Miércoles 5, Jueves 6, Viernes 7 y Sábado 8 de Agosto – Polideportivo Municipal de Villena – Alicante
ORPHANED LAND + AZRAEL + TURISAS + REFUGE + ZENOBIA + ROCK ICONS + CHINO BANZAI + ANGEL WITCH + EDGUY + FREEDOM CALL + THE DARKNESS
Crónica y fotos del VIERNES 7 de agosto – Primera Parte
ORPHANED LAND
Los Israelíes ORPHANED LAND, conocidos por ser unos de los pioneros del Metal Medio Oriental, serían los encargados de abrir el tercer día del LEYENDAS DEL ROCK, y lo hacían frente a una gran cantidad de espectadores que se acercaron desde tempranas horas de la tarde para disfrutar del buen hacer al que nos tienen acostumbrados estos excelentes músicos.
«All Is One», tema que bautiza su último lanzamiento discográfico, daba comienzo a los 50 minutos con los que contó la banda, y sin pausa pero sin prisa, salía a escena Kobi Farhi con su mensaje de unión y respeto entre religiones, la seguiría «Barakah» y una versión corta de «The Kiss Of Babylon» que sirvió de preámbulo para «The Simple Man».
Como es ya habitual, no podía faltar la maravillosa «Sapari», aunque, en esta oportunidad, no contamos con la presencia física de la gran Shlomit Levi, quien parece reservarse solo para ocasiones muy especiales.
El tema escogido para culminar una impecable presentación fue la conocidísima «Norra el Norra».
Texto y Fotos: Alvaro Ochoa
AZRAEL
Empezaba la tercera jornada de la décima edición del Leyendas del Rock y decidí pasarme por el Mark Reale para valorar el directo de un grupo que llevo siguiendo hace un tiempo. AZRAEL es una banda veterana que lleva esparciendo buen heavy metal desde 1991 con pequeñas modificaciones en sus discos para exhibir un sonido bien definido sin incidir en la redundancia. Y ya os adelanto que la dedicación y el entusiasmo que ostentó la banda son dignos de elogio.
Eran las 5 de la tarde y, por primer vez en muchísimas ediciones, el tórrido sol no se presenció para sofocar al público, circunstancia que propició más cotas de motivación en un público pletórico de energía en todos los escenarios. Con una puntualidad excepcional, la banda salió dispuesta a comerse a un público entregado desde el primer tema y espoleado por el gran Marc Riera que agradeció en varias ocasiones la asistencia al concierto.
La calidad vocal de Riera es uno de los baluartes más tonificados de la banda, pero sin menospreciar la magnífica labor del guitarrista Mario G. que se lució en cada solo ejecutado sin flaquear ni un ápice y acompañado siempre por Enrique Rosales en la segunda guitarra.
Una de las peculiaridades más distintivas de la banda es el fantástico sonido de unos teclados muy bien acoplados partícipes durante toda la velada seguidos por unas bases rítmicas que transitaron con entereza durante los 50 minutos que nos deleitó la banda.
Un concierto con un repertorio ecléctico donde repasaron los temas más emblemáticos de la banda concluyendo con una merecida ovación por un público entendido de la calidad musical española en cuanto a heavy se refiere.
Texto: Jorge Albalate
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
TURISAS
Los Finlandeses TURISAS serían los encargados de inaugurar el escenario Jesús de La Rosa, después de que los israelíes ORPHANED LAND hicieran lo propio en el escenario Azucena, y, al parecer, los de Hämeenlinna estaban dispuestos a darlo todo, y vaya si lo hicieron.
Con un escenario adornado con grandes telones con motivos de su último lanzamiento discográfico «Turisas 2013», hacían acto de presencia los 6 guerreros Finlandeses, vestidos con las indumentarias de costumbre y pintados para la guerra, como salidos de la filmación de la reciente Mad Max. Contaban con 50 minutos, de los que no perderían ni un segundo.
Warlord Nygård hacía acto de presencia entonando las notas de «The March of the Varangian Guard», seguidamente escucharíamos «A portare To Unknown» y «To Holmogard and Beyond». En total, ocho temas siendo «Stand Up And Fight» el encargado de culminar una buena presentación por parte de la banda, que desde tempranas horas subían el listón.
