial. Quizás se de la mano con su anterior álbum, en cuanto a estilo. Funcionará muy bien en directo.
«El Dilema» abrirá los conciertos de la próxima gira. Es matador, aniquilador, muy MACHINE HEAD de los primeros discos. Sus guitarras son una mole, así como su ritmo vertiginoso, enrabietado, a doble bombo, con una batería desatada, y unos guturales obra de Mero Mero que dan paso a un Leo exultante. Mero es muy protagonista en el tema. El estribillo vuelve a contrastar melódicamente con el resto, y vuelve a recordar un poco a STRAVAGANZZA por su lírica y cadencia. Un trallazo en toda regla.
Y he dejado para el final las dos baladas, los dos temas totalmente diferentes de los que ya he hablado someramente, «Caballo Viejo», que ya se editó en formato «demo» y «Un día más». Ambas canciones abrirán heridas, extasiarán a los amantes de las emociones a flor de piel, conseguirán enamorar a muchas y muchos fans seguidores de las grandes baladas de la carrera de Leo. Dos bellísimas canciones.
Y poco más puedo contar.
Tras la escucha entrevisté a Leo. Le podéis escuchar hablar de su nuevo álbum.
Rafa Basa
Fotos: Bryan Jimenez & Lucas Perez