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Sábado 24 de Mayo de 2014 – Sala Shoko – Madrid
¿Quién nos iba a decir que el día D a la hora H iba a estar la sala literalmente a reventar para ver a DORO después de tantas visitas previas? Pues bien, yo también tenía mis dudas, pero lo cierto es que fue llegar a la sala, tras cruzarme con literalmente cientos (posiblemente miles) de seguidores del Atlético de Madrid (que estábamos cerca del Vicente Calderón) y también del Real Madrid, y ver la cola que se extendía hasta muy atrás de la entrada de la sala Shoko, y convencerme de que el heavy metal y los grupos especiales son muy grandes.
Para gustos los colores, nunca mejor dicho, pero esta noche iba a primar el negro de las camisetas, el plateado de las tachuelas y los remaches, el blanco del precioso corsé y chaleco de cuero de la protagonista, el dorado brillante del logo de DORO impreso sobre el enorme telón con la portada del último disco… Y es que al final fuimos muchos más de los esperados (de lo que me alegro) los que escogimos concierto y heavy metal frente a fútbol en la "jornada de reflexión" (que al día siguiente había que votar, que el futuro de Europa no se dirimía en Lisboa como creían muchos esa noche…).
Dicho esto, me apetece remarcar el detalle de que la propia Doro no iba a hacer referencia al partido de fútbol en ningún momento del concierto, no hacía falta, que esa noche la comunión y complicidad era máxima, las dos horas eran nuestras y los presentes estábamos sin duda a otra cosa… puño en alto y melena al viento, claro. Y con la sala ya con ambiente desde el principio, comenzaban poco antes de las 20:20 a descargar los teloneros, unos totalmente desconocidos para mí NULL DB, pero que no lo hicieron nada mal.
En un rollo más moderno, cañero y particular que el "old school metal" al que Doro haría referencia en todo momento poco después, los liderados por el guitarrista/cantante Frank Kühnlein (un tipo muy majete y entusiasta, por cierto) supieron calentar bien el ambiente antes del torbellino que se nos vendría encima en breve… La verdad es que no mucha gente les conocía pero obtuvieron buena reacción general del respetable, con una imagen particular (por ejemplo el bajista llevaba falda escocesa y el guitarra solista iba pintado de blanco y negro, tal cual), cantando en alemán en casi todo momento y un sonido muy metalizado (incluso me recordaron a unos actuales METALLICA tal vez).
Remataron su media hora con una cañera versión del "Purple haze" de Jimi Hendrix como curiosidad, y en general fue un concierto interesante… aunque no fueran el tipo de banda que a priori más nos llega al público más clásico de DORO/WARLOCK.
Pero es obvio que estábamos todos ahí para rendir pleitesía a nuestra "metal queen" por excelencia, a la gran señora del estilo y a uno de los personajes más respetados, reputados y queridos de la escena… amén de una banda excelente, que no se nos olvide, como siempre trato de remarcar en todas las crónicas que he hecho de conciertos de DORO, que han sido ya unos cuantos. Esta vez, celebrando además su 30 aniversario en la música y en una gira que sólo podía llamarse "Strong and Proud", lo cierto es que el grupo se marcó en Madrid uno de los mejores conciertos que les recuerdo, al menos de los últimos años… y eso que tanto la última vez en el Leyendas (show más típico de festival, también es cierto), o en la presentación de "Raise your fist" en Caracol hace un año y medio o así, ya habían sido conciertazos.
Esta vez fue todo corazón, pasión, intensidad y heavy metal desde el primer momento al último, casi dos horas de show (y porque les cortaron, ¡gracias una vez más a las salas de la capital por "regalarnos" estas cosas una y otra vez!) y la sensación de que tanto Doro como su banda están mejor que nunca. Por si queda alguna duda, son 24 años con su fiel escudero Nick Douglas, bajista, a su vera (otro que está viviendo su segunda o tercera juventud, ¡qué tío y qué vozarrón en los coros y las presentaciones!), 21 con el menudo pero tremendo Johnny Dee a las baquetas, y ya unos 5 con Luca Princiotta a la guitarra solista y tres o así con el gigantón Baas Mas (ex AFTER FOREVER y guitarra rítmica) aspirando a convertirse en su banda definitiva.