Debo confesar que nunca había prestado atención a esta banda, de hecho, no son el estilo que acostumbro a escuchar. Sin embargo, debo decir que resultaron ser una grata sorpresa, ya que ofrecen un muy buen espectáculo en directo y aun cuando no pienso alistarme en las filas de sus seguidores más acérrimos, debo al menos confesarles que me gustaron por haber presentado un show pensado tanto visual como musicalmente hablando.
Texto y Fotos: Alvaro Ochoa
REFUGE
Apenas hacía un mes desde que había visto al alter ego de RAGE, REFUGE, en Bang Your Head, y de nuevo tenía la oportunidad de ver lo que esperaba que fuera otra excelente descarga de este potente trío. Y así fue, Peter «Peavy» Warneg, Manni Schmidt y Chris Efthimiadis volvieron a realizar un concierto soberbio.
A pesar de la proximidad con la anteriormente mencionada actuación en Alemania, consiguieron sorprenderme desde el principio cuando en lugar de abrir con «Firestorm», arremetieron con «Time Waits For No One», para luego sí seguir con un furibundo «Solitary Man».
Aunque el sonido no era malo, no era todo lo bueno que cabría esperar, pero eso no mancilló otra potente actuación del trío. «Death In The Afternoon» dio un poco de descanso, aunque «Enough Is Enough» e «Invisible Horizons» nos levantaron de nuevo.
Como he dicho el trío volvió a estar soberbio a pesar de leves fallos de Manni en algún solo, y consiguieron sorprendernos otra vez con un fantástico «Waiting For The Moon», y con la potente «Power And Greed».
«The Missing Link», «Firestorm» y «Don’t Fear The Winter» sirvieron para cerrar un recital espectacular de una reunión absolutamente increíble. De nuevo recomendadísimos.
Texto: Antonio Cerezuela
Fotos: Alvaro Ochoa
ZENOBIA
El segundo concierto que se desató en el Mark Reale prometía igualar e, incluso, superar la brillante actuación de AZRAEL. Y es que ZENOBIA no es una banda baladí, y así lo demostró Rafa en la presentación del grupo antes de que comenzarán a sonar los primeros acordes de "La legión infernal", y para legión la de incondicionales que abarrotaron el pequeño recinto cantando y brincando durante todo el show.
No hubo acto de remisión en ningún instante del concierto y las primeras descargas de potencia llegaron acompañadas por la vertiginosa "Ícaro" donde los asistentes alcanzaron el sol provistos con las alas del buen power metal.
Liderados por Jorge Berceo, la banda se mostró compacta durante toda la estancia en el escenario con la impecable fuerza de Javi Herrero a la batería y la brillantez de Salva Hache en el bajo. Berceo tomó durante el último disco la controvertida decisión de dedicarse exclusivamente a la voz para fomentar la soltura escénica, decisión que descontentó a muchos fans que reportan una falta de pujanza en las canciones.
Cada uno tendrá su propia opinión al respecto, pero la verdad es que la solvencia de Víctor de Andrés en la guitarra es loable y, a parte de ser un frontman dentro y fuera del escenario, sabe dotar al grupo de un sonido renovado sin menoscabar la esencia clásica.
Temas como "La fiebre del oro", "El sueño de un loco" o "Borraré tu nombre" fueron bien coreadas por el público, lo que recalcó la gran acogida de su último trabajo "Supernova", disco considerado por muchos como el mejor de su discografía.
"Una de piratas" lució jubilosa incluso con la ausencia de una segunda voz suplida por un Berceo que encarnó la faceta de los dos piratas enfrentados mientras la tripulación de piratas coreábamos el estribillo cual cuadrilla de rufianas navegando por el ancho mar.
Como sorpresa para los presentes, la banda anunció un nuevo disco que representará la segunda parte del discazo "Alma de fuego". Con un público conmocionado ante tal noticia, ZENOBIA empezaba a despedirse con un tema muy acorde al temporal que nos atenazaba: "La tormenta".
La cumbre del show fue tan apoteósica que los presentes derrocharon todas sus reservas de voz acompañando a Berceo con su himno más representativo.
"Lo llevo en la sangre" cerró un auténtico conciertazo que demostró la inmensa tropa de seguidores que tiene uno de los mayores exponentes del metal en español.
