+ TRACER
Miercoles 4 de Noviembre de 2015 – Sala La Riviera – Madrid
Un miércoles, pleno ecuador de la semana; tras una breve ola de frío considerable, subían repentinamente las temperaturas, quizá para acoger la llegada de los finlandeses APOCALYPTICA en Madrid. Su paso por Barcelona ya había dejado huella en las redes sociales, con comentarios e instantáneas de todos sus fans y profesionales de la prensa musical. La Riviera, con sus inmutables palmeras, acogió puntuales a sus acompañantes, los australianos TRACER.
El power trío formado por Michael Brown, Jett Heysen Hicks (el bajista que sustituyó a Leigh Brown, miembro fundador hasta 202) y Andre Wise, eran una sorpresa ya desde que se anunció la gira con APOCALYPTICA. Sobre todo, por el hecho de ser una banda de rock australiana de corte más clásico. ¿¿Será por bandas metal en la tierra del Koskenkorva?? Sin embargo este contraste no hizo sino enriquecer la noche. Presentando ampliamente su nuevo álbum, Water for Thirsty Dogs, álbum que ya reseñamos aquí y del que la banda ya nos habían adelantado muchas cosas, se podría decir que se ganaron al público, que en su mayoría parecía ser ampliamente femenino y joven, sobre todo en las primeras filas.
Sonaron We’re Only Animals, la homónima del álbum, Water For Thirsty Dogs, Astronaut Juggernaut y cerrarían con Us Against The World. Las comparaciones son siempre superfluas, pero su potente directo nos recordaba a QUEENS OF STONE AGE, PEARL JAM O FOO FIGHTERS, pero con identidad y sonido propio. Una brevísima pero positiva actuación que les traerá de seguro un buen puñado de fans o, en cualquier caso, de gente que no querrá quitarles el ojo de encima.
Con la llegada de APOCALYPTICA a la sala, el público enloquece, evidenciando las ganas que había de volver a verles por nuestra tierra. Tras un impactante arranque a cuatro violonchelos al frente, presentando su Reign of Fear, entra en escena el nuevo vocalista que acompaña a esta formación, Franky Perez, que para nuestra suerte es hispano (cubano). Franky, que no dudó en saludar en español brevemente, continuó hablando en inglés por exigencias del guion, aunque con un gran sentido del humor al respecto.
A lo largo del show pudimos ver la conexión de APOCALYPTICA con el público; sin duda el rasgo más distintivo de esta banda. La falta de vocales en muchos temas era suplido por coreos ante las piezas más conocidas, así como los obligados cóvers, con los que la banda se hizo viral y archiconocida en Internet (piezas de sobra conocidas como Enter Sandman, Master of Puppets, Inquisition Symphony…). APOCALYPTICA tiene la habilidad de mostrar una cara, aunque ya no novedosa (llevan desde 1992 juntos) siempre sorprendente del metal, y es la plasticidad y la capacidad de prescindir de sus elementos constituyentes: en este caso, las guitarras eléctricas. Las apelaciones al público de Franky «Are you ready to fucking metal?» resultaban absolutamente legítimas tras oír las cuerdas con distorsión de los chelistas. No llegamos a ver ningún pogo, pero el sonido era duro y contundente como el de la bandas más heavy. La clave quizá de todo ello es la potencia de la batería de Mikko Sirén, que supo resolver su posición de «segundo plano» ante sus llamativos compañeros, y se montó una batería en la delantera del escenario para demostrarnos que la base rítmica de la banda no es un simple relleno.
Y es que APOCALYPTICA es un proyecto que siempre han dado más importancia a los elementos visuales: la puesta en escena, el juego de luces perfectísimamente sincronizado (sobresaliente para el técnico de luces), y hasta un proyector que emitía tras los músicos todo tipo de texturas, colores, y hasta algún estribillo. Son los síntomas de los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías, y APOCALYPTICA hace acopio de todos ellos de manera muy notable.
Quizá podamos reprobar que la suma de todo esto de lugar a un show un tanto hiperactivo, con cambios de tempo y de estilo demasiado drásticos; entre las piezas clásicas de Mozart, los brutales sólos de batería, los momentos de baile al más puro estilo folk nórdico, los cóvers de Sepultura y METALLICA… Uno acaba un poco saturado. También, a consecuencia de todo esto: demasiada gente queriendo inmortalizar en su móvil semejante espectáculo.
En cualquier caso, es indiscutible que todo esto otorga a la música metal una categoría de show total para el que muchas de las grandes bandas ni siquiera están capacitadas y APOCALYPTICA ya nos están enseñando, en muchos sentidos, lo heterogéneo de la música metal en nuestros días.
Texto y fotos: Rubén G. Herrera
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Gran concierto el de Apocalyptica!!! He visto varias veces a la banda y esta me ha parecido su actuación más sobresaliente. Es increíble como se meten al público en el bolsillo y como interactuan con él… si tenemos en cuenta el volumen de los instrumentos que empuñan en todo momento.
Ya estoy deseando que vuelvan… y se podrían traer de teloneros a 2 cellos, el grupo croata que parece que estén siguiendo sus pasos…