Crítica del Cd de SÔBER – Letargo

SÔBER  – Letargo

 Discográfica: Warner

Siete meses han empleado los madrileños SÔBER en dar forma desde el estudio de grabación a este «Letargo» y, a  tenor de lo escuchado durante estos días desgranando su contenido, ha sido un tiempo bien empleado.

En éste, su nuevo disco,  encontramos doce temas que, continuando con el particular estilo de la banda, llevan su musicalidad a un nuevo terreno, haciendo que cada uno de ellos suene distinto pero a la vez perfectamente hilado con lo que le precede y con lo que vendrá después, creando un hermoso mosaico sonoro en el que potencia y melodía se dan de la mano, culminado por una lírica metafórica inteligentemente creada.

La portada, realizada a bolígrafo por su guitarrista Antonio Bernardini, representa fielmente esa aparente sencillez imperante en este trabajo, la cual se va adornando con arreglos musicales, pues según ahondamos en cada una de las canciones el oído va desmenuzando las múltiples piezas que componen la obra, como los trazos del dibujo según nos fijamos más detenidamente, especialmente en el contraste de sombreados y la cara interna de la boca.

«Afrodita» ya de inicio representa un excelente ejemplo de todas las capas sonoras que puede llegar a albergar cada una de las doce canciones que conforman el álbum, desarrollándose desde el riff y la figura de guitarra iniciales, creciendo hasta llegar al que compositivamente quizás sea la más enrevesada de todas ellas. «Insecto» es, sin embargo, más directa, incluso accesible a primera escucha, el tema rockero y dinámico por excelencia, ideal para los directos. Podría haber sido el perfecto single, aunque dicho honor que ha recaído en «Blancanieve», la cual representa a la perfección el curso musical de todo el disco, para la cual han rodado un interesante videoclip donde aparecen Nacho Guerreros, Jony Elías, Lucía Guerrero, Enrique San Francisco y Paula Vázquez. Me encanta su estribillo y cómo cambian el ritmo y riff manteniendo la misma tonalidad en el tercero de ellos. Su letra es un canto al inconformismo y a la esperanza, a la superación del letargo, concepto presente en gran parte de la obra.

«Encadenado» es uno de los temas más metaleros, aparte de otro de los que a primera escucha se fija mejor al oyente. Me ha gustado mucho el lick creando melodía por encima de la base rítmica y su gran estribillo.  Llegamos a «Letargo», tema título que crece desde el arpegio inicial hasta conformar el riff con sus mismas notas, desembocando en un intenso medio tiempo de estribillo acústico, creando unos atmosféricos pasajes sobre los que la letra nos establece una alegoría entre un oso hibernando, a la espera de que llegue su momento de despertar hambriento y el estado de la gran mayoría de la sociedad española actual. «Mañana» nos devuelve a la melodía, un tema 100% SÔBER clásico, preciosa lírica versada en el desamor y una guitarra solista que bien podría haber firmado The Edge de U2 por cómo está creada y el uso del delay. Siguiendo con esta línea tan tradicional en ellos, ritmos entrecortados y groove más la inconfundible manera de cantar de Carlos Escobedo tenemos «Fugaz», otro de los cortes más metaleros de este álbum, conteniendo un detalle de producción bastante curioso, y es cómo juegan con la última sílaba del puente como si tuvieran un dj haciendo scratching.

A partir de este momento, es donde no puedo realizar otra acción que no sea quitarme el sombrero ante SÔBER, pues llegan los momentos donde la inspiración está en su máximo apogeo, en mi humilde opinión. «Tal Día», iniciada con el sonido de una máquina tatuadora en pleno funcionamiento, es un sentido medio tiempo con un trabajo de producción cuidadísimo y enorme estribillo (con Carlos desgarrando su voz en él), suponiendo un hermoso homenaje al progenitor fallecido «Nunca mis defectos fueron tus fracasos».  «Unax» no baja un ápice en cuanto a emotividad (y se conjuga líricamente con «Tal Día», pues en ciertos momentos habla en aquella de sus perspectivas desde niño hacia su padre) dedicada a Unax Cañibano, pequeño de ocho años afectado por una grave enfermedad: cardiopatía compleja tipo atresia pulmonar + comunicación interventricular + agnesia de rama pulmonar derecha + drenaje venoso pulmonar anómalo parcial del pulmón derecho a vena cava inferior + colaterales aorto-pulmonares mayores +hipoplasia del pulmón derecho.

Toda una historia de superación y amor que, ubicado su contexto, se muestra desgarradora y esperanzadora. «Capricho» da una nueva vuelta de tuerca a todo, introduciéndonos en terrenos sinfónicos donde los teclados protagonizan el riff por encima de las guitarras, introduciendo un coro lírico a su mitad. «Morfina» es el tema escondido, aquel que pasa desapercibido a las primeras escuchas pero que, finalmente, se ha convertido en mi favorito. Posee un desarrollo altamente rockero y aparentemente sencillo, hasta que llega al cambio de ritmo en un estribillo difícil de unir con lo que le precedía pero que entra a la perfección. «Otoño» pone el broche de oro final en un nuevo medio tiempo, en este caso de corte acústico en forma de vals con un casi hipnótico compás de ¾ y otra preciosa letra de superación y apariencias, cerrando el ciclo sonoro del álbum, casi como si llegada la estación a la que su título evoca, el oso volviera a su letargo –discográficamente hablando- hasta la próxima vez que vuelva a despertar hambriento.

J. José Jiménez

J_jose_jimenez@rafabasa.com

Lista de Temas:

1. Afrodita
2. Insecto
3. Blancanieve
4. Encadenado
5. Letargo
6. Mañana
7. Fugaz
8. Tal día
9. Unax
10. Capricho
11. Mofina
12. Otoño