¿Y la propia Doro? Pues como digo, mejor que nunca, con más entusiasmo e ilusión si cabe, desbordando pasión, magia, su eterna sonrisa en ristre en todo momento y luego cantando como la leyenda que hace años que es: toda una diosa y en una forma increíble a sus casi 50 años. Y además la adoración entre artista y público en nuestro país es máxima, así que si a todo esto le sumamos que el set list fue espectacular, el sonido bastante bueno y la reacción de la gente realmente entusiasta en todo momento, tenemos la ecuación perfecta: conciertazo de principio a fin… Y sí, está muy vista, ha tocado aquí mil veces, hay temas que siempre suenan en sus conciertos, su estilo está anclado en los 80… Vale, la perra gorda para los detractores de turno, si es que los hay, pero ya le gustaría al 99% de nuevas bandas mantener la forma, clase, comunión con su gente y calidad de DORO sobre el escenario, además del hecho de ofrecer SIEMPRE conciertos alucinantes y dándolo todo, sin escatimar una gota de sudor, un guiño extra, una muestra de afecto, un posible bis, una petición del público, un exceso vocal… Los más grandes lo son siempre por algo, y las leyendas no se esculpen de la nada o por vender/ofrecer humo, y Doro es la "metal queen" más que por derecho.
Por cierto, ¡cómo suena la banda!, qué caña en los temas… ¡puro heavy metal en estado puro! Desde la batería brutal de Johhny Dee (y eso que le sobró la mitad del solo, las cosas como son), la fuerza de las guitarras de Luca Princiotta, el apoyo puntual de los teclados o esa presencia imponente en escena y en sonido del amigo Nick Douglas. Es más, creo que incluso los temas de WARLOCK, que cayeron muchos como es habitual en sus repertorios en los últimos años, suenan ahora con más fiereza y agresividad incluso que antaño, algo que no suele ser lo habitual precisamente en los clásicos (de hecho diría que sólo le pasa a DORO y a ACCEPT).
Comenzaron pasadas las 9 de la noche a ritmo vertiginoso con "I rule the ruins" y "Earth shaker rock" de WARLOCK (¡casi nada!), flanqueados por ese descomunal telón del último disco (y que quedaba tan bien en el escenario circular de la Shoko), y con la banda sin hacer prisioneros obviamente desde el primer momento. Y Doro está que se sale, insisto, pletórica y feliz, algo que se acentúa además en nuestro país donde se palpa ese cariño mutuo que nos tenemos de manera recíproca (banda/artista y público).
Por cierto, varias sorpresas en el set list y temas no muy habituales que hicieron las delicias de los "die hard fans" como dijo la propia Doro, y es que fue un placer poder disfrutar de joyas menos habituales como la preciosa balada "Whithout you" de los primeros tiempos de WARLOCK, ese "Fight for rock", único guiño esta vez al comercial pero fantástico "True as steel", la hipnótica "Out of control", uno de mis temas favoritos desde siempre desde el gran "Hellbound", o ese "Bad Blood" de los primeros tiempos ya como DORO (concretamente del gran "Angels never die" del 93) que hacía mucho tiempo que no rescataba en directo.
Obviamente no faltaron los clásicos esperados tanto de WARLOCK como los temas que tan bien han funcionado de los últimos tiempos de DORO: desde las imprescindibles "Burning the witches", "All we are" (siempre especial) o la magia de "Für immer" entre las primeras, hasta esos "Burn it up", la propia "Raise your fist", el himno de Wacken "We´re the metalheads", "The night of the warlock" (creo que único recuerdo al gran "Fear no evil" del 2009) o la cañerísima "Revenge", muy bien recibida, por cierto.
Y ya en los bises, era obligado el recuerdo a Dio aunque no con la balada "Hero" como la última vez sino recuperando esa versión del "Egypt (the chains are on)" del reciente homenaje al maestro (aunque ya versioneada antes por Doro en otro fantástico disco tributo de hace años), y que sonó rotundísima. Aunque lamentablemente tuvieron que terminar antes de tiempo y de manera un tanto abrupta con "Above the ashes", la bonita balada de "Warrior soul" (a petición de un fan de las primeras filas), que quedó un tanto descafeinada como final (dejando fuera por falta de tiempo cañonazos como la propia "Hellbound" o "You´re my family" por ejemplo).
Pero no importó, el concierto había sido pletórico y estábamos todos a su merced, más que merecidamente… Aún así, tras la emotiva e intensa despedida, la rubia teutona aún nos regaló una parte de "It still hurts" (la preciosa balada/dueto con Lemmy que estaba sonando por megafonía como outro/despedida) a capella mientras casi la tenían que sacar a rastras del escenario con la sala puesta una vez más a sus pies.
Pues sí, se comenta que esa noche había partido de fútbol importante en Madrid, y al día siguiente elecciones europeas, pero no fue precisamente Angela Merkel la alemana por la que todos los presentes votamos esa noche, ¿verdad? (más bien botamos, de hecho)… Grande, muy grande, y una vez más concierto absolutamente triunfador de DORO en Madrid. Y es que el metal de verdad, el que se toca con el corazón y el alma de guerrero/luchador por bandera revitaliza y tiene la pócima de la eterna juventud, ¿alguien lo duda?
Texto: David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)
Fotos: Daniel Garrido
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