+ ALPHA TIGER + ORDER OF CHAOS
Sábado 28 de Noviembre 2015 – Sala Arena – Madrid
La pasada noche de sábado no nos quedó ninguna duda a los asistentes (con una buenísima entrada, pese a que no se tuvo que abrir la parte superior de la sala Arena) que la escalada en popularidad de los fineses BATTLE BEAST no es fruto de la casualidad, y que pese a tener sólo tres discos editados, sus temas, frescura y gancho, así como su efectiva puesta en escena son razones más que sobradas que acreditan el éxito. Si a la receta añadimos una pizca de buena suerte, tenemos su primera gira como cabezas de cartel por Europa ante un numeroso público.
No es oro todo lo que reluce, no obstante. Y es que apenas una hora y cuarto de actuación, con solos y parones de por medio, termina desmereciendo todo lo expresado en el párrafo superior. Lamentablemente, cada vez es más común esta práctica con respecto a las bandas, arropándose con dos teloneros, como queriendo dotar de amplitud a un concierto que no tiene por parte del grupo principal. Y es que la noche del sábado, muchos no se querían creer que aquello hubiera terminado tan pronto.
Los canadienses THE ORDER OF CHAOS abrían la velada poco después de las siete de la tarde, presentando su heavy/power melódico con una buena base de riffs, melodías y su vocalista Amanda dándolo todo por la causa, sin parar un momento de animar a los pocos congregados a aquellas horas.
Canciones como «Victim Of Circumstance» demostraban que no sólo son melódicos, sino que pueden jugar con voces rasgadas, rozando la guturalidad en ocasiones, o con el thrash, como algunos fragmentos de «Apocalypse Moon», donde bajo y batería jugaban un papel crucial, consiguiendo que el público botara al son de semejante trallazo.
En «Sexwitch» Amanda daría suelta a su faceta más malévola, empujando a sus compañeros mientras tocaban, dejando en general unas muy buenas sensaciones.
Como dato anecdótico, indicar que repartieron copias de su repertorio escritas en páginas de revistas eróticas.
ALPHA TIGER aportarían la juventud –divino tesoro- y la energía de quienes vienen a comerse el mundo, pese a que su propuesta, siendo interesante, falta de ser pulida a conciencia.
Musicalmente diría que Riot son su principal influencia, hecho que constaté en cuanto sonaron los acordes de «The Flight Of The Warrior», y aunque tienen buenas y loables ideas, basadas en un heavy/power de corte ochentero, amén de una correcta interpretación (a pesar de que su vocalista se empeña en llegar a notas imposibles para su capacidad), no terminan de tener ese punch que engancha, tan necesario; ese «algo» que, por poner un ejemplo cercano, el grupo principal de la velada posee a raudales.
No obstante, «Karma» o «Long Way To Redemption» fueron buenos ejercicios de heavy metal clásico bien recibidos entre un público que cada vez iba llenando más la sala.
En una onda más movida e incluso rockera, tuvimos piezas como «Along The Rising Sun» o la festiva «We Don’t Take It Anymore» que utilizaron para conseguir que todos cantaran su estribillo al unísono.
Grande era la expectación por tener en nuestros escenarios a BATTLE BEAST y, como decía al comienzo, si no fuera por lo rácano del tiempo que estuvieron sobre las tablas, poco tengo que objetar. Quizás decir que su bajista Eero toma demasiado protagonismo dirigiéndose al público, cuando esa suele ser tarea mayormente ejercida por la vocalista, y es que Noora (luciendo peinado y corte de pelo cual tigresa) es un torbellino en directo que no se comió al público tanto por su forma de cantar como por el magnetismo que desprende, con lo que se hacía extraño verla en segundo plano entre canción y canción.
En «Far, Far Away» ya gozarían de un excelente sonido que les ayudó a enganchar a la primera, con toda la sala cantando su estribillo. Pronto llegaría la referencia a la película «Scarface» y su «I Want The World… And Everything In It», donde Noora dejaría que fuéramos nosotros quienes gritáramos el coro a pleno pulmón.
La cantante se despojaría del enorme abrigo de cuero que llevaba para mostrarnos su faceta más sensual ante un melódico «Out On The Streets» que nos dejó encantados, con toda la sala dando saltos al compás.
Recordando que hacía tres años que no pisaban Madrid arrancarían «Let It Roar», dejándonos con el sabor de los ochenta en «Into The Heart Of Danger», en la que tuvieron problemas con el sonido de los teclados, momento que propició un pequeño parón para salir del paso (tocando algunas notas de Black Sabbath entre medias), retomando el concierto con «Neuromancer».
