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Sábado 28 de Noviembre de 2015 – Sala Lemon – Madrid
El pasado viernes en la noche, NIGHTFEAR presentaron en una sala madrileña su extraordinario nuevo álbum «Drums Of War».
Tras las maravillosas críticas que en general ha recibido el disco, tras un trabajo promocional de nivel, incluyendo entrevistas en varios medios, noticias destacadas, etc, la velada pintaba bien, e incluso muy bien, y el que firma, esperaba honestamente que la presentación levantara bastante interés, por lo menos como pasó cuando el grupo se presentó por primera vez en Madrid, -donde si congregaron a numeroso público-, pero no fue así.
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Llegué a la sala tarde, por culpa del odioso tráfico en el centro de Madrid y posterior búsqueda de aparcamiento, por lo que no pude ver la actuación de la primera banda, DARK HILL, algo que últimamente me está pasado bastante y que odio profundamente. Según me contaron estuvieron muy bien. Pido disculpas a sus seguidores y al grupo por no llegar a tiempo de verlos.
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Lamentablemente, la sala presentaba una pobre entrada. Me quedé un tanto desolado, pero me vine arriba cuando me saludaron Víctor Blanco, uno de los dos guitarristas, y Manuel Moreno el bajista, quienes animados y alegres, estaban como locos por saltar al escenario para darlo todo, a pesar de que fuimos apenas cien personas los que disfrutaríamos de su actuación. Como bien me dijeron su técnico Dani, -otro crack-, y Manu, «lo importante es tocar, da igual que haya 4 personas o 40.000». ¡¡Ole por NIGHTFEAR!!
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La gente se agolpó cerca del escenario y la banda salió a escena tras la larga introducción y dejándonos claro que tocarían su nuevo álbum «Drums Of War» enterito, además de echar la vista atrás para recuperar algunos cortes de su debut.
Desde el principio la banda sonó como un misil, con potencia, técnica y control, demostrando actitud total encima del escenario. Estas son y fueron esta noche las principales armas que lucieron encima del escenario, y es que básicamente NIGHTFEAR son eso: ilusión, actitud, técnica y mucho nivel instrumental.
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Su vocalista Lorenzo que lo dio todo, derrochando un torrente de voz poderoso, controlando todo lo que pudo su afinación. –lo que es complicado en vivo en los temas y tonos que NIGHTFEAR tiene- y viviendo escénicamente a tope durante la intensa descarga.
Como digo, la actitud es una de las armas más afiladas que poseen. En NIGHTFEAR no hay un protagonista, ni un líder escénico, ni musical. Todos y cada uno de ellos poseen peso suficiente para tirar del carro. Lo viven vigorosamente, se dejan el alma, disfrutan, son felices en escena y todo ello se trasmite, lo trasmitieron esta noche. Es una gozada ver las caras de bienestar y las poses de Ismael Retana y Víctor Blanco a las guitarras y Manuel Moreno al bajo. Lo gozaron al máximo!!! Además los tres son «unos tocones de cuidado», tres grandes instrumentistas.
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Osckar Bravo, el batería y Lorenzo, el cantante son los más serios. Osckar luce una batería enorme, con mil timbales y mil platos… Apenas se le ve, parapetado por tantos aéreos. Eso sí…Es una máquina mortal a los bombos, contratiempos, caja y tambores. Si en el disco ha demostrado un impresionante nivel y una técnica sobresaliente, en directo la pasada noche lo bordó. Es bestial, además se permite el lujo de hacer molinillos con el pelo mientras toca. ¡Es genial!
Y de Lorenzo ya he hablado; su labor como cantante no es fácil en NIGHTFEAR, pero sabe modular, afinar y darlo todo vocalmente, como hizo este noche, además de destilar altas dosis de efectividad escénica y vivir cada estrofa, tema y estribillo, junto al resto de sus compañeros.
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Ya he dicho que NIGHTFEAR no son una banda de canciones fáciles, ni himnos que entren a la primera. Lo suyo es más profundo y elaborado. Musicalmente son muy densos, perfeccionistas, detallistas. Realizan un heavy metal con claras influencias power, mezcladas con pinceladas prog, thrash… Pero toda la mezcla, el coctel musical es excelente, como su concierto de la pasada noche.
Como ya mencioné, presentaron su nuevo CD, y así fue, «Path Of Victory» encendió el escenario. Siguieron con «The Prophecy» con unas guitarras melódicas muy buenas, un doble bombo matador y una voz de Lorenzo aguda y segura. Más tarde llegó con el hermético «Sands of Fire», y «The Duel», donde Osckar rozó la locura, haciendo molinillos y tocando con una celeridad máxima y a la vez precisa. Víctor y especialmente Isma se lucieron enteramente, mientras Manu, el bajista, no paró de acompañarles con su diapasón de cuatro cuerdas y su entrega escénica jovial y armónica.
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La maquinaria estaba engrasada y funcionando como un resorte metálico aniquilador cuando tocaron más temas… «Breakout» sonó superlativo, demostrando que si en el disco es uno de los mejores cortes, en directo destaca de manera elevada, como pasó.
Echaron la mirada atrás para recordar «Storm Watcher» que sonó muy potente, para seguir con más temas rompedores…Farewell y Miracle fueron los siguientes. Esta última, es la balada del nuevo álbum, la cual puso un poco de «paz» sobre el escenario, una canción delicada con cierto halo progresivo, acordes acústicos y con un solo enorme. Lorenzo hizo una gran interpretación… increíble.
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The Wrath of the Gods, Black Rose y Drums of War nos metieron de nuevo en la batalla. Entre ellos, tocaron «Inmortal» de su anterior redondo.
El tramo final fue más espectacular si cabe con el tema «triple» y final del disco: «Rebellion», repleto de total destreza musical, instrumental, carga de agresividad y sentimiento y lucimientos personales.
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Para agitar aún más a la asistencia tocaron una buena versión de «Painkiller» de JUDAS PRIEST, que seguro que muchos agradecieron. Yo no soy amigo de las versiones, por lo que hubiera preferido otro tema del primer cd, por ejemplo.
Y el final llego con la piedra filosofal del grupo: «Pride», dejándonos a todos con sabor de boca excelente y una satisfacción plena al haber disfrutado de un «conciertazo» tremendo.
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De verdad, si pasan por tu ciudad o tienes la ocasión de hacerte con su disco, hazlo, ve a verles. ¡Seguro que disfrutarás con NIGHTFEAR!
Texto y fotos: Rafa Basa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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