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+ DEAD SOUL
Miércoles 25 de Noviembre de 2015 – Sala La Riviera – Madrid
Velada para los más curiosos y experimentales con una combinación en un cartel que no deja indiferente a nadie. GHOST y DEAD SOUL se daban cita en una sala La Riviera que mostraba un ambiente bastante bueno desde incluso antes de la apertura de puertas. Dos bandas suecas unían sus fuerzas para hacernos disfrutar de dos rituales muy especiales, frescos y distintos que como digo congregaron a una más que buena entrada en una tarde/noche de miércoles y con eventos deportivos de por medio, todo un logro.
Arrancaban con su actuación los suecos DEAD SOUL, una banda que sorprende con un estilo muy peculiar y cuanto menos novedoso, y es que podríamos describir al grupo como una mezcla de doom y blues encontrándose con música electrónica e industrial. «Do Your Job» o «Burn Forever» muestran perfectamente la esencia de esta innovadora propuesta, que sin embargo en directo no tuvo la efectividad que esperábamos previamente.
El público estaba realmente frío ante un concierto un tanto monótono y con demasiado sonido pregrabado, únicamente con una voz y dos guitarras (que eran también teclados) en el escenario, algo que acusaron durante su actuación. Es probable que en otra situación, quizás encabezando cartel, puedan contar con una banda completa y no tirar de sonidos pregrabados, una verdadera lástima porque la propuesta es realmente ambiciosa pero la puesta en práctica de la misma no ha sido del todo convincente.
Era el momento de despertar del letargo y recibir a GHOST, o lo que es lo mismo, a los espíritus sin nombre y al Papa Emeritus III (tercero ya que ahora nos presentan su tercer álbum). Este nuevo álbum «Meliora» ha supuesto otro salto de gigante más hacia lo más alto, alcanzando unas críticas y ventas muy por encima de lo esperado, y qué mejor que celebrarlo con el inicio de la actuación de los suecos en la capital. Con una espectacular puesta en escena como ya es habitual, aparecía Papa Emeritus III acompañando a esos espíritus enmascarados que marcan una base armónica y rítmica simplemente alucinante.
«Spirit» y «From the Pinnacle to the Pit» dan inicio al show, dos cortes que además son los que abren este último disco de los suecos y que sin embargo se intuyen entre un sonido un tanto disperso. Pronto llega uno de los grandes hits, con el que mejora definitivamente el sonido, y es que «Ritual» es una de las canciones que ha encumbrado a GHOST, y cuenta por supuesto con una respuesta a la altura de la composición. «Con Clavi Con Dio», nos mantenemos en ese primer disco «Opus Eponymous» que supuso un puñetazo en la mesa allá por 2010, que no queda muy lejos aunque lo parece con la cantidad de material interesante que han sacado en los últimos años.
El público corea hasta la extenuación el estribillo «Per Aspera ad Inferi», que da paso a «Majesty», con un riff muy hardrockero y una galopada que nos lleva a una parte media de la composición más melódica deleitándonos una vez más. «Body and Blood» también cuenta con un gran recibimiento, mientras «Devil Church», plenamente instrumental liderada por los teclados, introduce otro de los temas de la noche, «Cirice», primer single del último disco con un sonido más cercano al doom y brillando con luz propia en la parte más melódica del tema, de nuevo y como sucedía en «Majesty» anteriormente.
La locura se desataba con la creciente «Year Zero», estribillo que pone los pelos de punta en directo, y es que es increíble la energía que transmite el público ante un Papa Emeritus que se muestra como un gran frontman, capaz de hacer obedecer a todos los fieles con un simple y pequeño movimiento. Otro momento para el recuerdo corresponde a «He Is», todo un nuevo himno, una balada que está compuesta para ser cantada a una sola voz como ha quedado demostrado esta noche. Seguimos en su último plástico con «Absolution», otro tema que se alza en un estribillo redondo y que da paso a la misteriosa y acertada «Mummy Dust», también perteneciente a «Meliora». Un precioso piano introduce «Ghuleh/Zombie Queen», corte que va subiendo el pistón y aumentando revoluciones con el transcurso del mismo, mientras que el momento festivo lo ponía «If You Have Ghosts», cover de Riky Erikson que tan buen resultado da siempre y que ya prácticamente han hecho suya.
Despedida austera de la banda tras «Monstrance Clock», una forma habitual de finalizar sus conciertos como sucedería en esta ocasión. Concierto perfecto de una banda que va a más, que sigue atrayendo nuevos adeptos, y que sin duda nos ha sorprendido mucho en sala, y es que un servidor nunca ha sido muy seguidor de esta banda e incluso ha llegado a despreciar a un grupo que esta noche se ha vuelto a ganar todo mi respeto y admiración gracias a un crecimiento inmenso en los últimos tiempos y a un directo soberbio, y es que lejos queda aquella actuación a media tarde de GHOST en una de las ediciones de Sonisphere.
Estamos ante un fenómeno que ya mueve masas pero del que aún no conocemos el límite, si sigue esta espectacular progresión estaremos ante una banda cabeza de cartel absoluta en cualquier cartel europeo o mundial muy pronto.
Texto: Óscar Gil Escobar
Fotos: Alvaro Ochoa
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Majesty no la tocaron colega.