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+ SHINING (NOR) + TIDES FROM NEBULA + HACRIDE
Miércoles 6 Noviembre de 2013 – Sala Shoko – Madrid
Primer estreno de la sala Shoko en lo que respecta a directos del metal y primer recuerdo imborrable. Como desgraciadamente vienen siendo costumbre en la capital, las salas especializadas entran en círculos viciosos de aperturas y cierres temporales o indefinidos de la noche a la mañana y lo que estaba programado para Caracol pasó a la moderna y cosmopolita sala Shoko. Pues mi opinión es que, mejor no se duerman en los laureles los especializados porque Shoko es una alternativa más que válida para este tipo de eventos.
Pero, entrando propiamente en materia, aquella noche tuve la oportunidad de formar parte del torbellino oceánico de los alemanes, que, están en lo más alto de su carrera. Personalmente solo conocía a THE OCEAN y a SHINING (NOR) – los noruegos, de ahí lo de (nor) por todos lados cerca de su nombre. Para no confundirlos con los blackers de Suecia – Ojalá más a menudo no conozca a los teloneros y me lleve semejantes sorpresa.
Pero por partes, como dijo Jack el Destripador.
Los encargados de abrir noche eran los franceses HACRIDE los cuales fueron de más a menos. Comenzaron con mucho metal y acabaron con más hardcore que otra cosa. O eso parecíamos percibir a nivel de sonido, porque gozaron de una calidad paupérrima en lo que se refiere a ecualización y ajustes. Luiss Roux (vocalista) inmenso e imponente con una apariencia a lo Phil Anselmo estuvo bastante estático a pesar de la ferocidad de sus alaridos. Cayó una potente "Overcome" y hacia el final "Perturbed" donde el pobre Roux nos confesó que no podía más con el maldito humo y que le estaban ardiendo los ojos. Para mi gusto, una banda que no pudo gozar de la calidad que parece atesorar, lo cual les limitó bastante.
El retraso se empezaba a palpar en el aire. Los técnicos tardaban una eternidad en ajustar los equipos, tanto los monitores de sonido del escenario como las "torretas" de altavoces. Sin embargo, lo más lamentable, es que tanto tiempo invertido para que luego todas las bandas (excepto THE OCEAN) sufrieran alguna inclemencia sónica.
Turno de unos desconocidos para toda la sala (no creo que esté muy equivocado al decir esto) TIDES FROM NEBULA. Pues para mí, ya no son más desconocidos. Increíble. Asombroso y claros ganadores en lo que se refiere a teloneros de segunda línea de aquella noche. Su post-rock embelesó a propios y extraños y sus melodías hipnóticas e incombustibles sumergieron a más de uno en estado de trance. Los polacos que ya han girado con RIVERSIDE (que buen ojo tienen) demostraron que el post-rock en directo gana en rabia y coraje y poco le tiene que envidiar a los grandes rompe cuellos. A pesar de que su último lanzamiento este fechado en 2011 el cuarteto liderado por Maciej Karbowski desplegó toda una nube de sonidos y evocaciones espaciales, que, insisto, en directo se multiplican por 1.000. En un momento determinado el propio Maciej bajó al piso para codearse con los mortales mientras su guitarra escupía acordes y los presentes nos quedábamos asombrados. Tengo la impresión de que Stolowski, el batería, se llevó una buena reprimenda al comienzo porque no estaba ajustándose bien al tempo y su cara de presión era palpable. Sin embargo, el resultado final fue más que sobresaliente por parte de TIDES FROM NEBULA que aquella noche ganaron un nuevo fan.
