+ ZENOBIA
Miércoles 2 de Diciembre de 2015 – Pabellón oeste del Palacio de los Deportes – México, D.F.
MÄGO DE OZ, un astro que brilla por sí mismo
La Ciudad de México fue testigo de un suceso único para el heavyrock latinoamericano: el festejo del decimoquinto aniversario de la obra magna de la cultura rockera en español del siglo XXI – Finisterra, esta vez regrabada y puesta al día, la cual hizo debut el pasado 13 de noviembre, con el subtítulo de «Ópera Rock». Alabada por endurecer y vitaminar el sonido de la grabación original y criticada – en partes iguales – por la ridícula sobreexposición del disco con colaboraciones al por mayor.
Pese a querer reafirmar la ya forjada leyenda de Finisterra con arreglos de primer nivel y un soberbio y contundente sonido digno del 2015, la citada regrabación dejó un par de dudas al aire: ¿Ocultaba el grupo alguna carencia del vocalista debajo de la sombra del cantante anterior (José Andrëa) al mezclar tantas colaboraciones? ¿Es realmente Finisterra una leyenda digna de regrabación y de una gira intercontinental a manera de celebración? Todo esto fue respondido la noche del miércoles pasado, en el pabellón oeste del Palacio de los Deportes.
ZENOBIA
El primer turno de la noche le tocaba a ZENOBIA, otra banda proveniente de España (y muy querida entre los fans del género en México) que lleva años apostado y luchando por el heavyrock en español. Tras ofrecer 7 fechas en el país durante la primera mitad del año, regresan para rematar un par de ciudades que se les quedaron en el tintero y para aprovechar la invitación que MÄGO DE OZ les extendió para abrir sus conciertos en el país.
Tras escuchar una introducción tan bucanera (de hecho es la mismísima «He’s a Pirate» de Los Piratas del Caribe), ZENOBIA no se la piensa dos veces para echar toda la carne al asador y comenzar con una rápida, potente y efectiva Ícaro, canción casi mandada a hacer para el inicio de un concierto y que con riff aplastantes, dobles bombos y un Jorge Berceo impecable, demuestra que el grupo quiere comprobar que son más que unos teloneros. «Vamos a continuar rapidito» expuso Berceo y sin darnos cuenta, La Fiebre del Oro entraba hasta nuestros oídos, denunciando la interminable avaricia que los políticos de todos lados poseen al llegar al poder.
Continuando con el concierto, y con otro llamado de atención, esta vez para las dictaduras y los autoritarismos, El Sueño de un Loco hizo mover la cabeza de los presentes con un tempo más lento pero con mucha fuerza, distorsión y con un final que pareciera de nuevo que estuviese pensado para tocarse en vivo, mientras que el frontman aprovechaba la entrega del público para dirigirlos durante la velada heavy. De hecho, ésta fue la mayor y más grata sorpresa del concierto: la entrega y aceptación de los fanáticos mexicanos ante una banda que pese a no tener tantos años como MÄGO DE OZ u otras bandas que vienen frecuentemente al país (véase Leo, WARCRY), tiene la energía y el ambiente necesario para que en un futuro se vuelvan otro show indispensable para la escena rockera del país.
De nuevo, sin escrúpulos o tiempo perdido, la primera canción de su último trabajo «Supernova», Borraré tu Nombre, se convirtió en uno de los temas más coreados de toda su actuación, con un estribillo pegadizo y un par de riffs «marca ZENOBIA». Tras una breve pausa, en la que el famoso Txus di Fellatio, líder y baterista de los MÄGO salió a saludar tanto a ZENOBIA como al público, otro clásico de los ZENOBIA se nos venía encima: La Legión Infernal, un corte con sabor a himno del metal, que como Corazón de Heavy Metal (LUJURIA) o Trono del Metal (WARCRY), invita a todo el conglomerado metalero a unir sus voces en una sola, con el propósito de que se oiga clara y fuerte, muy fuerte, cosa que el grupo consiguió al atrapar al público con un tema rápido y directo.
Una de Piratas, canción perteneciente a su último trabajo, fue el tema que continuó con el concierto y con el cual empezaría la recta final de éste. Aventurera y con sabor a agua salada, probablemente fue una de las canciones menos conocidas por el público, aunque esto no le quita mérito a la banda y en especial a Jorge Berceo, que demostró canción por canción el poderío vocal que carga y que también por qué no decirlo, su recientemente estrenado cabello corto.