Texto: Jorge Albalate
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
ROCK ICONS
Llovía sobre Villena, pero yo lo agradecí, porque las gotas que cayeron durante la actuación fueron la medicina perfecta para paliar el calor antes reinante.
Y llovió magia y las más altas dosis de calidad, y gracias a Joe Lynn Turner y Eric Martin quedamos hechizados, sobre todo los más veteranos seguidores de MR. BIG y la Saga RAINBOW/PURPLE, entre los que me encuentro personalmente. La actuación resultó, al menos para mí, histórica.
Se cayeron por el camino la vocalista Robin Beck y el ex- JOURNEY Steve Augeri, quienes anunciaron que no vendrían a LEYENDAS pocos días antes. Hubiera estado genial escuchar temas de JOURNEY, pero sinceramente, yo agradecí que al final todo se resumiera en canciones interpretadas por Turner y Martin. En un festival con tan poco tiempo la participación de cuatro cantantes creo que nos habría sabido a menos.
Antes de seguir con el relato, decir que el guitarrista de la banda fue Jorge Salán, como previamente se anunció. Jorge demostró lo magnífico músico y guitarrista que es, algo que lleva demostrando ser desde hace años. Últimamente ha decidido adentrarse en el blues, -de hecho tocó en el LEYENDAS con su banda-, pero no olvidemos que su trayectoria siempre ha sido y es intachable y brillante dentro del rock potente y melódico, tanto en solitario como junto a Jeff Scott Soto, en los más recientes tiempos. Jorge es una gran persona y un inmenso guitarrista. Seguro que conseguirá las más altas metas, entre otras cosas porque se lo merece y le sobra categoría.
Antes de la actuación entrevisté a Joe Lynn Turner, un gran tío y súper amable, con el que no coincidía en persona desde los tiempos que cantaba con Yngwie Malmsteen, cuándo también le entrevisté en los camerinos del Astoria de Londres. La entrevista para ROCK PALACE TV fue genial, y me dijo muchas cosas muy interesantes sobre la vuelta de Richie Blackmore al rock, como ya anticipó hace meses en primicia a RafaBasa.com en una pasada entrevista.
La actuación arrancó con Eric Martin, quien acompañado por unos grandes músicos y el gran Jorge Salán, interpretó «Alive and Kickin´» y «Daddy, Brother, lover little boy» de MR. BIG, que sonaron impecables.
El propio Eric presentó a Joe Lynn Turner. ¡¡Dos grandes encima del escenario del LEYENDAS… que lujazo!! Turner cantó el estupendo «Death Alley Driver» de RAINBOW, vestido de negro y con gafas de sol y muy buena forma física, y con una buena voz, respaldándose en Jorge, quien estaba tocando de lujo y recordó a Blackmore en los solos de éste y otros temas.
La emoción reinó en el LEYENDAS cuando Turner cantó la inmensa «Streets of Dreams», donde se vació y dio todo. Fue uno de los momentos más grandes del festival, al menos para mí. Y el «feeling» siguió con «Can´t Let You Go», para rematarnos con otro gran tema de RAINBOW: «Spotlight Kid», 100% eléctrico y punzante, donde Salán se lució especialmente.
Volvió a escena Eric Martin para cantar «Gotta Love The Rid» y el genial «Addicted to the Rush» que todos cantamos y sonó muy bien, casi tan bien o mejor que con MR. BIG. «Just Take my Heart» fue cantado por Martin con el alma, muy bien.
Y volvió Joe Lynn Turner para que la magia de RAINBOW nos volviera a inundar gracias a una de las más preciosas baladas de la historia del rock: «Stone Cold». Turner la bordó y nos hizo sentir muy bien.
Luego, Eric cogió una curiosa acústica e interpretó otra «temazo»: «Wild Word»
Y llegó otro de los momentazos de este LEYENDAS. Turner nos mató con «I Surrender»…»Sin palabras»… Todos cantamos con los brazos arriba e incluso a mí se me saltaron algunas lágrimas de emoción. ¡Fue muy grande!
El final llegó con otro gran himno: «To Be With You». Lamentablemente, tuve que dejar de ver el show, con todo el dolor de mi alma, para seguir con las entrevistas de ROCK PALACE, pero a lo lejos escuche el broche sonoro final con «The Man On the Silver Mountain», «Smoke on the water» y «Long Live Rock and Roll».
