Crónica del concierto «Clan Escrache» de LUJURIA en Madrid

Viernes 15  de Noviembre de 2013 – Sala Independance – Madrid

Con más de mil razones para protestar, no es extraño que una banda heavymetalera como los segovianos LUJURIA fueran coprotagonistas de esta reivindicación tan legítima, y a la vez criminalizada, como es el término "escrache". Algo necesario, como apuntilló su vocalista Óscar Sancho en la entrevista que nos concedió hace unos días, dado el estado terminal hacia el que avanzan los derechos y libertades de la ciudadanía. Y ahí estábamos, dispuestos a tomar partido de una serie de reivindicaciones que, como ciudadanos y como metaleros no podemos eludir, máxime cuando cada día es más notorio que la política de este país no divide a las gentes entre izquierdas y derechas, sino entre "los de arriba" y "los de abajo", nos guste o no.

La participación de los valencianos BENITO KAMELAS en este clan de protesta aportó un buen número de asistentes rockeros bien diferenciados a la primera parte del concierto, que con la finalización de su actuación abandonaron la sala para dejar paso a la exposición de las actuaciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, a través de dos de sus componentes, aunque la sensación que predominaba entre el público afín a LUJURIA era la de espera y cierto alejamiento de los que habíamos ido a ver a LUJURIA de esa politización del concierto.

Si en muchas ocasiones se ha acusado al frontman de los segovianos de rellenar sus conciertos con discursos y proclamas de tinte político, esta era sin duda la ocasión en la que nadie estaba autorizado para reprochárselo. Y así, con orgullo reivindicativo y para un selecto grupo de metaleros dispuestos a compartirlo, iniciaron su show las huestes de Óscar Sancho a las 22.45 horas. El habitual guiño en la indumentaria vino en esta ocasión de la mano de sendos parches en sus pantalones contra la usura bancaria y la privatización escolar, así como el lema "No Pasarán" en su camiseta.

"Sexurrección" abrió el fuego como tema más representativo de su último trabajo, con un Óscar enchufadísimo buscando al público… a su público, y no dando respiro para enlazar con "Cuando Caza una Pantera", muy intensa, con la banda centradísima y a toda velocidad, acabando con un esfuerzo vocal extra por parte de Óscar que me sorprendió muy gratamente y que terminó de meter en el concierto a más de uno. Lo que no comparto es la elección de esos temas en una noche en la que sí hubieran encajado perfectamente, al menos, un par de temas de su disco más político en los últimos diez años, a mi jucio, que es "… Y La Yesca Arderá". Más aún cuando sabían que iban con la hora pegada (al final la cosa quedó en una hora y cuarto) y que el contexto justificaba sin duda las arengas entre tema y tema. "Joda A Quien Joda" también hubiera servido para desgarrar gargantas, pero esto supongo que ya entra dentro de las elecciones personales de cada uno. En realidad, no creo que faltaran temas, sino que faltó destreza en la elección.

"Jekyll & Mrs. Hyde" siguió a la primera declaración de intenciones de Óscar, aludiendo a la necesidad de recuperar la calle y la presencia por parte de una identidad como es el Heavy Metal. Y precisamente ahí es donde comenzaron a llegar los temas más esperados a nivel reivindicativo como "La Favorita Del Rey", presentada con la obligada y singular sorna, dirigida con maestría por los teclados de Ricardo y directa a la hipocresía que supone mantener en pleno siglo XXI una institución medieval de cuentos de hadas. "Dejad Que Los Niños Se Acerquen A Mi" fue presentada y cantada con la rabia que ha generado en la banda el hecho de tener que acudir a jugar una partida de cartas contra "la autoridad", con las cartas marcadas y perder 12.000€ además de ser acusado de promocionar justo lo que denuncias. Pero si para algo sirvió este tema, además, fue para recordar que la sala de máquinas de LUJURIA estaba funcionando a pleno rendimiento, con un Maikel inconmensurable a la batería y un Manuel Seoane que le da un salto de calidad a esta banda como pocos hubieran imaginado. Personalmente, jamás pensé que un "Yngwie" encajara en el estilo tan descarnado de LUJURIA. De hecho, visualmente sigo pensando que rompe la homogeneidad de la banda, pero precisamente es ahí donde radica su brillantez. Elegante, pausado, medido y cuando el Chepas lo permite, maravillando con un solo de guitarra único. Fascinante.

Y llegó el momento especial. Tuvo que ser en esta ocasión, aunque creo que el hecho hubiera merecido un evento como un festival con miles de fans presentes, donde LUJURIA se sintieron orgullosos de cumplir un sueño: Don Juan Luis Serrano, "El Tío Luis", bajista y compositor de uno de los pilares del Heavy Metal español, Obús, subía al escenario para rememorar el "Vamos Muy Bien" que los segovianos adaptaron en su día (Sin Parar de Pecar, 1999). Con la emoción a flor de piel por parte de la banda y de muchos de los allí presentes, el Tío Luis machacó su Warwick y se volvió a sentir protagonista. Tanto como nos sentimos todos los que alguna vez, durante más o menos tiempo, hemos formado parte de una familia que tuvo sus años de esplendor como es el Foro de la web de LUJURIA, a los cuales Óscar dedico con orgullo (y no es para menos) "Carne de Cañón". Demoledora, como siempre, y perfecta para dejarnos a los pies de los caballos, rendidos ante el momento dulce de la noche.

"Cadena Perpetua Lejos de Tí" nos dio la oportunidad de conocer a Alba Moledo, una joven saxofonista gallega que acopló sus notas en la balada, dejando un fabuloso detalle de buen gusto para un tema muy sentido en el que Óscar no se escondió en ningún momento. Comprendimos que, tras el respiro, llegaba la recta final. Y esta comenzó con "Estrella del Porno", donde Seoane volvió a dejar su sello en un solo de guitarra a medio camino entre lo festivo y lo estratosférico, ya con la complicidad del Chepas que no ha dejado de estar ahí, ojo!! Un respiro y presentación de otra, para mí, de las agradables sorpresas de la noche: versión del "Okupación" de Barricada, un tema más que merecido por todo, una llamada a la desobediencia civil para una población aniquilada por el miedo, y todo esto el día que lo que queda de la banda navarra iniciaba el primero de sus tres últimos conciertos de despedida en Navarra. Demasiada coincidencia, como también lo fue que, como si de unas dóciles cenicientas habláramos, llegamos a medianoche con "Corazón de Heavy Metal". Previsible, pero también imprescindible.

Como cierre, me gustaría resaltar que aún teniendo muy claro que no somos (ni tal vez tengamos porqué ser) "los heavys de los ochenta" en actitud, ni en compromiso social, ni siquiera en presencia en las calles… es de agradecer que haya bandas que nos recuerden que la actitud contestataria y la lucha -obrera o no- es algo muy ligado a la actitud metalera, que no debiera perderse de vista. Con orgullo, LUJURIA.

Texto: Alberto Martínez

Fotos: Marta Errea (martaerreaphotography)

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