La Tormenta, otro de esos trallazos de Speed Metal que quebrantan huesos y rompen tímpanos, prosiguió con el show. Con unos solos espectaculares de Víctor y un Ooh tabernero que se entremezcla entre la velocidad y las doble corcheas, la canción nunca mostro síntomas de cederle terreno a nadie y terminó con la misma fuerza que con la que comenzó, cosa que el público aplaudió, porque a fin de cuentas, la gente se da cuenta cuando los que están encima del escenario se dejan el alma en cada una de sus canciones. Para terminar la noche, Jorge y Víctor (este último con su guitarra) nos invitan a corear con la banda lo que vendría a ser la melodía de Lo Llevo en la Sangre, canción con la que cerrarían el concierto. El público, con la energía prácticamente intacta y ávido de ver a los MÄGO, se mostró respetuoso ante la banda en turno y los acompañó hasta el final de su actuación, la cual veneraron y aplaudieron al ser ésta una honorable y espectacular prueba de que son un grupo que no se conforma ni conformará hasta que ellos sean los que les toque traer una banda para telonearlos.
MÄGO DE OZ
Aproximadamente veinte minutos después, ya pasadas de las nueve de la noche, empezó a sonar el Prólogo que da arranque a Finisterra. El ambiente instantáneamente cambió a estar lleno de expectación por la salida del grupo y en no menos que en un par de minutos la sala se convertiría en una fiesta en su totalidad. Txus, como ya de costumbre, se montó sobre su batería para saludar al público y hacer estallar toda la expectación que la audiencia del pabellón guardaba al empezar los primeros compases de Satania.
La banda salía a escena con un telón con el emblema del grupo y, montadas sobre las bocinas del recinto y dividido a la mitad, el logotipo de este «Finisterra Ópera Rock». El ruido del púbico era ensordecedor. La gente bailaba, gritaba y cantaba a tal nivel que incluso hizo que el volumen de las primeras estrofas quedara opacado, y de hecho, éste fue el altibajo más grande del evento, la mezcla de audio al principio del concierto. La voz de Zeta estaba por debajo de la banda, la batería un poquito más alta de lo habitual y a veces el violín se perdía sobre una flauta que estaba más alta y viceversa; incluso se volvió más notorio por la introducción de un sexteto de voces a modo de coro (¡qué detalle!) que trajeron para acompañar los arreglos corales de Satania, La Cruz de Santiago y Finisterra, que prácticamente pasó desapercibido hasta la última canción del concierto, cuando ya los problemas de sonido se habían esfumado hacía ya algún rato. También, otra víctima de este lapso de problemas en la mezcla (que duró cerca de una canción y la mitad de la otra), fue el virtuoso y magistral solo de bajo de Fernando Mainer, que a la mitad de la canción pasó prácticamente desapercibido, al no escucharse en absoluto.
Vitoreados y encarrerados, no se hizo esperar La (nueva) Cruz de Santiago. Aunque todavía arrastrando algunos de los problemas de sonido del principio, el arranque coral y powermetalero de esta canción no dio respiro alguno. La gente cantó (muy fuerte) prácticamente toda la canción y como mención especial necesito destacar la excelsa actuación de Zeta, que se enfrentó a las partes más agudas como quien camina por el parque en una tranquila mañana de domingo. Impresionó durante toda la noche con su capacidad vocal y en especial en los segmentos agudos, los cuales hizo sin dudar ni tambalear en ni una sola nota.
Al empezar esta reseña, califiqué al Finisterra original como «El mayor acontecimiento de la cultura rockera en el siglo XXI», y después de ser testigo de lo que pasó en la siguiente canción, me di cuenta que esta afirmación no es está en ningún momento fuera de la realidad. Al empezar el primer sencillo de esta Ópera Rock, La Danza del Fuego, los gritos, el goce y el corear de los fans rozaron niveles estratosféricos al escuchar lo que para ellos, la gente y los fans, es un «clásico». Si durante la parte lenta el pabellón se rindió ante los pies de Zeta, durante la parte rápida se volvió una auténtica fiesta. Todo el mundo brincaba, bailaba y se volvía parte de un festejo no sólo mágico, sino una celebración llena de admiración para contemplar a un clásico que –ya– ha trascendido a través el tiempo. Esto se hizo evidente también en Hasta que el Cuerpo Aguante, otra fan-favorite y en donde tanto como los seguidores de antaño como los más nuevos corearon hasta el fin de esta canción.