¡¡Histórico!!
Texto: Rafa Basa
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
CHINO BANZAI
Era el turno de CHINO BANZAI en el escenario pequeño. El que fuera cantante de la mítica banda madrileña volvía al Leyendas del Rock para interpretar algunos clásicos del debut homónimo del grupo, y también algunas canciones de su primer disco en solitario «Gatos de la ciudad».
Su actuación comenzó algo desangelada, supongo que se debía a que el concierto de ROCK ICONS ya había comenzado en el escenario grande, pero a medida que avanzó se fue animando terminando con un número de público bastante aceptable.
La banda mostró una dinámica considerable y alternaron muy bien los temas nuevos como el que da título al trabajo o «Vamos corre», con los clásicos de BANZAI, aunque evidentemente fueron canciones como «Funciona legal», «Rock duro» o «Amigo» las que más aplausos se llevaron.
El sonido en general del escenario pequeño, por lo menos en los conciertos que vi en él, no estuvo mal, pero sí pecó la mayoría del tiempo de estar demasiado alto, sobre todo en los grupos con un público más escaso.
La actuación no bajó el ritmo con «Coche rápido en la noche», y disfrutamos de un gran final con «Voy a tu ciudad» y la versión del tema de Miguel Ríos «Banzai», consiguiendo dejar CHINO BANZAI un gran sabor de boca a los asistentes.
Texto: Antonio Cerezuela
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
ANGEL WITCH
Nada más terminar CHINO BANZAI salían los clásicos de la NWOBHM ANGEL WITCH en el mismo escenario. Nunca había visto al grupo, y había escuchado todo tipo de opiniones tanto a favor como en contra, por lo que tenía una buena ocasión de comprobar por mi cuenta en que estado de forma se encontraban en la actualidad.
A pesar de su larga trayectoria, el grupo se estrenaba en España en el LEYENDAS DEL ROCK, y no sé si fue por la tormenta que se estaba gestando o porque su concierto generó expectación, pero el caso que es que casi consiguieron llenar el escenario pequeño, que al segundo tema estaba casi atestado.
El cuarteto aprovechó la ocasión y se marcó un gran concierto repleto de clásicos aunque sin olvidar su más reciente lanzamiento «As Above So Below». Hay que darle más mérito a su concierto si añadimos que los londinenses no actuaron con su formación habitual, teniendo que contar con Alan French a la batería en el lugar del habitual Andrew Prestiedge que se encontraba girando por EE UU con LUCIFER, y con Colin Hendra (WYTCH HAZEL) que reemplazaba a Tom Draper en la guitarra. A pesar de los músicos temporales, consiguieron sonar sólidos, con empaque y ofreciendo una sólida imagen de cohesión en el escenario.
Desde el principio con «Gorgon» y «Confused» dejaron claro que su etapa más clásica iba a ser la protagonista, pero también hubo tiempo para canciones como «Dead Sea Scrolls» de su última obra.
Aunque eché de menos «Extermination Day», pude disfrutar de clásicos como «White Witch», «Atlantis», «Baphomet», «Angel Of Death», o un gran fin de fiesta por supuesto con «Angel Witch» como no podía ser menos.
Como he apuntado al principio no les había visto nunca, pero después de lo del sábado sin duda me los he estado perdiendo. Gran concierto de los británicos.
Texto: Antonio Cerezuela
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
EDGUY
Tras apaciguarse el viento y el agua que acompañaron la actuación de ROCK ICONS les llegaba el turno a los alemanes EDGUY. Precisamente, sería a causa de ese inoportuno aguacero que los de Fulda no pudieron lucir el enorme telón trasero que traían para engalanar el escenario, ya que debido al fuerte viento optaron por no colgarlo. Debo admitir que he sido seguidor de la banda de Tobias Sammet desde su primera visita a nuestro país acompañando a los suecos HAMMERFALL, y lo cierto es que durante todos estos años he podido verles conciertos realmente brillantes y otros bastantes discretos. Pero haciendo balance de su trayectoria, creo que la madurez les ha sentado muy bien, especialmente a un Tobias Sammet que ha aprendido con el paso de los años a administrar sus recursos como vocalista, evitando esos incomprensibles altibajos a los que nos tenia acostumbrados durante los primeros años de su carrera.