«Black Ninja» sonó majestuosa con Noora saliéndose mientras que sus compañeros se movían al son de sus instrumentos, tras el que vino uno de los –innecesarios creo yo- parones donde simularon un pique de solos entre guitarrista y teclista, uniéndose más tarde el batería Pyry, no sin que antes Janne chequeara el tamaño de sus testículos, para ver si eran más o menos grandes que los suyos…
Por fin aparecería Noora para pedirles que se comportaran y seguir con la música, arrancando con un «Touch In The Night» que disipó las dudas de todos aquellos escépticos que dudaran de si era un gran tema cuando la eligieron para presentar su último disco.
La balada «Sea Of Dreams» sonó espectacular, preciosa, con la cantante interpretando parte de ella arrodillada ante sus fans. «Unholy Savior» sonó espectacular, me encantó y ¡qué ganas tenía de escucharla!
Sin embargo, el buen ritmo adquirido de nuevo fue cortado para que el teclista Janne volviera a hacer gala de su humor mientras se bebía de un trago la cerveza que su compañero Eero le daba a morro, hacer otro punteo y mostrarnos la amplia gama de sonidos que tenía su sintetizador.
Afortunadamente «Iron Hand» volvería a poner las cosas en su sitio y, prometiendo que volverían el año que viene, pondrían la sala patas arriba con «Show Me How To Die».
«Enter The Metal World» fue una fiesta, haciéndonos cantar a todos una vez más, para, agradeciéndonos su apoyo por la oportunidad de ser cabezas de cartel en su propia gira europea, poniendo punto y final con «Out Of Control».
Y no sólo dejándonos con ganas de más, sino que, aunque se encendieron las luces, sonaba la música de despedida y muchos ya estaban saliendo de la sala, sin un bis y con sólo hora y cuarto, no nos lo terminábamos de creer. ¡Es que ni siquiera habían tocado su single «Madness»!
Ante la insistencia de los que coreaban el nombre de la banda, Noora volvería a salir a despedirse, dar las gracias, pero la cosa no fue a mayores. Y desde luego, no es ésta la mejor manera de comenzar a ser cabezas de cartel: son una banda joven (si ahora tocan conciertos tan cortos, ¿dentro de quince años qué harán?), que aún les queda «batirse el cobre» en muchos escenarios y, pese a que están obteniendo reconocimiento, este tipo de decisiones son las que le pueden hacer que el beneplácito otorgado por el público, les sea retirado. Esperemos que no sea la tónica dominante en adelante.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Alvaro Ochoa
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Pues a mí me pareció la hostia el concierto…
Conciertazo, corto pero así se perdona.
Sangre joven a esta música
El concierto estuvo muy bien, pero me perdí a THE ORDEN OF CHAOS. Si no me falla la memoria, el concierto empezó entorno a las 21:18 y acabó a las 22:46 horas. Si quitamos solos y los problemas de sonido, sí sería una hora y cuarto.
La verdad, se echó en falta «Madness». Deberían haber acabado el concierto con ella. Es el único pero que le veo y quizá deberían plantearse la parte «simpática» y tocar 2-3 temas más, pienso…
Mirando los setllist están tocando MADNESS en todos los sitios menos en Madrid donde la sustituyeron por los chistes malos que sobraron totalmente en mí opinión, sí quieres ver chistes te vas a ver a Faemino y Cansado por poner un ejemplo. El concierto estuvo bien pero podía haber sido espectacular si hubieran suprimido los chistecitos y hubieran tocado 3 ó 4 temas más
La verdad es que fueron un ciclón. Arrasaron esa noche. Coincido en que podrían haber tocado algunas mas y podrían haber hablado menos. Eché en falta Lionheart, Kingdom, Cyberspace… por decir algunas.
A ver que les depara el futuro sin un Anton Kabanen, ya que era el que compuso todas las letras y música de los discos. El tiempo nos lo dirá.
No se si pondrán la crónica de Bilbao donde yo los vi, decir que a mi me pareció algo corto pero que lo de interactuar con el publico y los chistecitos no me molestan prefiero eso que no un «thank you» entre canción y canción, solo faltaron 3 o 4 temas mas..
En Bilbao tampoco tocaron Madness, ni Iron Hand, pero si lionheart, far far away etc, para mi lo mejor en enter the metal world fue apoteosico.
cierto Anhelfall, se hizo corto el concierto (con dos os tres canciones más hubiera sido memorable) y lo de hacer chistes e interactuar con el público durante los solos pues creo que hace que sea más entretenido que hacer solos sin más…(por cierto creo que Lionheart no la tocaron, y Iron hand sí), saludos
En Bilbao me refiero 🙂
Son uno de los pocos grupos que hacen heavy metal actualmente que no suenan ni a simple revival ni a sonidos modernetes. Su segundo disco – Battle Beast – me parece de lo mejor del género en muchos años, sin embargo en ese último se han pasado de frenada en los teclados y la producción, quitándole fuerza. El primero era más heavy clásico y en el último se han pasado; creo que deberían intentar sonar como en el segundo.
Respecto a la duración del concierto, yo también considero una estafa tocar tan pocas canciones siendo cabezas de cartel, ese set list está bien para un fetstival en donde tendrán una hora como mucho.