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Viernes 28 y Sàbado 29 de Junio 2013 – Recinto Mendizabala – Vitoria-Gasteiz
Quizás con más controversia y suspense que nunca, Azkena Rock Festival llegaba a Vitoria en su duodécima edición para reunir a sus miles de fieles al más variado espectro de música rock imaginable. Este año la crisis financiera no pasó de largo por Mendizabala, ya que de tres días pasamos a dos con la reducción de bandas que ello conlleva, algo que, junto con un cartel para muchos discutible, ha repercutido en una asistencia algo inferior a pasadas ediciones, de unas 14.000 personas en la jornada del viernes, y de aproximadamente 12.000 el sábado. Además, por circunstancias que desconozco este año el cartel final se ha anunciado con muy poca antelación especialmente si se compara con ediciones pasadas, algo que ha desesperado a la gente y que, como es lógico, también ha repercutido negativamente en las cifras de asistencia de un festival que, aun con todo, ha conseguido mantenerse fiel a sí mismo y a sus estándares de calidad salvando con nota el duro examen que ha supuesto continuar, un año más, con esta emblemática cita que ya es patrimonio vitoriano y de todo el que ama la música rock en este país.
Azkena tiene algo que no tiene casi ningún otro festival en nuestro país, algo que motiva al fan a acercarse casi independientemente del cartel, a ciegas, y ese algo (no todo tiene por qué tener nombre) ha sido determinante este año más que ningún otro. Durante dos días, o tres, si contamos también el Osteguna Rock Festival del Jueves 27, cada calle de Gasteiz se inundó de música y buen rollo bajo un sol intenso y una temperatura especialmente agradable, con conciertos en diferentes enclaves de la ciudad a todas horas y diferentes actividades e iniciativas independientes repartidas por una ciudad que, durante tres días, respiró rock (y se alimentó de pintxos, por qué no decirlo) 24h. al día. Durante esas dos jornadas, Vitoria se nutre de buen rock (y derivados), y Azkena se apoya en una ciudad volcada con su evento, en una perfecta simbiosis que distingue un gran festival de un gran cartel, sin que uno u otro sean de ningún modo excluyentes. De más está hablar ya de una ciudad que apoya la cultura con numerosos eventos dedicados a todos los artes, de una ciudad acogedora, limpia, verde, con un clima especialmente agradable en los meses de más calor y de una oferta gastronómica que lo cubre todo. Todo ello también forma parte del Azkena Rock Festival, y este año los que hemos decidido volver lo hemos valorado más que nunca.
Hablando ya del festival más en detalle, decir que como cada año resultó ser un absoluto éxito de organización y servicios. En nuestro caso, decidimos hacer uso de la zona de acampada habilitada en Mendizabala (de tortuoso acceso al final de una cuesta terrible, eso sí), y decir que la experiencia, como siempre, fue todo lo satisfactoria que podría ser. Como novedad, una caseta nos permitía cargar nuestros teléfonos móviles durante 2h por tan sólo 3€, y además una barra como siempre nos abastecía de todo tipo de espirituosas y hielo a cualquier hora del día. Los servicios y duchas, por su parte, fueron suficientes en cuanto a cantidad y limpieza, sobre todo si los comparamos con otros festivales similares de nuestro país. Vale, puede que un agujero en el suelo no sea la forma más cómoda de hacer "nuestras necesidades", pero podéis estar seguros de que es la más efectiva a la hora de mantener limpio un espacio que utilizan cientos de personas al día.
Por su parte, el acceso a la zona de conciertos fue siempre fluído y seguro, así como la estancia dentro, un verdadero placer donde uno podía encontrar todo aquello que pudiera necesitar en lo que a merchandising, comida o bebida se refiere. Los precios los de siempre, eso sí, y no me cansaré de repetirlo. 8€ por un katxi de cerveza no es razonable, ni ahora con la situación que atraviesa este país ni más adelante, cuando los promotores piensen que ya nos hemos acostumbrado. Esos 8€, sin ir más lejos, fueron los que me costó el último y espléndido disco de QAOAR en el merchandising oficial del festival, y tan sólo es un ejemplo. Y luego se llevan las manos a la cabeza cuando la gente intenta esconder latas y petacas en los rincones más insospechados de su ropa. Pues eso.
El sonido, a pesar de la leve brisa que sopló especialmente en la jornada del viernes, fue perfecto en todos los conciertos que al menos un servidor pudo disfrutar. Hablo de la garantía de calidad que este festival ofrece SIEMPRE, y que este año ha sido refrendada. Quien va al Azkena sabe que va a escuchar buena música en directo, con un buen sonido garantizado y grupos volcados con una fecha muy especial para ellos, y muy a grandes rasgos eso fue lo que vivimos el pasado fin de semana en la capital de Euskadi.