Acto seguido, el bajo distorsionado del ya citado bajista empezó lo que llegaría a ser un popurrí de casi 10 minutos que incluiría El Señor de los Gramillos, Polla Dura no Cree en Dios y Kelpie. En la primera, derrochando sentido del humor y acercándose un poco más a la versión original, Zeta volvió a taclear de frente unas de las secciones más agudas de todo el concierto (Tengo una banda de duendes rockeros…) sin problema alguno. Terminando esta primera parte y comenzando con el riff inicial de Polla Dura no Cree en Dios, se presenta el primer invitado del concierto: Anono (baterista de BURDEL KING), el cual toma las riendas de la batería durante esta canción y en Kelpie. Polla Dura se acercó mucho más a la nueva versión, con un puente blusero antes de las estrofas y uno que otro pasaje burdelezco, mientras que Kelpie tuvo una actuación magistral interpretada por la gigantesca voz de Patricia Tapia, que tomó alto protagonismo durante esta canción y la convirtió prácticamente suya.
El siguiente pasaje consistió en ser la parte más romántica y tierna de todo el concierto: las baladas. Comenzando a modo de trío, el bajo y las guitarras de Frank y Carlitos llevaron de la mano en Maite Zaitut a un Zeta que goza de lo lindo cantar en un registro más bajo (y cómodo) que en canciones anteriores y que le permite exprimir todo su potencial. Al terminar, este último nos presenta y nos recuerda la gran soprano que es Patricia Tapia, para empezar la interpretación de Duerme. Melódica y apoyada bajo las orquestaciones de Javi Díez a los teclados, Paty nos hace recordar la increíble cantante que es, mezclando su interpretación y respetando al mismo tiempo la línea melódica que grabó la soprano Pilar Jurado en esta versión del 2015. Para rematar la primera mitad del concierto, a modo de dueto, Díez y Zeta ponen la piel de gallina a cualquiera que llegue a escuchar una fantástica versión de la ya gran Es Hora de Marchar.
Arrancando la segunda mitad del disco, los MÄGO nos hicieron recordar que el segundo CD del trabajo no es ningún relleno, sino al contrario, es pieza fundamental del éxito del mismo. Retoman el ritmo con la absurdamente famosa Fiesta Pagana, canción la cual pone de cabeza al pabellón. A modo de sorpresa, también toca ver a – la ya también clásica – Súperpolla, la cual acompañó y bailó en prácticamente toda la canción. Al terminar, y después de recitar un divertidísimo poema dedicado a Josema Pizarro (flautista del grupo), empezó otro gran clásico: El que Quiera Entender que Entienda. En este himno (por falta de un calificativo que lo describa mejor) pudimos disfrutar de distintas mixturas dentro de la canción: una parte con los arreglos que se vieron en su última grabación, como el cambio a ritmo de reggae y la otra parte con las líneas melódicas originales, como la del solo de guitarra. Todo esto sin perdernos la típica escena rockera que protagoniza la mayor parte del grupo al finalizar esta canción.
Presentando a la segunda colaboración de la noche, Zeta invita a Jorge Berceo regresar al escenario para interpretar juntos Los Renglones Torcidos de Dios, misma canción en la que participa en la regrabación. Con una teatralidad espectacular y unos solos de guitarra exquisitos, Jorge y Zeta nos llevan hacia los nuevos arreglos que aparecen en el coro y que dan un aire fresco y muy metalero a esta canción. Acto seguido, regresamos por última ocasión a una balada, la cual hace que Paty Tapia retome el escenario y haga y deshaga a voluntad la preciosísima Tres Tristes Tigres, y que como hizo con Duerme, respetó la voluntad melódica de su intérprete, que en este caso fue Diana Navarro. Inmediatamente prosiguió A Costa da Morte, una vieja pero deliciosa canción instrumental que nos recuerda la parte más folk del grupo.
Para inaugurar la recta final del concierto, lleno de brujas, aquelarres e invocaciones diabólicas, el grupo nos da su cara heavy con La Santa Compaña. Llena de coros pegajosos, versos poéticos y sobre todo con una parte intermedia que invita a bailar hasta el que menos sabe hacerlo. Al terminar, el grupo se retira sin más para dejar que la grabación de Conxuro sirva como introducción para dos cosas: para desgarrar nuestras cabezas con el heavy-arábigo de Astaroth y para que suba a escena el virtuoso guitarrista Manuel Seoane (que estaría hasta el final del concierto). En esta canción vuelve a tomar protagonismo la increíble voz de Zeta y la preciosa y delicada voz de Paty, que como las veces anteriores, volvió a respetar la línea melódica que en este caso grabó Ailyn, cantante de Sirenia. Terminando la interpretación, el coro que apoyó al grupo en las primeras dos canciones regresa a escena y junto a Zeta, Paty, y el resto del grupo, comienzan la canción más esperada de la noche: la legendaria Finisterra.
