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+ THE SIXXIS
Domingo 22 de Septiembre de 2013 – Sala Joy Eslava – Madrid
Estupenda noche de rock&roll la que vivimos el pasado domingo ante uno de esos grupos revelación por el discazo que han editado, pero no por la sobradamente conocida calidad de sus componentes, un trío de artistas, cada uno el mejor en lo suyo, que fue un placer degustar en un recinto como es la Joy Slava, discoteca que por un día abrió sus puertas al rock, suponiendo el recinto perfecto para la ocasión, ante lo que los madrileños respondimos rozando el sold out.
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Y mientras disfrutábamos de la ocasión, Seehan, Portnoy y Kotzen lucieron galones ante un sonido casi siempre impecable, si bien al bajo del primero le costó cinco o seis temas llegar a estar en su sitio en cuanto a ecualización y la actitud de Richie dejó algo que desear en algunos momentos, mostrándose algo antipático hacia el público (aunque en el tramo final por fin sonriera y se mostrara más cercano), aunque totalmente inmerso en la camaradería hacia sus compañeros, por cierto luciendo un look a medio camino entre Carlos Santana y Jimmy Hendrix bastante peculiar.
Tres músicos a los que estamos más habituados a ver en grandes aforos y de los que fue un privilegio degustar en un ambiente más recogido, sintiendo cada nota y engrandeciendo aún más los temas de su álbum debut, del que esperamos haya continuación. Sintiendo cada nota y, sobre todo pasándoselo bien, con una enorme complicidad entre ellos de la que nos hicieron partícipes en varias partes del show. Desde la maestría de Billy Seehan, al que siempre es un lujo ver tocar con esa personalidad, sonido y técnica tan suya, teniéndole a escasos metros y poder apreciar casi en primera persona cada una de esa muestra de muecas tan suya; la sólida base de un Mike Portnoy con un kit de batería bastante más reducido al que habitualmente estamos acostumbrados a verle, siendo piedra angular del desarrollo de la actuación, interactuando 100% con el público y cogiendo el micrófono siempre que tenía ocasión; y la seria aunque luego menos rígida actuación de un Richie Kotzen técnicamente perfecto, tocando sin púa (sólo la usó para la guitarra acústica en "Stand") y cantando a la perfección todas y cada una de sus partes, usando además un par de combos de Fender (uno para la eléctrica y otro para su acústica) de los que sacó petróleo con un sonido de vieja escuela.
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Antes de ello tuvimos la oportunidad de degustar la sabrosa actuación de "THE SIXXIS". Los americanos se presentaron ante más extraños que propios dejando muy buenas sensaciones a base de su rock básico repleto de influencias que bien podríamos englobar desde Rush a Soundgarden, con un especial toque étnico procedente de su batería Josh Baker, quién rubricó una actuación llena de colorido y buen gusto.
Desde la inicial e instrumental "Coke Can Steve", nos fueron introduciendo en su propuesta y ganando adeptos entre los madrileños con temas como "Long Ago" y su marcado estribillo rockero, "Believe", "She Only" o un Snake in the Grass" que bastante nos recordó a los mentados Soundgarden, adornados por un buen sonido e interesante propuesta, aunque algo parcos en palabras y demasiado sobrios escénicamente.
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Poco tardaron en posicionarse en las tablas el trío protagonista para el recital que nos esperaba. Hora y tres cuartos de concierto donde desgranaron íntegro su único álbum y nos regalaron algunas versiones de otros proyectos en los que han participado (a excepción de Portnoy). Elevaron la temperatura al máximo ya desde su salida, con un poderoso "Elevate" y ¡qué bien sonaba aquello! La esencia del mejor blues nos inundó con un precioso "Criminal", volviendo al rock en estado puro con el genial "We Are One". "One More Time" terminó de poner las cosas en su sitio con su aire funk y los geniales coros secundando la no menos apreciable voz de Richie Kotzen, quien la cantó con enorme feeling,aunque si de sentimiento se trata, "Damaged" aportó uno de muchos quilates.