Se acercaba el momento del ácido jazz y caos metálico de SHINING. No importa que no te gusten. No importa que suenen extravagantes. Hay que respetar y admirar a estos chicos porque han creado algo totalmente nuevo por estos lares, algo que desborda calidad y les sobra energía. Me viene a la mente aquella entrevista con Steven Wilson cuando enumeró bandas que deberían formar el limbo del progresivo (progresivo como ese género que vive al límite de lo cotidiano y crea nuevos sonidos) y me pregunto si hoy en día Mister Wilson citaría a SHINING. No sé si lo haría, pero yo si lo haré. SHINING debe estar en el firmamento de aquellos que crean, remueven y avanzan la música hacia terrenos inexplorados. Por eso tenía que estar allí. Tenía que experimentar su música corrosiva. Pues con apenas 45 minutos por delante subió Jørgen Munkeby confesando "nunca, nunca, nunca, nunca antes hemos estado en Madrid" y su mirada cristalina de ojos claros lo decía todo. Su expresividad y su felicidad era palpable. La entrega de toda la banda total. El sonido… lamentable. La batería sufría un eco inimaginable. La voz inaudible por momentos. El saxo, joder, ¡¿ cómo matas ese saxo?! Ese ingrediente tan especial de una banda debe ser mimado y cuidado y aquella noche en ocasiones supimos que sonaba el saxo porque Munkeby estaba a punto de estallar con los carrillos hinchados y la cara roja soplando por ese bendito instrumento. Todo un crimen.
Pero apenas nos importó. El caos musical que desgranan con sumo cuidado SHINING (NOR) nos arrolló desde primer momento con "Healter Skelter". Si el público estaba estático previamente, ahora estaba eufórico. Increíble como reaccionó a "I Won’t Forget" la mejor de su último redondo "One, One, One" sin duda. Todo su repertorio estuvo lleno de improvisaciones, temas alargados y una cierta atmosfera de creatividad arrolladora. Su guitarrista, Håkon Sagen, que parece que vio al bueno de Maciej cuando se bajo al piso pensó "veo tu envite y subo 10 más" y no se conformó con bajar al suelo a tocar. No. Se subió a la barra y también a lo que sería una balconada o segundo piso o típica zona de reservados para continuar su repertorio.
Grandes SHINING, muy grandes. Una verdadera pena ese sonido que no les respetó.
Llegaba el momento que esperábamos. Era el turno de THE OCEAN, que de nuevo pareció sufrir la demora por los diferentes ajustes de sonido. Con el añadido de que llevan toda su teatralidad. Unas luces un tanto submarinas, su artwork por doquier y un gigantesco telón de fondo donde se proyectarían constantemente las imágenes marinas y oceánicas acordes a cada estrato del océano. Ambientación perfecta y sobresaliente. Ya solo faltaba que el sonido también lo fuese y… tuvimos suerte; sonido perfecto. Aunque sí es cierto que algunos registros más suaves de Loïc apenas se intuyeron pero, es algo que siempre pasará en un concierto de metal. ¡Esto es metal, no una balada triste de trompeta!
Abren boca con la intro acuosa "Epipelagic" de su fantástico "Pelagial" y sin darnos cuenta aquello fluye a "Mesopelagic: Into the Uncanny" y de ahí a "Bathyalpelagic I: Impasses". Momento en el que Jorge suma 2 + 2 y celebra en toda su expresión que toquen al completo "Pelagial". Así fue, (a medias) la oportunidad de sumergirse en ese viaje marino que pocas bandas han sabido reproducir tan fielmente. Sin embargo eché en falta "Signals Of Anxiety" pero como dije más arriba, ¡esto es metal!
Destacaría la entrega y pasión de Loïc Rossetti que en el primer alarido decidió tirarse sobre el público y tuvimos que recogerle a escasos centímetros de besar el suelo. Pero eso activó a todo el público que desde entonces estuvo atento a todo gesto y petición del inquieto cantante. Creo que llegué a contar siete saltos al vacio por parte de Loïc en los que el respetable se entregaba al máximo y mantenía en volandas al intrépido vocalista. Toda una experiencia crowdsurfing en toda regla. Pero si Sagen, el guitarrista de SHINING, aceptó el reto de superar la interacción con público subiendo a la barra; Rossetti ganó el órdago.
