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+ FYRE!
Domingo 23 de Noviembre de 2014 – Sala Razzmatazz – Barcelona
El mundo del heavy metal está plagado de estampas míticas e imágenes icónicas que resultan plenamente reconocibles para todos nosotros. Sin duda una de las más legendarias es la figura encorvada de Michael Schenker empuñando su Flying V. Y es que el mítico guitarrista alemán además de poner su talento al servicio de nombres ilustres como SCORPIONS o UFO, ha desarrollado una prolífica carrera como artista en solitario, ya sea con las diferentes encarnaciones de sus M.S.G., dando rienda suelta a sus inquietudes acústicas en esa suculenta serie de trabajos titulados "Thank You", o con su más reciente aventura MICHAEL SCHENKER’ S TEMPLE OF ROCK.
Pese a que su carrera ha sido una auténtica montaña rusa, parece que la madurez le ha sentado particularmente bien al pequeño de los hermanos Schenker, quien parece haber apaciguado su indomable carácter y encontrado la estabilidad junto a sus actuales compañeros de viaje, lo que le ha permitido revitalizar su carrera y volver a recuperar su estatus como icono de la guitarra tras una larga temporada en la que parecía condenado al ostracismo. Tan solo unos meses después de su paso por el festival Leyendas del Rock el talentoso guitarrista alemán volvía a nuestros escenarios para presentar ante sus incondicionales su última entrega discográfica "Bridge The Gab".
Aunque en un principio su descarga en la capital catalana estaba prevista para la sala Bikini, la gran demanda de entradas propició que el espectáculo se trasladará a la sala grande del Razzmatazz, una fantástica noticia que servía para poner de manifiesto el tirón que sigue conservando el alemán entre la parroquia metálica. Pese a que debo admitir que tenía mis reservas sobre la idoneidad del recinto finalmente escogido, lo cierto es que la sala presentó una magnífica entrada, gracias a la movilización de una audiencia fiel y veterana, deseosa de corear algunos de los grandes himnos firmados por el temperamental guitarrista.
Para ir calentando el ambiente de una sala todavía a medio gas contábamos con el concurso de FYRE!, quienes con su prometedor "Missy Powerfull" bajo el brazo venían dispuestos a amenizar la espera. La formación capitaneada por la vocalista Alejandra Burgos nos ofreció un ameno recorrido a través de las mejores composiciones de su debut, mostrándonos una gran amplitud de miras y un gusto exquisito a la hora de proponernos sus excelentes melodías, dando buena cuenta del potencial que les ha servido para abrir los conciertos de artistas tan dispares como ALICE COOPER o ANASTACIA.
Además de la presencia de la atractiva vocalista argentina, llamaba la atención la participación en este nuevo proyecto del guitarrista Tolo Grimalt y el bajista Lars Ratz, (ambos miembros de METALIUM), junto al batería Tomás Vidal. Con puntualidad inglesa, y ataviados de forma elegante, el cuarteto inauguraba su descarga con la marchosa "Crazy Little Woman", toda una declaración de intenciones con la que dejaban clara las líneas maestras de su propuesta, un hard rock directo, melódico y pegadizo. Tras recibir una cálida acogida la segunda pieza de la noche sería la que abre su debut "We Are Here", que desde su inicio lento y delicado acabaría convirtiéndose en una pieza marchosa y desenfadada.
Otra de las bazas que jugó muy a favor de FYRE! fue el desparpajo escénico de Alejandra, quien en todo momento pareció entusiasmada con la acogida recibida, mostrándose muy comunicativa y sin cortase lo más mínimo a la hora de bromear e interactuar con las primeras filas. Tras las pertinentes presentaciones, y con la banda ya despojada de sus chaquetas, turno para una adictiva "I Love To Rock", que no hacía más que continuar alentando a un personal cada vez más numeroso y animado que parecía predispuesto a pasarlo en grande con la descarga del cuarteto.
