+ ACHERONTIA
Jueves 2 de Julio de 2015 – Sala Razzmatazz 2 – Barcelona
Polifacéticos y camaleónicos, tras consolidarse como trío con la edición de su trabajo homónimo en 2012 y «IX» en 2014, los legendarios CORROSION OF CONFORMITY regresaban a los escenarios de nuestro país para rememorar su etapa de mayor esplendor con Pepper Keenan ejerciendo como vocalista y guitarrista, un excelente reclamo con el que hacer las delicias de todos aquellos que disfrutamos intensamente de álbumes como "Deliverance" (1994) o "Wiseblood" (1996), con los que abandonaron su vertiente más hardcore para adentrarse en texturas más metaleras. Aunque con esta misma formación la banda siguió aumentando su legado con álbumes muy destacables como «America´s Volume Dealer» (2000) o «In The Arms Of God» (2005), -grabado con el batería Staton Moore-, lo cierto es que para los que pudimos presenciar sus descargas abriendo para METALLICA o MEGADETH, a mediados de los noventa, esta noche se presentaba como un ejercicio de nostalgia, dándonos la posibilidad de volver atrás en el tiempo y disfrutar de la sinuosa densidad de algunos de sus temas más emblemáticos y celebrados. Sin material nuevo que presentar pero respaldados por una imparable colección de clásicos, que ayudaron a perfilar los gustos y las preferencias de toda una generación, los americanos arribaban a la Ciudad Condal con su formación más exitosa, contando además de con el concurso del carismático Pepper Keenan, con el guitarrista, y único miembro que ha estado presente en todas las etapas de la banda, Woody Weatherman, el bajista Mike Dean y el batería Reed Mullin.
Pero antes de la llegada del cuarteto de Carolina del Norte tendríamos la posibilidad de presenciar la descarga de los barceloneses ACHERONTIA, un combo que practica un rotundo sludge, en el que son claramente apreciables las influencias de bandas como KYLESA o BARONESS, amén de fusionar a la perfección la rotundidad de sus riffs y la contundencia propia del thrash metal, tal y como dejaron patente a lo largo de su más reciente EP «Kings Of The World». Aunque el panorama al que se enfrentaron los barceloneses cuando tomaron posiciones sobre las tablas del Razzmatazz 2 fue una sala prácticamente vacía, lo cierto es que los chicos de ACHERONTIA nos ofrecieron una buena muestra de su potencial con temas como «Spectral Spectrum», o "Human" inyectando unas altas dosis de mordiente y visceralidad al que sin duda fue uno de los mejores momentos de su actuación.
Además de ofrecernos un exhaustivo repaso a las composiciones contenidas en su último lanzamiento, el cuarteto tampoco quiso olvidarse de los dos temas que presentaron en su primera demo «Atropos», enlazando de forma consecutiva «Into The Trees» y «Skull & Bones». Pero sin duda fue cuando la banda se centró sobre sus composiciones más recientes cuando ofrecieron sus mejores prestaciones, concediendo un especial protagonismo a la base rítmica formada por Dani y Rayo, y contando con ese «feeling» roquero que imprimió José a sus desarrollos solistas.
Tampoco faltarían los guiños hacia nombres emblemáticos de la escena, con esos riffs pesados y rocosos a lo «Sabbath» que se convertirían en los protagonistas de «Iron Feast». Pese a que durante los primeros compases del show el cuarteto se mostró algo tímido, lo cierto es que a medida que fue avanzando la actuación ACHERONTIA se fueron mostrando más cómodos y sueltos en escena, especialmente su vocalista y guitarrista Ricoh. Para encarar la recta final de su descarga optarían por «Sphinx» y otra de las piezas contenidas en «Kings Of The World», «Hell Games», que seria la elegida para echar el cierre a sus cuarenta minutos de show.
Ante una sala bastante más concurrida y animada, pero que en ningún momento llegó a registrar la entrada que sin duda se merecía una cita como la de esta noche, llegaba el momento de recibir a las estrellas de la velada. Pero, sorpresivamente, cuando todos aguardábamos con impaciencia la triunfal entrada del combo americano, era el propio Pepper el encargado de coger el micrófono para presentarnos a un compañero que, guitarra en mano, se dedicó a amenizar la espera con una sucesión de «covers» de THIN LIZZY, ofreciéndonos algunos retazos de temas clásicos de la formación irlandesa, regalándonos piezas como «Cowboy Song», «Rosalie», un coreado «Jailbreak» o el legendario «Emerald», con el que conseguía caldear el ambiente de cara a la llegada de los indiscutibles protagonistas de la noche.
Tras este extraño preámbulo, la oscuridad se adueñaba del escenario y los instrumentos empezaban a rugir con fuerza catapultados por la monumental pegada de Reed Mullin para protagonizar un apoteósico desarrollo instrumental que acabaría enlazándose con el tema que inauguraba su trabajo de 1991 «Blind», «These Shrouded Temples…», con el que el cuarteto americano dejaba claro que no ha perdido ni un ápice de su presencia escénica ni su personalidad. Lo que si que pudimos apreciar, especialmente durante los primeros compases del show, fue que la voz de Pepper no sonaba tan potente y amenazadora como antaño, aunque el rubio guitarrista no tuvo problemas destacables a la hora de encarar piezas como «Señor Limpio», que significó su primera incursión en «Deliverance», dejándonos el primer alarde solista de un sonriente Woody Weatherman.
