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Crítica del CD de PORTRAIT – Crossroads

6 mayo, 2014, 12:29 am

PORTRAIT – Crossroads

Discográfica: Metal Blade

PORTRAIT - Crossroads «Crossroads» marca el regreso de PORTRAIT, «los MERCYFUL FATE suecos». Tercer disco, segundo para Metal Blade, tras el lanzamiento en 2011 de «Crimen laesae Majestatis Divinae».

A diferencia del anterior, esta nueva entrega presenta las incorporaciones del guitarrista David Olofsson y del bajista Mikael Castervall, quienes se unen a los ya presentes Christian Lindell (guitarra), Anders Persson (batería) y al ahora rebautizado Per Lengstedt (cantante), que adoptó el apellido de su mujer y, por tanto, ya no se llama Karlsson. Con ellos se gesta «Crossroads» y tienen la tarea de sacarle rendimiento al año de composición y grabación que les ha llevado esta entrega, grabada en Necromorbus Studio con la producción de Tore Stjerna y de la propia banda.

Ya desde la portada, que representa un cementerio y que por colorido me recuerda a la de «In The Shadows» (MERCYFUL FATE), a una introducción acústica («Liberation»), cuyas primeras notas me hacen pensar en «Room Of Golden Air» (tema instrumental del mismo álbum de los daneses), se nos viene a la cabeza la banda de King Diamond. De todos modos, «Liberation» es una bonita pieza que nos conduce a «At The Ghost Gate», primer zarpazo de auténtico Heavy Metal con ese eco del Rey Diamante que transmite la voz de Per Lengstedt y ese tremendísimo cambio de ritmo al más puro estilo MERCYFUL FATE. «We Were Not Alone» destila un sonido ochentero que tira para atrás desde su inicio, con unas guitarras basadas en un sonido más americano. No se presenta tan épico como muchos de los temas aquí reunidos, se sale un poco del molde pero conserva el gusto por incluir varios solos, aspecto característico del sonido de PORTRAIT. Como también lo es no escatimar en riffs, e «In Time» los irradia. Este fue el tema que nos habían anticipado, el primero que se compuso y uno de los más directos. Podría decirse que en algunas partes se da un aire a HELL. Otro apartado que se pueda dar lugar a comparaciones, es que el vocalista, sin ser ningún portento de la voz, suene entre Rob Halford y King Diamond. Al menos sus registros puedan prestarse a ello. «Black Easter» es otro de los cortes donde se aprecian influencias de MERCYFUL FATE de un modo más evidente, desde estructura e instrumentación hasta los pasajes vocales, siempre tan teatrales y dramáticos. En realidad, este tema está escrito por Peter Svensson, amigo de la banda, y su letra está basada en la novela de James Blish del mismo nombre.

Estos acólitos de la NWOBHM en su vertiente más oscura prosiguen la ceremonia con «Ageless Rites», en la que destacaríamos las fantásticas guitarras, casándolas al más puro estilo IRON MAIDEN y mezcladas con la siniestralidad y épica reinante, condimentando así ese Heavy Metal sombrío, que define el estilo musical de PORTRAIT. El ataque del dúo formado por Christian Lindell & David Oloffson vuelve a tomar forma «Our Roads Must Never Cross», reincidiendo en esos fabulosos pasajes de guitarra, pero incorporando unas voces que sin llegar a ser guturales sí son más agresivas y feroces, resultando un dato novedoso en su propuesta.

Y si MERCYFUL FATE tiene a «Melissa», PORTRAIT tiene a «Lily». Y a esta canción que cierra el álbum quiero hacer mención especial. «Lily» es una extensa y épica composición, muy en la onda de MANILLA ROAD o sobre todo JUDAS PRIEST. Digo sobre todo porque en su primera parte recuerda a «Last Rose Of Summer», y no sólo eso, existe un tema de JUDAS PRIEST inédito llamado «Mother Sun» que también guarda similitudes en esa primera parte en plan balada. Y hasta aquí quería llegar. PORTRAIT han grabado ese tema inédito de JUDAS PRIEST (apenas viene recogido en algún bootleg de los comienzos de la banda) y lo han colocado como cara-b del single «We Were Not Alone». Pero el tema va mucho más allá, comprendiendo un segundo tramo duro y potente, donde las guitarras acabarán por incendiar todo a su paso. Posiblemente, uno de los temas más esenciales de este trabajo. Termina con las mismas acústicas con las que se abre el disco.

PORTRAIT siguen retratando el mismo sonido de siempre, con MERCYFUL FATE como máximo referente, pero no sonando tanto a ellos como antes, lo cual, por otro lado, sería preocupante, ya que mostraría visos de estancamiento. Ellos se anclan en un sonido añejo, y partiendo de esa base, se montan su propia película. Dicho esto, con «Crossroads» contemplamos la obra de los suecos que alcanza una dimensión más épica, al tiempo que incluye temas de asimilación más fácil. El punto más negro es que el nivel de producción me resulta más bajo que en el anterior, aquí hay un paso atrás. Si se hubieran cuidado más los temas en ese aspecto estaríamos ante un trabajo mucho más logrado. Aun así podemos disfrutarlo a gusto y, pese a esto, posiblemente sea su mejor trabajo hasta la fecha.

Diego González

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