El primer momento de relax llegaría con "No Happiness", para la que Alejandra dejaría su guitarra para concentrarse en su faceta de vocalista, ofreciéndonos una brillante interpretación acompañada de una magnífica puesta en escena, con la vocalista contorneándose por el escenario aferrada a su pie de micro. El lado más accesible y comercial del Fyre! quedaría plasmado a lo largo de las melosas melodías de "Stay Until The Moonshine". Pero obviamente, teniendo en cuenta el «background» del público asistente, los temas que más aceptación tuvieron fueron piezas como el vacilón "Devil Is Me" o "Get The Hell Out", con las que consiguieron el respaldo mayoritario de la sala. La encargada de poner el punto y final a su descarga sería una de las piezas más potentes y cañeras de su debut "From Row Kids».
En definitiva, muy grata sorpresa la que supuso este debut en tierras catalanas de Fyre!, una banda con un gran potencial y a la que habrá que seguir la pista muy de cerca, ya que tienen buenos temas, un sonido compacto, muchas tablas a sus espaldas y la personalidad y el carisma que imprime esa fantástica «front-woman» que es Alejandra Burgos.
Tras un receso de treinta minutos un Razzmatazz prácticamente lleno aguardaba impaciente la llegada del plato fuerte de la noche. Para la ocasión el mítico guitarrista alemán recuperaba a dos ex-compañeros de su etapa en SCORPIONS, el bajista Francis Buchholz y el batería Herman Rarebell, quienes junto al guitarrista y teclista Wayne Findlay y al polifacético vocalista Doogie White completaban una alineación de auténtico lujo.
Con un escenario presidido por un enorme telón de fondo que reproducía la portada de su último trabajo «Bridge The Gap», el quinteto tomaba posiciones para levantar el vuelo con el primer clásico de la noche, el inmortal "Doctor Doctor" que hacia explotar de júbilo a todos los presentes, poniéndonos inmediatamente a saltar mientras cantábamos su conocido estribillo. Desde su posición, enclavado en una esquina del escenario, Schenker se mostraba feliz y muy concentrado, sacando de su instrumentos esas notas mágicas que han hecho emocionarse a miles de metaleros a lo largo de las últimas cuatro décadas. Tras la primera salva de aplausos llegaba el turno de uno de los temas de su último trabajo "Where The Wild Winds Blow", que pese a no levantar las mismas pasiones que el tema de apertura, sí que dejó una buena impresión con esa orientación más oscura y compacta.
Sin duda uno de los grandes aciertos de la noche fue el repertorio escogido, ya que lejos de limitarse a la presentación de su último redondo, Schenker y sus compañeros nos ofrecieron un minucioso recorrido a través de la carrera del prolífico guitarrista. El primer recuerdo a la etapa inicial de M.S.G. llegaría con "Armed And Ready", la pieza que abría aquel mítico debut publicado en 1980, que nos dejaría el primer gran alarde de un Schenker en plena forma, jugueteando con su Flying V para acabar enrolándonos en un potente "Natural Thing", que ponía a toda la sala a bailar, mientras Doogie White se mostraba muy sobrio en su papel como maestro de ceremonias. Quizás fuera éste el principal inconveniente de la descarga, ya que durante la velada todo pareció muy estudiado y excesivamente medido, restándole algo de espontaneidad y frescura al show.
Sin tiempo para recobrar el aliento era el propio Schenker el que se encargaba, una vez más, de dar la entrada a sus compañeros en "Victim Of Illusion", para posteriormente adentrarnos en su época como «hacha» de SCORPIONS, permitiéndonos saborear intensamente los aromas clásicos de piezas como "Lovedrive", con Buchholz dando un paso al frente para reclamar su cuota de protagonismo, y la instrumental "Coast To Coast", con la que la sala se vino literalmente abajo mientras nos deleitábamos con la elegancia y la maestría de un Schenker que no ha perdido el feeling y la magia a la hora de atacar su instrumento.