Algo más retraído y muy concentrado a la hora de atacar las cuerdas de su bajo se mantuvo Mike Dean quien, totalmente liberado de su labor como solista, se concentró únicamente en apoyar en los coros en piezas como «King Of The Rotten», que se acabaría convirtiendo en el preámbulo perfecto para el primer punto álgido de la noche que llegaría con el marchoso riff de apertura de «Heaven´s Not Overflowing», que fue la responsable de desatar la euforia contenida de una audiencia que coreó insistentemente su abrumador estribillo, mientras su suculenta esencia sureña inundaba todo el recinto. Tras un arranque marcado por la potencia y el intenso «groove» de las guitarras llegaba el momento de recobrar ligeramente el aliento con el ritmo algo más comedido de «Long Whip/Big America», arrastrándonos sin contemplaciones por el fango durante su tramo inicial para posteriormente someternos a esa orgiástica ceremonia de imparables riffs que nos dejaría la estampa de Pepper elevando su guitarra para demandar la complicidad de una audiencia cada vez más animada. Sin abandonar el material de su quinto trabajo, sería el propio Pepper el encargado de anunciar con un desgarrador rugido el siguiente tema de la noche «Wiseblood».
Tras recordar algunas de sus anteriores visitas a nuestro país, el batería Reed Mullin sería el encargado de dar el pistoletazo de salida a «Seven Days», haciéndonos volver la mirada sobre el material de «Deliverance», poniendo de manifiesto que los americanos fueron una de las bandas que cimentaron las bases de lo que posteriormente se conocería como sonido «stoner». Dejando a un lado la producción que la banda nos regaló a lo largo de la década de los noventa, una de las pocas licencias que se permitieron hacia el material facturado en este milenio llegaría de la mano del incisivo «Paranoid Opioid», que con todo el escenario teñido de rojo acabaría convirtiéndose en la primera pieza rescatada de «In The Arms Of God», con los músicos intercambiándose miradas para sincronizar sus aplastantes cambios de ritmo.
Uno de los momentos más destacados de la velada llegaría con ese delicioso «13 Angels», que hacia que la banda levantara el pie del acelerador para adentrarse en texturas más introspectivas e hipnóticas, trasladándonos junto al asfixiante calor reinante en la sala sobre esos paisajes desérticos y repletos de dunas. Pero rápidamente los ánimos volverían a caldearse cuando, tras proponernos Pepper un nuevo brindis, el cuarteto se abalanzó sobre uno de los temas mas emblemáticos de su carrera «Albatross», todo un tributo a los «Sabbath» más densos y setenteros que fue acogido de forma brutal por una audiencia completamente extasiada. Todos sabíamos que la noche estaba empezando a encarar su recta final, así que banda y público se conminaron para darlo todo en las salvajes aceleraciones que protagonizaron «My Grain», que contaría con el excelente concurso de de Mike Dean antes de que Weatherman y Keenan se enzarzaran en otro de sus habituales duelos.
La genuina ambientación sureña regresaría para llenar de colorido «Stonebreaker», segundo y último guiño que se permitieron hacía su séptima obra de estudio «In The Arms Of God», la que a la postre se acabaría convirtiendo en el ultimo trabajo que grabaron junto a Pepper Keenan y para el que contaron con los servicios del batería Staton Moore en 2005.Para poner la rúbrica a este primer tramo de show que mejor que una última mirada hacia su material más clásico y aclamado de manos de «Goodbye Windows», tras el que abandonarían el escenario acompañados de una rotunda ovación.
No se hicieron de rogar en exceso para su retorno sobre las tablas para finiquitar su excelente actuación con una tripleta absolutamente demoledora. Derrochando fuerza, intensidad y actitud el cuarteto arrancaría el "encore" espetándonos el alegato político contenido en su aclamado «Vote With A Bullet», convertido en la excusa perfecta para aunar las gargantas de todos los presentes. Con el subidón en el cuerpo, no nos concederían ni un segundo de tregua y nos rematarían casi de forma definitiva con el crujiente «Who´s Got The Fire», presentado cachondamente y en castellano por Weatherman. Mientras que la elegida como despedida definitiva sería una extensa versión de su corrosivo «Clean My Wounds», que contó con una extensa «jam» durante su parte intermedia.
Pese al paso de los años y algún kilito de más, CORROSION OF CONFORMITY volvieron a certificar la plena vigencia del material que facturaron durante la segunda mitad de la década de los noventa, ofreciéndonos un show compacto, rotundo y que no creo que defraudara a ninguno de sus seguidores de esa época. Durante la descarga el propio Pepper deslizó la posibilidad de que la banda regresara pronto presentado nuevas composiciones, con lo que parece que se confirma su retorno definitivo. Así que ahora toca esperar para escuchar esas nuevas composiciones y aguardar a que la banda no tarde en regresar por nuestros escenarios.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
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