+ TRONO DE SANGRE
Jueves 29 de Enero 2015 – Sala Joy Eslava – Madrid
El cuarto LP de la sensación madrileña TOUNDRA se ponía de largo en casa, y la respuesta fue tal que hubo que programar una segunda fecha el día anterior para abastecer la enorme demanda de entradas que suscitó el evento. No es para menos, estamos ante una verdadera revelación ya no sólo a nivel nacional, sino también internacional, y nadie quiso perderse la oportunidad de disfrutar del intenso directo de la banda una vez más, esta vez con muchas sorpresas y un contexto idóneo para que la noche fuera para el recuerdo, como así fue finalmente. Quizás muchos os escandalicéis al leer en estas líneas la palabra «revelación» asociada al nombre de TOUNDRA después de los años que llevan en esto y los grandes discos que nos han dejado, pero yo sigo creyendo firmemente que gracias a «IV» mucha gente va a descubrirles y se va a enamorar de ellos, y lo pasó en la Joy el pasado Jueves me da la razón.
Para abrir, TOUNDRA le daban la alternativa a TRONO DE SANGRE, una formación madrileña nacida en 2010 y que en verdad no tenía nada que ver con el estilo de los propios protagonistas de la noche, lo que quizás descolocó un poco a la gente. Personalmente, me gustó mucho tanto el grupo en sí como el contrapunto que supuso en la velada. La banda se mueve por unos derroteros más bien poco definidos, adivinándose al trasluz una base de ‘sludge’ aderezada con trazas de ‘doom’, ‘post-hardcore’ o ‘doom’ de forma un tanto caprichosa. Del ‘crust’ cogen la actitud, super agresiva y desafiante, cantando (o berreando) los 3 sin piedad unos temas súper abrasivos que me llamaron poderosamente la atención.
Por cierto, se acaba de cumplir un año desde que el cuarteto editase su primer LP (ya tenían un 7″ previo), titulado «La mitad de lo que somos, la mitad de lo que creemos», y de ahí salió la mayor parte de su set, que por cierto se iba acompañando de una referencia visual en cada tema, con una estética muy sencilla y unificada que también me gustó mucho, muy de su estilo. Buen aperitivo, desde luego, para lo que venía después.
La puntualidad fue absoluta en todo momento. Poco pasadas las 21.15 de la noche, ya con la Joy hasta arriba, los anfiteatros expectantes y la luz baja, aparecían dos ojos felinos y luminosos en la proyección de fondo y comenzaba el recital de TOUNDRA con el sonido ambiente de ese bosque que da comienzo a «IV». Sonaba «Strelka», y la expectación y admiración de la gente se podía palpar en el ambiente.
El sonido, impecable de comienzo a fin, llevó en volandas a un grupo que salió a disfrutar, a ofrecer su música y a dejarse llevar encima del escenario haciendo lo que mejor saben hacer, y cuando el material es de la calidad del de TOUNDRA el resultado sólo puede ser perfecto.
Su concierto a nivel visual fue comedido, sin embargo. No sé, quizás esperaba una mayor espectacularidad en las proyecciones, un mayor protagonismo del componente visual en su repertorio, pero el caso es que no hubo mucho más que proyecciones de acompañamiento durante la primera parte de su set, nada demasiado impactante, vaya. Todo muy ambiental, pero nada del otro mundo, sin embargo. Seguramente se pueda explotar mucho más ese apartado, tratándose de TOUNDRA y de la intensidad que transmiten con su música, con sus paisajes sonoros.
Musicalmente en cambio, su actuación fue un 10. Estuvieron una hora y tres cuartos sobre el escenario, espacio en el que pareció pararse el tiempo. El magnetismo del grupo es total, algo fuera de lo común. Parece como si TOUNDRA te lanzasen arriba y abajo, hacia un lado y a otro, con sus progresiones oníricas y desarrollos caprichosos, constantes, con momentos de intensidad exagerada, momentos de melodías ensoñadoras… Me encantó el papel de Macón a la guitarra.
Se ha adaptado a la banda total y absolutamente y le ha dado otro aire, y su aporte sobre las tablas ya se me hace indispensable. Esteban por su parte acapara la atención de la mayor parte con su sonrisa perpetua. Da verdadero gusto verle tocar y disfrutar sobre las tablas.
En cuanto a repertorio, pensé que caería «IV» al completo e incluso en orden, pero para mi sorpresa no fue así. Se dejaron «Qarqom» por el camino, y además no sonaron en orden, lo cual también hizo que sus fans más antiguos disfrutasen de temas con más tiempo, para los que hubo espacio.
La banda llenaba el escenario por momentos, de música y de músicos, como en esa dupla increíble que se marcaron con «Viesca» y «Réquiem», donde participaron 2 percusionistas (uno el de ADRIFT, si la vista no me falla), e incluso 2 violinistas, un ‘cello’, una sección de metal compuesta por 3 instrumentos y Esteban y Macón a la guitarra acústica, un momento desde luego que fue de lo más intenso e inolvidable de la actuación. «Kitsune» lució también lo suyo interpretada en directo, incluso sonando más feroz que en su versión de estudio, mientras que «Zanzíbar» y «Cielo Negro» nos devolvieron dos de los mejores temas de los últimos tiempos de TOUNDRA.
Fue precisamente tras «Cielo Negro» cuando el pedal de la batería de Álex se rompió y hubo que cambiarlo, curiosamente. El final, con «Oro Rojo» (con bola discotequera) y «Magreb» fue una verdadera pasada, más incluso que el único bis que cayó en la noche, un «Bizancio» que no se si por el cansancio de un jueves de finales de Enero lució poco. Quizás ese sabor a despedida predominante nos nubló el momento, pero cómo nos lo hicieron pasar estos 4 genios…
Setlist TOUNDRA:
- Strelka
- Marte (Mars)
- Magreb
- Lluvia
- Belenos
- Viesca
- Requiem
- Kitsune
- Zanzíbar
- Cielo negro (Black Sky)
- Oro Rojo
- Bizancio
- Medusa (bis)
Texto: Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_amo
Fotos: Juan Morillas
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