En una noche dedicada a la nostalgia, no podía faltar el homenaje hacia una de las figuras más emblemáticas del heavy metal, de modo que no faltó un sentido recuerdo hacia el maestro Ronnie James Dio durante la presentación de "Before The Devil Knows You’ re Dead", que fue la única mirada que se permitieron hacia su "Temple Of Rock" del pasado 2011. El retorno al material de «Bridge The Gap», estaría marcado por la magnificencia melódica de «Lord Of The Lost And Loney», para rápidamente volver a echar mano del catálogo de los británicos UFO para ofrecernos una versión extendida del "Let It Roll", que acabó siendo la elegida para una nueva exhibición solista de Schenker, y una enérgica «Shoot Shoot», que nos servía para continuar rememorando el material contenido en aquel lejano «Force It» de 1975.
Aunque durante la presentación de esta noche no hubo espacio para los clásicos solos de batería y guitarra como tal, lo cierto es que tuvimos una buena ración de virtuosismo instrumental al atacar Schenker el majestuoso desarrollo contenido en el vibrante «Into The Arena», que acabó recabando una de las mayores ovaciones de la noche. Tampoco quiso el quinteto dejar pasar la ocasión de presentarnos una nueva composición que formara parte de su nuevo trabajo «Spirit On A Mission», que se espera para Marzo del próximo año, en forma de un rotundo «Vigilante Man», que personalmente me dejó un muy buen sabor de boca, y que venía a ratificar que este proyecto tiene visos de seguir dando frutos de cara al futuro más inmediato.
La recta final del concierto llegaría con otra tripleta de auténtico vértigo, un coreadísimo «Too Hot To Handle», que convertía la sala en una auténtica fiesta, una discreta versión del «Rock You Like A Hurricane», que sonó un tanto deslucida por la voz de un Doggie White al que se vio bastante más cómodo al encarar los temas de UFO, y como colofón definitivo a esta primera parte del show una triunfal «Rock Bottom», tras la cual los músicos abandonaban el escenario acompañados por los vítores y los cánticos de una audiencia desatada.
Sin hacerse de rogar en exceso el quinteto volvería rápidamente sobre las tablas para rematar definitivamente su actuación con la inevitable «Lights Out», y una explosiva «Blackout», que Schenker tomaba como licencia de la banda de su hermano Rudolf, y que imaginó acabó entrando en el repertorio,- al igual que «Rock You Like A Hurricane»-, por la presencia de la base rítmica que grabó tanto «Blackout», como «Love At First Sting».
La sabiduría popular dice que el tiempo acaba poniendo a cada uno en el lugar que le corresponde. Pues bien, viendo la pasión y la entrega que puso el público de Razzmatazz sólo cabe admitir que Michael Schenker se dio un suculento homenaje en la Ciudad Condal, brillando intensamente junto a una banda de plenas garantías, poniendo de manifiesto la innegable calidad de un material que está llamado a convertirse,- si no lo es ya-, en intemporal. Aunque quizás habrá quien pueda decir que el virtuoso guitarrista alemán está viviendo de rentas en esta nueva etapa de su carrera, lo cierto es que Schenker dio a sus incondicionales una buena ración de lo que habían ido a buscar.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
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Excelente crónica y fiel refelejo de lo que nos deparó la noche Alfonso ,un concierto para disfrutar
a ellos se les veia contentos y de Schenker que decir ,que está resurgiendo de sus cenizas a lo grande.
A mi personalmente su último disco me encanta.
salut
Totalmente de acuerdo con la crónica, muy fiel a lo que fue, pero creo que habéis sido muy suaves con Doogie, ese cantante no encaja para nada con la banda, destrozaba totalmente los míticos temas de UFO. Una pena.
Opinión muy subjetiva. Yo vi a White con MSG el 2013 y realizó un excelente trabajo, teniendo algún problema sólo con Assault Attack y alguna de Scorpions. En tanto, estuvo impecable con las canciones de Barden y las de UFO. Por más que valore la química que existe entre Schenker y Barden, hoy por hoy a Gary le queda muy poca voz para girar con MSG. Doogie es un cantante solvente, con mucho oficio y cumplidor. De hecho, el 2013 me dejó una mucho mejor impresión que cuando lo vi el 2001 con Yngwie Malmsteen.