
+ LION SHEPHERD + THE SIXXIS
Sábado 31 de Octubre de 2015 – Sala Joy Eslava – Madrid
Los polacos de RIVERSIDE se nos hacen grandes. Su gira internacional para Love, Fear and the Time Machine, el recién estrenado sexto LP, reclama la consideración de esta como una de las bandas más importantes de rock progresivo del mundo. Y nos parece legítimo, tras ver la manera en que consiguieron llenar la Joy Eslava en una fecha tan adversa como la noche de Halloween.
Varias son las ocasiones que hemos tenido de ver a RIVERSIDE en nuestro país. Un servidor tuvo la suerte de asistir a su primer directo en España: Fue en el Coliseo Ciudad de Atarfe (Granada) en 2007, con su tercer disco, Rapid-Eye Movement, y teloneando a los gigantes DREAM THEATER. En aquél año también pudimos verles en el Monsters of Rock, que tuvo lugar en Zaragoza. En España, por entonces, era una banda desconocida para el gran público, pero ya se habían ganado el aprecio de la crítica internacional. Ahora, entran por la puerta grande, llenando salas y con la legitimidad de un público diverso, de todas las edades y gustos.
Les acompañan en esta gira sus paisanos LION SHEPHERD, que presentan por primera vez en España su setlist. Los varsovianos abrieron la noche puntuales, con el concierto más heavy de la noche, melenas al viento incluidas, pero también el más experimental. Pudimos apreciar, optimistas, un digno relevo generacional de una banda que empieza a sonar y lo hace muy bien. No lo tienen fácil, pues Polonia cuenta con un gran potencial (concretamente, desde que empezó este siglo, coincidiendo con su particular transición política) y empezamos a conocer sus exponentes más heavy/proggers (LUNATIC SOUL, INDUKTI, MILLENIUM, JOSEPH MAGAZINE, SBB…). Este "león pastor" es un proyecto musical ideado por su experimentado vocalista Kamil Haidar y el guitarra, Mateusz Owczarek. Las referencias a la música de Oriente Medio son su marca registrada. Están presentes en todas sus producciones. Pero la cosa va a más: no dudan en experimentar también con artes visuales, y se auto-etiquetan World Music, así que os podéis hacer una idea (o no) de cómo se plantean estos tipos la música.
Ya desde su actuación, pudimos ver una sala llena, un público puntual e inamovible (como suele ocurrir en los conciertos de música progresiva). Sin embargo, las actuaciones de LION SHEPHERD y THE SIXXIS se vieron enrarecidas por el escasísimo espacio que se les había dejado en el (no pequeño) escenario de la Joy. Esto resultó ridículo e incomprensible. Con la batería desplazada hacia un lado, THE SIXXIS tuvieron verdaderos problemas de espacio para moverse. La respuesta a por qué ocurren estas cosas es un verdadero misterio.
Curiosamente, fueron, THE SIXXIS, la banda de Atlanta (Georgia), los únicos de toda la sala que les dio por disfrazarse. Ataviados con algunas máscaras baratas, la idea no parecía demasiado acertada. Pero no se puede criticar a unos tipos que sienten la música como un proceso, donde todo puede cambiar, como así tuve la impresión de notar en algunos arreglos reconvertidos para el directo.
Aplausos considerables del público para los temas que componen su disco, Hollow Shrine, que lanzaron hace un año, y mayores aún para un tema nuevo que presentaron, y que auguran un buen futuro para esta desconocida banda.
El escenario se «amplia» para dar cabida a RIVERSIDE y, de inmediato, notamos el gran aprecio que la gente siente por estos tipos. Aplausos de antemano.
La banda se centró, tímidamente, a mi parecer, en anteriores álbumes y algunos de sus hits. Pero sí presentaron cuatro de las nuevas piezas que componen su disco. Las elegidas fueron Lost (Why Should I Be Frightened By a Hat?), Found (The Unexpected Flaw of Searching), Discard Your Fear y Saturate Me. El que no hayan sido más las canciones nuevas responda tal vez a las exploraciones sonoras del último disco, como Mariusz Duda nos contaba el pasado verano, en su última entrevista.
Pero volviendo a la actuación, resulta francamente difícil comprender cuando el público progresivo disfruta, pues lo hace de manera silenciosa y atenta. Con bandas como RIVERSIDE, es una constante. Apenas se oiría algún tímido coreo de las grandes canciones de la banda, como Panic Room o Conceiving you. Del mismo modo que resulta difícil considerar a Riverside dentro de la categoría «metal», dados su, estilo, sus pasajes, su feeling. Claro que ahí estaban piezas como Hyperactive, trayazo para enloquecer, con unos impolutos falsetes vocales de Mariusz Dud. Lo de este hombre era digo de mención, pues hacía las veces de bajista, vocalista, front-man e interlocutor de la banda. Todo de manera elegante, calmado y con sentido del humor.
La proeza de todo esto, en suma, no quita prestigio a lo importante: la interpretación musical. Mr. Duda tiene el talento de tocar el bajo con la delicadeza de un violín, o, por contraste, ejecutar pasajes percutivos, golpeando las cuerdas cerca de las pastillas, con una variedad de matices insólita. La claridad de su voz y su dicción fueron igualmente impolutas. Entre canciones, hizo mención a los catorce años de trayectoria de la banda, y agradeció hasta en dos ocasiones a sus compañeros por acompañarles en tan intensa carrera.
El teclista, Michal Lapaj ha sido el único cambio que esta formación ha tenido, cuando entró en sustitución de Jacek Melnicki. El genio de las teclas lució equipo con sus Korg, Moog, sus arreglos de cuerda, piano, hammond… Y su carisma. Su disfrute resulta empático. Las fotos hacen justicia a esto.
En definitiva, RIVERSIDE ha sabido enseñar músculo, al menos en su paso por España. Se podría decir que esta es ya una banda que ha marcado influencia para otras que sí tocan el género metal como mayor contundencia, o el metal progresivo, como es el caso de Haken (banda que ha tomado incluso influencia lírica de Riverside). Esperamos tener la oportunidad de verles junto a otros exponentes del heavy-prog. más pronto que tarde.
Texto y fotos: Ruben G Herrera
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