En esta verbena de heavy, hard rock, folk, solos y epicismo los MÄGO nos demuestran que pueden exhibir una cara profesional y teatral, en donde en su papel como el grupo que presenta la ópera rock, cumple las expectativas de una canción como Finisterra. Al comienzo y hasta antes de la mitad de la canción, Zeta y Patricia intercalan personajes para cubrir el terreno de los invitados que participaron en esta grabación, y que después de otro Oh Finis, Oh Terra, la parte más folk nos invita a bailar y a degustar de una sección apetecible para todo público, que igual da entrada a la sección de solos, donde tanto Carlitos como Manu Seoane hacen quemar las cuerdas de sus respectivas guitarras. Después de otro medio tiempo y de un coro que incita a la libertad, las gaitas y los violines construyen el puente que da paso al final de la pieza, en donde el bajo sirve como base para que la canción, que manifiesta un crescendo que denota el final de la obra, desemboque en el coro cantando en latín justo después de «En Satania estás, es el fin del camino». Festejados, ensalzados y aplaudidos, los MÄGO salen a despedir a su público que pese se quedó con ganas de «otra», los conmemora como unos ídolos entre aplausos y silbidos de aprobación.
Finisterra, al final de la noche, demostró ser una pieza clave no solo para los seguidores del grupo, sino para los fanáticos del rock en general, que pese a ser admiradores o no del grupo, reconocen canciones como La Danza del Fuego o la Fiesta Pagana en donde sea, piezas que se han vuelto indispensables en cualquier catálogo rockero en español y que se conmemoran como clásicos de éste. MÄGO DE OZ ha progresado como banda a través de los últimos años, y que pese a cambios de formación y a constantes críticas, el peso y la historia de la agrupación hacen que el público alce las manos y pose esos cuernos con orgullo, y que al final, combinados con una salud increíble y un estado anímico infalible, hacen que el grupo simplemente brille como cualquier astro en una noche despejada, por la luz de su grandeza misma.
Setlists:
ZENOBIA:
- Intro (He’s a Pirate)
- Ícaro
- La Fiebre del Oro
- El Sueño de un Loco
- Borraré tu Nombre
- La Legión Infernal
- Una de Piratas
- La Tormenta
- Lo Llevo en la Sangre
MÄGO DE OZ:
- Prólogo (Pista)
- Satania
- La Cruz de Santiago
- La Danza del Fuego
- Hasta que el Cuerpo Aguante
- Medley (El Señor de los Gramillos/Polla Dura no Cree en Dios/Kelpie) (Con Anono, de BURDEL KING)
- Maite Zaitut
- Duerme
- Es Hora de Marchar
- Fiesta Pagana
- El que Quiera Entender que Entienda
- Los Renglones Torcidos de Dios (Con Jorge Berceo, de ZENOBIA)
- Tres Tristes Tigres
- A Costa da Morte
- La Santa Compaña
- Conxuro (Pista)
- Astaroth (Con Manuel Seoane)
- Finisterra (Con Manuel Seoane)
Texto: Miguel Alejandro Ramos Vera – miguel.astaroth@hotmail.com
Nota: Quiero agradecer a Erick Padrón y a polvora.com.mx por haberme cedido las fotografías del concierto.
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Sorprende mucho ver los halagos hacia Zeta en la canción de La Cruz de Santiago cuando nada más empezar colocan un sample con el grito de Leo en la versión de estudio (está subido en Youtube, por si le interesa a alguien).
Creo que las dudas que tenía mucha gente acerca de cómo lo haría Zeta para cantar la canción sin Leo al lado ya está resulta: poniendo grabaciones de Leo en estudio e intentando hacer que cuelen.
Por no hablar que ni de lejos consigue llegar a los tonos altos de la versión original, mucho menos hacerlo «como quien camina por el parque».
No entiendo por qué ese afán por mentir a la gente. Gran parte de toda la mierda que le cae a este pobre cantante la tenéis los medios, por intentar hacer creer a la gente que sí está a la altura de lo que hacía Jose. Luego esa gente lo ve cantar, empiezan a comparar, y claro, pasa lo que pasa.
igual el afán es tuyo por desprestigiar a Zeta. Que ponen el grito inicial de Leo uffffff y toda la canción quien la cantó Leo también?.