Era el momento de "Let Them Believe" el máximo apogeo del disco, no podía ser en otro momento. Rossetti se acerca al guitarrista Jona Nido le dice algo al oído y mira hacia la balconada. Sin darnos cuenta Loïc desaparece y aparece de nuevo en esa balconada. Todo normal. Canta ahí arriba y demuestra todo su poderío. Pero decide saltarse la barandilla y encaramarse al vacio pidiendo con gestos que la gente se acerque. El público atónito no reacciona "¿no irá a hacerlo?" debe pensar la gente. La canción sigue, las guitarras estremecen y la batería nos golpea, pero nuestros ojos están en Rossetti. Llega el pequeño impass del tema y todos nos agolpamos bajo Loïc que sonriendo nos confirma sus intenciones. Esos son fácil 3 metros de salto al vacío, perdón, salto a nuestras cabezas. Las notas avanzan, el remanso de descanso se agota, los tonos suaves de Loïc están a punto de estallar y… ¡Change is what scares us shitless! desgarra la sala mientras Loïc salta sobre nuestros brazos y es arrastrado hacia el escenario. Apoteosico. Único. Espectacular. Jodidamente increible e irrepetible. La sala es un hervidero de fervor y pasión hacia THE OCEAN y desde ese mismo instante la comunión y energía fue inquebrantable. No soy capaz de describir la entrega que hubo desde ese momento. El público se volvió loco, se agitó el miedo y la vergüenza, se estremeció y coreo a la banda. Loïc devolvió cada muestra de cariño y respeto multiplicado por 1.000 y se lanzó sobre nosotros unas cuentas veces más con cada momento de rabia incontenida. ¡Pero que frontman ha conseguido Robin Staps! No me extraña que la banda haya encontrado su equilibrio y estabilidad con la llegada del entregado y pasional vocalista.
Creo que todo lo demás que reseñe del concierto solo debe ir a favor de las emociones que se destilaron a lo largo de toda su actuación. Mucho respeto y entrega. Mucha pasión y energía. Un aura que jamás había experimentado en un concierto de estas características.
Para los bises se reservaron algo de "Heliocentric" de la mano de "Shamayim" y "Firmament" otro momentazo indescriptible. Para cerrar juraría que nos ofrecieron "Orosirian: For the Great Blue Cold Now Reigns", que, para mi gusto hubiese cambiado por "The Grand Inquisitor II: Roots & Locusts", pero no se puede tener todo. Significativo fue que en una de ellas Rossetti señaló a un chaval del público y frente a frente, agarrándolo con rabia vocearon el estribillo (otro adepto más a la causa THE OCEAN).
Realmente tuve el privilegio de acudir a toda una muestra abrumadora y arrolladora de THE OCEAN en todo su apogeo enérgico inagotable. Noche perfecta. Banda sobresaliente. Público entregado. La pega, la de siempre, como hablé días más tardes con alguna que otra fan, una banda que tiene esta calidad, que le sobra entrega y pasión y se encuentra con una sala a medio llenar. THE OCEAN tienen las cualidades y aptitudes para reventar cualquier sala y, como siempre, grandes del panorama se quedan a medio gas en España. Que no nos sorprenda que luego no pasen por nuestro país ciertas bandas
SHINING Set List:
- HEALTER SKELTER
- The One Inside
- Fisheye
- My Dying Drive
- I Won’t Forget
- 21st Century Schizoid Man (King Crimson cover)
THE OCEAN Set List:
- Epipelagic
- Mesopelagic: Into the Uncanny
- Bathyalpelagic I: Impasses
- Bathyalpelagic II: The Wish in Dreams
- Bathyalpelagic III: Disequillibrated
- Abyssopelagic I: Boundless Vasts
- Hadopelagic II: Let Them Believe
- Demersal: Cognitive Dissonance (con Luiss Roux de HACRIDE)
- Benthic: The Origin of Our Wishes
Encore: - Shamayim
- Firmament
- Orosirian: For the Great Blue Cold Now Reigns
Texto: Jorge Cárcamo Yagüe
Fotos: Facebook de The Ocean – Tour 2013
Ndr.: Nos fue imposible hacer fotos, por lo que hemos usado para la crónica las que hemos encontrado en el Facebook de la banda.
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Conciertazo. Estuve en primera fila dándolo todo y, quitando Tides From Nebula (cuyo último disco salió el mes pasado, corregidlo), que se me hicieron algo largos, bolos enormes. The Ocean tienen un directo ESPECTACULAR.