Sábado 8 de Noviembre de 2014 – Sala La Riviera – Madrid
A pocos minutos de la hora prevista para el inicio de actuación de WARCRY en Madrid, todavía había una cola de unas 500 personas por entrar en La Riviera, sala que volvió a llevarse críticas por la decisión municipal de reducir el aforo de 2800 personas a 1800. Se vendieron todas las entradas disponibles para esta velada, y, aunque la banda asturiana ya anunció otra fecha para el 17 de enero de 2015 en la propia Riviera, el ambiente que se respiraba dentro era magnífico. No tardó el público en corear varias veces el nombre de la banda y esto no suele suceder ni con grupos internacionales. Se notaba que había muchas ganas de ver a la formación asturiana.
Sobre las 20.20h, en la gran pantalla que colocaron presidiendo la parte trasera del escenario comenzaron a verse unas imágenes que nos llevaban a Egipto. Después de mostrarnos una llama que caía cerca de las Pirámides de Guiza, empezaron a salir los rostros de Santi, Rafa, Roberto, Pablo y Víctor, que se fusionaban a medias con el de un busto de un faraón. Con una gran ovación, el grupo fue saliendo al escenario y enseguida arrancaron con la cañera «Quiero Oírte», que también sirve de primer corte en Inmortal, su último álbum, que acabó sonando prácticamente entero. Parecía un auténtico clásico de WARCRY, y es que la gente la cantó de principio a fin, tónica que se repitió en casi todas las canciones del repertorio.
Empalmaron con «La Última Esperanza», de Revolución, en la que Pablo ya eclipsó con su increíble dominio de la guitarra y, claro, con su carisma (esas caras y esos gestos mientras toca solos imposibles son un espectáculo en sí mismo). Tras acabar esta canción, Víctor dio las buenas noches y recordó que Madrid para WARCRY siempre será una ciudad especial («seguro que todos dicen lo mismo», bromeó) y es que el segundo concierto de la banda, allá por el año 2003, fue en el Metal Christmas de la Divino Aqualung (podéis leer la crónica que publicamos en esta misma web).
«La Muerte de un Sueño» y «Venganza» sonaron muy compactas, con un público que seguía 100% entregado y con una banda que, llena de sonrisas, lo estaba dando todo. Para presentar «Contra el Viento», Víctor contó una anécdota sobre cuatro chicas que, desde un concierto en Figueres de AVALANCH, decidieron seguirles siempre que pudieron. Pasaron los años y, todavía en la actualidad, una de esas chicas sigue yendo a ver en vivo a WARCRY en todas las ciudades que puede. A ella fue dedicado este clásico del Dónde está la Luz, que sonó muy bien (ya sabéis, teniendo en cuenta todo lo bien que puede sonar La Riviera).
La dedicatoria de «Cobarde» fue para «esos países en los que el hombre tiene más derechos que la mujer por inseguridad personal y miedo, el germen ineludible de lo que yo llamo Cobarde», un tema que, con la letra proyectada en la pantalla, sonó atronador y con mucha garra. Muy aplaudida fue también «Coraje», de Revolución, y es que Víctor bordó el difícil estribillo.
Para recrear los coros originales que arropan «Alma de Conquistador», Víctor jugó a cantar durante varios minutos con el público y el resultado fue impresionante, con toda la sala gritando «eh, eh, eh» a ritmo de la canción. «Nuevo Mundo», como siempre, fue todo un acierto en el repertorio y uno de los temas que mejor funciona en directo de su etapa más hardrockera.
Después de acabar «Como un Mago» (en la que Víctor acabó poniéndose una chistera), el cantante reconoció que empezó «muy tarde en esto del heavy». «De hecho», apuntó, «descubrí el heavy en una discoteca», anécdota curiosa que le sirvió para presentar «La Vieja Guardia», un homenaje a todos esos grupos que le sirvieron de inspiración y una llamada «para que esto que estamos viviendo no se acabe nunca y que siga habiendo bandas de rock y metal». En la pantalla se proyectaron fotos de bandas míticas y del público en distintos conciertos. Fue un momento emotivo.
