DOGFACE – Back On The Streets
Discográfica: Aor Heaven
Nacidos con el nuevo milenio los suecos DOGFACE siempre han sido un claro ejemplo de cómo se pueden fundir con éxito la elegancia del A.O.R., la potencia guitarrera del hard rock y unos pegadizos y resultones estribillos. «Back On The Streets», es la tercera y más novedosa entrega de la formación capitaneada por el polifacético vocalista Mats Levén (THERION, YNGWIE MALSMTEEN, AT VANCE, TREAT…) y el brillante guitarrista Martin Kronlund (GYPSY ROSE), conocido también por su trabajo como productor para artistas de la talla de Joe Lynn Turner, o Phenomena.
Al igual que sucediera en sus anteriores entregas «Unleashed» (2000) e «In Control» (2002), lo que nos propone el cuarteto de Göteborg es una selecta colección de composiciones revestidas de esa potencia y esa distinción que destila el hard rock más clásico y melódico. A lo largo de los diez cortes que integran este «Back On The Streets», la banda nos muestra un especial esmero a la hora de encarar unos refinados arreglos, además de apostar por una producción que, sin ser excesivamente rimbombante, ha servido para dar brillo y personalidad tanto al sonido de las guitarras, como al de unas exquisitas armonías vocales que, a la postre, se acabaran convirtiendo en las auténticas protagonistas de unos estribillos altamente adictivos y contagiosos.
La encargada de abrir el álbum es la sinuosa y melódica «Footsteps On The Moon», un grandilocuente medio tiempo en el que brilla con gran intensidad la interpretación de un inspirado Mats Levén, que será quien se encargue de conducir el tema durante el primer tramo, para que posteriormente sea la guitarra de Martin Kronlund la encargada de sumergirnos en un intenso y ambiental desarrollo. La dinámica cambia completamente con la marchosa entrada de «Back On The Streets», un corte rápido y directo en el que los suecos nos muestran su buena predisposición a la hora de adentrarse en terrenos más propios del hard & heavy, apostando por unos estribillos muy dinámicos en los que la voz de Levén nos hará volar junto a sus altos tonos, redondeando un tema que tiene muchas posibilidades de cara a los directos.
Aunque la banda no pierde esa vibración hard roquera en el inicio del tema, lo cierto es que la extraña «Higher», tiene un enfoque más moderno y vanguardista durante sus partes intermedias, apostando por unos riffs entrecortados junto a unas bases electrónicas que acabaran cediendo ante la inminente entrada de un potente estribillo, que será el encargado de conducirnos hacía un final trepidante e intenso. El retorno sobre las melodías más densas y oscuras vendrá de la mano del medio tiempo «The Fall», en el que la formación imprime unas altas dosis de dramatismo gracias, en gran medida, al protagonismo de los teclados de Mikael Carlsson, que incluso acabaran robándole parte del protagonismo a las guitarras de Martin Kronlund.
Aunque a lo largo de este «Back On The Streets», la formación sueca nos muestra diferentes vertientes de su sonido, lo cierto es que personalmente pienso que cuando ofrece sus mejores prestaciones es a la hora de encarar esas melodías refrescantes y contagiosas, protagonizando temas como el optimista y dinámico «Can´t Face Tomorrow», liderado nuevamente por la elegante voz de Levén, imprimiendo esa ardiente vitalidad a la hora de encarar unos fantásticos estribillos. Tampoco faltan durante el plástico esos temas en los que la formación sueca combina a la perfección las guitarras más netamente metálicas y unos estribillos altamente contagiosos, como sucede en la comercial «Fired», a la que quizás le sobra un poco de refinamiento y le falta algo de «punch», ya que acaba convirtiéndose en una de las piezas más lineales y previsibles del álbum.
Los aromas más netamente A.O.R. se dejan sentir con fuerza en el inicio de la marchosa «Get Up», todo un derroche de elegancia y distinción, en el que los teclados y las guitarras se batirán en un intrépido duelo del que acabará saliendo victorioso un brillantísimo Mats Levén, que será quien acabe llevándose el gato al agua al saberse arropar por ese incontestable coro final. Sin dejar a un lado esa vibración netamente roquera, del que están revestidas todas las composiciones del álbum, los suecos tampoco han querido dejar de lado esos momentos más poderosos y casi épicos que protagonizan cortes como «Start A Fight», en el que la base rítmica será la encargada de llevar todo el peso de la composición hasta la entrada de unos estribillos que harán subir considerablemente el nivel de intensidad del corte, convirtiéndolo en un vibrante uptempo.
Las reminiscencias más clásicas del cuarteto salen a relucir en la recta final de este «Back On The Streets». En primer lugar nos encontramos con la versión del «Crazy Horses» de The Osmonds, que les ha quedado francamente bien, muy marchosa y con el característico Hammond de Dan Helgesson dándole ese genuino sabor setentero que la hace tan atrayente y atractiva. Mientras que la elegida para cerrar el álbum es «Freaking Out», la que es sin duda la pieza más extraña, y que más se aleja del concepto global del álbum, proponiéndonos una composición con unas altas dosis de psicodelia y experimentación, con el cuarteto apostando por concentrarse en unos estribillos más marcados y envolventes.
Aunque se han pasado más de una década sin publicar un álbum de estudio, lo cierto es que el nombre del cuarteto sueco no pasara inadvertido para los seguidores de la escena nórdica. Siempre resulta una excelente noticia cuando una formación que atesora la calidad y la experiencia de DOGFACE decide volver al ruedo discográfico, y más cuando sus composiciones continúan estando impregnadas de esa potencia y elegancia que resulta tan atractiva para todos los amantes del género.
Lista de Temas:
- Footsteps On The Moon
- Can’t Face Tomorrow
- Higher
- The Fall
- Back On The Streets
- Fired
- Get Up
- Start A Fire
- Crazy Horses
- Freaking Out
Anda! No sabía que seguía esa banda, y menos que presentaban nuevo disco. El segundo disco me parece un discazo, Mats Leven está increible
Cuando puedo me pongo con él.
Cantando Mats Levén no creo que sea malo…¡Haré lo propio!