No te lo tomes tan a pecho y ya sabes hay están uroboros por si te entra morriña.
Hombre o hay a peña que se viene con zeta , que te pongan un sampler de otro cantante y todavía hagáis playback es de dar pena , se nota que músico no eres y menos como va el rollo del metal , toda la canción zeta se ahoga tiene que bajar paty 3 veces ayudarlo , también no sobre valoren a un frontman limitado , de que hablamos de justin sampleando ,y haciendo playback , no digas gilipolleces , estos tíos venden ya por su nombre , su pasado , refritos , que dejen ya espacio a bandas que vienen a la alta , y currando , que a ti te guste esto esta bien pero no vengas a hacerte el chulo colega , en el fondo sabéis que los últimos años de los mago son lamentables …..
Concuerdo plenamente con Magokefka y Alfredo. No me agrada la exacerbación y menos la mentira, se comprende la amistad de Rafa con Txus, pero no puede ser tanto el sesgo, más aún habiendo vídeo de los temas de ellos en vivo. Para discusión.
Denle espacio a Salduie que se nota, y de muy lejos, que tienen un gran futuro. Hay más grupos en España que van con el mismo (o similar) género, como Lándevir y Lèpoka, si tuviesen la misma difusión (y dinero sobre todo) les aseguro que Mägo sería un bonito recuerdo.
Saludos.
pin pan pun toma lacasitos.
Joder chaval sacas esta gilipollez a qui , solo te exhibes mas jajajaj en fin críos haciéndose los conocedores sin objetividad y criterio , ahora os preguntáis por que los mago van en decadencia ? …
Hola Kefka, soy el redactor de la crónica. Un gusto en saludarte.
A la hora de escribirla, intenté hacerla tanto como con especial cariño que le tengo a ambas bandas pero con Objetividad. En efecto, escuché en conciertos posteriores de esta gira la citada pista del agudo que hace Leo al principio de la canción, pero en este concierto del que estamos hablando, no hubo ninguna. También, no quiero defender (ni atacar) a nadie en específico, pero las cosas hay que decirlas como son. Después de tanto ver al grupo en Youtube, porfin tuve la oportunidad de escuchar a Zeta en vivo y lo que escuché fue lo que puse. En fin, no importa si tienes alguna opinión distina, pero aquí nadie ha intentado engañar a nadie. Fue una gran noche para los dos grupos, en especial para los cantantes.
Con el metal por bandera!
Miguel Ramos ~
Lo intentaste hacer con objetividad, pero fracasaste estrepitosamente:
https://www.youtube.com/watch?v=8cJTKjg7jAs
«…mención especial necesito destacar la excelsa actuación de Zeta, que se enfrentó a las partes más agudas como quien camina por el parque en una tranquila mañana de domingo…»
O sea que el vocalista miró hacia otro lado, puso cara de idiota y limpió la caca de su perro. Escuchad el video: Zeta huyó descaradamente de los agudos en esa canción, eso sin contar el imperdonable playback del grito inicial. Eso es MENTIR y ESTAFAR a la gente. ¿Qué creen que somos tan idiotas como para no distinguir entre un virtuoso y un forzado imitador? Jajajaja por favor… qué vergüenza por Zeta, prestarse a esta farsa.
Por cierto, en Astaroth brilló por terrible. Qué cansado ya se le oye al pobre hombre. Pero qué esperar del tipo que no puede cantar ni Fiesta Pagana en el tono original y la regraba.
Zeta es un buen cantante, pero nada mas, como no llega a tonos altos tienen q ponerle samples, escuché en varias entrevistas que Txus decía que habían mejorado Finisterra en la voz, hace falta ser sordo para decirme semejante aberración, José es mil veces mejor que Zeta
José en la mejor forma (voz clara, que no olvide la letra en directo etc.) es el mejor cantante de heavy metal de España, aparte de ser uno de los que más feeling tiene con el público. Zeta no es malo, pero no tiene esa «chispa» que tienen otros, pero le deseo lo mejor. Destacar el trabajo de Fernando Mainer desde que entró, es lo mejor de Mägo.
Y porque te pisao.
Por cierto, que parece aquí que en Mägo de Oz hay dos integrantes y los dos cantan bellísimo. De pronto se acuerdan del baista y de los invitados… ¿qué tal estuvo Carlitos? ¿Josema? ¿Mohamed? Digo, en Fiesta Pagana empezó fatal… ¿Txus? Digo, Mägo gana oro cuando toca alguien que no es él.