DENNER/SHERMANN – Satan’s Tomb
Discográfica: Metal Blade
En la historia del heavy metal hay cientos de buenas parejas de guitarristas, aunque a nivel clásico, siempre hubo dos que se llevaron la mayoría de los loores: Glenn Tipton y K. K. Downing de JUDAS PRIEST por un lado; Dave Murray y Adrian Smith de IRON MAIDEN por el otro. Si bien, siempre hubo una que no sólo fue mi preferida, sino que además considero que llevaron un paso más allá lo que significa tener dos encargados de las seis cuerdas en una banda. Me refiero a la conformada por los protagonistas del presente artículo.
Michael Denner y Hank Shermann crearon, en tan sólo dos discos, las bases de un estilo desarrollado (aunque nunca mejorado) por miles después de ellos. «Melissa» y «Don’t Break The Oath» son álbumes de obligada escucha para todo aquel que quiera conocer qué supone tener dos guitarrista en una banda de heavy metal, cómo conjugar armonías, melodías y desarrollar riffs y llevarlos a lo más alto. «Evil», «Curse of the Pharaohs», «Into the Coven», «Desecration of Souls», «Satan’s Fall»… son clases magistrales de todo esto.
Cuando el año pasado tuve ocasión de ver un vídeo donde Hank y Michael tocaban algunos fragmentos de los mencionados discos en un sofá, como buenos colegas, tuve claro no sólo que estaban jugando con la nostalgia de los muchos que adoramos esa etapa, sino que además estaban mandando un globo sonda a cierto vocalista con patillas y bigote que suele ir con la cara maquillada. El anuncio de este Ep no hacía sino constatar ambos hechos.
Se han rodeado de buenos músicos para dar forma a esta aventura: el versátil vocalista Sean Peck (quien ha hecho un trabajo bastante correcto para la difícil tarea que se le presentaba), Mark Grabowski al bajo y su otrora compañero en MERCYFUL FATE, el prolífico y polifacético Snowy Shaw a la batería. El experimento ha resultado en un compendio de excelentes temas, muy bien interpretados, pero donde los protagonistas indiscutibles son los licks, fillers, solos, armonías y melodías de las guitarras interpretadas por el dúo protagonista.
Las melodías de guitarra sobre bases acústicas que dan inicio a «Satan’s Bomb» son una llamada hacia la atención de los fans clásicos en toda regla, desarrollándose en un simposio de riffs tan cambiantes como genialmente construidos e hilados, con un excelso trabajo del señor Shaw a la batería. «War Witch» es una pasada de heavy metal clásico con un pedazo de estribillo y esa forma de hacer las cosas tan propias de la escuela danesa liderada por Denner y Shemann. Su duelo de solos aquí es de escándalo, jugando con técnica y sensibilidad a capricho.
En «New Gods», de nuevo sobre riffs que recuerdan a etapas de oro, tenemos un vocalista inmenso, jugando con cada uno de los pasajes, dándoles lo que requieren y mejor se les adapta, doblando voces, tirando de efectos… ¡Una maravilla! «Seven Skulls» hace uso de todos los recursos desplegados en los temas anteriores, sumando la escala armónica menor a su coro y con un despliegue de ritmos, cambios de tempo y dobles bombos donde Snowy demuestra una vez más su sobrada maestría a los tambores.
Siguen jugando con nuestro recuerdo hacia la gloriosa primera etapa de MERCYFUL FATE tanto con el estilo como con los colores rojo y amarillo de la portada, recordando a la de «Don’t Break The Oath», por si pudiera quedar alguna duda de quiénes son el dúo estrella.
¿Pegas? Únicamente dos: que sólo sean cuatro canciones y que no cante King Diamond (pese al muy buen trabajo de Sean, insisto). El órdago está lanzado. Esperemos que el vocalista se dé por aludido. Los fans y el mundo de la música y el heavy metal, se lo agradeceremos encarecidamente.
J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Lista de Temas:
- Satan’s Tomb
- War Witch
- New Gods
- Seven Skulls
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Ciertamente,no puedo estar más de acuerdo con la crítica de este lanzamiento;suena y mucho a los mejores tiempos digamos «clásicos» de Mercyful Fate y la verdad…es que me encanta.
Pienso que bien haría King Diamond de hacer algo junto a ellos bajo el nombre de Mercyful Fate en vez de estar lanzando re-ediciones de sus discos en solitario que realmente no aportan nada nuevo y que ya fueron editados con anterioridad o meterse en el estudio y grabar nuevas canciones bajo el apelativo King Diamond.
A Mercyful Fate le queda un disco para acabar el contrato con la compañía, así que tiempo al tiempo, éste es un buen precalentamiento marca de la casa, cómo se nota que quien tuvo retuvo, suena a los Mercyful que nos molan.
Le he dado sólo una escucha en Spotify y perdonadme, pero no me suena para nada a Mercyful Fate. Por lo menos ni a «Don´t break the oath» ni a «Melissa»