Ndr. Por motivos obvios, centraré mi crónica en aquellas bandas que puedan tener más interés para nuestros lectores. Sería absurdo hablar aquí de otras bandas que nada tienen que ver con la línea editorial de la web, por muy bien que estuvieran.
Viernes 28 de Junio
La primera sorpresa del viernes nos la llevamos en el segundo escenario, el George Jones, donde desde primera hora de la tarde THE SOCKS hacían su primera aparición en nuestro país, y no es de extrañar, porque la joven formación de Lyon cuenta con tan sólo 2 EP’s en su haber. El cuarteto sonó increíblemente bien en la carpa, con una mezcla de hard rock setentero, stoner y mucha psicodelia que sirvió para que muchos nos viésemos atraídos hacia allí sin tenerlo tampoco decidido. De su actuación hay que destacar por encima de todo la efectividad de sus riffs, sencillos y pegadizos al mismo tiempo, lo que unidos a una voz tan sugerente como la de Julien forman un cocktail de una exagerada gradación que recuerda en cierta medida a ese sabor Palm Desert.
Se respetaron los tiempos de comienzo y final de actuación escrupulosamente salvo el sábado a última hora, que se fue la cosa un poco de madre, por lo que recién concluida la descarga de los franceses ya estaban SEX MUSEUM arrancando su espectáculo en el Kevin Ayers ante una más que considerable cantidad de gente, ansiosa por disfrutar una vez más de una de las bandas más entrañables de nuestro hard rock en el mejor marco posible. Gran concierto de los madrileños, que hacen gala de unas tablas y un "engrase" en vivo que es una auténtica maravilla, como si de una gran banda de los 70’s se tratase. No es casualidad, son ya camino de 30 años en la brecha, peleando cada club y cada gran oportunidad que se les ha concedido, sin desaprovechar ni una sola ni recibir regalo alguno. En su actuación, SEX MUSEUM repasaron temas de sus dos épocas principales, de toda su carrera, incluyendo algún clásico más ‘garajero’ que pocos esperábamos. Da gusto ver a Miguel Pardo sobre el escenario, esa conexión inmediata con el público y ese magnetismo que destila a la hora de transmitir sus temas, y lo mismo puede decirse del resto de la banda. El final resultó ser una enorme celebración con un buen ‘cover’ de los BESTIE BOYS, ese "Fight For Your Right" al que le metieron el riff principal de "Smoke On The Water", para disfrute de todo Mendizabala. Seguramente uno de los conciertos más intensos del día, y prueba de que SEX MUSEUM van pidiendo, merecidísimamente, un mayor protagonismo en carteles como este.
La cosa no paraba ni un instante, y acto seguido THE SWORD tomaban el escenario George Jones frente a más de 3.000 personas ante la incredulidad del propio grupo, cuya moral ha debido salir muy reforzada tras su visita a nuestras tierras por lo acontecido también en Barcelona. El público de Azkena si es algo es entendido, por lo que el grandísimo concierto de los tejanos pilló por sorpresa a muy pocos. Presidiendo un telón de su último y celebrado "Apocryphon", THE SWORD desgranaron su muestrario de riffs interminable y pusieron en pie a toda una carpa que les acogió como a reyes, ofreciendo un concierto en el que tan sólo la castigada voz de J. D. ensombreció un poco el momento.
El protagonismo en su set se lo llevaron sus dos últimos trabajos, y es normal, ya que para cuando los dos primeros vieron la luz en los Estados Unidos muy pocos aquí sabían (o sabíamos) de su existencia. Así, escuchar la majestuosidad de temas como "Arrows In The Dark", "Tres Brujas", "The Veil Of Isis", "Cloak Of Feathers" o "Freya", tema de su primer trabajo con el que cerraron (y que la gente se sabía de Guitar Hero), fue todo un oasis en mitad de la tarde y una gozada de la que uno no se olvida en meses. THE SWORD son diferentes. Llámenlo ‘doom’, ‘stoner’ o simplemente ‘heavy metal’, este grupo tiene algo que cautivó al público vitoriano.