Como siempre, simpáticos, marchosos y contundentes los chicos de EDGUY se presentaban sobre el escenario Azucena con el objetivo claro de hacernos pasar un buen rato, proponiéndonos un detallado repaso por los mejores momentos de su catálogo junto a alguna incursión en su última entrega «Space Police-Defenders Of The Crown». Evidentemente, una de las claves del éxito para la formación germana es la estabilidad que la banda ha alcanzado desde la inclusión en 1998 de la base rítmica formada por el batería Felix Bohnke y el bajista Tobias Exxel, formando un equipo que se ha mantenido inalterable desde entonces. El otro factor que convierte en especial a una banda como Edguy es la particularidad de tener entre sus filas a un vocalista como Sammet, un buen cantante pero ante todo un excelente «showman», capaz de manejar a la audiencia a su antojo consiguiendo convertir cada concierto en una auténtica fiesta.
Aunque muchos piensan que la banda ya ha vivido sus mejores momentos, el quinteto apareció en escena sonando contundente y muy compacto, dando cancha a uno de los temas de su última entrega «Love Tyger», demostrando el enorme calado que ha tenido «Space Police-Defenders Of The Crown» entre sus incondicionales. Como era previsible todas las miradas recayeron sobre un Sammet que, ataviado con una chaqueta larga y aferrado firmemente a su pie de micro, se dedicó a recorrer incansablemente el escenario buscando las muestras de apoyo y complicidad de sus seguidores mientras sus compañeros, siempre en un discreto segundo plano, se mostraban en un excelente estado de forma. Tras unos fugaces saludos llegaba el momento de inundar de épica el recinto, recurriendo para ello a uno de los temas más intensos y potentes de su discografía «Tears Of A Mandrake», que fue la elegida para que Sammet nos ofreciera su primer gran alarde vocal.
No faltaron las bromas sobre la atípica climatología de esta tarde-noche de verano durante el arranque de «Lovatory Love Machine», con la base rítmica marcando decididamente el paso antes de la rotunda entrada de las guitarras de Jens Ludwing y Dirk Sauer. Sería precisamente durante este tema cuando Sammet se erigió como ese animador que siempre ha sido, dividiendo a la audiencia en dos sectores para hacernos cantar de forma sucesiva durante varios minutos. Tras recibir una estruendosa ovación y bromear sobre las habilidades amatorias del batería Felix Bohnke, llegaba el momento de ofrecernos la segunda y última muestra de su más reciente trabajo de manos de la pegadiza «Space Police», que se convertiría en la excusa perfecta para que la gente volviera a entonar su melodía a la vez que movía los brazos de izquierda a derecha.
Pero para el que suscribe los mejores momentos de la descarga de EDGUY llegarían durante el tramo central del show, cuando la banda se centró en ofrecernos una buena muestra de su pasado más netamente powermetalero. Y es que la química entre banda y público fue verdaderamente asombrosa al intuir el respetable la conocida melodía del hímnico «Vain Glory Opera», la pieza que les puso en el mapa allá por 1998. No sería esta la única sorpresa que el quinteto nos tenia preparada a sus fans más veteranos, ya que la siguiente en hacer acto de presencia sería la poderosa cabalgada contenida en «Babylon», con un Sammet verdaderamente exultante y con una banda totalmente enchufada que nos hizo revivir durante unos minutos la magia de los «mejores HELLOWEEN» de la década de los 80.
