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+ WHITE MILES
Jueves 7 de Mayo de 2015 – Sala Caracol – Madrid
El último CD de THE ANSWER, Raise a Little Hell, servía como excelente pretexto para no perderse a la banda irlandesa a su paso por Madrid. Estuvieron acompañados de WHITE MILES, un dueto stoner procedente de Madagascar. La Sala Caracol recibió una buena entrada, en torno a 300 o 400 personas.
Unos cuarenta y cinco minutos después de la apertura de puertas, WHITE MILES salieron al escenario con alguna mirada dubitativa por parte del público ante sólo dos músicos. Afortunadamente, poco tardaron en hacerse respetar gracias a unas canciones sólidas, que mezclan un rock enérgico con un sólido stoner.
Medina Rekic se sobraba y se bastaba para cantar y tocar la guitarra a la vez mientras, además, no paraba de moverse y bailar. Tiene ese algo que la convierte en un imán de miradas. Cada nota que toca suena con mucho rollo rock, casi punk en muchas partes. Al verla, da la impresión de estar frente a un genio de la música, a pesar de que no sea una virtuosa.
El baterista, Lofi, es un fuera de serie. Os puedo garantizar que con él tras los platos y con Medina danzando, no se echa en falta un bajo, una guitarra o cualquier otro ingrediente de una banda convencional. Ofrecieron una gran actuación, sonaron genial y dejaron muchas bocas abiertas. Si te gusta el stoner, los guitarreos crudos y las canciones con mucho groove, no deberías perder de vista a esta formación. Comenzarán a grabar su segundo disco en las próximas semanas.
Casi a las once de la noche se abrió el telón para recibir, por fin, a THE ANSWER. Arrancaron con «I Am What I Am», de su reciente Raise A Little Hell, que dejaba claro por qué muchos decían que esta banda era una de las llamadas a tomar el relevo de AC/DC. Esas guitarras entrecortadas haciendo una serie de acordes a lo Angus Young sonaron con mucho empaque, especialmente gracias a un bajo enorme y una batería que marcaba como un reloj. En cuanto Cormac Neeson pronunció los primeros versos con su timbre tan personal y rockero, se palpaba que el concierto prometía.
En primer lugar: el sonido. No recuerdo haber visto a un grupo de rock que sonara tan bien en los últimos tiempos. Cuestiones técnicas aparte (que también importan, claro), el cuarteto suena como una apisonadora. Ni sobra ni falta nada. Hacen rock and roll con muchas influencias (desde AC/DC, pasando por LED ZEPPELIN hasta llegar a RAGE AGAINST THE MACHINE o STONE TEMPLE PILOTS), pero le tienen tan bien cogida la medida y se entienden todos tan bien entre ellos, que es un gozo escuchar cada tema.
Luego tienen canciones que están hechas para explotar en directo. Aquí podríamos citar el pegadizo «Spectacular», que fue de las primeras en sonar, «Demon Eyes», de las más cañeras y con un riff matador, o «Whiplash», una de las del nuevo álbum y, para mi gusto, una de las mejores canciones de rock de este año. La bluesera «Preachin'» hizo cantar a toda la sala y la balada «Strange Kinda’ Nothing» fue todo un momentazo gracias a las bonitas melodías que tiene.
Por otro lado, en lo musical son todos muy buenos. Quizá sobresalga el guitarrista Paul Mahon, que entre el talk box y unos dedos rapidísimos sirve de guitar hero con ese aire vintage que tan bien le sienta a la banda, aunque nadie puede negar que el propio Cormac es un frontman de primera. Borda casi todas las canciones, toca la armónica, salta, anima y tiene un aura de bonachón que le hace caer bien enseguida. Si después menciona entre canción y canción su afición a las tapas en España y lo mucho que le motivan para seguir bebiendo aún más, podéis imaginar lo ídolo que será para muchos. Eso sí, su punto álgido durante la noche fue cuando en la mitad de «Raise A Little Hell» decidió bajarse del escenario para obligarnos a que nos agacháramos todos. Fueron unos instantes que sirvieron de comunión con el público y que, desde luego, son detalles de cercanía muy bien recibidos.
Hubo tiempo para solos de guitarra, de bajo y de batería, así que cuando llegaron los bises no fue de extrañar que la gente empezara a cantar el típico ‘oéoéoé’ fin de fiesta. Se reservaron para acabar la melódica «Nowhere Freeway», muy coreada gracias a la pequeña explicación previa de Cormac y «Under The Sky», de su álbum debut, Rise, que hizo saltar a todo el mundo.
Creo que muy pocas bandas pueden presumir de tan increíble forma en vivo como THE ANSWER en la actualidad. Su música podrá gustarte más o menos, pero, desde luego, si buscas rock, contundencia, buen rollo y adrenalina, ellos son la opción garantizada.
Setlist THE ANSWER:
- «I Am What I Am»
- «Spectacular»
- «Red»
- «Demon Eyes»
- «Tornado»
- «Whiplash»
- «Aristocrat»
- «Preachin'»
- «Last Days Of Summer»
- «Strange Kinda’ Nothing»
- «New Horizon»
- «Raise A Little Hell»
- «Nowhere Freeway»
- «Under The Sky»
Texto: César Muela – Twitter
Fotos: Oscar Gil Escobar
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