THE BLACK CROWES no venían como cabezas de cartel "absolutos" esta vez, pero todos sabíamos que serían el plato fuerte ya no sólo del viernes sino de todo el cartel de esta edición número 12. La formación liderada por Chris Robinson nació para esto, demasiado tarde quizás, como suele decirse, pero es innegable que fueron lo mejor que le sucedió al rock n’ roll en la década de los 90’s y así se lo ha reconocido siempre el público vasco tanto en Vitoria como en Bilbao, donde siempre han triunfado y siempre han sido muy reconocidos. El resultado fue una fiesta inolvidable con casi 15.000 asistentes, y donde los mejores CROWES, con Jackie Greene completando la formación a la guitarra y coros, hicieron alarde de magia y experiencia ofreciendo un concierto perfecto, intenso y emotivo en el que además, y como viene siendo habitual, ejecutaron un set-list diferente al del resto de fechas de la gira, algo que personalmente valoro muchísimo y que distingue a una banda que cuida a su público haciéndole sentir especial de las que van ofreciendo un mismo repertorio casi como si de autómatas se tratase. Eso sería demasiado frío para el rock n’ roll.
Los CROWES comenzaban la fiesta con un "Twice As Hard" que nos sumergía de lleno en la primerísima época del grupo, primer tema de su primer LP como regalo para un público que ya con las primeras siete notas del tema estaba completamente entregado. La banda salió con una puesta en escena sobria y elegante al mismo tiempo, donde destacaban 4 alfombras bajo los pies de Jackie Greene, Sven Pipien y los hermanos Robinson, otorgándole al escenario una apariencia de lo más ‘hippie’ también gracias a la iluminación, y es que pese a no llevar un telón de fondo, las tomas aéreas de una de las cámaras reflejadas en las pantallas laterales hacían que las mismas alfombras fuesen como telones a su manera, un recurso de lo más innovador y efectivo que lució mucho en su actuación. Más allá, todo lo que se vivió fue nostalgia, buen rollo y una profunda admiración de un público hacia una banda que está donde merece estar.
El sonido estuvo más que a la altura, siempre limpio, definido, tan propio y tan característico como el de Rich Robinson y su colección de Fender’s de finales de los 60’s, con un juego de amplificación exquisito y retro que es la base del grupo. Incluso el repertorio se dejó querer, con especial atención a los momentos inevitables del grupo pero también con tiempo para recordar temas menos habituales como puedan ser "Ballad In Urgency" y "Wiser Time" juntas, del "Amorica", "By Your Side", del disco homónimo o una versión magistral del "Feelin’ Alright" de TRAFFIC.
Eso sí, momentos como el solo de armónica de Chris en "Hotel Illness" o ese gran "Remedy", ese "Jealous Again" (quizás algo falta de fuerza interpretativa) o el final con los bises esperados fueron sin duda lo más grande de la edición 2013 de Azkena, y lo mejor es que nadie teníamos duda de que así sería.
Setlist THE BLACK CROWES:
- Twice as Hard
- Sting Me
- Hotel Illness
- Good Morning Captain
- Good Friday
- Feelin’ Alright (Traffic cover)
- By Your Side
- Ballad in Urgency
- Wiser Time
- She Talks to Angels
- Soul Singing
- Thorn in My Pride
- Jealous Again
- Remedy
Bises: - Hard to Handle (Otis Redding cover)
- Hush (Billy Joe Royal cover)
Ya de madrugada, THE SHEEPDOGS nos devolvieron el estado de euforia que THE BLACK CROWES nos regalaron y que después SMASHING PUMPKINS nos habían arrebatado.
El cuarteto de Saskatoon es una de las formaciones canadienses emergentes más interesantes y premiadas de los últimos años, todo un revival a la canadiense del sonido Beatles un tanto sobre-expuesto al sol sureño que irradian CCR, sin olvidar la visión más actual del folk a lo MUMFORD & SONS, y el público vitoriano, que de esto sabe un rato, subo responder en masa ante la oportunidad que Azkena nos brindaba aquella noche.
Fue increíble que tantísima gente abarrotase la carpa para ver a un grupo todavía haciéndose, pero es que ese es también parte del encanto de este festival. THE SHEEPDOGS se crecieron y dieron un concierto que se recordará seguro en ediciones venideras, un concierto sencillo, visceral y lleno de luz, de colorido, de sentimiento.
Temas como "Who?", "Southern Dreaming", "Right On" o "I Don’t Know" transmitieron talento, potencial, presente y mucho futuro, porque que nadie se engañe, aquí queda todavía mucho por hacer, y se hará.
Sábado 29 de Junio
El sábado continuamos con la buena temperatura y con un sol de justicia castigando nuestras cabezas, especialmente para cuando los suecos TROUBLED HORSE saltaban al escenario Kevin Ayers. Fue curioso, porque había tanto público como sombra arrojaba el propio escenario, todos apelotonados huyendo del sol y en cuanto la umbría se acababa se acababa también el público.