El homenaje de Sammet hacia su persona llegaría con la cachonda presentación de la desenfadada «Superheroes», que fue tarareada como todo un himno por sus incondicionales. Mientras que la encargada de poner el punto de reposo al show sería la más comedida y elegante «Save Me», con la que demostraban que además de darle caña a su doble bombo los alemanes son unos excelentes interpretes a la hora de adentrarse en terrenos más baladísticos y hardroqueros. Aunque, personalmente, no me gustó que alargaran en exceso algunos de los temas, -dejando cantar demasiado al público-, lo cierto es que temas como «Fucking With Fire (Hair Force One)», sirvieron para rubricar que EDGUY siguen conservando una buena base de fieles devotos. Así que cuando la banda anunció el último tema de la noche «King Of Fools», los gritos de euforia y aprobación fueron ensordecedores, respaldando al máximo a una banda que sigue su andadura de forma implacable y que, aunque parezca mentira, va camino de cumplir sus primeros veinticinco años de vida.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Alvaro Ochoa
FREEDOM CALL
Rozaban las 9:30 de la noche y ya era la tercera cita con el escenario Mark Reale ese día, pero nadie puede escamotearse del aluvión de heavy y power metal que inundó el pequeño recinto durante la tercera jornada, una de las más interesantes. En este asalto salían a combatir los alemanes Freedom Call para obsequiar a los asistentes con su directo atronador que exuda una calidad impoluta. Dentro del terreno power metalero disponible en el elenco de bandas de este año, la actuación más brillante corrió a cargo de este grupazo que no desaceleró su descarga de potencia durante los 60 minutos que duró el espectáculo.
Tras una prueba de sonido exhaustiva para evitar posibles fallos técnicos que deslustraran la actuación, la banda salíó decidida a ganarse al público, y así fue tras el tema introductorio "Union of strong" que sirvió para aglutinar al público y prender la llamar de una participación desenfrenada que se prolongó durante toda la velada. La virtuosidad de Chris Bay tanto en la guitarra como vocalmente fue tangible desde el primer solo hasta el último agudo ejecutado. Lars Rettkowitz, el segundo guitarrista, alternó los solos con Bay mostrando que ambos músicos entienden de celeridad y calidad.
Conforme progresaba el concierto con cortes del calibre de "Hero Nation", "666 Weeks Beyond Eternity" o "We are one", el cantante rezumó una encomiable desenvoltura espoleando al público para vigorizar una actuación que ya rozaba umbrales desorbitados de frenesí. Por otro lado, Lars actuó más distante pero provisto de una sempiterna sonrisa que sirvió de agradecimiento para un público entusiasmado. Ilker Ersin y Rami Ali, los encargados de erigir el andamiaje rítmico de las canciones, cumplieron excepcionalmente con sus respectivas labores. Resumiendo en cuanto la compenetración grupal, se percibe a kilómetros que la banda tiene unos lazos de unión muy bien definidos y lo transmiten a un público perfectamente contagiado por la afabilidad imperante, y eso incrementa la calidad de los conciertos.
El tema que empezó cerrando el conciertazo fue "Power & Glory", seguido del coreado "Warriors" donde el público desencadenó una horda de fiereza cual guerreros enfrentados. Todos sabíamos lo que venía a continuación, recordándonos a la democratizada "The Final Countdown", las primeras notas de "Land of Light" clavaron el mástil del entusiasmo mientras ondulaba la bandera de la excelencia, palabra que resume la actuación presenciada.
Texto: Jorge Albalate
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo
THE DARKNESS
Sin duda su irrupción en el panorama musical a principios de este siglo XXI fue todo un shock para los amantes del hard rock, ya que la banda británica aunaba bajo su etiqueta el sello de clasicismo roquero junto a la fuerza, la imagen y la personalidad de un vocalista único e imposible de catalogar como es Justin Hawkins, algo así como un cruce entre Freddie Mercury, Mick Jagger y David Bowie. Desafortunadamente los excesos acabaron pasando factura y lo que empezó con un exitoso trabajo como fue «Permission To Land», -del que se vendieron más de 4 millones de copias-, y una más que convincente secuela «One Way Ticket To Hell… And Back», se acabó disipando lentamente.
Tras pasar una larga temporada recuperándose de sus adicciones Justin Hawkins regresaba junto a su hermano Dan para retomar la historia, y en 2012 se ponía en circulación el álbum de regreso del cuarteto «Hot Cakes», al que acompañó su correspondiente gira. Pues bien, con una banda que parece querer recuperar el fuelle y la energía de sus primeros días, los británicos arribaban al escenario De La Rosa dispuestos a presentar algunas de las composiciones de su nuevo trabajo «Last Of Our Kind», que vio la luz a principios del pasado mes de Junio.