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Vuelta al rock más desenfrenado con el poderoso "Six Feet Deeper" y ese aire tan a lo Van Halen, para que acto seguido Portnoy hiciera un corto solo de batería que desembocaría en otro de los temas más rockeros de su álbum, el genial "The Other Side", con otro juego de voces brutal al estribillo.
El solo de Seehan fue algo más largo que el de su compañero, haciendo gala de rapidez y maestría con el tapping y encadenando con el arpegio de "You Saved Me", tema que si bien en el disco no es de mis favoritos, interpretado en vivo me encantó. "Not Hopeless" fue otro de los puntos álgidos, máxime cuando Richie y Billy aúnan su virtuosismo en el solo central, dejándonos a todos los allí congregados con la boca abierta.
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Llegamos al momento más íntimo de la noche: Richie Kotzen, quien hasta el momento había permanecido menos cercano al público, coge su guitarra acústica para quedarse solo en escena e interpretar "Stand", el tema icónico del "Native Tongue" de Poison en el que participó, con toda la Joy Slava cantando al estribillo, momento a partir del cual el vocalista y cantante pasó a ser más comunicativo e incluso sonreír a sus fans. Al poco se le unirían el resto de THE WINERY DOGS para tocar el tema de su carrera en solitario "You Can’t Save Me", unido al "Shine" de Mr. Big, otro de los momentos altamente coreables de la noche.
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El single "I’m no Angel" fue otro derroche de buen gusto y calidad, llevándonos de nuevo a sus terrenos más bluessy con el hermoso "The Dying" y "Regret", con la que Kotzen estuvo al piano y se retiraron antes de los bises.
La re-entrada llegó con los gritos de los fans que queríamos más, regalándonos una versión de Elvin Bishop, de nuevo con el aire más melancólico como es "Folled Around and Fell in Love" (por cierto, con unos agudos de Kotzen que me recordaron al mismísimo Prince de su primera época) y terminando a lo grande, con el rock desatado de "Desire".
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Despedida por todo lo alto con una gran ovación merecida, los tres músicos abrazados en el escenario mientras saludaban y se hacían la foto, con Mike Portnoy diciéndonos que, posiblemente, esa hubiera sido la mejor velada de la gira hasta ese momento. Aquella fue una de esas noches en las que sales del recinto con una sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que has vivido una noche mágica de buen rock añejo.
Texto: J. José Jiménez
Fotos: Daniel Garrido (www.photo2riff.com)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Galería de Fotos:
THE WINERY DOGS
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THE SIXXIS
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A mí los teloneros no me gustaron nada y tengo la sensación de que no fui el único que estaba esperando que terminaran lo antes posible. En su favor diré que seguramente no contaran con un técnico de sonido propio ya que sonaron muy descompensados.
En cuanto a The Winery Dogs creo que no podemos más que agradecerles la actuación que nos dieron. Diría Richie Kotzen no salió muy enchufado que digamos ya que en mi opinión parecía algo apagado durante los primeros temas que interpretaron. Su actitud contrastaba con la de Billy Sheehan y Mike Portnoy que se comieron el escenario nada más salir.
En cuanto al número de baladas…si es que están guapísimas todas! Para no tocarlas. Creo que era obligado y tengo la sensación de que es el terreno en el que Richie más a gusto se siente. Por otro lado no creo que las baladas “ralentizaran” el concierto…además no era un concierto de Slayer! 🙂
En fin, que molaron mucho y creo que todos disfrutamos mucho del concierto. Personalmente ya había visto a estos musicazos con sus respectivos grupos / proyectos y me siento muy afortunado de haberlos visto juntos como The Winery Dogs. Ojalá tengamos ocasión de verlos de nuevo el año que viene tal y como nos prometieron.
Ah! Gracias por las fotos! Creo que en el futuro el público debería dejar su tlf móvil en el bolsillo y disfrutar del concierto. Mejores fotos que seguro que no sacan
Efectivamente, Pablo, lo de los móviles en los conciertos está empezando a ser un coñazo. Hay gente que no ve NADA de concierto, se dedica únicamente a grabarlo todo con el móvil.
Hay que disfrutar de la actuación y dejarse de pamplinas