La banda liderada por Ola y Jens Henriksson (ex- WITCHCRAFT) editó hace no demasiado su primer LP tras 10 años de espera, y parece que por fin van hacia delante. Musicalmente se encuadran dentro del revival sueco del rock/ blues psicodélico de los 60’s/ 70’s, siguiendo la línea marcada por compatriotas como GRAVEYARD o los propios WITCHCRAFT, y desde luego su "Step Inside" sonó pletórico en directo. Vocalista enérgico, temas pegadizos como "Bring My Horses Home", "Another Man’s Name", "One Step Closer To My Grave" o "I’ve Been Losing" y un gran sonido fueron el cocktail perfecto para empezar la tarde de la mejor forma posible.
Tras un concierto espectacular de JJ GREY & MOFRO, llegaba el turno de una de las bandas más enigmáticas y oscuras del cartel, casi unos desconocidos para el público de aquí que, sin embargo, están causando estragos en los mejores festivales ingleses, véase Reading, Download o Roadburn, este último en Holanda.
Nuevamente, carpa con un aspecto increíble, casi a rebosar, y con unos UNCLE ACID & THE DEADBEATS muy centrados en lo suyo, sin apenas sonreír o siquiera intentar conectar con el público, simplemente centrados en sus riffs de funeral, en ese rock pesado y ‘downtempo’ con mucho de psicodélico emulando a hitos de esto como BLACK SABBATH o PENTAGRAM, o ELECTRIC WIZARD más recientemente, a quienes se dan un aire.
Repartieron el set entre todos sus discos, y a pesar de que su estilo distaba muchísimo del resto del cartel, la verdad es que la gente alució con el tío ácido y las atmósferas que son capaces de crear en directo, más mágicas aún si cabe en una carpa como la de Azkena y 3.000 corazones parándose al mismo tiempo. Ojito con ellos…
El momento más esperado del sábado sin embargo no iba a llegar con THE GASLIGHT ANTHEM, que incomprensiblemente encabezaban el día, sino con los maestros GOV’T MULE, que volvían a las tablas vitorianas una vez más para reencontrarse con un público que siempre se ha portado increíblemente bien con ellos. Probablemente no fue su mejor tarde en Azkena, pero Warren Haynes y compañía ofrecieron un concierto muy diferente a todo lo visto hasta la fecha al menos en Vitoria, un espectáculo mucho más intimista y centrado en el ‘jam’, con un set seguramente más rebuscado que otras veces y eso sí, la misma energía y maestría que siempre nos han ofrecido. Sonido claro, nítido, con el clásico sonido Soldano casi inimitable de Haynes en su máxima expresión, y con un estado vocal además bastante decente, todo hay que decirlo.
Por poner tan sólo un pero, decir que no hubiese estado de más sustituir uno de los dos bises por un "Soulshine", por ejemplo, que la gente estuvo pidiendo incesantemente. Además, para ir mal de tiempo como iban, GOV’T MULE se lo tomaron con calma en la última parte del concierto, y yo diría que la gente llegó a aburrirse un poco al final. Aparte de la mala elección en los bises, ‘chapeau’ para ellos.
Setlist GOV’T MULE:
- Steppin’ Lightly
- Any Open Window
- Inside Outside Woman Blues #3
- World Boss
- Bad Man Walking
- Broke Down on the Brazos
- Larger Than Life
- Thorazine Shuffle
Bises: - Hope She’ll Be Happier (Bill Withers cover)
- I’m a Ram (Al Green cover)
Pasaron THE GASLIGHT ANTHEM sin demasiada pena ni excesiva gloria, y después de un rato de cena, ROCKET FROM THE CRYPT cerraban con una fiesta por todo lo alto la edición 2013 de ARF.
No tenía claro que la banda californiana fuese a dar su mejor versión a más de las 2 de la mañana, pero ocurrió justo al contrario, la locura y la fiesta más absoluta de las que vivimos en todo el fin de semana.
Problemas de Speedo con el público aparte, y dejando también a un lado que se pudiera haber ahorrado tanta cháchara, RFTC estuvieron tocados por la varita del punk, del garage y de la madrugada.
Se pasaron en un suspiro, como tres días increíbles de bandas a un nivel estratosférico en un marco impagable.
Texto: Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_Amo
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo (www.musifota.com)
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Más Fotos:
SEX MUSEUM
THE SWORD
THE BLACK CROWES
THE SHEEPDOGS
TROUBLED HORSE
UNCLE ACID & THE DEADBEATS
GOV’T MULE
ROCKET FROM THE CRYPT