Debo admitir que, teniendo en cuenta que los británicos no son el típico grupo que uno se esperaría encontrar en un cartel como el del LEYENDAS, tenía mucha curiosidad por ver que tal reacción tendría el público con ellos, y lo cierto es que los que nos acercamos a presenciar su actuación acabamos pasándolo en grande, gracias al desparpajo e histrionismo de Justin y a una soberbia colección de canciones, ya que la mayoría del repertorio estuvo centrado en el material de «Permission To Land», del que interpretaron hasta siete composiciones.
Tal y como esperábamos, los británicos no defraudaron en cuanto a sus indumentarias de directo, y se presentaron con unas coloristas y llamativas vestimentas para abrir la descarga al ritmo del primer clásico de la noche «Black Shuck». Desde los primeros compases del show pudimos apreciar que Justin sigue siendo el auténtico motor de la banda, se mueve por el escenario con total soltura, interactúa con las primeras filas, se cuelga la guitarra para ejecutar los solos de muchos de los temas, y no para de animar a las primeras filas. Así que tras levantar el ánimo de la parroquia con el primer recuerdo a su millonario debut llegaba el momento de presentarnos una de sus nuevas composiciones «Open Fire», que resultó la excusa perfecta para que Justin se marcara los primeros de pasos de baile con su guitarra colgada al cuello.
Pero dejando a un lado las excentricidades del vocalista, lo cierto es que a Justin le acompaña una banda de auténticas garantías. Y es que aunque el vocalista se llevara todas las miradas en escena, el encargado de mantener ese sonido y espíritu 100% roquero fue su hermano Dan, que fue quien atacó con absoluta convicción los riffs de temas como «Growing On Me», que nos dejaría esa interminable colección de histriónicos falsetes, o la más novedosa «Mudslide».
Durante todo el show la conexión entre banda y público fue realmente impactante, y más cuando al frente del timón hubo un auténtico showman como Justin. Pese a ello, sus compañeros también gozaron de su momento de protagonismo, como cuando el bajista Frankie Poullain se encargó de aporrear su cencerro para dar la entrada al tema que abría su segunda entrega «One Way Ticket», consiguiendo que todo el mundo se sumara a cantar sus vitalistas estribillos. Durante los primeros compases del show el viento había impedido que se alzara el telón que tenía que presidir el escenario, así que fue justo antes de la presentación de «Get Your Hands On Off», que nos dejaría la acrobática imagen de Justin cabeza abajo dando palmas con los pies, cuando acompañado por los cánticos de la gente se acabó de izar la lona con el logo de la banda que se situaría tras la batería de Rufus Tiger Taylor.
Con la gente completamente enloquecida llegaba el momento de una nueva ración de su última entrega discográfica de manos de «Roaring Waters», que bajó un poco un nivel de intensidad que volvería a repuntar rápidamente cuando el respetable reconoció los primeros acordes de «Love Is Only A Feeling». Con Dan ejerciendo como líder indiscutible de la banda y llevando los galones de mando llegaba el momento de seguir presentando nuevas composiciones y la elegida sería «Barbarian», que nos volvía a reencontrar con su faceta más ácida y psicodélica.
Para la recta final del show los británicos nos tenían reservada todo su artillería pesada. Un coreadísimo y celebradísimo «Giving Up», que nos supo a todos a gloria y que sonó verdaderamente matador, sería el elegido para acabar dejando paso a los aires más marcadamente metaleros de «Street Spirit», que se convertiría en la piezas más agresivas de la noche.
Acompañado de los cánticos de la audiencia y ataviado con unos diminutos pantalones cortos y una camiseta del festival Justin regresaba sobre el escenario para ofrecernos una última muestra del potencial roquero de su banda. Siendo la elegida para dar el pistoletazo de salida a los bises una rabiosa «Stuck In A Rut», con la que pondría a las primeras filas a dar palmas para convertirse en la antesala perfecta de «I Believe In A Thing Called Love». Con banda y público completamente conectados el último fogonazo de la banda de los hermanos Hawkins llegaría de la mano de una delirante versión de «Love On The Rocks», con paseo de Justin entre la multitud, sin dejar de tocar su instrumento, para firmar un final apoteósico.
THE DARKNESS no han inventado nada, no son los mejores músicos del planeta, pero tienen unos temas con gancho y pegada, que resultan ideales para el directo. Pero ante todo cuenta con la locura y la genialidad de un personaje como Justin Hawkins.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo (www.musifota.com)