NIGHTFEAR – Drums of War
Discográfica: Krea Producciones
Después de una ausencia de tres años y tras facturar un primer disco lleno de potencia donde acuñaron su impronta personal, NIGHTFEAR vuelve a la carga con un segundo CD más ambicioso y aventurado, sobre todo por la osadía que acarrea tintar de modernismo un estilo tan aferrado al clasicismo. ¿El resultado? Impresionante.
Desde la capital Madrid, este grupo compuesto por Lorenzo Mutiozabal a las voces, Ismael Retana y Víctor Blanco a las guitarras, Manuel Moreno al bajo y Osckar Bravo a la retaguardia machacando la batería, vuelven para insuflar un poderoso vendaval de Heavy Metal con su nuevo disco titulado Drums of War, un título que armoniza perfectamente con el dibujo que han plasmado en la portada del CD donde se rezuma desolación mediante un obelisco llameante y una ciudad ruinosa al borde de la extinción.
El disco cuenta con una producción increíble a través de un amasijo de sonidos que van desde el Thrash hasta el Power siguiendo una estructura genuinamente Heavy Metalera vestida de un sonido muy clásico pero con pinceladas flamantes. Sin descalabrar su estilo prístimo ni incidir en la redundancia, NIGHTFEAR han sabido comprimir en un CD la calidad, velocidad y poder que se precisa para catapultarse a la cumbre de la magnificencia.
El disco empieza con la canción que se mostró para promocionar el nuevo proyecto, Path of Victory, un tema impulsado por el resoplar de un aire que auspicia el apocalípsis que está por llegar y una canción que sirve de heraldo denotando los derroteros que seguirá el grupo durante toda la reproducción musical empaquetada en el disco. Desde el primer tema ya se advierte la brillantez presente en el grupo con el poderío guitarril, la constancia de la batería la eficacia del bajo y la suntuosidad vocal de un Lorenzo versátil y vibrante. The Prophecy muestra el carácter más cadencioso del grupo con unas guitarras melódicas que desembocan en una mayor crudeza y en unos solos resplandecientes sin olvidar un doble bombo que no cesa en sus incisivas cometidas que acompañan a la voz, constante y aguda. Siguiendo con tonalidades más mordientes y riff férreros, Sands of Fire imprime huellas de sugerente pesadez sin eclipsar los fenomenales agudos que, canción tras canción, siguen proyectándose debidamente.
Con una introducción muy Painkiller de los místicos JUDAS PRIEST, grupo por cierto del cual cogen mucha influencia, se abre The Duel siguiendo el caudal de la celeridad y mordacidad musical en un tema con mucho juego guitarril acicalado de distorsiones bien acopladas. Breakout es una de las composiciones que más me han sorprendido instrumentalmente pues posee un encanto atronador en el estribillo dotado de vertiginosidad en la guitarra y exigencia vocal en el registro producido, un gran tema que también muestra la faceta más grave del vocalista. Siguiendo con la traza veloz, Farewell es una de las canciones más impresionantes del disco, con los cascos se pueden percibir pequeños matices que enriquecen musicalmente una composición apabullante con un estribillo pegadizo sin mermar esa potencia incisiva que resplandece durante todo el disco.
Después de seis temas de puro frenesí, de constantes inyecciones incesantes de energía y de erigir barreras de puro vigor llega el suspiro del disco, Miracle, una balada que atempera el curso imparable de los temas preliminares y dota de serenidad al disco. Sin tornarse melosa ni incurrir en el tedio, esta pequeña delicia sigue un movimiento progresivo empezando con reposados acordes acústicos y concluyendo con un solo estremecedor siempre endulzado con la preciosa voz de Lorenzo, increíble. Después de un fugaz respiro, The Wrath of the Gods reanuda la incombustible marcha de energía en un tema inicialmente más desacelerado con irrupciones veloces y bien aderezado de un solo largo y potente.
Black Rose, el noveno tema, es otro de los que más me ha sorprendido del disco. Empieza con pretensiones de sosiego pero rápidamente retoma la vertiginosidad y la crudeza representativa del disco además de proferir tonalidades muy exigentes acompañadas de un griterío adicional en forma de coro bien intercalado. Y entrando en las postrimerías del disco llega el tema homónimo, Drums of War, una canción que recopila toda la grandeza del disco proyectando los pequeños detalles que magnifican la banda, despuntando todos los aspectos, desde la saña producida por la batería hasta la consistencia de las guitarras. Y por último, como digno colofón para un disco redondo y ciclópeo, llegamos a una pequeña trilogía introducida para cerrar esta descarga de adrenalina que han creado. La subdivisión del tema llamado Triumph of the Fallen empieza con una primera parte orquestal maquillada de una instrumentación épica que sirve de antesala para la segunda parte, una delicia la cual incrusta una preciosa voz fémina que encaja perfectamente en la melodía y dota de placidez a un tema polivalente y que, para mí, representa el mejor del disco. Finalmente, la tercera parte cierra el empaque con ternura arrojando tenues melodías de piano que ponen punto y final al disco.
En definitiva, Drums of War es un dechado de calidad, una muestra de lo que un grupo con talento puede realizar gracias a una producción mimada que incluye pormenores y matices sobresalientes nutrientes de un disco ecléctico que sigue la onda clásica del Heavy Metal con pequeñas pinceladas de otros géneros que, sin llegar a solapar su faceta Heavy, proporcionan eclecticismo y potencia desmedida generando un embalaje completo, potente y pletórico de calaña. Enhorabuena.
Jorge Albalate
Lista de Temas:
- Path of Victory
- The Prophecy
- Sands of Fire
- The Duel
- Breakout
- Farewell
- Miracle
- The Wrath of the Gods
- Black Rose
- Drums of War
- Triumph of the Fallen pt. I: The Assault
- Triumph of the Fallen pt. II: Rebellion
- Triumph of the Fallen pt. III: Thus End