Escuchamos en primicia el nuevo álbum de ALQUIMIA, «Espiritual»

Escuchamos en primicia el nuevo álbum de ALQUIMIA, «Espiritual»

Una vez más, subí a tierras asturianas para poder escuchar en primicia una nueva obra de Alberto Rionda. Pude saborear, tema a tema, el próximo álbum de ALQUIMIA, «Espiritual» junto a él y su teclista Chez García, y tras la escucha, hablar del disco en profundidad.

Primero os daré mi opinión sobre el CD y en unos días podréis escuchar las declaraciones de Rionda.

De entrada, superar el primer disco de ALQUIMIA era complicado porque es una maravilla en todos los sentidos. En mi opinión, los dos álbumes son colosales, aunque si diré que este me ha gustado más, por canciones y sonido. Siempre habrá quien se quede con el primero, eso es claro, aunque si yo tuviera que elegir obligatoriamente me decanto por este segundo, pero no por mucha diferencia o distancia. El listón no ha bajado, incluso ha subido, lo que supone una enorme proeza musical.   

Seguramente mucho tiene que ver el hecho de que han pasado dos largos años desde el debut, y eso ha hecho que el trabajo, la confianza y el optimismo, además de la amistad real entre cada integrante hayan sido argumentos de peso para que ALQUIMIA hayan pasado la prueba de fuego. Y algo importante, que todos y cada uno de ellos quieren lo mismo, confían en este estilo musical y en su líder Alberto, lo que le ha dado una seguridad al guitarrista que en los últimos coletazos de AVALANCH no tenía. Y eso se ha notado mucho en las composiciones, producción y sonido de este disco. Por cierto, la producción y el sonido final son muy superiores. 

En general, el disco sigue la senda power metalera del primero, pero con bastantes connotaciones y con canciones que recuerdan los momentos más brillantes y melódicos de AVALANCH, medio tiempos de alto octanaje que certifican la gran talla instrumental y melódica. No solo hay power, en este «Espiritual» hay pasajes para volar, para levitar, para enamorarse musicalmente como cualquier fan desea de una obra del maestro Rionda, experto en componer las más bellas canciones, melodías y estribillos. Todo ello con unos arreglos instrumentales y de voces de altísima escuela.

La labor de cada músico es radiante, especialmente la de Chez e Israel Ramos. Es este disco, el trabajo y protagonismo del primero es predominante en cada canción, introducción y fragmento. Isra se ha vuelto a superar. Ya queda muy lejos el vocalista que algunos descubrimos tiempo tras en AMADEÜS. Rionda le ha modelado, ha hecho que su timbre de voz, que ya era maravilloso, llegue a tonalidades impensables, y gracias al trabajo de ambos, el vocalista se ha convertido en uno de los mejores.

Rionda, aparte de todo el sobresaliente trabajo como compositor, arreglista, ingeniero y productor, ha grabado unos grandes solos cargados de calidad, magnetismo, calor y categoría. El sonido de sus guitarras es especial, como siempre, aunque sí es cierto que han ganado en poder y sonido, gracias a un nuevo equipo Marshall estrenado para la ocasión. Junto a los citados, Leo y Rubén han alcanzado la madurez en la banda y demostrado su gran nivel.

Ya se mostró la portada en internet, por lo que no la analizaré. Ya habéis visto que el genial Luis Royo sigue siendo el que mejor ilustra las obras de Alberto.

El disco está compuesto por diez temas, dos de ellos ya conocidos: «Sol Negro», que ocupa el lugar octavo en el orden. Particularmente me encanta, engancha y es una clara herencia del primer álbum, e «Indomable», un trallazo power, directo, rápido, sin concesiones, y con un estribillo,  con una más que notable cadencia melódica,  de los que encandila. Eso sí, debo decir que en la versión que todos hemos escuchado en Youtube la voz de Israel está bastante escondida entre el maremágnum de instrumentos. Ello pasa por la compresión del mp3 que ofrece dicha plataforma,  que lo ha desvirtuado y desmejorado. En la versión «de verdad»  que yo escuché, la voz está en su plano y nivel, aunque hay que entender que en un tema con tan densa instrumentación es complicado que ésta sobresalga como en otras canciones.

«La Flor en el Hielo» es una maravilla, un monumento a la melodía, donde ALQUIMIA nos ofrece el primer contrapunto, tras el trallazo «Indomable». Es de las mejores canciones del CD. Me encantan los teclados, las guitarras, pero sobre todo su majestuosidad, su belleza traducida en una melodía encantadora de principio a fin, donde el estribillo enamora.

«Exodo» posee mucha riqueza instrumental. Es un medio tiempo con mordiente, pero no es de los temas que más me han gustado del disco. Los hay mejores como por ejemplo el siguiente «Caballero Blanco», muy power, épico, su inicio guitarrero me encanta, su estructura, los teclados sintetizados que le dan una presencia única. La batería es un cañón a doble bombo, y la musicalidad de la voz es genial. El puente me gusta, y el estribillo es de los mejores del disco. No es tan salvaje como «Indomable», pero sigue su estela. La letra es otra de sus fuertes cualidades.

«El Ocaso de los Dioses tiene unos teclados oscuros. Es una canción lenta, una balada, donde la voz de Isra está muy presente, canta «de cine», de manera solemne, cálida. El estribillo es imponente. No es una segunda parte de «Claro de Luna», es «otra historia». El solo de guitarra de Alberto destila una clase inmensa. Suntuosa canción, de las mejores.

«Espiritual» empieza con unos teclados sintetizados un tanto industriales, que mezclados con las guitarras podrían recordar un poco a RAMMSTEIN e incluso a los últimos NIGHTWISH. Pero que nadie se asuste, suena 100% ALQUIMIA. Posee una muy buena melodía. Es veloz, destaca la batería, el armazón general y un estribillo muy comercial. Gran solo de Alberto, de nuevo.

Tras él, escuché la que para mí es una de las mejores canciones de este «Espiritual». Me refiero a «Vulnerable», iniciada por los teclados. El riff y la melodía de la guitarra son soberbias, la mezcla general con los teclados… La voz de Isra es impresionante,  imprime calor…Y para mi posee el mejor estribillo de todo el disco. Es un medio tiempo imperial, elegante, donde se demuestra que la lírica de esta banda merece matrícula de honor. Recuerda los mejores temas melódicos de «Los poetas han Muerto».

«Morir por Nada» empieza con la batería, el bajo y teclados de fondo, hasta que entra la banda. Es un medio tiempo recio, poderoso que sube de velocidad cuando entra Israel a cantar. Habla de «espadas y libertad». Su estribillo es marca de la casa. Quizás no brille tanto porque entre tantas buenas canciones es complicado, pero es un tema destacado.

Y el disco termina con un gran «Almas Unidas» con una melodía de voz como protagonista destacado. Más que una canción es un estribillo de principio a fin, con un desarrollo power metalero épico, galopante pero no desbocado. Un final pleno, genial! Un tema que funcionará muy bien en directo, seguro.

Y poco puedo decir más, porque sería repetirme en elogios, todos ellos merecidos y claros. Vosotros lo juzgaréis cuando escuchéis el álbum.

En unos días podréis escuchar la entrevista con Alberto Rionda.

Rafa Basa