Mientras Santi tocaba la introducción a piano de «Ardo por Dentro», a Víctor ya se le veía suspirando y limpiándose el sudor de una actuación que estaba yendo a machete, sin parar. Aunque en las presentaciones de las canciones se le escuchó algún gallo, lo cierto es que bordó todas las canciones, demostrando su buen momento vocal. En general, se podría decir que todos los miembros de WARCRY viven un excelente momento de forma: tienen técnica de sobra, conexión con el público y la ilusión como el primer día.
Cómo no, hubo tiempo para baladas. Sonaron «El Más Triste Adiós» y «Un poco de Fe». Ambas ganan ritmo poco después, así que sirvieron para poner el punto emotivo de la noche sin que la intensidad decayera.
La sorpresa del repertorio fue «Señor», que fue recibida y celebrada como el clásico que es. La sala retumbó en el estribillo. Pabló comenzó a tocar partes de canciones míticas del rock, como «Eye of the Tiger», «Holy Diver» o «Paranoid» y enseguida le tocó el turno a «Tú Mismo», un auténtico momentazo. Toda la sala cantando el estribillo como si fuera un himno. ¡Impresionante! En cuanto acabó este tema, el grupo aprovechó para abandonar unos minutos el escenario para tomarse un descanso. Llevaban dos horas y veinte minutos ininterrumpidas, sin dejar de tocar. Pero es que el público seguía con ganas de más. De repente la gente empezó a cantar de nuevo el estribillo de «Tú Mismo» en bucle. Pocas veces sucede algo así.
Con Warcry de nuevo en el escenario, era tiempo para los bises. Pudimos ver a Víctor con una guitarra acústica colgada, «algo inédito», decía el cantante. Tras bromear con la afinación y con Pablo molestando al lado, tocaron «Mi Tierra», un tema lento y muy pesado y, quizá, el que más me sobró del repertorio. A pesar de ello, la gente también cantó el estribillo.
Para cerrar la actuación, eligieron «El Guardián de Troya» (Rafa mostró un casco espartano antes de empezar para que a nadie le quedaran dudas sobre qué canción era) y «Hoy Gano Yo». Fue un fin de fiesta en lo más alto, con dos verdaderos hits y con el público cantando de principio a fin. De hecho, el resumen del concierto bien podría ser ese: el público fue el verdadero protagonista, dejando clara la comunión que hay con la banda asturiana. Una gran velada de casi tres horas de heavy metal en castellano y una noche para el recuerdo, sin duda.
Setlist
- Quiero Oírte
- La Última Esperanza
- La Muerte de un Sueño
- Venganza
- Contra el Viento
- Despertar
- Cobarde
- Siempre
- Coraje
- Alma de Conquistador
- Nuevo Mundo
- Como un Mago
- La Vieja Guardia
- Ardo por Dentro
- El Más Triste Adiós
- La Maldición del Templario
- Amistad
- Un poco de Fe
- Huelo el Miedo
- Devorando el Corazón
- Señor
- Tú Mismo
Bises - Mi Tierra
- Guardián de Troya
- Hoy Gano Yo
Texto: César Muela – Twitter
Fotos: Marta Errea (martaerreaphotography)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Hola, la sexta canción que ponéis «Despertar», se llama «Perdido». Un saludo y gran concierto.
No tocaron entonces Despertar? que pena, con lo buena que es esa cnación, hubiera sido un gran acierto al meterla.
Y yo creyendo durante la presentación de El sello de los tiempos que Hoy gano yo era tocada en directo solamente porque aún no tenían suficiente repertorio….
Al menos ya no está El trono del metal.
hoy Gano yo es un himno dentro de la banda, es difícil que es canción no se toque.